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solo uno de ellos mientras el otro permanece el mas lejano á que haya entrado el mas próxien reposo; este ya es un motivo para que se mo; porque si se chocan, el daño se imputa al aumenten ó disminuyan considerablemente las que llegó últimamente, no probándose lo conaverías que puede causar el abordage; pero trario.-Cuando se encontraren dos buques, el si ademas se toma en cuenta el tamaño respec-mas pequeño debe ceder el paso al mayor.tivo de los buques, la salida que lleven segun El buque que sale de un puerto debe dejar liel mayor o menor viento que les cargue, y el bre el paso al que entra.-De dos buques que mejor ó peor de sus cascos, es fácil concebir salen de un puerto y se chocan, el que salió que todo esto debe modificar la gravedad y despues tiene la presuncion de ser el que ha trascendencia del daño causado; á que se agre-chocado con el que salió primero.-Obra asiga despues que si la mar está mny alterada, mismo la presuncion contra el buque que se los choques se multiplican y repiten con ma- | da á la vela durante la noche.-Cuando un buyores pérdidas para uno y otro hasta que se que navega á velas desplegadas, tambien tieconsigue separarlos, y nada de esto sucede ne en su contra la presuncion de que por falta cuando está la mar en calma. de su capitan ha chocado al que por estar á la capa ó amarrado no pudo desviarse. - Hay tambien presuncion contra el buque que está mal colocado en el puerto, ó no guarda la distancia prescrita.—Tambien la tiene el buque amarrado en sitio no destinado á este efecto, mal amarrado, que no tiene cables bastantes ó ha quedado sin guardian que esté á su cuidado.-Lo propio sucede con el que no tenga boyas para indicar el lugar donde están las anclas.

La idea mas arriba espuesta de que el abordage es casi siempre casual, no obsta para que en la marina mercante el propietario del buque perjudicado reclame contra el del buque que le abordó, si cree que pudo evitarse el abordage; y asi no es estraño ver en los tribunales de justicia estas demandas, cuyo fallo depende de lo que resulte de los hechos alegados; estando establecido por nuestro derecho que si se prueba haberse ocasionado los daños por falta de cuidado del capitan de uno de los buques, sobre él pesa la obligacion de resarcirlos; y si se probase que la hubo por parte de ambos, se formará un total de las averías causadas en uno y otro buque, y sobre los dos por iguales partes pesará la obligacion de satisfacerlas.

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El modo de entablar y seguir esta accion está sujeto á algunas reglas de derecho, que en su caso deberán tenerse muy presentes.

«En el plan general de combate, dice, que toda embarcacion de guerra lleva formado desde su salida del puerto, están designados del modo mas conveniente los gefes, oficiales, trozos de marineria armada y tropa que deben

Poco diremos acerca del abordage en el segundo sentido de esta palabra, en cuyo caso viene a ser este en la mar lo mismo que es Las disposiciones del código de comercio el asalto en una plaza. Oigamos como se esque hacen referencia á esta materia son los ar- presa sobre esta materia un marino contempotículos 676, 682, 934 y 935 en su número 7.° ráneo, en un artículo dedicado á la aplicacion El primero de ellos declara al capitan civilmen- | de esta palabra. te responsable de todos los daños que sobrevengan á la nave y su cargamento por impericia y descuido de su parte, añadiendo que si procediesen de haber obrado con dolo, ademas de aquella responsabilidad, será procesado criminalmente y castigado con las penas pres-emprender en caso necesario el abordage, asi critas en las leyes criminales. El segundo exime de responsabilidad al capitan por los daños que sobrevengan al buque ó al cargamento por fuerza mayor insuperable, ó caso fortuito que no pudo evitarse. Segun el cuarto el daño que reciban el buque ó el cargamento por el daño ó amarramiento con otro, lo soportará el propietario de la cosa que recibió el daño, siendo este casual ó inevitable, por comprenderse en la clase de averías simples, á quienes se aplica esta disposicion en el articulo 934. Pero cuando alguno de los capitanes sea culpable de este accidente, será de su cargo satisfacer todo el daño que hubiere ocasionado.

