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En otros paises donde no es tan abundante como en España, suele purificarse el aceite de olivas, y aunque la mezcla de otros aceites inferiores con los cuales se hace la falsificacion, no tenga propiedades nocivas para la salud, priva, sin embargo, al conjunto de las cualidades que en el aceite de olivas apetecen los consumidores. Para descubrir el fraude sirve la siguiente observacion. El aceite de olivas puro, puesto en contacto con cierta proporcion de ácido hipoazótico, se solidifica en un tiempo dado, al paso que el accite inferior que se le mezcla permanece liquido. Por consiguiente, la presencia de uno en otro se conocerá por el tiempo mas o menos largo, que necesite la solidificacion de la mezcla por el ácido hipoazótico. He aqui segun Mr. de Girardin el modo de hacer esta operacion.

III.-ACEITES CONCRETOS.

Accite de palma. Estraése de la almendra del elais guinensis, palmera que particularmente se cria en Guinea y en las islas inmediatas de la costa oriental de Africa.

Este aceite tiene la consistencia de la manteca, sabor dulce y un agradable olor. Su color es amarillo, pero se convierte en blancuzco cuando enrancia. Liquidificase á los 30".

De este aceite, fácilmente, dice Mr. Dumas, se hace jabon, añadiendo á dos partes de aceite una de potasa caustica, disuelta en corta cantidad de agua, y calculando el todo se obtiene un jabon liso, amarillo y medio trasparente. Si en este esperimento se reemplaza con sosa de potasa, el jabon toma una consistencia sólida, se vuelve opaco y pierde una parte de su color amarillo.

En dos pequeños frascos de iguales dimensiones, se introducen separadamente cien partes de aceite puro de olivas y cien partes de El aceite de palma natural japonificado, es aceite para el ensayo: añádese á cada frasco una sustancia cuyo olor y color le hacen poco tres partes de ácido azótico á 35°, y una propio para el consumo; pero si antes de conparte de ácido hipoazótico. Apúntese exacta- vertirlo en jabon se tiene cuidado de blanmente el momento de la mezcla del ácido con quearlo, el jabon que produce imita á los otros el aceite; agitense bien los frascos y póngan-preparados con los otros cuerpos crasos: por se en sitio cuya temperatura esté en cuanto sea posible, á 10", hasta el momento en que el aceite se halle bastante espeso para que volviendo los frascos no se derrame. Si este es puro se solidificará al mismo tiempo que el aceite | normal, con el cual se le compara.

consiguiente, el aceite de palma es un recurso para la industria.

En Inglaterra ha sido 'donde primeramente se ha puesto en uso el aceite de palma para la fabricacion de los jabones; pero en la actualidad se introduce en Francia una cantidad conAceite de almendras. Estráese principal- siderable y su consumo parece que debe aumente de las dulces, si bien de las amargas mentarse con rapidez. Indistintamente sirve bien secas puede tambien sacarse aceite dulce para la preparación de las bugias y de los jay de buen sabor. Pero dulces ó amargas las bones. Para estos usos, se hace tambien en Esalmendras de que se haga uso, deben, despuespaña alguno de este jabon, y tal vez, merced á de bien limpias del polvillo que las cubre, machacarse, y metidas en sacos someterse á la prensa entre placas de hierro calientes. El aceite que se estrae se clarifica, ya sea dejándolo reposar, ya filtrándolo.

En su estado de pureza, el aceite de almendras es blanco verdoso, tiene un sabor bastante bueno y carece de olor. Este aceite se congela á 10° bajo 0, y apenas tiene mas uso que para la perfumeria y en medicina.

Aceite de avellanas. Se estrae de las almendras del corylus avellana, que contiene una cantidad considerable (como un 60 por 100) de materia crasa, y se emplea en la farmacia y en perfumería.

