adelantó sus ejércitos victoriosos hacia el Vistula, 1807. y marchó á encontrar á los rusos. Dueño de Varsovia y de todos los pasos del Vistula, puso sitio á Dantzik, única plaza que le faltaba para tomar la línea militar de aquel rio. Venció á los rusos que intentaron socorrerla en la célebre batalla de Eylau en 7 de Marzo, ocupó á Dantzik, penetró en la Prusia oriental, y el éxito de sus armas vencedoras acabó de coronarse con la batalla de Friedland, dada en 14 de Junio de 1807, en la que los rusos fueron completamente derrotados. Napoleon se hallaba con recursos inmensos, la Rusia no tenia mas ejércitos que oponer, y el Emperador Alejandro pidió á Napoleon una entrevista, que se verificó en Tilsit en medio del rio Niemen. Alli se reunieron ambos Emperadores de un modo singular, y decidieron por sí mismos de la suerte de Europa. En medio del rio se colocó una ancha balsa, sobre la que se construyó un gran salon perfectamente ador nado con dos puertas opuestas, sobre las que tremolaban dos banderolas, la una con el águila la otra con la francesa. Las puertas miraban á las dos riberas.

rusa y

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Los dos Emperadores llegaron á un mismo tiempo á las orillas del rio, y embarcándose se reunieron en el salon, tratándose con la mayor amistad, y despidiéndose con iguales señales de afecto. Al dia siguiente el Emperador de Rusia vino á establecerse á Tilsit, á donde poco tiempo 1 despues concurrieron el Rey y la Reina de Prusia. Quince dias duraron las conferencias imperiales,

1807. al cabo de los cuales se firmó la paz de Tilsit en 7 de Julio de 1807, Por este tratado cedió la Pru-v sia cuanto habia adquirido en el reinado de Fes derico II, escepto la Silesia; pero perdió á Magdeburgo. La porcion del territorio polaco perteneciente á la Prusia fue erigido en gran ducado de Varsovia, y puesto bajo la dominacion de Sajonia, y la Prusia ofreció cerrar sus puertos á los ingleses hasta la paz general. La Rusia reconoció á José Napoleon por Rey de Nápoles, á Luis por Rey de Holanda, á Gerónimo por Rey de Westfalia, y á todos los Príncipes de la Confederacion del Rhin segun la organizacion que Napoleon quiso darle, ofreciendo abandonar las conquistas hechas á la Turquía en los principados de Valaquia y Moldavia. El Emperador de Rusia, á quien Napoleon comunicó sus proyectos sobre la España, los aprobó, y dió palabra de honor de no oponerse á ellos. Terminada asi esta cuarta coalicion, lost dos Soberanos se separaron con muestras de mu-> chísimo afecto: el Emperador Napoleon acompa ñó al de Rusia hasta la orilla izquierda del Niemen, en donde la guardia rusa estaba forma- { da en batalla. Allí, despues de abrazar al Emperador Alejandro, Napoleon se quitó la cruz de la legion de honor y la puso en el pecho del primer granadero que se hallaba formado en la orilla, diciéndole: «Tu te acordarás que este es el s dia en que tu amo y yo nos hicimos amigos. Así.. terminó esta formidable coalicion contra Napo- r leon, afirmando y robusteciendo su colosal poder. habia por su mala administracion

Godoy, que

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por

encadenado la suerte de la España al carro de 1807. Napoleon, cometió una fatal imprudencia que hizo concebir á este el designio de ocupar la Península. Desde la elevacion de Bonaparte la España habia sido su mas fiel é íntima aliada, sus escuadras y las del Imperio combatieron juntas, y ninguna nube turbaba su horizonte político; cuando la Prusia, escitada por la Inglaterra, y sostenida la Rusia, declaró la guerra á la Francia. Godoy no ignoraba las disposiciones secretas del Austria, y creyó que la Europa entera coligada contra un enemigo comun iba á precipitar al hom. bre, á quien en los dias de su prosperidad había servilmente adulado. En lugar de prepararse á tiempo, y con secreto á reunirse á la causa que presuinia debia triunfar, dirigió al pueblo español una ridícula proclama llamando á las armas á todos los españoles, acto que escitó la atencion general en un momento en que la España estaba en paz con todas las potencias continentales, y que atrajo la venganza de Napoleon.

