Imágenes de páginas
PDF
EPUB

de los lugares, por lo menos, donde se hallaban los más indispensa bles materiales, sin los cuales nada hubiera sido posible llevar á cabo, y perdidos, y diseminados, los que podian hallarse en este país en el profundo oceano de la tradicion oral, en publicaciones impresas de carácter fugitivo, más fugitivo aún donde se vive, como aquí, con tanta prisa, ó en manuscritos conservados por casualidad por algun pariente, ó por un amigo íntimo, ha habido algun momento en que la tentacion se presentaba de abandonar la obra. Los que conocen las inquietudes de un autor, cuando se encuentra con versiones contradictorias, de un mismo hecho, ó cuando tiene que fijar, contra datos que están en conflicto, ya una fecha, ya un simple pormenor, en ocasiones insignificante en sí mismo, pero que desfiguraria el libro si se pasase en silencio, ó se dejase en vago, comprenderán lo que ha pasado en la composicion de este libro, & distancia de las fuentes de informacion, y cuando las circunstancias políticas de la isla de Cuba, en los momentos en que aquel se escribia, no permitian que sin peligro, ó sin inconveniente al menos, para las personas que allí vivian, se mantuviese una correspondencia seguida y expedita con personas residentes en este país. La consideracion de esos obstáculos será sin duda suficiente para atenuar en algo la severidad del juicio que se pronuncie contra el libro, si se le encontrase por desgracia, demasiado inferior á sus aspiraciones y á su objeto.

Así como está escrito,-pequeño, desmedrado, é imperfecto,—lo debo esencialmente, sin embargo, á la bondad inagotable de un grupo de personas, que cada cual por su parte ha rivalizado en proporcionarme materiales, y en enviarme una palabra de animacion y sostenimiento. Entre los recuerdos más agradables que conservo, y que acariciaré con mayor gusto en todo el resto de mis dias, en conexion con esta obra, se encuentra en primera línea, el de un generoso jáven de la Habana, que sabedor de la ardua empresa en que me hallaba yo comprometido, inició espontáneamente una correspondencia conmigo, ofreciéndome sus servicios, de que ampliamente me aproveché. Aquel amigo inteligente y entusiasta, que me hablaba cual si hubiese sido mi discípulo, y que nunca vacilo en proporcionarme copias y papeles, y en buscarme y encontrar, para mí, cuantas noti

cias le pedí, se comunicó conmigo bajo un incógnito riguroso, que por de contado tuve siempre particular empeño en respetar. Pero la persona á quien debo de seguro mayor deuda de gratitud, porque á su inteligencia, su celo, su ilustracion, y su bondadosa deferencia hácia mí, hay que atribuir precisamente lo que exista de interesante en este libro, es mi querido amigo al Señor Doctor Don Vidal Morales y Morales. Sirva esta manifestacion pública, que aquí hago con tanto gusto, para acreditar mi alta apreciacion y agradecimiento de sus servicios.

Al Señor Doctor Don Agustin José Morales, de Nueva York, al Señor Doctor Don Raimundo de Menocal y Menocal, cuando se hallaba en Madrid, al Señor Doctor Don Eusebio Valdés Dominguez, de la Habana, y á otras muchas personas, entre las cuales figura en lugar prominente el Señor Don José Maria Casal, que hoy disfruta de mejor existencia, les es debida del mismo modo una expresion de gratitud. Abundantes alusiones se han hecho siempre en los lugares respectivos del texto, á los servicios que se sirvieron prestar.

Hay todavia otra persona, respetable en alto grado por sus principios, su ilustracion, y su carácter, cuyo nombre no puede pasarse en silencio cuando se trate de este libro. Por su consejo, y bajo la influencia de su estímulo, y de su amistosa y deferente solicitud, se emprendió la obra. Ante sus ojos ha crecido paso a paso; y su ilustrado apoyo la ha acompañado siempre hasta su término. Esa persona bondadosa es mi muy estimado amigo, el Señor Don Pedro José Guitéras, y es simplemente un acto de justicia presentarle en este punto el homenage de mi reconocimiento.

Washington, D. C.

Abril de 1878.

J. I. R.

CAPÍTULO IV.

CAPÍTULO V.

CAPÍTULO VI.

EL ELENCO DE 1816.

CAPÍTULO VII.

[blocks in formation]

CAPÍTULO IX.

CAPÍTULO X.;

ELOGIO DEL SEÑOR VALIENTE.

CAPÍTULO XI.

CAPÍTULO XIII.

LA MISCELANEA FILOSÓFICA.

« AnteriorContinuar »