La colsa, la mostaza, las ciruelas, la camafina, el pistacho, el ajonjolí, la granilla de la uva, los piñones y otra porcion de vegetales, dan tambien aceites cuya produccion y usos son bastante limitados. Del de ricino, cuya aplicacion es grande en medicina, podria sacarse partido en España por la facilidad con que se da en nuestras provincias meridionales el arbusto que lo produce. Este aceite es tambien secante.

la bondad de nuestro clima podríamos obtener en algunas de nuestras provincias la materia primera para su fabricacion.

Manteca de nuez moscada. La produce el nogal, myristica moschata, y en el comercio se encuentra en unos panes amarillentos que tienen un fuerte olor á moscada. Solo se emplea en medicina.

Es una mezcla de una grasa sin color, parecida al sebo, con un aceite craso y otro volátil. El éter y el espiritu de vino separan estos aceites y dejan por resíduo esa grasa descolorida que constituye la myristina.

Manteca de cacao. Se estrae de los granos del theobroma cacao, tiene la consistencia del sebo y se funde á los 50°. Tambien se emplea en medicina.

Aceite de laurel. Obtiénese por la presion de las bayas frescas del laurus nobilis; es verde, de una consistencia mantecosa, y tiene un olor fuerte y desagradable. El calor de la mano basta para hacerlo entrar en fusion. Se utiliza en medicina.

ACELERADO. (MOVIMIENTO) (Mecánica racional.) Este movimiento se produce cuando un punto material es solicitado por una fuerza contínua, dirigida en el sentido de su movi

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ACELERADO-ACELGA

miento: producido por una fuerza constante, resulta uniformemente acelerado, y entonces la velocidad crece proporcionalmente al tiempo.

Asi, pues, si se designa por a la velocidad inicial, por la velocidad adquirida despues de cierto tiempo t (contado à partir desde el instante en que comienza la accion de la fuerza) y por gel incremento de velocidad que produce esta fuerza sobre el punto dado, (durante la unidad de tiempo) podremos establecer la siguiente ecuacion Va+gt.

Fácil es determinar á cada instante la posicion de un móvil cuyo movimiento es uniformemente acelerado: en efecto, si la referimos á un origen fijo, tomado sobre la linea que redx; corre, su velocidad tendrá por espresion

cial

dx

dt

de suerte que llegamos á la ecuacion diferen-
=a+gt, que da, por integracion, x=
gr
c+at+, La constance c designa la abcisa
del punto, en el origen del movimiento.
Si el móvil partiese del origen, sin veloci-
=gt
Asi, paes, en
dad, se tendria: v=gt, x
un movimiento uniformemente acelerado, la
velocidad crece en razon directa del tiempo; y
el espacio recorrido, como el cuadrado del
tiempo.

La eliminacion del tiempo, entre las dos últimas ecuaciones, conduce à la fórmula v=V ̄ ̄ ̄ ̄ ̄2gx, que da la velocidad correspondiente á cierto espacio recorrido, sin que sea forzoso conocer el tiempo empleado.

Hé aqui otra consecuencia importante que resulta de estas leyes. Si la fuerza aceleratriz, constante, cesase de obrar al cabo del tiempo t, habiendo recorrido el cuerpo, con un moviel movimiento acelerado, el espacio x=97, miento uniforme que resultaria, se verificaria en virtud de la velocidad adquirida v=gt, y el móvil recorreria entonces, en el mismo tiempo t, un espacio Xvt=gt', que seria duplo del primero.

medida

familia de las atripliceas y de la peutandria di-
ginda, cuyas principales especies pasamos á
enumerar.

