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cuya empresa es tan ardua como la de restaurar los títulos de los orígenes primitivos, no existiendo un solo pueblo en cuyo favor haya podido hacerse satisfactoriamente. Respecto á la existencia de las relaciones de origen entre el éuscaro, las lenguas indostánicas, el antiguo egipcio y algunos dialectos de la América meridional, es un punto sobre el cual se han abstenido sabios filólogos, así como de saber si los patriarcas que de las costas de África pasaron á España, venían de Oriente ó de Occidente. Esto no puede contestarse, dice Chaho; y que los éuscaros no eran de la raza blanca del septentrión, ni de la raza negra africana; pudiéndoseles mirar como una raza intermediaria del Indostán al Occidente, ó que quizá escapase al naufragio de la antigua Atlántida, habiendo enviado desde las regiones del Oeste sus colonias hacia el Oriente. En medio de estas dudas, llama excéntricos y absurdos á Astarloa y á sus continuadores.

Eickhoff ha afirmado el parentesco del éuscaro con las lenguas africanas: Wiseman, su comunidad con el egipcio antiguo; fundándose el primero en los muchos nombres de poblaciones africanas que son vascongados; deduciendo que este estudio de la geografía antigua lleve á suponer la existencia de los éusca ros en el Indostán, y haga descubrir las relaciones del vasco y del sanscrito, hasta ahora inapercibidas.

Sin investigar nosotros la verdadera etimología de los nombres vascongados de no pocas poblaciones, ríos y montes de España, que hacen suponer ser el vascuence el idioma de los primitivos pobladores (1), si no con el mismo fundamento, le hay para suponer también que no han podido ó debido ser extraños los vascongados al origen de los nombres que han tenido y tienen poblaciones de Italia y África y aun de países más remotos.

Grim considera interesante averiguar si el idioma vasco posee afinidades reales con las lenguas caucásicas, ó si se limita

(1) Humboldt, en sus investigaciones, deduce del estudio comparativo de los nombres de los lugares de la península ibérica y de la lengua vasca, que era esta la de los iberos que no hablaban otra.

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toda relación á alguna vaga semejanza en la forma exterior de las palabras: Abbadía declara que en el sanscrito, georgiano, finés y en muchas lenguas de África y de la América del Norte, se desvía de la sintáxis vasca: Chaho, siguiendo á Eickhoff respecto á la originalidad africana, de la lengua vasca, ha creído poder unir los iberos á las poblaciones indígenas del norte de África, que, en una época ante-histórica, invadieron á España como más tarde lo hicieron los árabes: Bergmann considera á los vascos como un pueblo de raza saab-méenne (lapofinesa), procedente de las orillas del Báltico en Germania y en Gaulia, y sucesivamente rechazada por los celtas hasta el pié de los Pirineos: para Maury y Schleicher, el vasco es una lengua poli. sintética, cuyo organismo se parece al de los idiomas del Nuevo Mundo: Charencey encuentra afinidades en el vasco con ciertos idiomas del Oural; afinidades que no excluyen diferencias considerables, expuestas por el príncipe Luciano Bonaparte en su obra La lengua vasca y los idiomas fineses; y por este estilo podríamos ir exponiendo las infinitas y variadas ideas de cuantos se han ocupado del idioma vascongado, objeto para todos de muy profundos estudios; deduciéndose siempre que no es un idioma arbitrario, porque corresponde á los sonidos articulados por el hombre, á los ruidos y murmullos de la naturaleza. O, por ejemplo, designa lo que es redondo, i, lo agudo, u, lo

hueco.

Careciendo los vascongados de escritos antiguos, no han fijado aún la ortografía de la lengua de una manera terminante, no marchando muy acordes los más sabios vascófilos respecto á su alfabeto.

Hay buenas razones para que los iberos pirenianos perdieran la escritura nacional: después de su establecimiento en las montañas y en un período de 30 siglos hasta la Edad media, no han tenido literatura escrita. Aun durante los primeros siglos de su residencia en los Pirineos, les ocuparon tan exclusivamen te la agricultura y la guerra, que descuidaron y perdieron todas

las otras artes que no les eran necesarias; ni aun fabricaban moneda, y en el siglo de Augusto comerciaban por cambios. > De aquí deduce Chaho que los cronistas de la Edad media em pleaban las letras romanas ó góticas para escribir en romance ó en latín, pues el alfabeto ibérico no le usaban los montañeses.

No nos ocuparemos, ni hace á nuestro objeto, de los orígenes del idioma éuscaro: multitud de escritores españoles y extranjeros se han ocupado y ocupan con grande ingenio y pocas pruebas en esclarecer asunto tan controvertido, hallando siempre el gran vacío de la falta de monumentos literarios.

