realiza la grandiosa obra de la unidad del Mundo y á la par que introduce en el poder el despotismo, prepara las antiguas naciones para que oyesen un dia bajo un cetro la voz poderosa de la verdad El prestigio y la fascinacion que ese poder unitario y central debia inspirar á los pueblos subsistió aun despues de las invasiones, y la majestad del Emperador pasó como una sombra imponente y apareció mas tarde como una forma real en las primeras y agitadas épocas de los modernos pueblos. ¿Que será pues el Romanismo considerado como elemento de estos pueblos? Es el conjunto de despojos mas o menos importantes de la Civilizacion que espira, son unos cuantos brillantes desprendidos de la diadema imperial de Roma. Es innegable que el Romanismo, como Civilizacion aunque llevaba en su seno la muerte, opuso á la rudeza de los bárbaros una cultura, que ofrecia grandes adelantos en las ciencias, en la literatura y en las artes. Y si bien Roma no fué en lo antiguo la maestra en la filosofía, ni en las demás ciencias, ni en el arte, pues esa gloria pertenece á Grecia, admitimos bajo el nombre de Romanismo, cuantos restos quedaron de la cultura antigua, aun aquellos en que se refleja el espíritu helénico que tanto influyó en la antigua Civilizacion.

La grandiosa obra de la legislacion civil romana, base en realidad de las modernas legislaciones, la razon escrita como los romanos la llamaban, parece que bastaria por si sola á considerar como mas importante este elemento, pero los mas acérrimos romanistas no pueden menos de reconocer que principios bien distintos, se han introducido en el Derecho Moderno; asi es que sin desconocer la inmensa importancia de la legislacion civil romana, bien podemos decir que el derecho de las nuevas nacionalidades no es una copia ni mucho menos de aquel. (')

Una cosa análoga pudiéramos decir de la influencia del latin en los idiomas modernos. La lengua latina ha sido, es verdad, la matriz de varias lenguas, como del italiano, del español y del francés, y aun ha influido algo en el inglés y el aleman (2) y esto lo reconocemos tanto como que el Derecho Civil romano es la fuente de las modernas legislaciones, pero esta doble afirmacion, si bien realza la importancia que indudablemente tiene el Romanismo, no basta para proclamar ni con mucho su primacía, pues ¿quien duda que en la obra de la legislacion moderna han influido tambien muchísimo el Cristianismo y el Germanismo, y este último tambien en la formacion y desarrollo de los idiomas, aun en los llamados neo-latinos? Todo este conjunto de influencias, todos estos resplandores mas ó menos brillantes del pasado, pero muy principalmente la idea de un régimen municipal, la obra importantísima de su Legislacion, y la idea de un poder absoluto central de magestad del Emperador, todo este conjunto tan diverso pasando á los nuevos pueblos, es lo que entendemos por Romanismo. II. Pero en la época del Imperio, cuando Roma es la Señora del Mundo, cuando apenas se ofrecen ya conquistas á su vencedora espada, y la Roma de ladrillo se convierte en Roma de mármol; cuando una sensual y refinada cultura reemplaza la antigua rudeza de las costumbres, y solo se oye la voz del Emperador en toda la tierra, un puñado de hombres, grandes en su humildad, heróicos en su firmeza, se atreven á alzar su voz contra el Capitolio y decir frente á frente á aquella sociedad corrompida, congregada por su dueño en el anchuroso circo del Coliseo, que hay algo mas grande que el Emperador, y algo mas noble que el abigarrado conjunto de dioses de todos los paises, que reune en el recinto de la ciudad el escepticismo romano. Esos hombres son los cristianos. Por toda

(1) Asi el CRISTIANISMO tuvo gran influencia en la moderna, Legislacion 1. con la participacion de la Iglesia en las Asambleas políticas, 2. con el Derecho canónico en general y con sus principios de dulzura y justicia que modificaron esencialmente el tratado de las personas al romper las cadenas de los antiguos esclavos. El elemento GERMANO tuvo tambien una influencia decisiva, 1. con los Códigos especiales de los pueblos invasores estendidos despues á la generalidad de cada país al verificarse mas tarde la fusion entre vencedores y vencidos, y 2. con su espíritu individual é independiente que dió origen á multitud de fueros y otras instituciones notables.