como los que desde abordo han de cooperar á este movimiento, señalando siempre los primeros puestos á aquellos que á su destreza y agilidad reunen conocido valor y determinacion.-Resuelto ya el ataque, y repartida la gente, asi de maniobra como para el asalto, en los puntos necesarios, distribuidas las armas y dispuestos los arpeos de abordar, se emprende el movimiento con el aparejo mas manejable y la vela absolutamente necesaria, jugando entonces la artillería con mayor frecuencia hasta el momento mismo del contacto: llegado el cual, conviene al abordante cerrar su portería, para impedir que el contrario pueDicen los ilustrados redactores de la Enci- da introducirse por ella ó lanzar combustibles. clopedia de derecho y administracion, tratan- Cuando cesa el fuego de cañon, le sucede el do de esta materia, que el uso ha introducido casi seguro y mortífero de fusilería, en que se algunas reglas para determinar en caso de du- emplea toda la gente que se retira de las bada si el abordage debe considerarse como for- terías, inútiles en aquel momento, apostando tuito, ó si debe ser imputado à uno de los ca- los mejores tiradores en las cofas y castillos, pitanes, y establecen como tales reglas las si- desde cuyos puntos y antes del momento criguientes. Cuando dos buques se presentan tico, arrojan tambien granadas, frascos de para entrar en el mismo puerto, debe esperar | fuego y otros proyectiles, con el objeto de

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T. I. 7

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ABORDAGE-ABORTO

destruir ó de separar, infundiendo terror al sieur Raoul Rochette, en su libro de las Coloenemigo.-Llegado el momento terrible, infla-nias griegas, restableció lo mas completamada la tripulacion con el ejemplo y exhorta- mente que pudo la historia de aquel pueblo: ciones del comandante, puestos en juego los admitiendo el origen griego que le atribuyen poderosos estímulos del honor nacional y de la Caton y Sempronio, muestra con mucha verogloria, los trozos destinados al asalto, guiados similitud que debia descender de la antigua copor sus oficiales; solo aguardan en tan grave lonia de los pelasgos arcadios, conducida por espectativa á que el estruendo y crugido de las Enotro y Peucecio. Esta colonia, segun Mr. Romaderas anuncien el choque tremendo de los chette pasó por el Epiro y residió alli algun cascos enemigos; y entonces repitiendo como tiempo, desmembrándose despues por dos vegrito de guerra la voz de ¡al abordage! todos ces de la Italia; la parte mas considerable, bajo se precipitan, procurando cada cual ser el pri- | las órdenes de Enotro, remontó las regiones mero á lanzarse al buque contrario por el ca- meridionales hasta el Tiber, dejando numeromino mas corto. Cruzadas las vergas, confun- sos vestigios de su paso que el crudito Rodidas las maniobras de ambos buques, otros chette recogió cuidadosamente. Al llegar Enomarineros emplean simultáneamente su des- tro á esa parte de Italia, que se llamó la Sabina, treza y agilidad, trepando á la arboladura del fijó en ella la capital de sus estados, como se bagel enemigo, desde donde cualquier cabo, ve por una tradicion que refiere Servio, tomafirme ú oscilante, les sirve de conductor y da de Varron. Los umbrios, pueblo verdaderavehiculo para deslizarse en él con velocidad. mente itálico y primitivo, segun Niebuhr, ceArmados todos de pistolas, de chuzos, de ha- dieron el puesto á los enotrios ó aborigenes, chas de mano, sables y cuchillos, hechos los que formaron sus principales establecimientos primeros disparos á quema ropa, el combate en las inmediaciones de la ciudad de Rieti. toma pronto un carácter de ferocidad que le es Todavia en tiempo de Dionisio de Halicarnaso pueblos á los aborigenes. Las principales ciupropio, y al que no es comparable trance al- se atribuia la fundacion de muchas ciudades ó guno de la guerra. » dades que cita Dionisio de Halicarnaso son: Palatium á veinte y cinco estadios de Rieti; Suna, célebre por un templo de Marte muy antiguo; Tiora ó Matiora, famosa por un anti

