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federal, transformó á sus hijos en soldados, y acogió co esperanza cuanto podia ser en bien de la nacion españ faltaron en aquella ocasion españoles ilustres de todas la vincias, que, favorecidos por el idioma que les era natura ron prueba de su patriotismo, por medio de su talento y facultades oratorias, animando el país para el recobro de nidad, así como brotó del pecho de algunos vates la insp mas ardiente en pro de la misma causa; pero en tan ver trance, poco es lo que se hizo, respecto de la lengua ca tocante á la importancia autonómica de Cataluña, que deb siderarse ya del todo desaparecida, y al espíritu histórico correspondia como peculiar y propio, y del que no ha de gar nunca. La musa catalana, en los primeros años de est y durante el tiempo de la gran lucha nacional, no pasó musa callejera, esclava de la bandurria del ciego improvi que halagaba á la gente vulgar, mas vigorosa y animada efecto de las luchas, con la exposicion de sucesos tambien res y chocarreros, y alguna que otra vez con una sátira el enemigo ó la mala pintura de algun suceso notable, pol no, y sobre todo con el relato de ejecuciones de muerte, preferido siempre de aquellos infelices especuladores. Para vea lo desconocida que seria la lengua escrita para la gen dad de aquellas personas que no sabrian conocer la dife que existe entre el lenguaje hablado y vulgar, y el que en crito ha de guardar una forma regular y literaria, baste que aun cuando, por un laudable capricho y acaso adm coincidencia, se resucitó el antiguo nombre de almogavares provincia de Gerona, para que bajo esta denominacion fues nocidos unos cuerpos de voluntarios catalanes, al conce idea de reanimar á los habitantes de aquel heróico suel la reproduccion de un ejemplo histórico de sus antepasado to es, con la publicacion de lo acontecido en tiempo de Pe Grande, cuando los catalanes expulsaron de su suelo á los ceses con su rey Felipe el atrevido; lejos de acudir á las v deras fuentes, de reproducir los vivos relatos de nuestros

cronistas, prefirieron reimprimir solo algunos trozos del bicado ó transformado texto de Cervera, que intentó en el » XVII ser traductor de Desclot.

ué, sin embargo, en esta ocasion cuando habia de germinar emilla que habia de dar el verdadero fruto. El que solo conra la influencia de las nuevas ideas por estos resultados, pose habrá detenido en pensar: con el nuevo espíritu de libersostenido y combatido mas o menos racionalmente por los añoles, hubo de tomar vigor la idea de dignidad nacional y individuo; convidados todos los hombres, sin distincion de ses, á quienes la Providencia hubiese dotado de talento, á disguirse y enaltecerse por su propio valer; inducida la nacion á guir por el rumbo bajo el cual marchaban las naciones que preciaban de adelantadas, naturalmente se habia de alcanzar resultado, del que naciera la causa del nuevo espíritu histó― co en Cataluña, y por consiguiente del nuevo amor á su antia lengua literaria. Con el desarrollo de la instruccion pública, e es el resultado á que aludo, ó mas bien, con la aficion á insuirse por parte de los españoles, con el deseo de que fuese onsiderado el individuo como le corresponde en toda nacion ustrada, no fué en Cataluña donde menos se experimentaron os buenos efectos de las nuevas ideas, aunque no de una mane– a tan absoluta ó con el desarrollo que habia de observarse mas delante: para este mismo desarrollo era preciso que toda la naion pasara por otros períodos de lucha entre los partidarios lel antiguo régimen (es decir, del que imperaba en el siglo anerior), y el moderno, y por consiguiente entre los mas y menos amantes de la dignidad del individuo y de su ilustracion. Así, cuanto puede señalarse, despues de haber pasado cinco ó seis lustros del actual siglo, en pro del espíritu histórico peculiar de Cataluña, se redujo exclusivamente á su antigua lengua, observándose, sin embargo, que fué este beneficio, aunque resultado de la nueva instruccion, nó general, y sí individual ó raro, hijo mas bien del amor de ciertos talentos privilegiados á su antigua lengua natural é histórica, que del verdadero espíritu de Cata

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luña, ni tan siquiera asomado en aquella ocasion. Y este esf ó tentativa individual es tanto mas laudable, cuando la callejera, de que antes he hablado, harta de asuntos y nun inspiraciones con los odios y encarnizadas luchas políticas que tuvo que pasar desgraciadamente nuestra patria, pa hacer mas antipática la lengua que empleaba, al expedir su quicos alaridos, y hasta habia tenido la presuncion de ceñir corona de Talía, medio capaz por sí solo de degradar la le á la mayor postracion. No tengo necesidad de exponer ma intento, cuando de muchos son conocidas ciertas composici que solo llegaron á ser populares por lo ridículas y asquer y cuando todos recordamos la representacion en nuestros tea de los sainetes de Robreño y de otras piezas burlescas y an mas en que personages como Mossen Benet, Mossen Anton rey Carlos V solian ser los principales protagonistas.

