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za puede presentarnos, sino cuantos puede crear la fecunda imaginacion del artista. Segun la manera de preparar los colores y segun la superficie á que se aplican, tienen su denominacion las diferentes clases de pintura: asi es que hay la pintura al óleo, al temple, al encausto, al fresco, á la miniatura, etc.

Con el moderno descubrimiento del daguerreotipo se calcan, por decirlo asi, sobre láminas y sobre papel todos los objetos de la naturaleza, y esto aun sin conocimientos artísticos del que lo ejecuta, pues todo el procedimiento está fundado en un efecto de óptica y una preparacion química.

La ESCULTURA, ó la representacion material y corpórea de los objetos en piedra, madera, metal, etc., con ayuda del cincel. A la escultura se refieren la ceroplástica ó el arte de modelar y figurar los cuerpos con la cera, y el grabado en hueco, al que es debi do el relieve de las medallas y monedas.

La ARQUITECTURA, ó la teoría y la práctica de la construccion y ornato de toda clase de edificios, y que se divide en

Civil, ó la construccion de los edificios urbanos y rurales.

Militar para la construccion de las fortificaciones y demas obras de ataque y defensa que necesita la estrategia ó arte de la guerra.

Naval, ó la construccion de los edificios que flotan sobre el agua ó las embarcaciones de todas clases.

Todas estas divisiones, concretadas con mas especialidad á lo que su título espresa, forman otras tantas carreras de ingenieros.

Entre las artes de imitacion ocupa el último lugar la

Música, ó el arte de combinar los sonidos de modo que produzcan gratas melodías, dirigiéndose á la vez á los sentidos y á la imaginacion, puesto que se estiende á espresar los afectos del alma.

A las nobles artes siguen las mecánicas, no menos útiles y á tanta perfeccion elevadas en nuestros dias. Todos los vastos ramos que abraza la industria humana son del dominio de la tecnologia, y en ella ocupa un lugar de preferencia la

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Teoría de las máquinas, esos grandes y poderosos instrumentos de la industria humana, que no se pueden usar sin completo conocimiento de ellos.

Todas estas artes de aplicacion, cuya nomenclatura no es aqui necesaria, están reducidas en general

A la esplotacion de las primeras materias que la naturaleza nos ofrece en sus tres reinos.

A su trasformacion en productos útiles por medio de la mano del hombre, que modifica los dones de la creacion.

Pero no basta aglomerar las materias primeras ni multiplicar los productos de ellas; es indispensable sacar el mejor partido de toda esta riqueza para ventaja de todos y atendidas las leyes de la organizacion de las sociedades humanas, y este es el objeto de la economía política.

Es tambien indispensable dar salida á los productos, y este es el principal objeto del comercio, que consiste en el cambio, compra y venta de toda claso de mercaderías. Del comercio dependen todas las industrias de traslacion y de trasporte, como la navegacion, los ferro-carriles y hasta los aerostatos.

Como el mas eficaz medio de civilizacion, como el mas poderoso auxiliar de todos los conocimientos humanos que se acaban de clasificar, debe citarse por último la

XXXVI

Tipografía ó ese arte que permite reproducir hasta un número prodigioso de ejem→ plares, cuantas combinaciones de caractéres alfabéticos puede necesitar el hombre para espresar todos sus pensamientos. De la importancia de este arte, tan perfeccionado ya con los procedimientos de la estereotipía, clisage, etc., y de la influencia que ejerce en los progresos de la ilustracion, es una buena prueba la presente ENCICLOPEDIA.

Hemos terminado la historia y la clasificacion de los conocimientos humanos que era útil y oportuna al frente de esta obra: empresa bella y grandiosa, pero árdua; y mas habiendo de estar contenida en los límites razonables de una introduccion. Hemos procurado reunir y organizar en un solo todo indivisible, los diferentes objetos que abraza la inteligencia humana, las ciencias y las artes, unidas por su mismo origen y prestándose mútuo auxilio para la perfeccion y la felicidad de los hombres.

F. FERNANDEZ VILLABRILLE.

ENCICLOPEDIA MODERNA:

DICCIONARIO UNIVERSAL

DE LITERATURA, CIENCIAS, ARTES, INDUSTRIA Y COMERCIO.

A

A. (Gramática.) La A, primera vocal y pri- [ quien afirma que es el que se oye á mayor dismera letra de todos los alfabetos de los idiomas tancia. modernos, como lo era del alfabeto latino, ocupa el mismo lugar y tiene un valor análogo, sino próximamente igual, en el alpha de los griegos, el elif de los árabes, el olaf de los sirios y el alef de los hebreos y fenicios; pero ocupa el lugar décimo tercero entre los caractéres del silabario de los etiopes, y el décimo del alfabeto rúnico ó de los antiguos scandi

navos.