Y en efecto, el abordage es uno de los momentos mas terribles y solemnes que puede ofrecer un combate naval. En él se decide luchando brazo á brazo y cuerpo á cuerpo, la muerte ó la victoria para uno de los dos com-guo oráculo de Marte, instituido segun el rito batientes. De aqui se deduce con cuanta seguridad debe contar el que se aventura á tan terrible medio, asi por las buenas cualidades de un buque, como por la inteligencia en las maniobras, y el arrojo y denucdo de su tripulacion.

de Dodona, (hecho importante que confirma las
opiniones de Mr. R. Rochette); Orvinium, ciu-
dad notable por su estension, por sus sepul-
cros y por el templo de Minerva; en fin, Lista,
fué tomada por los sabinos, pueblo que Estra-
capital de los aborigenes. Esta última ciudad

entenderse que este pueblo no descendia de
una colonia de naciones estraña á la Italia).
Estos sabinos espulsaron á los pelasgos abori-
genes, como estos habian espulsado á los um-
brios, y los rechazaron al Lacio, donde, segun
el testimonio ya citado de Estrabon, fundaron
nuevos establecimientos, para desaparecer en
seguida absorbidos en las primeras conquis-
tas de los romanos.-Asi el nombre de abori-
genes, designa ciertamente un pueblo griego,
los pelasgos arcadios ó enotrios, que desde la
mas remota antigüedad, desde el origen, ab
origene, ocuparon el pais de los latinos. Tal
es la opinion que Mr. Raoul Rochette ha hecho
prevalecer en la ciencia.

ABORIGENES. (Geografia,) Dos historiado-bon llama authothones, (con cuya palabra debe res latinos, Porcio Caton y Sempronio, al indagar los orígenes del pueblo romano, observaron como un hecho cierto la existencia en Italia, en la Sabina, de un pueblo muy antiguo llamado aborigene y en este pueblo reconocieron un pueblo griego. Dionisio Halicarnaso, al reproducir con respeto la opinion de aquellos escritores, no se atrevió á aceptarla y aun disputó el valor de una tradicion tan incompleta y oscura. Historiadores modernos, y principalmente Mr. Micali, imitaron exagerando la desconfianza de Dionisio de Halicarnaso: en el nombre de los aborigenes vieron una denominacion vaga y general, sinónimo de la palabra indigeno, y en el cuadro que Virgilio y otros poetas habian dado de las costumbres de aquel pueblo, una pintura ideal de las primeras edades; pero no quisieron creer en la existencia de un pueblo particular, llamado aborigene y establecido en Sabina en una época histórica. Sin embargo, Estrabon menciona los aborigenes entre los pueblos del Lacio vecinos de Roma, y los distingue espresamente de los equos, volscos y hérnicos, observando que todos estos pueblos formaban otros tantos estados separados. Mon

ABORTO. (Medicina.) Parto prematuro ó antes del término regular. Esta palabra es sinónima del mal parto. En el lenguage ordinario aquella se aplica mas particularmente á los animales, y la segunda á la muger, sobre todo cuando la criatura es viable. (Véase FETO, VIABILIDAD). Sin embargo, hablando de la muger, parece que el uso reserva la palabra aborto para los casos en que es provocado por medios criminales, y en este sentido la emplean todos los códigos penales de Europa.

Es inútil decir aqui la conducta que debe seguirse para conjurar el aborto. Cuando se hace temible este accidente, las mugeres embarazadas deben consultar á los facultativos en quienes tengan confianza. Este articulo no se escribe para ellos.

