Historia general de Espana: desde los tiempos primitivos hasta la muerte de Fernando VII, Volumen2 |
Comentarios de la gente - Escribir un comentario
No encontramos ningún comentario en los lugares habituales.
Contenido
261 | |
281 | |
287 | |
352 | |
368 | |
369 | |
370 | |
371 | |
119 | |
135 | |
157 | |
169 | |
187 | |
213 | |
220 | |
224 | |
372 | |
376 | |
378 | |
380 | |
381 | |
382 | |
384 | |
388 | |
Términos y frases comunes
Abdallah Abderramán acabó Alfonso Alhakem antigua árabes Asturias autoridad Barcelona batalla buena caballos cabeza califa campos CAPÍTULO Castilla católica caudillo causa célebre ciudad ciudades concilio conde conocido conquista Córdoba corona corte costumbres cristianos crónicas cuerpo dado debió decir dejando dice dominación ejército emir emperador enemigos entonces envió eran España españoles estaba familia francos fueron fuese Galia gente gobernador godos gótica grandes guerra hallaba hemos hermano hijo historia hizo hubiera Iglesia ilustre imperio jefe joven León libro llamado llegó llevar mandó marcha medio modo monarca moros muerte murió musulmanes Muza Navarra nombre nuevo número obispos orden Ordoño padre país parece pasó poco poder política presente primer primera principales príncipe propio provincia públicas pudo pueblo quedó Ramiro rebeldes recibió reino religión religioso romanos salió Sancho Santa sarracenos segundo Sevilla siglo sucesos tenía tierra todavía Toledo tomó tratado trono tuvo último vivir volvió walí Zaragoza
Pasajes populares
Página 174 - Uno Dos Tres Cuatro Cinco Seis Siete Ocho Nueve Diez Once Doce Trece Catorce Quince Diez y seis Diez y siete Diez y ocho Diez y nueve...
Página 100 - Abrase la ley de los visigodos, y se verá que no es una ley bárbara: evidentemente la hallaremos redactada por los filósofos de la época, es decir, por el clero; abundando en ideas generales, en verdaderas teorías, extrañas á la índole y costumbres de los bárbaros.
Página 157 - Con mis lágrimas regué las palmas que el Forat riega, pero las palmas y el río se olvidaron de mis penas, cuando mis infaustos hados y de Alabas la fiereza me forzaron a dejar del alma las dulces prendas; a ti de mi patria amada ningún recuerdo te queda, pero yo triste no puedo dejar de llorar por ella.
Página 157 - Tú también, insigne palma, Eres aquí forastera; De Algarbe las dulces auras Tu pompa halagan y besan: En fecundo suelo arraigas, Y al cielo tu cima elevas: Tristes lágrimas lloraras Si, cual yo, sentir pudieras. Tá no sientes contratiempos, Como yo, de suerte aviesa: A mí de pena y dolor Continuas lluvias me anegan.
Página 95 - ... justicia , pero templado con la misericordia. En las «leyes os doy mi consentimiento para que las orde«neis, corrigiendo las malas, omitiendo las supérfluas «y declarando los cánones oscuros ó dudosos Y á «vosotros, varones ilustres, gefes del oficio palatino, «distinguidos por vuestra nobleza, rectores de los «pueblos por vuestra experiencia y equidad, mis fie«les compañeros en el gobierno , por cuyas manos se «administra la justicia...
Página 303 - David , que se distinguió en este dia con estrañas proezas , y cayó lleno de heridas. Ya la victoria se declaraba á favor de los muslimes , y los cristianos se retiraban peleando , cuando la venida del encubridor tiempo de la noche puso treguas á tantos horrores. Quedaron los muslimes sobre el campo mismo de batalla, que estaba regado de humana sangre y cubierto de cadáveres y de heridos moribundos , que...
Página 64 - Establescemos por esta ley, que a de valer «por siempre, que la mugier romana puede casar con «omne godo , é la mugier goda puede casar con omne «romano.... E que el omne libre puede casar con la «mugier libre qual que quier, que sea convenible «por conseio, é por otorgamiento de sus parientes...
Página 139 - ... glorioso y completo ; por mucho tiempo cuando las crecientes del rio descarnaban las faldas de las colinas , se descubrían los huesos y armaduras de los soldados sarracenos. En medio de la vega de Cangas una capilla con la...
Página 139 - U propio tiempo los que se hallaban apostados entre las breñas hacían rodar á lo hondo del valle enormes peñascos y troncos de árboles que aplastaban bajo su peso á los agarenos y les causaban horrible destrozo. Apoderóse el desaliento de los musulmanes tanto como...
Página 287 - Sobrarbe y Aragón, cuyos naturales, unidos desde el principio de la guerra contra los africanos, por costumbres, simpatías y necesidades que les eran comunes, caminaron también acordes en sus instituciones civiles, hasta que la división de las monarquías, las nuevas conquistas de Aragón, y las relaciones de Navarra con Francia, les hizo contraer respectivamente otros hábitos, y alejarse con el tiempo de los primiti vos (2).