Se calcula que la octava parte de las palabras españolas comienzan por la letra A: en la francesa no forman esta sino la duodécima parte del total; y se asegura que en la misma proporcion se encuentran en la mayor parte de los demas idiomas. Es una de las finales mas comunes en las lenguas del Mediodía de la Europa y en la rusa. En el armenio sirve de inicial à la séptima parte de las voces, y entra en su comTodos los autores que han escrito sobre el posicion en tanta cantidad como las demas vovalor de las letras, están conformes en la opi- cales juntas. En el sanscrito hace un oficio nion de que la A es la espresion del sonido análogo al del scheva hebreo: no solo se la que exige menos esfuerzo á los órganos de la supone siempre colocada en seguida de toda palabra. El abate Dangeau, en su Discurso so- consonante, á menos de hallarse una señal bre las vocales, la define «un sonido que emi- que indique su falta, sino que es la vocal únite la garganta y resuena en el paladar, sin ca y esclusiva de una porcion de palabras. que lo precise ó determine ninguna parte de Notemos de paso, que Ciceron, en su Tratado la boca. Su emision le parece tan fácil al ba-del Orador, c. 149, recomienda evitar la freron de Kempelen, autor del Mecanismo de la cuente repeticion del sonido a, que califica de palabra, impreso en Viena en 1791, que no letra desagradable, (insuavisima littera.) vacila en sostener como posible la pronuncia- Si despues de todo esto queremos escucion de esta vocal por una persona que care- | char al Diccionario de la lengua castellana por ciese de lengua, dientes y labios. Y à la ver-la Academia española, veremos las reglas mas dad, no puede olvidarse que es el primer sonido que sale de la boca de todos los niños, y aun de todos los hombres, en sus trasportes de dolor, de alegría, de admiracion ó de sorpresa. Por esto, sin duda, se ha observado que en todos los idiomas es la primera palabra del vocabulario de la infancia, y se encuentra á la cabeza de la lista de las interjecciones.

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autorizadas sobre la emision, pronunciacion y diferentes usos de esta vocal. «A (dice el Diccionario) primera letra del abecedario y la de sonido mas lleno entre las vocales, se pronuncia abriendo la boca, estando la lengua, labios y dientes quedos, y dejando salir libre la pronunciacion sonorosa. Sirve para la composicion de muchos verbos y otras partes de la oracion, que se forman de sustantivos y adjetivos, como de blando, ablandar, de brazo abrazo y abrazar. Da principio á muchas fraT. I. 1

A

pero tambien es fácil conocer que la posicion de estas aves en estado de quietud, no corresponde en manera alguna á la idea que tan gratuitamente se habia formado de ella.

ses ó modo de hablar, que llamamos adverbiales, como A sabiendas, á brazo partido.» Debemos añadir que como preposición se usa tambien en diversos sentidos: ya significa la distancia que hay de un lugar á otro, como de Algunos autores han querido encontrar en Madrid á Cadiz; ya aquel donde se ha verifi- la A la disposicion de los órganos vocales en cado alguna cosa, como á la puerta de casa; ya | la emision de esta letra. El holandés Vanel punto á donde uno se dirige, y tiene en este | Helmont, creia encontrar esta representacion concepto diversas acepciones. » exacta en la figura del alef de los hebreos; y

Mucho tiempo y con mucha obstinacion se el abate Moussaud, autor del alfabeto razonaha disputado sobre si las letras que hemos se-nado, ó aplicacion de la figura de las letras, ñalado como correspondientes á nuestra A en quiere reconocerla en la A mayúscula latina, las lenguas semiticas, á saber, el hebreo y el opinion que en otro tiempo tuvo en Roma nuárabe, han tenido en algun tiempo, como tie-merosos sectarios. ne esta, la acepcion y el valor de pura vocal. Es cierto que el alef ó elif se considera hoy dia mas bien como consonante ó como señal de una ligera aspiracion; y que como tal, se la vc acompañada de los signos de otras vocales, pero tambien es cierto que vá frecuentemente afectada de la vocal a, que parece haber conservado mayor afinidad respecto de ella.

