la estincion de las castas y de los privilegios, la glorificacion del trabajo y de la propiedad, tenian otro origen, y subsistió. Pero la humanidad no puede retrogradar, y en pós de la revolucion vinieron el imperio y la restauracion; la enseñanza clásica volvió de nuevo á producir sus resultados. Fija la vista en la antigüedad, las ideas se modelaron nuevamente por ella, y otra revolucion destruyó el órden existente. Comenzó de nuevo la tarea de difundir la enseñanza clásica, y Platon y Licurgo y Minos y Solon, fueron parodiados y el comunismo y el socialismo tomaron cada dia nuevo incremento, y los utopistas se apresuraban á establecer panaceas, á inventar sistemas; y las ideas incontingentes de la ley, de la justicia y del derecho á oscurecerse; y una nueva revolucion mudó lo que existia; los vencedores no podian convenirse en los medios de realizar lo que es irrealizable; mudar las leyes eternas y naturales del hombre; y el edificio cayó por falta de base; y un nuevo imperio apareció sobre sus ruinas; ¿qué le siguió? Mas adelante nos ocuparémos de ello; y puesto que en este capítulo nos hemos estendido algo mas de lo que era nuestro propósito, no lo terminarémos sin manifestar que la distancia influye mucho para dar á las figuras antiguas el carácter de grandeza con que se las reviste; esto es, un efecto de óptica. Al hablar del ciudadano romano, no se le representa como un brigan ocupado en adquirir, á costa de los pueblos pacíficos, votin y esclavos; no se le vé andar medio desnudo, horroroso y súcio por calles fangosas; no se le sorprende azotando hasta ver correr la sangre ỏ dando muerte al esclavo que demuestra un poco de energia y de valor. Por el contrario, se prefiere ver una hermosa cabeza sobre un busto lleno de fuerza y de majestad, y vestido de modo que resalte la belleza plástica: ansíase ver á tan célebre personaje sumergido en la meditacion de los altos destinos de su pátria: parece ver á su familia rodeando el hogar honrado por la presencia de los dioses; á la esposa, .disponiendo la frugal comida del guerrero, y lanzando una mirada de confianza y de admiracion sobre la frente de su esposo; á los niños atentos á los discursos de un anciano que hace correr rápida y gratamente las horas con el relato de las hazañas y virtudes de su padre..... ¡Oh! que de ilusiones se disiparian si pudieran evocarse las sombras del pasado, transitar por las calles de Roma y ver de cerca los hombres que de léjos admiran á los que no ven mas que los escritos y la superficie de las cosas. ¡Cuántos grandes oradores, cuántos poetas quedarian reducidos á menos que editores de pensamientos arrancados al dolor y al tormento empleado en esclavos escogidos para ello! ¡Cuánta ilusion! Hay una escuela que siguiendo la série de ideas y los escritos que acabamos de indicar, pretende que la humanidad retrograde y vuelva á tiempos en que la propiedad de la tierra no existia; en que la autonomía individual aparece como un hecho, cuando el hombre era esclavo del mas fuerte ó del mas osado; en que no habia ninguna de las condiciones sociales que, los fabricantes de utopías, llaman trabas puestas por los menos para la esplotacion de los mas, y cuya última palabra es el individualismo social y absoluto; y para dar alguna originalidad á su pensamiento, dicen que, en tiempos de los patriarcas el mundo gozaba de una gran felicidad, la codicia no existia porque no existia el lujo, porque no habia capitalistas que esplotaran al obrero, porque no habia quienes consumieran en placeres de una hora, cantidades que repartidas pudieran satisfacer las necesidades de centenares de obreros, (y siempre el obrero) porque la carroza del magnate no obstruia el paso al que llaman pueblo, porque la familia era la tribu y en la tribu todos eran iguales: «hagamos, dicen, otra vez la tribu; declaremos la tierra propiedad de todos; sea todo de todos; desaparezca la religion, base y fundamento de toda autoridad; aniquilemos la propiedad, cimiento y estímulo de la actividad individual; anulemos la familia, condicion esencial de la vida humana, lazo y freno de los feroces instintos; seamos cosmopolitas; rebájese el nivel social de tal manera que nadie sobresalga entre lo mas abyecto, entre lo mas prosáico, entre lo mas ignorante de cuanto vejeta en los mas obscuros antros donde el vicio y la depravacion se anidan. «Desaparezca el capital:» ¡y dicen esto los obreros del lujo, los hijos del capital, los que ganan su vida fabricando esos mil objetos que forman el distintivo de la civilizacion, el medio de satisfacer necesidades mil de la vida moral y material, el alimento de todas las clases sociales, el estímulo de la actividad y de la inteligencia humana! Desde que el jornalero se trasformó en obrero, el artesano en artista y el istrion subió á formar parte de la buena sociedad, salió a la