Conviene añadir, no obstante, que harto á menudo, sobre todo cuando la prenez es resultado de alguna debilidad, hay maniobras criminales, no escusables por la vergüenza ni

El aborto puede verificarse en cualquiera época de la preñez, pero es en particular mas frecuente en los dos primeros meses y en las épocas correspondientes á los periodos menstruales. Tambien se produce fácilmente en los últimos dias del embarazo; mas las diferencias que naturalmente hay entre la duracion de la gestacion de dos hembras de una misma especie, inducen á creer que en la muger puede anticiparse la espulsion del feto á los nueve meses solares cumplidos sin que haya mal-por la desesperacion, que tienden a producir parto. el aborto. Importa, sin duda, que la opinion púEl mal parto se efectua por igual mecanis- blica execre y condene á la soltera madre; pemo que el parto ordinario (V. ALUMBAMIENTO, ro esta opinión es á veces cruel en los castigos PARTO.) Sus fenómenos son tambien iguales. que impone. Di gámoslo francamente, nuestras Cuanto mas inmediato se verifica al término na-ideas y nuestras costumbres son las que trastural del embarazo, mas se parece el aborto al forman en un monstruo manchado con el criparto ordinario; y si sobreviene espontánea- men mas contrario á la naturaleza, á una jómente, sus consecuencias son igualmente sim- ven seducida, y que tal vez habia nacido paples. En los primeros tiempos del embarazo ra ser un modelo de virtudes. Al reflexionar hasta puede suceder que el huevo sea espul- | acerca de su posicion, el delirio se apodera de sado por entero sin hemorragia particular y sin su alma. A esta causa del crimen se agrega dolor; y entonces no es raro que se confunda casi siempre otra no menos funesta: al oproaquel huevo con los cuajos de sangre que sa-bio se añade comunmente la miseria, y amlen. Asi es que muchas mugeres creen no ha- bos elementos acaban por ahogar todo sentiber esperimentado mas que una evacuación miento maternal. Se ha hecho la singular obmenstrual muy abundante, cuando en realidad servacion, de que en los paises donde mas sehan tenido un mal parto. Lo ssignos que prece-veras son las leyes sobre la castidad, y donde den á este, con mas o menos anterioridad, son la deshonra sigue de cerca á su infraccion la depresion del vientre y de los pechos, la abundan mas los casos de aborto y de infancesacion de los movimientos del feto y la he- ticidio. morragia uterina.

Todos los medios que se emplean para proLas causas del aborto son varias, y es im- mover el aborto son casi siempre inútiles, y posible indicarlas todas en un articulo destina-bueno es que se sepa, que los mas enérgicos do para los lectores de esta obra. Todas estas solo obran comprometiendo terriblemente la sacausas producen el efecto de romper el cordon | lud y la vida de la madre. umbilical, desplegar la placenta, y en definiti- El articulo 317 del código penal francés imva provocar las contracciones de la matriz. Las pone la pena de reclusion al que valiéndose de mas ordinarias son los golpes en el vientre, alimentos, brebajes medicamentos, violencia las caidas, los sacudimientos fuertes, el ter-ú otro medio cualquiera, haya promovido el ror, las vivas emociones de la madre, las con- aborto de una muger en cinta, é igual pena vulsiones, los esfuerzos del vómito, los cólicos señala á la que consienta en hacer uso de los violentos, las diarreas escesivas, las grandes medios que á este efecto se le hayan indicado pérdidas de sangre, las calenturas graves, cier-ó administrado, si resulta el aborto. En cuantas erupciones, las enfermedades del útero, to á los médicos, cirujanos y boticarios que principalmente si son inflamatorias, y la muer-hayan indicado ó propinado tales medios, el te del feto, el cual se convierte entonces en un verdadero cuerpo estraño en el seno materno. Entre las causas mas frecuentes del mal parto se deben contar tambien los abortos anteriores, ann cuando hayan sido determinados por No hablaremos aqui del modo de comprocausas fisicas ó esteriores; de suerte que un bar el crimen de aborto premeditado, ni de la aborto predispone para otro aborto. Y lo nota- suma reserva con que se ha de proceder en table es que conmumente el nuevo se efectua maño asunto. Es uno de los puntos mas delihácia la misma época que el anterior; y que cados y dificiles del ejercicio de la jurisprupasada aquella época desaparece la predispo- dencia médica. (Véase INFANTICIDIO Y SUPREsicion al aborto, asi para aquel embarazo como sION DE PARTOS.) Mas de un médico ha habido para los siguientes. Con bastante frecuencia que ha estraviado al juez en lugar de ilustrarsucede tambien que el aborto se verifica muy le. Casos hay en que, con un fin culpable, las al principio en los primeros embarazos, y que mugeres han simulado un mal parto. en los siguientes va retardando algo mas, acer- ABORTO. (Legislacion.) Al hablar del aborcándose cada vez ála época del término ordina-to en sentido legal, cuando este es un hecho rio. Por último, muchas veces malpare la muger que cae bajo el dominio de las ciencias médisin que pueda fijarse cosa alguna conocida. cas, claro es que nos referimos al delito cono

