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CAPÍTULO V.

1811--1816.

PREDICACION Y TRABAJOS ECLESIÁSTICOS.

Dedicacion del Padre Varela á sus tareas sacerdotales.-Sus sermones.-Sermones que se conservan manuscritos.-Sermones que se recuerdan haber sido pronunciados por el Padre Varela, y que se han perdido en union de otros papeles de diverso género.-Discurso pronunciado por el Padre Varela el 25 de Octubre de 1812, en la iglesia del Santo Cristo del Buen Fiaje en la Habana, donde dijo la misa del Espíritu Santo, ántes de celebrarse las elecciones que tuvieron lugar en aquella fecha.—Esta corta plática es elogiada por los diarios, y el Padre Varela con su modestia habitual das las gracias á los que la reprodujeron por la prensa.

Antes de conducir más adelante la exposicion de los trabajos del Padre Varela, como catedrático del Seminario, y regenerador y propagador de la Filosofía y de las ciencias en la isla de Cuba, habrá de sernos lícito volver los ojos hácia atras, y recorrer de nuevo, á grandes pasos, el período que ya dejamos estudiado, á fin de considerar al gran cubano bajo un aspecto diferente, aunque no ménos grande é interesante.

Las tareas de la enseñanza, y su apostolado en este

ramo, como dijo con frase tan feliz como acertada el Señor Don Antonio Bachiller y Morales en los pasages que citamos anteriormente, no le impedian en modo alguno consagrarse, cordial y decididamente, en cuerpo y alma como suele decirse, y con la asiduidad y la conciencia con que él supo siempre hacer las cosas, á las funciones de su sagrado ministerio. La oracion, la caridad, la visita de los enfermos, la administracion de los sacramentos, la predicacion, constituyeron siempre para él un deber muy principal que jamas pospuso, ni descuidó por ningun motivo. La tradicion recuerda que á pesar de ser tan jóven, sus contemporáneos no sabian si era más de admirarse en él la prudencia del consejo y la sabiduría de la advertencia, en la conversacion particular, y en el confesionario, ó la piedad ferviente con que desempeñaba sus deberes de sacerdote, y se mostraba siempre listo para cualquiera empresa de abnegacion y sacrificio.

Dice el Señor Bachiller y Morales* que como orador sagrado no se levantaba comunmente el Padre Varela, en sus discursos improvisados, hasta la altura y magnificencia á que llegaba en los que preparaba de antemano, necesitando para ello meditacion y estudio. Pero ésto, que no es raro, sino, muy por el contrario, naturalísimo y frecuente, pues se ve que los mejores frutos del espíritu, sobre todo en materias graves, no son por lo comun, ni pueden serlo, el resultado exclusivo de una brillante espontaneidad, jamas disminuyó en lo mas mínimo la reputacion que disfrutaba entre sus compatriotas. Improvisadas, ó estudiadas, las palabras del Padre Varela se escuchaban siempre con grande gusto, y hasta se deseaban con impaciencia.

Apuntes, tomo III, pag. 74.

Es grande lástima, que deplorarán constantemente los amantes de Cuba y de sus letras, que nunca se pensara en conservar coleccionados los más notables, por lo ménos, de estos esfuerzos de elocuencia y piedad cristiana de la juventud del Padre Varela. Un grande número de ellos está perdido para siempre. Los pocos que nos quedan son suficientes, sin embargo, para poder juzgar de los demas. En ellos se justifica plenamente la popularidad que disfrutaba, desde entónces, entre sus compatriotas, aquel insigne sacerdote, revelándose de antemano lo que habia de ser más tarde, cuando vegetando en tierra extrangera, y hablando en una lengua que no era la suya, ni tampoco le era simpática, se colocó de lleno en la primera línea de los campeones de la fé católica y defensores de la Religion y de la Iglesia.