ACELGA MARITIMA, beta maritima. Planta
de la familia de los armuelles, indígena, que
se cria espontáneamente á orillas del mar, don-
de sus hojas servian antiguamente, y aun á
veces sirven todavia, al mismo objeto de coci-
na que entre nosotros la acelga comun, beta
vulgaris; la cual, verosimilmente, no es mas
que una variedad procedente del cultivo, como
lo piensan en la actualidad la mayor parte de
los botánicos. La observacion que hace Lineo
de que la beta maritima, que desde el primer
año da flores, siendo asi que la beta vulgaris
no las da, segun él, hasta el segundo, se des-
vanece ante la hecha varias veces por distintas
personas, y en particular por Mr. C. Tollard de
que la beta vulgaris y aun la beta cycla, aban-
donada á la naturaleza, ó sea sin ningun cul-
tivo, florece desde el primer año lo mismo que
la beta maritima. Este hecho, unido á otros
muchos que del mismo género se citan, pare-
ce establecer que las beta maritima vulgaris
y cycla, son una misma y sola planta, modifi-
cada por el cultivo; esto á lo menos es lo ve-
rosímil, pues para afirmarlo ni negarlo en tér-
minos absolutos, seria menester aplicar á la
acelga maritima, á fuerza de tiempo y de pa-
ciencia, todos los procedimientos de cultivo
seguidos para la acelga y la remolacha.

ACELGA COMUN 6 BLEDO PEQUEÑO, beta vulgaris. Legumbre indigena, muy comun en todas las huertas, en donde se cria la acelga comun de hojas rubias ó bledo rubio; ambas, y especialmente la segunda, se cultivan en algunas partes para mezclarlas en los guisados con acederas, á fin de corregir la acidez de estas últimas. La acelga comun se siembra en todo tiempo y siempre con buen éxito. Su uso es muy frecuente en la cocina, y sus hojas sirven tambien para conservar la supuracion producida por la aplicacion de un cáustico.

ACELGA-FORRAGE, beta vulgaris altissima. Aunque en este escrito se conserva á esta planta la denominacion de altissima que recibió hará dos tercios de siglo, época en que fué recomendada como forrage, no es porque sea, como entonces se pensó, una especie particu

ACELERATRIZ. (FUERZA.) (Mecánica racio-lar; antes bien, parece cierto que esta planta nal.) Se llama fuerza aceleratriz, la que supuesto el movimiento, solicita la unidad de dv d'x ό es decir, la masa: tiene por dt dt' derivada, tomada con relacion al tiempo, de la velocidad del punto á que la fuerza se aplica; ó bien la derivada de segundo órden, siempre con relacion al tiempo, del espacio recorrido por el punto de aplicacion.

no es otra que la beta vulgaris, ó acelga cono ó de segar con hoz las hojas nuevas y pemun, puesto que si en lugar de romper á maqueñas del bledo ú acelga comun, con el objeto de tenerlas mas tiernas, y de mezclarlas como queda dicho, á las acederas, cuya acidez modifican, se la abandona á sí misma, se obtienen desde el primer año, varios cortes de hojas de acelgas, y al segundo cuatro ó cinco de sus fallos, que se elevan hasta seis pies métricos de altura; pero para obtener un forrage me-muy tierno, es preciso cortarlos cuando llegan á cuatro ó cinco pies. Este forrage, que como alimento es algo acuoso y de poca sustancia,

Esta espresion considerada bajo el punto
de vista del movimiento mismo, sirve para
dir la aceleracion negativa ó positiva.

ACELGA, Planta comestible; género de la

pero dulce y azucarado, puede ser útil en mu- | ciones de esta palabra, fijar lo que constituye chas circunstancias, y es muy codiciada de to- el carácter particular de cada una de ellas, é dos los animales, particularmente de las reses investigar el uso que se ha hecho hasta ahora vacunas. La acelga-forrage se siembra por pri- de los acentos. mavera en la proporcion de 12 à 15 kilogramos por hectárea (de 16 á 21 libras de semilla por fanega de tierra.)