El estudio del Derecho Romano, tuvo no obstante siempre gran influencia y renació con nuevo vigor en la época del Renacimiento, tanto que hubo paises como España en que segun MACKELDEY DERECHO ROMANO p.o 95 pag. 59. solo el derecho romano se estudiaba en las Universidades hasta que Felipe V, dispuso que se estudiase tambien en las aulas el Derecho español. Pero el mismo Renacimiento, fomentando los estudios jurídicos modificó de un modo notable el antiguo derecho romano.

(2) La influencia latina es en efecto evidente en los idiomas modernos, no solo en su formacion, sino en su literatura, aun antes del Renacimiento, asi en la Edad Media la Iglesia escribió en latin las obras científicas y aun los documentos civiles y políticos, cultivándose tambien la literatura antigua en las escuelas públicas, y la HISTORIOGRAFÍA por eclesiásticos tan eminentes como Isidoro de Sevilla, Isidoro Pacense, Veda, Gregorio de Tours, Lamberto de Aschafenburgo, Saxo y Adem de Preme, y otros. La lengua romana iba entretanto briendose paso en los escritos, traduciendose ya del latin las mejores obras, y bien pronto las modernas literaturas tuvieron autores originales y grandes genios, cuyo amor à la antiguedad griega y romana, queda eclipsado no obstante en sus mismos escritos por la influencia invencible de las ideas y sentimientos de la moderna civilizacion.

defensa llevan una fé inquebrantable y por toda esperanza el premio de otra vida mejor que no comprende aquella sociedad corrompida. Y cuando los mártires despedazados por las fieras riegan con su sangre la arena del Circo, brotan por cada gota derramada nuevos defensores de la doctrina innovadora, que se presenta con las armas de la persuasion, de la humildad y del amor, haciendo vacilar en su trono á los tiranos, que pretenden en vano ahogar con la fuerza la verdad.

La doctrina sublime que Jesucristo predicó en Judea, y que pescadores humildes se encargaron de propagar por toda la tierra, logró á través de grandes persecuciones, tener prosélitos en el Imperio y triunfar por fin en tiempo de Constantino. (1) Esta lucha tan ruda con el paganismo contribuyó á afirmar con notable fuerza las creencias cristianas, y la firmeza y ejemplo de los mártires contribuyó no poco á este resultado.

El Cristianismo, podemos considerarlo como Religion y como Civilizacion. (2) No es de este lugar considerarlo bajo el primer aspecto, basta consignar que la influencia civilizadora del cristianismo, que en su lugar examinaremos, colocan este elemento en el lugar preferente. Al llegar las invasiones en el siglo V, el Cristianismo no es ya una creencia individual, es la religion del Imperio, y forma ya una Iglesia, esto es una sociedad constituida con su disciplina ó régimen interior. Por esta razon al considerar, la influencia del Cristianismo, consideraremos tambien á la par la influencia de la Iglesia, única depositaria de las creencias cristianas de aquellos primitivos tiempos.

