1804. sucedido á Urquijo en el ministerio de Estado, y cuya esposa era prima del Príncipe de la Paz, conoció cuán gravoso era el tratado, y procuró cludir su cumplimiento; pero los Ministros de las córtes estrangeras se dirigian al Príncipe de la Paz, sus decisiones eran irrevocables, el Gobierno era enteramente nulo, y solo se ejecutaba el capricho de Godoy. El Embajador frances se aprovechó de estas circunstancias, y propuso en nombre de su córte la libre entrada de los géneros franceses, tanto en la Península como en las posesiones de América, en lugar del contingente de hombres y de buques prometido por el convenio de San Ildefonso. Asi, despues de haber destruido nuestra marina, se intentó acabar con el poco comercio que nos quedaba y con nuestra

industria.

Godoy, ó muy perverso ó muy ignorante, no conoció estas fatales consecuencias; accedió á esta proposicion, y obtuvo el consentimiento de S. M.: Don Pedro Ceballos tuvo noticia de esta fatalísima transaccion, demostró sus daños, y logró á fuerza de actividad concluir un convenio, por el se rescataban las estipulaciones de San Ildefonso, pagando mensualmente á la Francia, en calidad de subsidio y mientras duraba la guerra, la enorme suma de veinte y cuatro millones de reales.

que

La Bretaña descubrió entre las protestas gran de paz, con que la halagaba el Gobierno español, que este hacía causa comun con la Francia, y anteponiendo sus intereses á la eterna justicia del

derecho de gentes, sin declararnos la guerra, y 1804cuando los embajadores permanecian aun en sus córtes respectivas, el contra-almirante Cornvallis atacó la flota que venia de América, echó á pique la fragata Mercedes, y nos apresó las llamadas Medéa, Clara, y Fama que quedó horriblemente maltratada.

La humanidad se horroriza al referir que en el momento en que la epidemia devoraba á la ciudad de Cádiz, y sus habitantes se hallaban consternados con sus estragos, é imposibilitados para la defensa, el gabinete inglés hubiese hecho bombardear esta plaza.

El Teniente general Don Tomas de Morla, que la mandaba, escribió al general Sir Ralph AberCombie una carta tan llena de dignidad y firmeza, que este levantó el bloqueo, y Morla fue proclamado el salvador de Cádiz.

El robo de sus caudales y la muerte alevosa de los habitantes de Cádiz escitaron la indignacion de la España; y esta Nacion, aunque devastada en sus provincias meridionales por la fiebre amarilla, sin comunicacion con sus dominios de Ultramar, y agobiada con el pago de los millones estipulados en el convenio que rescataba el de San Ildefonso, declaró la guerra á la Gran-Bretaña, cuyo funesto resultado fue el que nuestra escuadra reunida á la de Francia quedase totalmente destruida en el famoso combate de Trafalgar, donde los ingleses pagaron la victoria con la muerte del célebre Nelson, y donde pereció la flor de la marina española, y perdimos quince navios de linea, dejando

ΤΟΜΟ Ι.

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1805.

1805. al vice-almirante Cisneros en poder de los vencedores.

La Francia, causa de los males que nos afligian, no perdonaba por eso el subsidio, y los recursos de la España estaban enteramente agotados. La fortuna de Napoleon Bonaparte y el brillo de sus rápidas conquistas le hicieron sentarse en el trono de San Luis, asegurado el consentimiento de las principales potencias, que deseaban que su brazo enfrenase la hidra revolucionaria, y sustituyera á las turbulencias de la República una pacífica Monarquía. El Senado espidió un senatus-consulto, invitando al pueblo á erigir una dinastía imperial y hereditaria en la persona de Napoleon. Esta medida fue aprobada en el Tribunado y en el cuerpo legislativo, y todos los ciu

dadanos franceses fueron admitidos á votar. Se abrieron registros en los 109 departamentos en que se dividia la República, y resultaron en su escrutinio 2.558 votos negativos, y 3.069.611 afirmativos, á los que deben agregarse 400.000 del ejército y 50.000 de la armada que idolatraban á su General.

Pio VII mismo ciñó la diadema imperial á Napoleon Bonaparte en 2 de Diciembre de 804, y en 26 de Mayo siguiente adornó sus sienes en Milan, como Rey de Italia, la corona de hierro que diez siglos antes ofreció la Lombardia á Carlomagno.

El Senado de Génova renunció á su independencia, la República Liguriana fue incorporada al Imperio, y la República de Luca, que solicitó tambien su incorporacion, fue erigida en du

eado

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reunida á la soberania de Piombino.

A

El engrandecimiento rápido de Napoleon hi zo encontrar aliados á la Inglaterra, y los Emperadores de Alemania y Rusia formaron la tercer coalicion, y empezaron á combatir el poder del coloso. Pero la suerte de las armas les fue adversa, y despues de haber ocupado sin resistencia la Baviera y el Würtemberg, Napoleon con la velocidad del rayo cae sobre el ejército austriaco,! le derrota en Elchingen, le obliga á rendirse en Ulmes, planta sus águilas victoriosas sobre last murallas de Viena; penetra en la Moravia, donde encuentra al ejército ruso, al que se habian reunido las reliquias del austriaco, y el 2 de Diciembre de 1805, primer aniversario de su coronacion, ganó la batalla de Austerlitz, tan célebre por la presencia de tres Emperadores, como importante por la paz de Presburgo concluida por el Austria el 26 del mismo Diciembre, cuyo tratado es tal vez el mas ventajoso que hizo la Francia en el largo y brillante periodo de sus triunfos.

Tal fue el resultado de la tercera coalicion contra Bonaparte, despues de la que aumentó el poder del Imperio, y colocó en los tronos de Nápoles y Holanda á sus hermanos José y Luis, y ensalzó a la gerarquía soberana á muchos de sus mas distinguidos generales.

El antiquísimo cuerpo Germánico se disolvió, y el Emperador de Alemania, su gefe, renunció á este título ya insignificante, conservando el de Emperador hereditario de Austria, y se formó la Confederacion del Rhin bajo la proteccion de Na

1805%

1806.

1806 poleon; pero la muerte del célebre Pitt (1), cuya política costó raudales de sangre á la Europa, y á quien sucedió en el ministerio el pacífico yvirtuoso Fox, terrible antagonista de Pitt, hizo que este abriese negociaciones con la Francia; pero el recto Ministro británico desechó las proposiciones con que le brindaba Napoleon. Este pedia para su hermano José, Rey intruso de Nápoles, la Sicilia, ofreciendo indemnizar á Fernando con las Islas Baleares; daba á la Inglaterra Puerto-Rico en cambio del Hannover, y á condicion de que no tomára parte en los sucesos del continente; y así disponia de las posesiones de Carlos IV, su mejor aliado, con una impudencia que demostró el insensato proyecto de colocar á su familia sobre todos los tronos de la Europa.

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La Inglaterra concitó contra Napoleon al Em- | perador de Rusia y al Rey de Prusia, cuyos estados amenazaban los ejércitos vencedores de Napoleon. No fue la lucha de larga duracion; y los campos de Jena publicaron la victoria de los franceses en 25 de Octubre de 1806: Berlin y Postdam abrieron sus puertas al vencedor sin resistencia; y conquistados todos los estados prusianos de Alemania, hizo la Prusia la paz firmando en 16 de Noviembre el tratado de Charlotemburgo. Napoleon

(1) Pitt, hijo del Lord Chattan, murió en 24 de Eneró de 1806 á la edad de 47 años: Fox, hijo del Lord Holland, murió el 13 de Setiembre de 1806, á los 56 años de edad.