|

Las espresiones acentos de alegria, acentos de dolor, etc., significan ciertos sonidos de nuestra voz, que bajo la influencia de una ACELGA DE HOJAS ANCHAS, 6 BLEDO-CARDO, fuerte emocion, nos hacen manifestar á los debeta vulgaris latifolia. Variedad de la acelga mas, por medio de palabras articuladas, lo que comun, mucho mayor en todas sus partes, en nosotros pasa. Cuando esta clase de acenparticularmente en sus hojas, y que ofrece tos acompañan á la palabra, haciéndola pasar cierto número de variedades, como son: la por diversos grados de fucrza, de duracion y acelya ó bledo-cardo de pencas blancas, la acel-de entonacion, que puedan obrar sobre la senga ó bledo-cardo de pencas coloradas y la acel-sibilidad de nuestros oyentes, producen lo que ga ó bledo-cardo de pencas amarillas, cuyos se ha llamado acento patético. pezones, y las venas que les sirven de prolon- Al lado de este acento, que es el lenguage gacion, y forman en la hoja una especie de es- de la pasion, debemos colocar otro, que es el pinazo con sus correspondientes costillas, tie- elemento importante del lenguage del pensanen á menudo de dos à tres pulgadas de ancho miento, á saber: el acento lógico ó racional sobre un grueso proporcionado; se guisan y que concurre á la claridad del discurso, clasise comen como el cardo. No se ha hablado aqui ficando, por decirlo asi, los términos de una del bledo-cardo con otro objeto que el de lla- frase, segun la importancia relativa de las mar la atencion de los aficionados á la horti- ideas que espresan, todo por medio de los socultura sobre la acelga ó bledo-cardo de pen- nidos mas o menos fuertes, mas o menos rápicas amarillas y blancas, que los horticultores dos, y de los tonos mas o menos graves ó agude Paris han llevado á una dimension verda-dos que asigna á cada uno. Su carácter esencial deramente exagerada, y muy notable en los es el de ser tónico. Este acento es el que por pezones y venas de sus hojas. Háse hecho en las diversas modulaciones de lo grave álo agueste articulo mencion de pezones que en sudo y de lo agudo á lo grave, produce esa meprolongación tienen dos pulgadas de grueso, lodía que vivifica la palabra. De él se distingue no porque este sea el máximun que pueden algunas veces, bajo el nombre de énfasis ó alcanzar, puesto que se ven hasta de cuatro acento enfático, el que se determina, mas bien pulgadas cuando á ello ayudan la buena cali- que por otra cosa, por el grado de fuerza con dad de la tierra y la abundancia y la oportuni- que la voz apoya é insiste sobre las espresiodad de los riegos. A pesar de la opinion de los nes que tienen mas importancia en el pensaque pretenden que el bledo es una planta in-miento del que habla. De la reunion de estos sipida, el ya citado C. Tollard sostiene que es- dos acentos se forma el que los gramáticos te vegetal, preparado como el cardo, es una llaman acento oratorio, y los alemanes acento escelente comida: como quiera que sea, su cul- retórico. tivo, y en esto no cabe duda, es mas fácil y sobre todo mucho menos dispendioso que el del cardo.

ACENTO. (Gramática.) Esta palabra, traduccion del nombre latino accentus, que se deriva del supino accinere, cantar, espresa al mismo tiempo, dicen los prácticos, un signo gramatical y la modificacion que en la palabra produce este signo. Esta definicion, no por muy larga es muy exacta; porque lo que el acento espresa como signo ortográfico, está muy lejos de ser igual á lo que espresa como modificacion particular de la palabra.

| Aunque el acento lógico se produce por medios análogos á los del acento patético, su uso queda reducido á unos límites mas estrechos. He observado, dice Mersenne en su Armonia universal, p. 371, que el tono colérico sube á veces de repente una octava entera ó quizá mas. Los movimientos del acento lógico no son, ni tan estensos ni tan bruscos. Este último, el que se usa mas frecuentemente de los dos, existe en la conversacion menos animada y en la lectura mas fria é indiferente. Sin esas inflexiones con que á cada paso hace variar el sonido, no habria lenguage inteligiDe todas las cuestiones relativas à la cien- ble para ningun oyente. No se encontrará, sin cia de los idiomas, ninguna ha suscitado tan- embargo, este acento, con toda la delicadeza tas controversias como la de los acentos, y y buen gusto que caracteriza á la buena proninguna ha permanecido mas envuelta en la nunciacion española, sino en las poblaciones oscuridad, á pesar de los esfuerzos de los sá- donde se hallan mas desarrollados los hábitos bios que la han agitado. Y es que la palabra de civilizacion y de cultura. Esto sucede geneacento representa á la vez muchas ideas dis-ralmente en las capitales, porque en ellas es tintas, y los que han pretendido resolver esta mas completa esta influencia. En las poblaciocuestion, de suyo compleja, han confundido nes à donde este desarrollo alcanza menos, en casi siempre lo que era distinto, separando los puntos distantes del centro de las costumotras veces lo que en realidad era idéntico. bres civilizadas, la pronunciacion es mucho Procuraremos esplicar aqui las diversas acep-mas acentuada aunque no la anime la pasion;