Examinando con detencion la forma mas antigua del alpha de los griegos (4) es fácil reconocer en ella el origen de la doble forma de la A de los alfabetos modernos (A, a.) Menos fácil nos será determinar el origen del alpha primitiva. La opinion mas generalmente admitida quiere reconocer en ella los rasgos bastante alterados del antiguo alef de los fenicios, cuyo nombre, si hemos de creer á Plutarco, significa bucy (1). Aunque en el hebreo, donde tambien se la encuentra, parece este nombre de origen estraño, no por eso deja de designar exactamente en este idioma la primera letra del alfabeto. «En efecto, dice el presidente de Brosses en su Tratado mecánico de la formacion de las lenguas, si se observa con atencion la forma del alef samaritano (que parece ser la primitiva forma del alef de los hebreos) se encontrará en ella una imágen grosera de la cabeza de un buey con sus dos

cuernos. >>

De todos modos parece incuestionable que los caractéres empleados en los idiomas curopeos, tanto para la escritura corriente, como para las inscripciones, están tomados de los antiguos alfabetos griego y romano. En ellos se encontraban cinco especies de A; de la primera proviene nuestra A mayuscula: de la tercera nuestra a itálica ó cursiva; y de la cuarta y quinta nuestra a de imprenta, aunque algunos dicen que en los manuscritos de la edad media donde se encuentra, está copiada con alguna variacion del primero de estos caractères.

Como los antiguos orientales atribuian á las letras algo de misterioso y de sobrenatural, ninguna podia tener en tan alto grado à sus ojos estas cualidades como la que, por una razon para nosotros desconocida, habian colocado á la cabeza de todas las demas. Asi es que ha sido objeto de estraños y numerosos cálculos de parte de los rabinos de la escuela cabalista. Un hebraizante de nuestros dias, que ha resucitado una gran parte de aquellos delirios, Mr. Fabre D' Olivet, dice en su lengua hebráica restituida que la letra A es el signo del poder y de la estabilidad, y que comprende en si la idea de la unidad y del principio que la determina. Otras muchas opiniones, no menos estrañas y originales, pudiéramos citar sobre las escelencias y virtudes atribuidas aun en nuestros tiempos á la letra A.

Entre los griegos era de mal agüero el sonido de esta letra pronunciado por los sacerdotes durante el sacrificio, porque con esta letra inicial de apa (maldicion) comenzaban las fórmulas imprecativas.

En otro lugar (2) afirma Plutarco que la primera letra de los egipcios representaba un ibis. Figurándose algunos, sin que se comprenda por qué, que en el alfabeto geroglifico se representaba este pájaro llevando el pico hacia las piernas, lo que daria por resultado una figura triangular, han pretendido encontrar aqui el origen de la A mayúscula, aun admitiendo para la minúscula el origen fenicio. El abate Mallet, en un artículo de la Enciclopedia metódica, pretende que la A ha existido como letra simbólica entre los egip- El alpha, como primera letra del alfabeto, cios, derivando su forma de la marcha tortuo- se ha empleado algunas veces para represensa del ibis. Mr. Champolion, el menor, de- | tar la idea del principio, como la última ha muestra en una carta á Mr. Dacier, relativa servido para espresar el fin: Yo soy el alpha al alfabeto de los geroglificos fonéticos, que y el omega, el principio y el fin, le hace el gavilan, el ibis y otras especies de aves se decir San Juan al Eterno en el versículo 8 del emplean constantemente para representar la A; libro I del Apocalipsi.

(1) Lympos IX, quæst. 2, 3 (pag. 38 A.) (2) Ibid., quæst. 3, a (pág. 739 E.)

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Ninguna otra ha servido para formar tan considerable número de diagramas y de abreviaturas. Nos contentaremos con citar aqui las mas notables.

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Como letra numeral, A representaba el valor de uno entre todos los orientales, aun entre los árabes, que se sirvieron de ella para re

presentar este valor, aun despues de haber conocido el uso de los números. El alpha de los griegos valia uno si llevaba cl acento encima y mil si lo llevaba debajo. En Roma, antes de emplear la D para este efecto, la A valia quinientos, y con una rayita horizontal encima, valia cinco mil.

En el antiguo calendario de los romanos, la A era la primera de las ocho letras nundinales, que servian para designar los dias de mercado. Por analogia de uso pasó despues à ser la primera de las siete letras dominicales, y sirve para designar los domingos en los años que comienzan por este dia de la sc

mana.

En Roma, en las asambleas del pueblo, el voto negativo se espresaba con una tablita señalada con esta letra: era una abreviatura de antiquam volo (propio de la ley antigua). En los tribunales, por el contrario, las tablitas marcadas con ella cran favorables al acusado y significaban absolvo (absuelvo): á este uso ajude sin duda Ciceron, cuando en su oracion pro Milone da á la letra A la calificacion de littera salutaris (letra de salvacion.)

pido, y no ser otra cosa que las sabaceas, fiestas de Baco Sabasio. Ciceron dice que el tercer Dionisio era hijo de Caprio, ó Capro, rey de Asia, y que á él fueron consagradas las sabaccas. Acaso este Capro era uno de los Cabiros. Si han existido abaccas, y si es cierto que su nombre procede de abakein, eran muy diferentes de las otras fiestas de Baco, que ciertamente nada tenian de silenciosas..

