Imágenes de páginas
PDF
EPUB

diente al 10 de Octubre del mismo año, y referente al reconocimiento de Don Miguel, como Rey de Portugal, por el Gobierno de los Estados Unidos. "Este Gobierno, dice, acaba de reconocer á Don Miguel, como soberano legítimo de Portugal, medida que prueba á la evidencia, que el gobierno es una cosa y el pueblo otra, y que la política no conoce otras reglas que del interés, valuado á juicio de los gobernantes."

las

El tercero es el publicado en el núm. 11, correspondiente al 31 del mismo mes de Octubre, y se titula "Relacion de las maderas que se emplean en la isla de Cuba."

CAPÍTULO XXIV.

1824-1827.

INICIACION DE LOS TRABAJOS ECLESIÁSTICOS DEL PADRE VARELA EN LOS ESTADOS UNIDOS.

El Obispo Connolly, de New York, concede al Paare Varela la autorizacion necesaria para el ejercicio del ministerio sacerdotal.-Empieza por servir en la iglesia de San Pedro, de la que fué despues nombrado Teniente Cura.Popularidad del Padre Varela entre los feligreses de aquella parroquia.— Adquiere el Padre Varela el edificio de la iglesia protestante episcopal denominada "de Cristo," y la convierte en iglesia católica.-Se le nombra Pastor ó Cura de esta iglesia, que es la cuarta de su clase fundada en New York.

Mientras que nuestro esclarecido compatriota se hallaba, de este modo, proporcionando alimento á su devorante actividad intelectual, y preparándose para poder ejercer en este país el ministerio sagrado que constituia su más vehemente deseo, él mismo no comprendia quizás cuanto era vasto y fructífero el campo de trabajo que le estaba reservado recorrer. De seguro, ni siquiera sospechaba, porque su natural modestia y humildad no lo permitian, la brillantez de la corona de

gloria, que debia adornar sus sienes, y las bendiciones que se acumularian sobre su cabeza.

Cuando el Padre Varela llegó á los Estados Unidos, la situacion que nuestra iglesia habia alcanzado en ellos, no era por cierto ni con mucho la que presenta en el dia, aunque apénas han transcurrido cincuenta años. En esa ciudad de Filadelfia, donde se ostenta hoy la famosa catedral de San Pedro y San Pablo, que es cabeza de un obispado, y que cuenta 44 iglesias y 39 capillas, * no habia entónces (en el año de 1824) más que los tres templos denominados de Santa María, San Agustin y la Santísima Trinidad; y los tres extremamente pobres, y escasamente concurridos. Y en esa Nueva York, metrópoli comercial tan gigantesca en el dia, y á cuyo clero preside hoy un Cardenal de la Santa Iglesia Romana, en que se cuentan 47 iglesias, á parte de un gran número de capillas, conventos é instituciones católicas de todas clases, ‡ tampoco habia sino tres templos, que eran los denominados de San Pedro, San Patricio y Santa María, servidos por seis

*Las iglesias de la diócesis son hoy 119, á que deben agregarse 39 capillas y 31 estaciones, con 214 sacerdotes, entre seculares y regulares.

† De Santa María, cuyo pastor era el Rev. Padre Hogan, la congregacion era tan corta, que en el año transcurrido desde el 25 de Diciembre de 1821 al 25 de Diciembre de 1822, solo hubo 26 matrimonios, 116 bautismos y 242 entierros. La iglesia de San Agustin, á cargo del Rev. Padre Hurley, tuvo en el mismo período 26 matrimonios, 100 bautismos y 35 entierros. Y la de la Santísima Trinidad, á cuya congregacion presidia el Rev. Dr. Rolofs, contó tan sólo 4 matrimonios, 90 bautismos y 40 entierros. The Philadelphia Directory for 1824, corrected to the first of April, by Robert Desilver.

En lo que hoy se llama la diócesis de New York, que es la quinta parte en extension territorial de lo que era en 1824, y que entónces contaba una poblacion católica de 150,000 almas, hay en el dia 138 iglesias, 32 capillas y 99 instituciones católicas. El número de fieles alcanza á 600,000.