código les condena á trabajos forzados temporales, en el caso de que se verifique el aborto. Esta diferencia en el rigor de la ley es justa: el mas culpable debe ser el mas castigado.

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ABORTO

nes insignes en las ciencias y en las letras. Galeno afirmaba que el feto varon está formado á los treinta dias, y el hembra á los cuarenta y dos. Aristóteles y Plinio creian lo mismo, variando únicamente el período, que aumentaban hasta cuarenta dias en el sexo masculino y ochenta en el femenino. Estas ideas recibidas como indudables en el tiempo en que la ley fué dictada, esplican su razon, y por consecuencia la necesidad de reformarla en una época en que olvidadas ya esas cuestiones abstractas é imposibles de resolver, porque imposible es acertar nunca con lo que se

cido con el nombre de aborto voluntario, ó sea | especie de vida, el soplo de vida caliente atrae aquel por el cual se destruye la criatura y se el soplo frio que la nutre.» Otras eran, y no menos notables por la autoridad que alcanzaron la hace salir muerta del seno de la madre antes del tiempo en que naturalmente debia dar-los nombres de sus autores, las de otros varose á luz. Un hecho tan horrible, tan criminal, que vicia las leyes de la naturaleza y se halla en abierta contradiccion con los sentimientos del corazon, no podia menos de llamar, como ha llamado en todas épocas, la atencion de los legisladores, y ser objeto de diversos y encontrados pareceres por parte de todos los escritores criminalistas. Entre nosotros han dado mayor motivo á estas cuestiones los errores de nuestra legislacion antigua, que es la de Partida, escrita en una época en que las ciencias fisicas no se hallaban en el estado de adelanto que fuera de desear en ellas cuando se tocan muchas de estas difíciles y graves cues-llaman causas primeras, han cedido el campo tiones, que por su vasta universalidad abarcaba el código Alfonsino. En esta parte, nadie lo duda, la legislacion marcha al nivel de los adelantos de las ciencias mas intimamente enlazadas con ella.

Aunque el rigor de la ley de Partida ha desaparecido en nuestro código penal, el asunto es demasiado importante para que no consagrásemos á su dilucidacion algunos párrafos, cuyas ideas no son nuestras, son del escritor español mas autorizado y competente en esta materia, el señor don Pedro Mata, que se ocupa de este asunto en una de sus escelentes obras médico-legales.

á conocimientos mas exactos y aplicables, de los cuales resulta en este punto lo que dejamos manifestado.

lucha cruel entre los afectos mas caros del corazon y una deshonra eterna?