Este recibió sobre el mismo campo de batalla de Jena la noticia de tan estravagante declara cion, á la que aparentó no dar importancia, y aun tal vez se alegró en su interior de que el Príncipe de la Paz le proporcionase un medio de privar á la familia de los Borbones de la única corona que les restaba. En vano intentó persuadir á Napoleon que él armamento no tenia otro objeto que repeler una agresion que se temia de parte del Emperador de Marruecos. La proclama anunciaba una lucha próxima sin esplicar contra quién;

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y para confirmar que el enemigo era terrestre, se pedia en ella á las provincias de Andalucía y Estremadura un suplemento de caballería. Desde la fecha de esta fatal proclama debe contarse el plan de destruir el trono de España, segun en varias ocasiones confesó el mismo Bonaparte.

En efecto, la proclama era una verdadera declaracion de guerra contra Napoleon; y cal culando la distancia á donde éste habia llevado

la guerra, la incertidumbre y riesgos que presentaba, era casi probable el éxito de los españoles, dividiendo entonces su atencion, é invadiendo el Imperio. La proclama fue publicada el dia 5 de Octubre, y empezaba apenas á circular, cuando llegó la noticia de la victoria de Jena. El imbécil privado conoció todo el peso de su imprudencia, y envió al Duque de Frias, Grande de España, por Embajador estraordinario para felicitar al vencedor de las coaliciones, el cual desde entonces empezó á preparar los medios de sojuzgarnos.

Napoleon aparentó creer que el armamento de la España habia sido con objeto de mantener su seguridad interior, y no de provocar una guerra; y constante en el proyecto de apoderarse de España, empezó por debilitarla, reclamó de Cárlos IV la ejecucion del tratado de alianza, y pidió pasase á Francia y á Italia un ejército español con objeto de trasladarle sobre el Báltico en caso de necesidad. Despues de algunas contestaciones, el gabinete de Madrid envió á las órdenes del Marqués de la Romana un ejército

de 13.000 hombres, que despues de haber atravesado la Francia para llegar hasta el Elba, formó parte del ejército de Bernardotte, que conquistó la Pomerania sueca, y pasó á guarnecer los estados de Dinamarca y las islas del Báltico.

Al mismo tiempo los ingleses, en cuyo favor parecia haberse dado la funesta proclama, tomaron á Buenos-Aires por capitulacion el 24 de Junio, cuya plaza reconquistó el 12 de Agosto el Capitan de navío Don Santiago Liniers, haciendo prisionera de guerra la guarnicion inglesa con su comandante Beresfort.

Entretanto el Príncipe de la Paz, que por su mala fe é ignorancia, igualmente funesta cuando queria el bien que cuando obraba el mal, era el verdadero destructor del trono de sus Soberanos, recibia de estos nuevas pruebas de bondad, y fue nombrado gran Almirante de España é Indias, y se le dió el tratamiento de Alteza. Todo cuanto refiere la historia de los favoritos, á los que Honorio y Arcadio abandonaron las riendas del Imperio, que destruyeron entregándolo á la irrupcion de los bárbaros, se vió renovado en la persona del Príncipe de la Paz. La situacion de España era en este tiempo la mas crítica. Faltaron los recursos pecuniarios, y el gran número de tropas que marcharon al Norte, dejó desguarnecidas las plazas; la marina estaba destruida por los ingleses, y el resto puesto á disposicion de Napoleon. El Príncipe de Asturias Fernando, á quien todos

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