Inútilmente buscamos en las provincias vascas códices y li. bros antiguos; se ha dudado de que sus leyendas, sus sencillos poemas, los improvisados cantos de sus bardos, que hoy conocemos, sean obra del tiempo que representan, ni aun antiguos, porque no es testimonio de remota ancianidad su primitiva sencillez, que se halla esta en todas las leyendas y tradiciones modernas, y son el sello peculiar que las distingue, el que también sobresale en las composiciones de los versolaris, esos vates del pueblo, cuyas improvisaciones son tan celebradas. Pero á falta de los anteriores monumentos, ha conservado uno que parece indestructible, el de su lengua viva (1), que, aunque no existen documentos que acrediten su antigüedad, pues los más antiguos que se conocen son de la Edad media, está probada la existencia de este idioma por el testimonio de los mismos historiadores y geógrafos romanos.

Y dice con razón el escritor antes citado, ¿qué libro sería comparable á ese concierto vivo de un millón de voces cuyos acentos impregnados de atrevimiento y de originalidad, singulares, incomprensibles, sin analogía con casi todas las lenguas de

(1) Lengua virgen y sabia, tal como la hablaba, después de haberla improvisado, la sociedad indiana ó atlántica en la cuna: verbo sonoro, mágico, cuyo soplo inspirador separa, á los ojos extasiados del éuscaro, los velos que ocultan á las miradas extrañas los esplendores de su venerable historia.»-CHAHO, Histoire Primitive des Euskariens-Basques.

los pueblos existentes, parece murmuran aún, después de 24 siglos, las últimas armonías de un mundo destruído! Una estatua exhumada de las ruinas es un monumento del pasado: cuando representa una deidad venerada es como una religión muda que habla al espíritu: ¿qué será pues un pueblo entero, un pueblo vivo?

Es notable la conservación de un idioma cuya existencia conocida se remonta á tantos siglos, sin hermandad verdadera con otros idiomas, como tampoco se les encuentra parentesco con otras razas á los aborígenes que aún hablan el vascuence.

No para afirmaciones seguras, ni para aproximadas deducciones, sino para confundir más y más, se examinan rastros visibles del idioma éuscaro en la isla de Cerdeña, en la Liguria, en el Lacio, en Sicilia; y Hervás (1) publica una copiosa lista de vocablos de Italia de origen vascongado como los siguientes:

LIGURIA-ligoruria, tierra árida.
ASTUTUS-astica, adivino.

HORROR —orróa, bramido espantoso.

INSULA -de ins, mar, ulia, población.

que

Puede divagarse respecto al remoto origen de la lengua éuscara; pero no puede admitirse la opinión en obra de la Real Academia de la Historia expuesta de debió haber empe. zado á introducirse á mediados del siglo vIII, no debiendo haber tenido forma ni consistencia de lengua particular hasta el siglo XII.

El carácter primitivo ó de muy remota antigüedad, de tal idioma, no dialecto, es evidente. No por alardear de vanidosos, sino por considerar pertinentes cuantas pruebas puedan presentarse en un proceso que aún no está sentenciado y no es del todo indiferente, al menos para España, no concluiremos nuestras ligeras observaciones y somera exposición sin consignar

(1) Catalogo delle lingue conosciute.

y

opiniones tan autorizadas como la de César Cantú, que manifiesta que los iberos, precedieron á los celtas y á los pelasgos: de ellos vinieron los turdetanos, los lusitanos, los cántabros de y los España, los aquitanios de la Galia, los ligurianos de Italia vascos, únicos que conservan el lenguaje. Y añade: «El finés el vasco son los únicos que se separan de todos los idiomas de Europa. Desde los primeros tiempos históricos se encuentra el segundo en el Mediodía de ésta; floreció en España hasta el momento en que los celtas derramaron en aquel país sus toscos dialectos. Confinado en el día á Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra, conserva, según dicen, su primitiva pureza, monumento de los siglos primitivos. Mientras que en las demás lenguas, las raíces de las palabras compuestas se unen entre sí para representar una idea y se convierten en elementos nuevos del lenguaje, en el vasco, por el contrario, permanecen agrupadas en su primitiva integridad como los elementos de las letras chinas. Por ejemplo, Eguzquiá, sol, significa hacedor de la luz; Illarguiá, luna, luz apagada; Jaungoicoa, Dios, el que está arriba›.

Se han establecido también relaciones entre el vascuence y la lengua de Abraham ó sea el antiguo caldeo, con el fenicio, el cananeo y púnico; conviniendo sabios lingüistas, antiguos y modernos, en el estrecho parentesco de los vascos con ciertas tribus antiquísimas, hebreas, caldeas ó fenicias; ya un dialecto tártaro, perteneciente á la familia de las lenguas de aglutinación, que hablan aún más del medio millón de españoles en el espacio comprendido entre el Ebro y el golfo de Vizcaya, dividido en tres ramas, el labortano, el vizcaíno y el guipuzcoano; eslabón evidente por analogías con las lenguas americanas, entre estas familias y las úgrico tártaras (1). Esto mismo dice Mr. Maury (2) fundándose en muchas particularidades comunes entre el vasco y otros varios idiomas hablados desde el

(1) Recuerdos de la villa de Laredo.

(2) La Terre et l'homme.

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