El Señor Don Agustin José Morales, distinguido catedrático de la lengua y literatura castellanas en el "Colegio de la ciudad de Nueva York," primo hermano del Padre Varela, discípulo suyo, y habanero tambien de nacimiento, conserva como reliquias venerandas los sermones manuscritos que á continuacion se expresan, con indicacion de las iglesias, solemnidad y tiempo en que fueron pronunciados.

1o Exhortacion pronunciada el 25 de Julio de 1812, en la iglesia parroquial del Santo Cristo del Buen Viage, en la Habana, con motivo de haberse jurado en ese dia la Constitucion política de la monarquía española.

2o Sermon predicado en la Santa Iglesia Catedral de la Habana, en la festividad de San Cristóbal, patrono de la misma ciudad (16 de Noviembre), el año de 1813.

3o Sermon de San Felipe de Neri, en la Habana, predicado en 1814.

40 Sermon predicado en la Habana el dia 9 de Octubre de 1814, en la iglesia parroquial del Santo Angel Custodio, con motivo de la translacion del Santísimo Sacramento al referido templo.

Otros sermones de aquel tiempo, que no se sabe donde hallarlos, pero que se recuerdan entre los trabajos mas notables del Padre Varela, son igualmente los que siguen:

1. Uno predicado en la iglesia de Santa Catalina de la Habana, en la festividad de la Purísima Concepcion de Maria Santísima, el dia 8 de Diciembre de 1813.

2. El predicado en la Santa Iglesia Catedral de la Habana, en la festividad de la Ascension del Señor, el año de 1814.

3. Uno sobre la Asuncion de Maria Santísima.

4. Otro titulado "del Dardo," que predicó en Santa Teresa, en la Habana, el 17 de Octubre de 1816.

5. El predicado en la Iglesia de San Agustin de la Habana, en la festividad de Santa Cecilia, en 1816. 6. El de la iglesia parroquial de El Señor de la Salud, en la Habana, en el mismo año de 1816.

7. El de la festividad de Santa Ursula, en la iglesia del Convento de monjas Ursulinas de la Habana, en 1817.

8. El de la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, el 7 de Setiembre de 1817, predicado en el Santuario de la Santísima Vírgen, en el pueblo de Regla.

9. El predicado en la iglesia parroquial del Espíritu Santo, de la Habana, el domingo de Carnestolendas de 1818.

10. Siete sermones más, predicados en la Habana, en la Santa Iglesia Catedral, durante la Octava de

la festividad del Corpus Christi, en el año de 1818. 11. Otros siete sermones, igualmente predicados en la misma Santa Iglesia Catedral de la Habana, con ocasion de las mismas solemnidades de la Octava del Corpus Christi, en el año de 1819.

Se sabe que el Padre Varela, aun despues de establecido en los Estados-Unidos, conservaba todos estos manuscritos, junto con otros muchos igualmente preciosos; pero desgraciadamente se han perdido todos, segun parece, bien en alguno de sus viages á Florida, bien despues de su fallecimiento.

Aparte de esto, y sin embargo de tantas y tan graves ocupaciones, se comprende bien que era imposible, sobre todo en aquella época de tanto y tan provechoso movimiento, en que la patria demandaba urgentemente el favor de sus hijos, que una persona tan ilustrada y popular como el Padre Varela permaneciese retirado de la escena pública, consagrándose exclusivamente á los deberes de su oficio, como sacerdote, y como maestro. Por mucho que su modestia padeciera, su puesto estaba siempre entre los primeros. Sus compatriotas, ó sus superiores, le llamaban, y no le quedaba más remedio que obedecer y salir al frente.

Una de las ocasiones en que esto sucedió fué en Octubre de 1812, con motivo de ciertas elecciones que se verificaron en la Habana, el 25 de aquel mes. La isla de Cuba se hallaba entónces colocada al igual de las demas provincias españolas bajo un régimen constitucional; y no es poco interesante, ni deja de ser tampoco característico de nuestro pueblo, nuestras tradiciones y nuestras costumbres, el rasgo que aquí vemos de combinar la Religion con los actos públicos, y de no proceder á una eleccion sin que se invocaran previamente los auxilios del Omnipotente. Era costumbre

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