Si es indudable que la provocacion del aborto debe considerarse como un delito, examinemos hasta que punto, y con que condiciones debe castigarse. Los mejores criminalistas vacilan al examinar esta cuestion verdaderamente grave. Algunos opinan por la impunidad, fundados en que este crimen suele ser con frecuencia hijo de la vergüenza y del temor de la deshonra mas bien que de una intencion decidida de cometerle. Y si no, ¿cómo puede comprenderse esa frecuente violacion de las Con suma razon observa el señor Mata, al leyes de la naturaleza que sábia y previsora ocuparse del aborto en las partes legal y dis- siempre ha colocado en el alma de la muger el positiva, que la ley de Partida que castiga el sentimiento sublime de la maternidad, á no aborto considera la existencia del feto de una esplicarlo por el temor á la reprobacion que la manera equivocada y desmentida hoy por la sociedad lanza contra la desgraciada á quien ciencia; porque suponiendo que hay una época un amante malvado coloca en el mas fatal de del embarazo durante la cual la criatura no los compromisos? ¿Se oculta á nadie la horrible puede considerarse viva, y otra en que adquie-situacion de una jóven obligada á sostener una re esta cualidad, impone la pena capital á los autores del delito en el segundo caso, y una muy moderada comparativamente para el primero. Esta disposicion parte de un principio equivocado; la vida del feto empieza desde el momento de la concepcion, y aun debe consi-to derarse en la vejiguilla ovárica una especie de vida, un principio de existencia que asi es delito destruir en aquellos momentos, como lo seria hacerlo con un feto en los últimos meses de la gestacion. Ademas, la ley de Partida se apoyaba tambien en las antiguas cuestiones relativas à la época en que el alma puede conLa mayor parte de los abortos provocados siderarse infundida en el cuerpo, pues por largo tiempo se creyó que este fenómeno se por la misma madre, reconocen este tristisimo verificaba trascurridas algunas semanas des-origen, y es indudable que una muger, no pues de la concepcion. Hipócrates, con ideas poco claras acerca del alma, estableció una teoría digna de recordarse por la singularidad. «Un soplo de vida, decia, se comunica de un sexo á otro por los medios conocidos que la naturaleza tiene dispuestos; los liquidos en que este soplo se insinúa, se calientan y espesan; todo lo que se calienta tiene movimiento, una

Estas ideas del señor Mata son las mismas que con una precision admirable hemos leido en los últimos versos de un soneto, compuespor una madre que murió con el fruto de sus entrañas, en un aborto voluntario, producido por motivos de opinion.

Dos tiranos juzgaron de tu suerte: Amor contra el honor te dió la vida Honor contra el amor te dió la muerte.

siendo un monstruo de iniquidad, lleva un espantoso é incalculable castigo en el hecho mismo que una vez descubierto, la trae el rigor de la ley. Pero si bien estas y otras muchas consideraciones inclinan el ánimo y nos mueven á compasion en favor de una madre desgraciada, es muy exacta la observacion de Febrero, de que la impunidad en estos casos y la