¿Qué es por lo tanto el Cristianismo considerado como elemento de los Pueblos Modernos? Como religion el cuerpo de doctrina mas puro y sublime que existe y existirá jamás; como Civilizacion el progreso en todos los ramos como probaremos al estudiar su influencia, comprendiendo bajo la calificacion de Cristianismo, no solo la doctrina en sí, sino tambien la obra cristiana de la Iglesia, que lo representa, acogiendo bajo el anchuroso manto de este elemento sublime, alma de la nueva Civilizacion, aun á los hereges cismátios, que como los protestantes, los griegos y los rusos, aunque separados, son monoteos en sus creencias, y creen en la divinidad de Jesucristo. En este sentido el Cristianismo, como veremos, ha sido el elemento mas influyente en la Moderna Civilizacion; la pura idea de su moral nos esplica la oposicion que encontró en el Paganismo, pues opuso al politeismo antiguo, la creencia en un solo Dios, á las razas la creencia en la unidad de la especie humana, al destino y fin del hombre tan erróneo en la antigüedad, el sentimiento de la dignidad personal y la inmortalidad del alma. La obra admirable del Cristianismo consiste no solamente en proclamar una nueva doctrina sino en derribar toda una Civilizacion, en inaugurar una nueva era en el espinoso sendero de la historia, consiste en luchar contra el poder mas gigante con el arma de la verdad proclamando la libertad y la igualdad entre los hombres. La sociedad romana estaba corrompida, la Sociedad antigua en general estaba gangrenada por el cáncer de la esclavitud que negaba la libertad y establecia las mas odiosas desigualdades. El intento tan solo de curar este cáncer espantoso era una empresa titánica, que solo la fé en la verdad podia emprender favorecida por Dios. Cuatro siglos tuvo el Cristianismo para organizarse, para convertirse de creencia perseguida en Religion del Imperio, de tímida asociacion escondida en las sombras de las catacumbas, en Iglesia triunfante. Cuatro siglos de lucha contínua con el Paganismo, que aquilataron la fé cristiana y dió á los creyentes indomable fuerza, cuatro siglos que esplican por si solos como resiste el Cristianismo la rudeza del huracan de las invasiones. (3)

III. En el siglo V. aparece el Germanismo, nuevo elemento, que es la sávia vírgen y fecunda, que viene á infiltrarse en el corroido cuerpo social. El Paganismo era ya un cadáver, pero por lo

(1) Este Emperador vió segun Mater, aparecer una cruz en los aires, prometiéndole la victoria contra Licinio si acogia bajo tan gloriosa enseña los romanos estandartes.

(2) No deben confundirse en efecto la Religion y la Civilizacion. La 1.a se funda como dice el ilustre historiador Cantú, EN LA FÉ, la 2.a en el CONOCIMIENTO, la Civilizacion en lo RELATIVO Y ACCIDENTAL, la Religion en LO ABSOLUTO Y NECESARIO. La Civilizacion tiene por ley la LIBERTAD, con la cual se va desarrollando; la Religion tiene por ley la AUTORIDAD con la cual conserva la propia perfeccion. Historia Universal.-Tomo II. Epílogo al Libro VI)

(3) A la fuerza incontrastable de la verdad cristiana se unieron indudablemente CIRCUNSTANCIAS HUMANAS favorables á su triumfo, circunstancias que aunque por si solas no lo determinaron como pretende GIBBON creo no obstante como el historiador ALZOG que contribuyeron á él poderosamente. Así los inmensos padecimientos de aquellos tiempos y el estado degradante y misero de gran parte de los hombres favoreció con otras mil causas el triumfo de la verdad que jamás aspíra á los honores del poder terreno, contrabaJanceando estas mismas circunstancias humanas los grandes obstáculos que el Cristianismo tuvo que vencer,

mismo exhalaba corrompida admósfera, que entorpecia la marcha de la Historia, el destino de la humanidad. Dificil es para la razon humana preveer qué hubiera sido de la sociedad si el Germanismo no hubiera venido á ayudar la grandiosa obra civilizadora del Cristianismo. La lucha aunque sorda hubiera continuado con el mundo pagano, como nos prueba el asumirse el Imperio la jefatura de la Religion, reuniendo los poderes espiritual y temporal en una sola mano. Las invasiones de nuevos pueblos vinieron pues á ser una ayuda y un nuevo fundamento de la moderna Civilizacion, siendo por sí solas una prueba en mi concepto de la intervencion providencial en el majestuoso curso de la historia humana.

