otras afrentas é injurias en su persona, que, por ser ya muy públicas en las plazas y audiencias, no las cuenta. Item: que viniendo á estos Reynos el Marqués á besar las manos á Vuestra Magestad y á le dar cuenta de todo lo subcedido en aquella tierra, Nuño de Guzman, presidente que á la sazon era, é los licenciados Matienzo y Delgadillo, oidores, le tomaron toda quanta hacienda allá dejó, y le despojaron de todos los pueblos de indios que allá tenia en encomienda suya, no embargante las cédulas y sobrecédulas de que Vuestra Magestad le hizo merced, para que fuese amparado en todas sus haciendas é pueblos de indios que tenia; y aunque fueron requeridos con ellas, no las quisieron obedecer é cumplir, diciendo que otra cosa lebaban mandado, é así le destruyeron en todo lo que tenia, y le dejaron el mas pobre hombre que abia en toda la tierra, é fué causa que vendiese en estos Reynos, para se sustentar, quatrocientos mil maravedís de yerva que su padre le dejó, y que gastase diez mil ducados del dote y casamiento que le dieron con su mujer. Item: que al tiempo quel Marqués llegó á la Nueva España, quando Vuestra Magestad le mandó bolver á ella con título de Marqués é de su Capitan general, le fueron fechos en desembarcando muchos agravios é estorsiones por los dichos licenciados Matienzo y Delgadillo, oidores, y prohibieron á los indios naturales que no le viesen ni hablasen ni le truxiesen bastimentos al camino, to qual fué causa de le poner en gran necesidad, é que padeciese mucha hambre él y la gente que con él iba, de cuya cabsa murieron mas de doscientas personas de las que con el dicho Marqués iban, entre las quales murió Doña Catalina Pizarro, madre del dicho Marqués; lo qual todo hacian por le hacer herrar y que los desobedeciese; é luego embiaron á llamar á Nuño de Guzman, que estaba trescientas leguas ausente de la ciudad de México, para que viniese, con la gente de guerra que tenia, á prender al dicho Marqués, y aun mas adelante el dicho Nuño de Guzman embió al veeello, y dor y á otros para que acaudillasen gente para él se quedó en la provincia de Galisco sin hacer ningun servicio á Vuestra Magestad. Item: que en el puerto de Vera-Cruz, luego como desembarcó el Marqués, llegó una cédula de la Emperatriz nuestra señora, por la qual le mandaba que él ni la Marquesa no entrasen en la ciudad de México hasta que la nueva Audiencia fuese llegada; y por evitar escándalos, en cumplimiento deste mandamiento él y la Marquesa con toda su gente se fueron al Tezcuco, que está ocho leguas de la ciudad, á donde estuvo hasta que vinieron los oidores nuevos. Item: que estando allí en Tezcuco, los dichos oidores Matienzo y Delgadillo tobieron forma para que los oficiales de Vuestra Magestad requiriesen al Marqués se fuese de Tezcuco, so color y diciendo que los indios rescibian daño, siendo la verdad en contrario, como es notorio, porque los mismos indios y naturales del pueblo le rogaban que asentase allí un pueblo para los españoles que con él venian, é se proferian de hacer casas á su costa para todos, y le daban tierras para huertas é libertad para todos los españoles que allí quisiesen vivir, y que echarian tres rios por medio del pueblo que así poblasen, porque desto serian ellos muy aprovechados á causa que venderian bien sus bastimentos. Item: que cuando por esta vía de los oficiales no pudieron hacer lo que querian, embiaban contínuamente al guaciles para que prendiesen los indios prencipales que lo iban á ver, y los traian presos y atados con sogas á fin de darle ocasion á que algund criado suyo se desconcertase; é conosciendo esto, tuvo tanta templanza y pacien-. cia, que disimuló con todo ello por servir á Vuestra Magestad. Item: que habiéndole Vuestra Magestad fecho merced por sus provisiones Reales que, hasta tanto que Vuestra Magestad mandase otra cosa, toviese é poseyese los pueblos de indios que él tenia en encomienda quando á estos Reynos vino á besar las manos de Vuestra Magestad, é se sirviese y aprovechase de ellos segun, é como de antes, el dicho Presidente é oidores pusieron en todos aquellos pueblos corregidores y alguaciles y escribanos, los quales llevaban de salario todo el interés y probecho que de los dichos pueblos se podia aber, no quedándole á él casi nada, porque se averigua