Preciso, pues, se hace que dé cuenta de aquel esfuerzo ó tativa individual, mas laudable, cuando tenia lugar en la é que parecia mas impropia para el restablecimiento literari una lengua, por lo mismo que à vista del público la vulgariza mas y mas los ingenios vulgares y la empleaban para obj que desdecian de toda cultura; preciso es que consigne la vi de aquellas preciosas semillas nacidas entre abrojos, pero que bian de ser el gérmen, ya inestinguible, de la restauracion se ha intentado en nuestro tiempo, respecto al cultivo de la gua catalana. Aludo á las sentimentales composiciones titula Llágrimas de la viudesa, de nuestro respetable amigo, disting do escritor y hábil jurisconsulto D. Miguel Martí y Cortada, la patriótica oda á la patria de nuestro malogrado Buenavent Carlos Aribau, las primeras expresion de los sentimientos íntimos y delicados que puedan albergarse en un corazon ser ble, rodeado de amargura, y la segunda, llama desprendida un comprimido foco donde se rebulle el mas volcánico amor trio. A la lectura de estos admirables partos del ingenio catal aun cuando nada mas se haya leido en este idioma, no podrá nos de esclamar el lector:-¿Como es posible que lengua d

en expresa los nobles sentimientos del corazon humano, se a considerar como vulgar y despreciable? Quien no presaber la pasada gloria de su suelo, despues que un solo ha bastado para inflamar en el alma la mas viva llama del to y hasta ahora amortiguado amor patrio ? Es posible que engua con que se hacen derramar nobles lágrimas sea la a que solo se creia capaz de hacer romper en báquicas caras à la plebe?

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to no debo pasar aquí mas adelante sin consignar un hecho portancia, que ha podido contribuir, en parte, mas que al cimiento literario de la lengua, á la aficion é estudiarla y varla. Muchos años antes que se dejaran sentir las dos inslas liras catalanas á que antes he aludido, precisamente do todavía no habia germinado en nuestro suelo la influenle las ideas modernas, pues era en el período de plena antia contra la Francia, en 1814, ó mejor, cuando puede consirse que el país no habia adelantado un solo paso en su ilusion desde el anterior siglo, publicó el docto Ballot una Graica de la lengua catalana, escrita en catalan, con la idea, seexpresa en el prólogo, «de satisfacer á la mayor parte de los urales que la deseaban y á los estrangeros, que, por razon de comercio, llegan á esta capital y necesitan perfeccionarse en Lengua para poder comerciar en el interior del Principado,» de nera, que no guiaba al autor de tan esforzado trabajo la es anza tan siquiera de que, facilitando el medio de poderse es bir gramaticalmente la lengua catalana, pudieran aparecer evos escritores en ella, ó nuevos é inspirados vates que la emaran para cantar las glorias de su patria ó expresar nobles y licados sentimientos: su objeto era solo facilitar al estrangero al comerciante el conocimiento práctico de una lengua que no sabia hablar ni escribir porque no se enseñaba ó carecia de étodo para ser enseñada. Pero nada tenia de estraño en aquella casion, y este fútil cuidado é infundado temor, cuando no era n desconocida la lengua castellana en los demás paises que con la no pudiese darse á entender cualquier estrangero, ni era

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tan poco parecida á la nuestra que no la comprendieran nuestros labriegos, despues de familiarizados con las tropa pañolas durante la guerra de Independencia, prueban tácita te, que el laudable esfuerzo del doctor Ballot habia de s cierto modo inútil en resultados, tanto mas, cuanto à medid se desarrolla la ilustracion pública y toman arraigo las n ideas en las grandes ciudades, centros de civilizacion, el es y aplicacion de la lengua castellana se hace mas comun en comercio y otras elevadas clases de la sociedad catalana, y to para los literatos no ofrecia grande aliciente la nueva gr tica, cuyo método no era el mas acertado para facilitar el n jo de un idioma que, escrito gramaticalmente, se habia de renciar mucho del lenguaje hablado, y cuyas fuentes y dat eran los mejor escojidos, como de ellos puede convencerse e tenga ocasion de examinarlo. Al dar esta opinion acerca d gramática de Ballot, no se crea, sin embargo, que dejo de rarle con respeto, pues aun cuando no dudo de que era autor mas gramático que conocedor del idioma, reconozco el rito heróico que contrajo al emprender, en una época no lit ria, la composicion de una gramática sin guia anterior para cribirla, sin ejemplos clásicos de tiempos inmediatos, con s de aquellos en que la lengua era diferente y gramaticalm inculta, teniendo que adivinar en cierto modo su ortografía manera propia de escribir, conforme exijian los adelantos d demás lenguas de igual orígen (sin embargo de haberse da luz pocos años antes un diccionario que él mismo censura sobrada razon,) y teniendo, por fin, que emplear un improbo bajo para ir recogiendo y clasificando las voces correspondie á cada una de las partes de la analogía.

El mérito, pues, contraido por el Dr. Ballot, tocante á su r lucion y empresa, como asimismo á la parte de trabajo mate y de coordinacion, nadie podrá negarlo; mas, por lo que to resultados prácticos, la mejor prueba se encontrará en los mis escritos de cuantos se han dedicado, despues de él, al cultivo la lengua catalana. Ni los dos autores ya citados, ni cuantos

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