ABAD. Segun Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana, este nombre es hebrco y vale tanto como padre, primero de todos, el mas anciano, el señor, el maestro; de manera que este atributo se da á uno por naturaleza, por honra, por edad, por superintendencia, por propagacion de fé ó doctrina, y sus corrclativos serán hijos en esta misma correspondencia. Trae su origen del verbo hcbrco aba, que significa querer; desciende del padre al hijo, con mas afecto que asciende del hijo al padre, porque el querer ha de estar en el padre, y el hacer lo que él quiere y mandare en el hijo, siéndole obediente en todo y por todo. En nuestra lengua castellana, abad, significa el mayor, el primero entre todos los religiosos monges de un convento, y usan de él las órdenes de San Bernardo, San Benito, San Basilio y otras órdenes monacales. Los canónigos En el cálculo algebraico sirve para repre-regulares tienen abad por su superior, como el sentar el primero de los datos ó cantidades co-abad de San Isidro: y otras colegiales, como nocidas; y en una figura de geometria designa el punto por donde debe comenzarse la descripcion.

Segun las reglas del silogismo en la filosofia escolástica, la letra A indicaba una proposicion general afirmativa.

Como signo musical, la A designaba entre los griegos, segun unos, la primera nota del cuarto tetracordio, y segun otros al contrario, | designaba el perifato, ó sea el tono mas bajo de la escala. Entre los modernos ha servido para designar, y designa aun hoy dia para los alemanes y los ingleses, el sesto tono de la escala diatónica musical, á que Gui de Arezzo ha dado despues el nombre de la.

hasta aqui lo era el abad de Parrales. Hay en las iglesias catedrales esta dignidad, aunque no es la primera despues de la pontifical, como en Toledo, abad de Santa Leocadia: en Cuenca, abad del Seu. Suelen los curas y bcneficiados sacar un abad en cada un año y en los arciprestazgos hacen lo mismo. De manera que uno de los dichos abades, son perpétuos, otros trienales, y otros sc eligen cada un año. En comun llamamos abad á cualquiera sacerdote, reverenciándole como padre. Hay algunos proverbios que le competen, como: Elabad AAM, ó HAAM. Medida grande de liquidos, de donde canta yanta: que nos da á entender de que se usa particularmente en las provin- ser heredad nuestra y viña nuestra el asistir á cias del Rhin; contiene ciento veinte y ocho los oficios divinos: y porque vacásemos en esmedidas llamadas mingles, de las cuales cada ta sola ocupacion santa, se nos concedieron una pesa dos libras de diez y scis onzas. Por los diezmos y primicias de todo lo que trabaconsecuencia un aam equivale á ciento cua- jaren y cultivaren los demas ficles. Como canrenta y ocho pintas dos tercios, medida de Pa- ta el abad, responde el monacillo. Este proverrís, y á doscientas ochenta y ocho pintas in-bio nos advierte que seamos con todos bien glesas, ó lo que es lo mismo 8,771 arrobas criados, aunque nos scan inferiores, porque si castellanas. les hablamos mal, nos responden peor. De caAB. Onceno mes del año civil de los hc-sa del abad, comer y llevar. Podemos hacer la brcos, y el quinto de su año eclesiástico, el cual empezaba en el mes de Nisan. El mes de Ab cuenta treinta dias, y corresponde al fin de nuestro mes de julio y al principio de cl de agosto.

comparacion del vientre, que aunque al parccer los demas miembros del cuerpo trabajan para él, al fin, bien considerado lo vuelven á rccobrar, y lo mismo hacen los seglares, particularmente los pobres con quienes debemos ABACEAS. Fiestas ó ceremonias estableci-partir, y todas las demas obras pias. Abad y das por Dionisio, hijo de Capreo, rey de Asia. Se les dió este nombre á causa de la palabra griega abakein, que significa guardar silencio, porque se celebraban con el mayor silencio. Es probable que esta palabra se haya corrom

ballestero. Vedan los sácros cánoncs á los clérigos la profesion de cazadores, cuando lo toman por oficio y grangeria, dejando de acudir á sus obligaciones eclesiásticas. Y tambien cuando la caza es de peligro, como

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