y así paresce por testimonios que dellos están presentados, que de pueblos que antes tenian quatrocientos y quinientos pesos de oro de provecho, pagados los dichos corregidores y oficiales, no le quedaban al Marqués veinte pesos de probecho, en lo qual rescibió muy grande daño y agravio é pérdida de su hacienda; y desta manera por indirectas le fué aniquilidada é desecha la merced que Vuestra Magestad le hizo, y lo que peor es y por donde claramente consta aberse fecho lo suso dicho por le destruir é hacer mala hobra, es que, bastando para diez ó doce pueblos un corregidor o governador, como antes le solia aber, ponian en cada pueblo uno, á fin que todo lo que rentase se gastase é consumiese en salarios de los dichos corregidores y oficiales, en lo qual, allende del daño quel Marqués ha » recibido, Vuestra Magestad no ha sido muy servido, por.. que demas de ser las personas que así se han puesto y ponen por corregidores y oficiales personas bajas y de no buen ejemplo é que no tienen fin, á mas de llebar todo lo que pudieren justa ó injustamente, si el dicho Marqués obiera tenido en encomienda los dichos pueblos, Vuestra Magestad obiera abido mucho interés de los quintos y derechos que le pertenecieran, abiendo sacado mucho oro é plata de las minas con los indios de los dichos pueblos, mayormente que le fué prometido al Marqués por Vuestra Magestad y por los de su Consejo que hasta tanto que se oviese informacion, é se supiese qué tanto montava el valor que de los dichos pueblos se abia, no se le quitarian ni removerian. Item: que llegados á la Nueva España el Presidente é oidores que agora residen, el Marqués presentó ante ellos el previllejo é merced que Vuestra Magestad le hizo de los veinte y tres mil vasallos, é pidió le fuese entregada la posesion dellos, lo qual no se hizo ni cumplió, porque le mostraron un capítulo de la instruccion que llebaron, por la qual les fué mandado que le contasen los dichos veinte y tres mil vasallos, y que despues de contados, se los entregasen; é porque la dicha quenta no se efectuase conforme á la dicha merced, los dichos Presi. dente y oidores nombraron dos contadores de su parte, los mas odiosos y sospechosos é mayores enemigos que el Marqués tenia é que mas le abian perseguido en aque Ila tierra, los quales, en el contar destos vasallos, le mostraron tanto ódio y enemistad, que le contavan por vasallos los esclavos y otras personas que los indios vecinos de la tierra tenian alquilados y asoldados para hacer sus labores é labrar sus heredades por tiempo limitado, no se debiendo contar de razon y de justicia los dichos vasallos de tal manera como esta, porque vendiéndose ó enagenándose los tales esclavos y cumpliéndose los términos de los arrendamientos de las otras personas, se ausentan y pasan á otras partes é lugares á ganar su vida, é desta manera seria de poco efecto la dicha merced, é quedaria con muy pocos vasallos y poca renta, lo qual no es de creer de la Real intencion de Vuestra Magestad, sino que, pues le dió título de Marqués y le hizo merced de vasallos, que fué y es para que aya cumplido efecto é para que con ellos pueda sustentar su persona y estado, mayormente abiendo sido fecha en remuneracion de tan grandes servicios.. Otrosí: dice que visto por el Marqués los estorbos é impedimentos que se ponian en el contar de los dichos vasallos, con pura nescesidad y á mas no poder, y por no morir de hambre en aquella tierra, é por no desamparar sus criados y las gentes que destos Reynos llevó para servir á Vuestra Magestad en las conquistas y descubrimientos que con Vuestra Magestad tiene capitulados, ovo de aceptar un partido que le fué ofrecido por parte del Presidente y oidores, que fué que se contentase y tomase posesion de cierta parte de vasallos y pueblos contenidos en la dicha merced, de Vuestra Magestad. El qual dicho concierto Vuestra Magestad podrá ver, siendo ser vido, que está en poder del secretario Juan de Sámano; é así tomó por pura necesidad lo que le quisieron dar, y no lo que de razon é justicia le habian de dar conforme á la merced y provisiones de Vuestra Magestad. Lo que, sobre todo, el Marqués suplica á Vaestra Magestad, es: Que Vuestra Magestad mande que haya cumplido y entero efecto la merced que lé está fecha de los dichos |