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ACENTO

y sus modulaciones suclen ser o mas monoto- | género, sino por el grado, como nos lo ensenas ó mas bruscas, y por consiguiente siem-ña Dionisio de llalicarnaso en su tratado De pre mas desagradables á un oido delicado.

structura orationis, donde nos dice que todos Este acento, que respecto á la modulacion los tonos de la declamacion se comprendian en é inflexiones de la voz, varía de pais à pais y el intervalo de la quinta; pero como á pesar de provincia á provincia, ha recibido el nom- de la intima conexion que tenian para los griebre de acento nacional ó acento provincial. gos la música y la gramática, no eran permiAcaso debiéramos admitir entre las causas de tidas al orador las licencias musicales, el misestas variaciones, la varia influencia de los cli-mo autor insiste sobre la necesidad de distrimas sobre los órganos. Ni es menos exacto que buir con inteligencia y de no colocar muy por efecto de la frecuente comunicacion de inmediatas unas á otras, las palabras que tieunos pueblos con otros se modifica considera-nen el mismo acento y la misma cantidad. blemente y pudiera llegar á desaparecer por completo

Hoy dia no se encuentra en ningun pais un acento tan marcado como el de los pueblos del Asia Oriental, de los chinos y de los habitantes de Tonquin y de Cochinchina. Su lenguage | se compone de un número muy limitado de monosilabos, y no han hallado otro medio de suplir á la penuria de sus combinaciones silábicas que el de darles diversas acepciones segun el tono con que las pronuncian. Es de notar, sin embargo, que aun entre estos pueblos se hacen menos sensibles esos tonos particulares que afectan á cada palabra, à medida que se acerca el viagero á las poblaciones cultas y civilizadas; hasta el punto que en Pekin estos acentos casi no se perciben, sobre todo en la conversacion de los hombres de letras.

Este acento tan clara y precisamente marcado, era para los griegos un medio de dar á su declamacion mas entonacion y claridad; cualidades indispensables en un pais donde las asambleas deliberantes se celebraban al aire libre, y donde era preciso que oyesen bien un discurso algunos millares de concurrentes. Los idiomas modernos, en que las palabras, tomadas aisladamente, no tienen ese acento propiamente llamado tónico, no pueden alcanzar esa fuerza vocal que los oradores de Atenas tomaban del carácter musical y del canto de su idioma.

Durante mucho tiempo no conocieron los griegos en su escritura signo alguno para espresar las modulaciones del acento. Los inventaron cuando conocieron que su pronunciacion nacional se alteraba por el frecuente contacto y comunicacion con los paises estrangeros. Al gramático Aristófanes de Bizancio, que florecia en Alejandría cerca de dos siglos antes de nuestra era, se atribuye la invencion de los acentos escritos. Estos signos son tres, como todo el mundo sabe ( ́ ́`) y

tos que debian representar. Pero como el acento grave no necesita estar indicado en el lenguage escrito, se empleó el signo que le estaba destinado en señalar el acento agudo, cuando afectaba à la sílaba final de una palabra que no suspendia el sentido y debia pronunciarse en un tono algo menos elevado.

