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las nociones de humanidad. Tan exacerbadas estaban las pasiones y tan endurecido el corazón de todos. Prolongábase tal estado, porque en aquel constante bregar hacían su aprendizaje guerrero los hijos de los caudillos que perpetuaban con su nombre los rencores de familia y perpetuaban también á la vez

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la destrucción del país; pues apenas se daba un paso sin encontrar campos y montes talados, pueblos incendiados y caseríos en ruinas. El blasón de una de las casas antiguas de Alava, de Zarate, es la representación de las anchas hojas acuáticas del río Zadorra, que parece quedaron cubiertas con el polvo levantado por el tropel de los contendientes, con un cerco de sangre; que fué mucha la derramada en la batalla del Zadorra, librada al pié del alto Araca y sobre el viejo puente del camino de Arriaga, mandando á los oñacinos Fernando Ortiz de Zárate, primero de este apellido.

IV

Fundada Vitoria en una colina, apenas era dueña de más terreno que el que ocupaba, y como la villa pertenecía al rey de Navarra, los del llano, que era de los alaveses, no podían menos de oponerse á las aspiraciones de ensanche de la nueva población. De aquí la continua lucha entre unos y otros, pues aunque en menor número los vitorianos, hallaban siempre seguro asilo y defensa en sus torres y murallas. De ellas salían á sorprender á sus enemigos y á efectuar algaradas, dejando en pos tristes recuerdos. Molestábanles mucho los vecinos de Avendaño, y quejándose de ello al rey de Navarra, es fama que sacó su espada, cortó de un golpe una planta que cerca de él había, y dijo á los mensajeros: Esto habéis de hacer con vuestros enemigos; á poco arrasaron á Avendaño.

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Álava antigua.-Basílica de Armentia.

Santuarios de Ntra. Sra. de Ayala y de Estibaliz.-Monumentos antiguos de Vitoria.-Santa María.-San Vicente.-San Pedro.-Casas de la Cuchillería.-Casa de los Álavas

I

Algunos templos de Álava, sin distinguirse por lo suntuosos y antiguos como los de otras provincias, son sin embargo notables, sobresaliendo entre todos los restos de la Basílica de Armentia, cuya iglesia ya existía en el siglo IX.

La actual y casi despoblada aldea de Armentia, que se cree fundadamente ocupa el mismo sitio que la antigua Suisacio, de que hablan Tolomeo y Antonino en su itinerario, como una de

las mansiones del camino romano de Astorga á Burdeos, tuvo en aquellos tiempos y posteriores verdadera importancia por su gran población. De haber existido en tiempo de los romanos, hay testimonios evidentes (1). En sus cercanías y en todo el distrito desde Iruña hasta Alegría, en cuyas inmediaciones estuvo Tulonio, se notan vestigios de la vía romana.

Á la iglesia de Armentia se trasladó la cátedra episcopal de Calahorra, y se fijó allí, después del cautiverio de esta ciudad, la silla del Obispado alavense; cuyo establecimiento se debió á la piedad de los reyes de Asturias, los cuales, viendo á sus prelados fugitivos á causa de la invasión sarracénica, crearon, para conservar el culto, el obispado de Alava. Excelente prueba de haberse visto libre de mahometanos aquella región, aun la llana, porque á dominar en ésta, hubieran llevado á sitio más montuo so el Obispado. Los obispos Teodomiro, Recaredo y Vivere que existieron en los siglos VIII y Ix, confirman escrituras como obispos de Calahorra residentes en Alava. La extensión de esta diócesis, en algún tiempo, se dilataba por el N. hasta el Cantábrico, comprendiendo el señorío de Vizcaya; por el E. confinaba con el

(1) Cuando se reedificó la iglesia de Armentia en 1776 se encontró la siguiente inscripción romana en una piedra rota por el medio.

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Dice: A los Dioses Manes.

C

A Tito Domicio Lutacio Marido Piadosísimo de 85 años de edad, Apuleia su mujer cuidó de hacerle este sepulcro.

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