escena el comunismo que tiene su origen en la República de Platon, se reproduce en Tomás Morus, continúa en Campanella en la ciudad del sol; y pasando por Harrington, Rogerio Bacon, Hall, Giordano, Bruno, Cardau, Vamini, Savaranola, Hobbes, Fenelon, el Marqués de Mirabeau, hace el viaje á Icaria con Cabet, y presenta las máximas de Pierre Leroux, en todas partes aniquila al hombre, destruye la variedad y establece un nivel absoluto sobre las inteligencias, para en su feroz carrera tocar la meta de la gitaneria literaria y de los incendiarios de la Co munne. Roto el freno de toda autoridad y ante el espectáculo de sistemas políticos que reproducen las mas radicales ideas de emancipacion política, el término es, no la infancia de las sociedades, no la tribu y el reinado de los patriarcas, sino la barbarie en toda su mas espantosa desnudéz. Triste fruto de una instruccion que perdiendo de vista que el hombre es un ser compuesto de dos elementos indestructibles, el espíritu y la materia al darlo todo á la segunda, ha pretendido buscar al ascendiente del hombre, no siquiera en el antropófago, sino en el cuadrumano y en el Gorilla. CAPÍTULO X. Desde Constantino hasta la invasion de los bárbaros. Trescientos doce años despues de Cristo, la religion difundida por los discípulos del que murió en el Gólgota, obtuvo la sancion legal del poder mundano, recibiendo en su seno á Constantino. La proteccion que este emperador prestó á los cristianos, hizo que la ley de gracia se difundiera de un modo rápido y progresivo en todas las clases de la sociedad. La anulacion del decreto de Diocleciano y el principio proclamado de que nihil est tam voluntarium quam Religio, hizo que el paganismo profesado aun por la mayoria del senado y de las altas clases de la sociedad romana, perdiese su importancia en la metrópoli y en las provincias. La tolerancia del emperador dando todo su inmenso valor á la razon humana, la dejó espédito el conocimiento de la verdad, y la verdad triunfó, y la religion divina tomó asiento en el poder y en el pueblo. No otra cosa podia producir la accion de la razon, libre de las preocupaciones y de la presion á que inútilmente tratan de someterla, en determinadas ocasiones, los que niegan su divino origen. La razon libre, comparó, y resultado de su exámen fué, el triunfo de la doctrina que proclamara el mismo Dios. Mientras un acontecimiento de tamaña importancia se realiza, una época de transicion sumamente notable, se ofrece ante el mundo. El imperio romano marcha á su disolucion. Las naciones del norte son la palanca que trastorna los muros del soberbio Capitolio; pero si el imperio vetusto y carcomido monumento fundado sobre los reinos y la república, desaparece á impulso de los Godos, Suevos, Wándalos y Alanos, no se desmorona sin oponer antes vigorosa resistencia: no por la energía empleada en su propia defensa, sino por la inmensidad de su mole. Asi mismo, combatido por los discípulos de los Apóstoles, el paganismo al ceder su puesto á la ley de gracia, lo hace oponiendo antes una resistencia, tanto mas enérgica, cuanto mayores eran los intereses afectados por el culto que debia desaparecer, y cuanto mas antiguas y arraigadas estaban por la accion del tiempo las creencias y las costumbres que habian de cambiar. Lenta fué la caida del imperio, lenta tambien la desaparicion del paganismo, con especialidad en el occidente. Una nueva clase de objetos se presentó á dar pávulo á la actividad de los espiritus. Una religion exclusiva y un culto único habian reemplazado al politeismo; los hechos prodigiosos á que era debida la nueva creencia y el estudio de las infinitas cuestiones que surgieron entre los predicadores de la nueva ley, llamó la atencion y requirió para su esclarecimiento, las luces é instruccion de los hombres pensadores. Ya al principio del reinado de Constantino una escuela filosófico-religiosa de la nueva ley, se habia establecido en el oriente. En su seno estaban los Tertulianos, los Ciprianos y Orígenes; y empleando un lenguaje estraordinariamente figurado, y echando, á cada paso, mano de los milagros y de los prodigios, impresionaba el espíritu del pueblo, y lo impulsaba á abrazar la nueva religion. Los anales de la Iglesia española pretenden que el cristianismo tuvo grande importancia en este país en tiempos anteriores á Constantino. En uno de los capítulos anteriores queda dicho lo que debe tenerse por seguro respecto á este particular; aqui bastará añadir en comprobacion de lo que alli se manifestó, que era ya principiado el siglo IV cuando comenzaron á levantarse en España edificios destinados al nuevo culto, y que entonces aparecieron los Obispos y pastores. El concilio de Iliberis, no pudo celebrarse mientras estuvo en vigor el decreto de Nicomedia, y aunque es exacto que fué anterior al de Nicea que se verificó en |