Las otras cuatro partes las constituyen los Obispados de Albany, Brooklyn, Rochester y Buffalo, todos en el Estado de New York.

[ocr errors]

clérigos, y apénas suficientes para atender á las necesidades de una poblacion católica de 35,000 individuos. Y estas tres iglesias, una de las cuales (Santa María) era un pequeño edificio de madera, con frente de ladrillo, 45 piés de frente por 60 de fondo, se hallaban sobrecargadas de deudas, y sujetas á lo que se llamaba el sistema de administradores, (trustee system) que produjo muchos males, y que costó no poco modificar.* Verdad es que el Prelado que habia entónces á la cabeza de ese clero tan reducido, el Rev. Obispo Connolly, era un hombre de extraordinario mérito, y que su carácter verdaderamente apostólico era secundado hasta los últimos límites de lo posible por sus celosos

† Una pintura triste de este estado de cosas se puede ver con fruto en la interesante historia ya citada de la Iglesia católica en New York, por el Señor Arzobispo Bayley, pag. 109 y siguientes.

El clero todo de la diócesis de New York, en 1822, segun el almanaque titulado Laity's Directory to the Church service for the year of Our Lord 1822, segundo de su género que se publicó en los Estados Unidos, se componia de las siguientes personas:

El Rev. Doctor John Connolly, Obispo; y el Rev. Michael O'Gorman, en la ciudad de New York y Catedral de San Patricio.

El Rev. Charles French, y el Rev. John Power en la misma ciudad, iglesia de San Pedro.

El Rev. M. Bulger, en Paterson.

El Rev. Michael Carrol, en Albany.

El Rev. John Faman, en Utica.

El Rev. Patrick Kelly, en Auburn.

Y el Rev. Philip Larissy, en Staten Island.

Por todo, nueve sacerdotes.

En 1826, según el periódico denominado The Truth Teller, número de 16 de Setiembre de dicho año, el clero de la ciudad de New York era entonces el siguiente:

En San Pedro, el M. R. J. Power, Vicario-General, y el Rev. Padre M. Malou.

En San Patricio, el Rev. T. C. Levins, y el Rev. William Taylor.

En Santa María, el Rev. Hatton Walsh, y el Rev. T, Maguire.

El primer almanaque católico se publicó en los Estados Unidos en 1817.

subordinados. Los prodigios que ejecutó, durante el tiempo que se ciñó la mitra, no son para narrarse en este punto, aunque sí para recordarse con admiracion. Pero el que quiera conocerlos, de un modo más preciso, aunque reducidos á un compendio corto, hará bien en consultar la historia, ya citada, del Señor Arzobispo Bayley, y sobre todo en observar lo que él, el segundo Obispo de New York, encontró en su diócesis al comenzar su carrera, y lo que dejó cuando murió.

Este varon preclaro comprendió pronto todo el mérito del Padre Varela. Nos dice el Padre O'Neill, * que la instruccion y el celo de nuestro esclarecido compatriota lo habian hecho conocido, desde algun tiempo ántes, entre la gente de este país; y que aunque extranjero, y nunca visto por el Obispo, éste se hallaba de antemano bien informado respecto de su carácter moral, su erudicion y su piedad. Por todo esto, agrega, y conociendo tambien cual fué la causa de su destierro de España, "lo adoptó desde luego como sacerdote de su diócesis."

Pero entónces, lo mismo que hasta la época de la muerte de este Prelado, acaecida en 5 de Febrero de 1825, todavía no se habia completado lo que nos ha parecido poder denominar la aclimatacion del Padre Varela en esta tierra extraordinaria. Ni poseia el inglés, ni habia dejado por entero las tareas políticas á que en bien de su país dedicaba alguna parte de su tiempo. Del modo de ser clérigo como se entiende en España, aun en las condiciones de mayor virtud, al modo de ser clérigo, como se entiende en los Estados Unidos, hay un abismo de diferencia.

Cuando el 29 de Octubre de 1826, se consagró el

* Funeral Oration, pag. 9.

« AnteriorContinuar »