falta de esa opinion social, que marca con la | ánimo angustiado bajo la idea de esa plaga vergüenza los escesos de las pasiones carna- que siega en flor millares de individuos de la les, darian origen á la desmoralizacion, mu- especie, si solo se entregasen á tan abominacho mas perjudicial mil veces que el rigorismo ble ministerio mugerzuelas y charlatanes imde la ley; porque no es siempre el amor des-púdicos; mas ¡horroriza decirlo! algunos fagraciado ó la buena fé violada la que promueve cultativos, á pesar de haber jurado, puesta la este delito, como dice acertadamente el señor mano en los Santos Evangelios, no practicar Mata: la prostitucion impudente, la ambicion ni aconsejar el aborto, en el acto de ser redestruida, los intereses encontrados pueden vestidos de un poder que necesita tanta moratambien ocasionarle, y entonces el rigor nun- [lidad para no convertirse en daño de la socieca será bastante, la pena jamás parecerá so- | dad entera, no titubean en prestarse algunas brada. Este delito, por otra parte, no es ais- veces à una operacion criminal que causa inlado, no se contrae con sus efectos à la cria- faliblemente la muerte del engendro. Déjese tura desdichada ó aborrecida, se estiende tam- en la ley ancho campo á este abuso de la cienbien á la madre, cuya salud y cuya vida pue-cia, á esta falsa interpretacion del honor, y den comprometerse, provocando una funcion, entonces el aborto por yerbas y por estilete, origen de tan notables trastornos en la eco- será tan comun y hacedero como la misma nomía; y aun cuando esto no se verifique, aun sangria. » cuando una constitucion robusta la haga pasar Esto no obstante, ocurre con frecuencia en indemne por los peligros que la rodean, toda- la práctica, que la organizacion de varias muvía resulta, segun la observacion constante, geres no permita al embarazo terminar por el que cuando una muger ha procurado abortar parto natural, sin arriesgar su vida y la del algunas veces, hace imposible la gestacion feto de una manera casi cierta; y en este caso completa, sin que pueda nunca, por mas que deberá considerarse criminal el médico que lo procure, conservar en su seno y producir provoque el aborto con objeto de salvar á la con perfeccion el fruto de un amor legítimo. madre y procurarlo respecto del hijo? He aqui Esta observacion da márgen á otra cues-una de las cuestiones mas graves y de mas tion no menos importante. Hasta aqui hemos dificil solucion de la medicina legal. Si el desupuesto siempre el aborto provocado y lleva- | lito supone intencion dolosa en quien le codo a efecto; pero si por circunstancias inde-mete, y daño positivo y real á la sociedad ó pendientes de la voluntad del delincuente no á alguno de sus individuos, si la pena se llega á consumarse el delito, ¿deberá casti- aplica á la intencion y al hecho, y si la pena, garse la intencion de la misma manera que en fin, por su naturaleza misma debe estar el hecho? La legislacion antigua disponia que en relacion con la moralidad del acto delinel castigo fuese el mismo, porque si bien no cuente, claro es que no delinquirá el médico aplica ninguna disposicion esplicita para este que aconseja y ejecuta aquella operacion en delito, la admite como principio para todos los las circunstancias referidas, porque ni su indemas; pero la práctica está en oposicion con tento es doloso, ni el resultado, aunque sea este proyecto, y hay en efecto alguna razon desfavorable, puede considerarse un daño real que la apoye, porque si una de las cosas que y calculado, ni el médico provoca el aborto la ley castiga es el daño causado, parece que en otro concepto que el fisiológico y quirúrno habiéndose verificado este no deberia apli-gico, como podria practicar la amputacion de carse la pena. A pesar de esto, siempre que un miembro, ó la estirpacion de un tumor con se probare la intencion decidida, aunque el el cual fuese imposible la vida. Pero si conéxito no haya correspondido á ella, parece ducido por una observacion precipitada ó imque deberá imponérsele algun castigo, porque prudente, por un celo exagerado, ó un ridícuen la mente del agresor estaba todo el resul-lo deseo de recurrir á medios estraordinarios tado de su crimen, que pasó á ser un hecho no prescritos por una urgente necesidad, pracen el momento que puso los medios de lograr su deseo. Sobre este punto discurre el señor Mata en su medicina legal, con tanto acierto y oportunidad, que sus espresiones merecen ser literalmente reproducidas. «En buen hora, dice, que la pena sea diferente; pero nos parece que debe siempre haberla, é insistimos tanto mas en esto, cuanto las tentativas de aborto son frecuentísimas. Hay, en efecto, no pocos individuos de corazon duro y villano, que esplotan la desesperada situacion de ciertas mugeres y las instancias locas de los que las han comprometido, haciéndolos pagar con buen dinero estos asesinatos encubiertos, cuya infame crueldad se oculta bajo el manto de una compasion mentida. Consolariase el

tica una operacion arriesgada y el éxito es adverso, entonces el hecho puede considerarse como lo que la ley llama cuasi-delito, esto es, como un hecho que sin intencion del autor produce un daño y por consiguiente seria merecedor del castigo que se aplica á los de esta especie. Mas en el caso primero, cuando el peligro de la vida es inminente en la madre, y casi seguro en el feto, entonces repetimos nuestra opinion, apoyada en la autoridad de respetables profesores, y en la legislacion misma de otros paises civilizados; entonces, no solo no es delito, no solo seria injusta y atroz la pena mas insignificante, sino que esta operacion debe colocarse en el número de las demas, y aun ser considerada como

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