Esta clase de acentos ha representado un papel importantisimo en la historia del idioma de los griegos antiguos. En los demas pueblos de la antigüedad existian, á no dudarlo, estas acentuaciones marcadas; pero solo los griegos nos han trasmitido, juntamente con su litera-se les dieron los nombres propios de los acentura, algunas noticias sobre su pronunciacion. En cada una de sus palabras habia una sílaba, que ademas del valor que la daban los elementos alfabéticos de que se componia, y de los que recibia de la cantidad, tenia otro valor determinado por el acento, es decir, por el tono con que debia pronunciarse. Platon, en el CraMucho tardó en establecerse el uso de los tylo, y Aristóteles en su libro De Elenchis sophistarum, cap. 3, mencionan este acento, el signos de acentuacion: asi es que no se les encual era de dos clases: agudo cuando se eleva-cuentra en los papyrus griegos escritos en ba el tono de la voz; y circunflejo cuando la voz, despues de haber subido al tono agudo, volvia á bajar, por un movimiento inverso, al tono medio de las sílabas no acentuadas. Este tono medio, que, propiamente hablando, no era acento, es sin embargo el que los gramáticos llaman acento grave. Por lo demas, el acento era distinto de la cantidad, y hacia subir el tono de la voz en una silaba, sin alterar su voz métrica.

Egipto bajo el reinado de los últimos Ptolomeos; y Montfaucon nos enseña en su Paleografia grieya que los copistas se descuidaron en señalarlos hasta el siglo VII. Parece que su uso no se generalizó hasta el siglo X. Entonces, y ya desde mucho tiempo antes, los acentos habian perdido su valor primitivo. Las entonaciones fueron variando poco a poco, al mismo tiempo que se alteraban los demas elementos de la pronunciacion. Aun conservando La música tenia el privilegio de alterar la los signos de acentuacion en los lugares que acentuacion y de hacerla pasar á veces de una les señalaba la tradicion, los griegos del Bajo sílaba á otra: era una licencia sin la que hu- imperio alteraron completamente su valor y biese sido dificil obtener melodías agradables. desconociendo al mismo tiempo la antigua Se concibe, en efecto, que la frecuente repe-prosodia, hicieron larga por regla general la ticion de un mismo acento debia dar al canto una monotonia insoportable. Es cierto que el recitado no se diferenciaba del canto por el

silaba acentuada en la ortografia.

Ciceron en su tratado De Oratore, c. 18, despues de haber hablado del valor de los tres

bra y aun cada palabra en la frase aparecen acentuadas de tres maneras ó bajo tres relaciones diferentes, sin que esto produzca la menor confusion; porque el sonido es siempre uno mismo, y tiene á la vez un valor mu

aventos tónicos, añade que la palabra es una Terminaremos este articulo diciendo que especie de canto. Est in dicendo etiam qui- | muestra lengua es una de las mas armónicas dam cantus. Otra prueba de la fuerte y marca- que conocemos, porque no solo posee los tres da acentuacion de los latinos, la encontramos acentos que hemos mencionado anteriormenen aquel pasage de la vida de los Gracos, en te, sino que casi los forma con la clevacion y que Plutarco nos dice que Cayo Graco coloca- | la duracion del sonido. Siempre que se introba detras de si en la tribuna á un esclavo que ducen en la naturaleza del sonido diferencias se encargaba de arreglar la entonacion de su esenciales, las tres especies de acentos que voz con una flauta denominada tonarium. Por hemos indicado se modifican y varian de calo que respecta al uso de los acentos en la es-rácter; de manera que cada sílaba en la palacritura, los latinos no empleaban mas que el agudo y el grave. Dábanles el nombre de ápices, y se servian de ellos principalmente para distinguir las palabras que tenian la misma ortografia. Se ha dicho con razon que no hay en nin-sical fijo, una cantidad y una intensidad degun idioma del mundo una sola palabra que no tenga su acento. Aun no se conoce bien el valor de los muchisimos que los masoretas (véase esta palabra) aplicaban á la escritura hebrea. Corresponde al artículo PROSODIA la espeUna de las principales funciones de estos cificacion de los signos que pueden dar á coacentos era la de determinar la psalmodianocer en la escritura los acentos del lenguage. que se empleaba en la escritura de los libros santos. En ellos se señalaban los descansos de la voz y tambien, hasta cierto punto, las rela- | ciones gramaticales. En este idioma, el acento tónico afecta casi siempre à la última silaba; y en muchas palabras se le ve precedido de un acento secundario, que los gramáticos califican de eufónico. En el siriaco y el árabe, el acento afecta generalmente á la penúltima silaba de la palabra. En griego se le colocaba sobre una de las tres últimas sílabas, y en latin sobre alguna de las dos finales.

El acento de los idiomas de la Europa moderna es esencialmente prosódico. Sobre esta acentuacion está basada toda la armonía de la poesia italiana, de la inglesa y de otras naciones europeas. Consiste en hacer un esfuerzo

mayor sobre una sílaba determinada, que por esta causa se hace mas larga, al mismo tiempo que mas sonora; pero no esperimenta otra elevacion del tono sensible que la que puede resultar de una coincidencia fortuita con el acento lógico. Si el esfuerzo mismo de la voz sobre una sílaba acentuada puede muy bien traer consigo cierta elevacion involuntaria del tono, la medida de esta elevacion es de todo punto inapreciable.

Los griegos modernos suelen colocar sobre la preantepenúltima y aun sobre la quinta silaba, el acento que antes ne subia mas allá de la penúltima. En el italiano, aunque se le encuentra con mucha frecuencia en la penúltima, puede llegar, sin embargo, hasta la cuarta silaba, empezando á contar desde la última. En el aleman y el inglés, la etimología es la que arregla generalmente la colocacion de los acentos, y estos señalan por lo comun la silaba radical. En el francés, el acento no varia nunca de colocacion, sino que afecta siempre á la última sílaba de la palabra, no contando nunca por última la que no tiene mas vocal que la e muda.

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terminadas, aunque este valor no puede apreciarse en todos los casos por el de las notas de nuestra música.

No nos quedan sino tres tratados de los escritos sobre la acentuacion por los gramáticos griegos.

1. El de Juan de Alejandría publicado con el tratado de Herodiano, por G. Dindort. Leipsik 1825.

2. El de Arcadius, publicado por Barker, Leipsik, 1820, y completado despues por las insertadas en los Gramatici Græci de G. Dinvariantes de un manuscrito de Copenhague, dort, t. 1. pág. 48-70.

Villoison en su Ancdocta Greca, t. II, pág. 103 3. La obra de Porphyro, publicada por y siguientes.

Juan de Alejandría y Arcadio, que pertenecen á una época no muy bien determinada, obra de Herodiano (170 años despues de J. C.) se limitaron á hacer estractos de la grande Porphyro vivia entre los 233 y 304 de la misma era. Por lo demas, no hay gramático gricgo que en sus obras no se haya ocupado de los acentos.

Puede leerse sobre esta materia una disertacion del abate Arnaud inserta en el t. XXXII de las Memorias de la Academia de Inscripciones, y una carta de Ansse de Villoison, el quinto tomo del año sétimo del Magasin

Universel.

Debemos á los helenistas alemanes:

en

Leipsik, 1791, en 8.0
Reiz, De prosidiæ græcæ accentus inclinatione,

Wagner, Die Lehre von dem Accent der gricchischen Sprache, Hemstaedt, 1807, en 8.0

und über die Bedeutung der griechischen Accente. Liscovius, Uber die Aussprache des griechischen Car. Goetting, Allgemeine Lehre vom Accent der griechischen Sprache, Jena, 1833 en 8.0

Sobre los acentos de la lengua latina tenemos: Priscien, De accentibus, publicado con las demas obras del mismo gramático, por Putsch. Hanau, 4605 en 4.0

Eichnfeld y Endlicher, en sus Analecta grammatica,
Servius, De accentibus, publicado por los señores
Viena, 1837, en 4.0, pág. 523-535.

T. I. 18

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