¿En qué consiste el Germanismo? ¿Quiénes son los Germanos? Si atendemos a sus precedentes historicos la calificacion romana de barbaros nos esplica que eran estranjeros, hostes enemigos del Imperio, y si notamos que se añade del Norte, tenemos ya su procedencia. Al N. del Imperio Romano en efecto en las anchurosas selvas de la Germania, estaban de espectativa esos pueblos, que eran ya temibles en tiempo de Augusto y objeto de zozobra en tiempo de Tiberio, pueblos que por su organizacion militar caracteristica, luchaban ya entonces y humillaron algunas veces el orgullo de las águilas romanas, siempre hasta entonces vencedoras. Procedentes de la Escandinava de ios paises eslavos, cuyo primer asiento se pierde en la noche de los tiempos, ese conjunto indefinible de pueblos se habia corrido del Oriente N. al N. Occidente, influyendo en ello tal vez las guerras de Pompeyo, y á efecto sin duda de emigraciones necesarias, pues no tendrian abundantes medios de subsistir en las regiones de las nieves. Los Germanos, pues, establecidos en la Germania se vieron empujados por estas corrientes providencialmente naturales, y se vieron precisados á abrirles paso y á emprender ellos mismos la invasion.

La invasion de los pueblos bárbaros del N. no fué como es sabido un solo hecho, ni se verificó de comun acuerdo. Las invasiones se suceden, se multiplican, y los mismos pueblos invasores teniendo por objetivo á Roma, luchan entre sí y se disputan el terreno conquistado. Pero estas corrientes de pueblos que reciben diferentes nombres y que citados cronológicamente se llamaron ya Ostrogodos, Suevos, Vándalos y Alanos, ya Borgoñones, Visigodos, Sajones, Erulos y Francos, ya Lombardos, Normandos y Daneses, prolongan hasta el siglo IX la agitacion espantosa producida por la invasion. Pero el hecho material por sí solo, apesar de su inmensa trascendencia no haria del Germanismo el 2.o elemento importante de los nuevos pueblos, sino se juntaran á tan grandiosos precedentes históricos, unos precedentes morales que vienen à favorecer, à completar, á facilitar si se quiere la revolucion civilizadora del Cristianismo. No me estenderé en describir aqui las costumbres de los ermanos, bastará consignar que Tácito (1) las describia á sus conciudadanos como un modelo digno de imitarse, laudable intencion que por desgracia no secundó en la práctica el sibaritismo escesivo de los últimos tiempos de Roma. Los germanos componian un pueblo guerrero, pero sencillo en sus costumubres; dóciles y respetuosos con la muger, por lo regular sóbrios y celosos de su independencia individual. Estos precedentes morales aunque ligeramente indicados bastan ya á enaltecer la importancia del Germanismo, y nos esplican como combinado este elemento con el Cristianismo pudo inaugurarse una nueva Civilizacion.

No todos los publicistas sin embargo han estado conformes en dar esta importancia al Germanismo, y hasta hay escritores como Renoir que consideran á los germanos como bárbaros que en nada influyeron en la Civilizacion. El negar la rudeza de las invasiones y la devastacion que trajeron consigo, seria negar la verdad de la Historia; las mismas luchas entre los pueblos invasores son un dato para apreciar la desolacion de las ciudades y los campos. Roma misma fué saqueada siete veces. Pero apesar de ser tan feroces en la guerra las tribus germanas llevando una vida de emigracion tenian que ser dóciles hasta cierto punto y suaves en la paz, llevando un corazon de cera bajo una coraza de hierro. Nadie que conozca la cultura y el refinamiento à que llegó Roma en sus últimos tiempos, podrá negar á esos escritores que la vetusta Roma tenia mas buenas formas, mas arte, mas oropel que la jóven Germania, ruda pero virgen, tosca pero sencilla. Pero tampoco podrá negar Renoir, que bajo el oropel romano se ocultaba un cadáver, mientras que bajo el rudo manto del germano se ocultaban sentimientos nobles, individuales y generosos. A la prostitucion antigua oponia el Germanismo el considerar á la mujer como compañera no solo en la paz sino en la guerra, pues

1) OEuvres complétes de Tacite, traduction nouvelle de Charles Louandre.-V edition acompagnée du texte latin; t. 1, p.o XIX. NÚM. I. 3

que en el campo de batalla moria al lado del guerrero ó participaba de su gloria. Esta tendencia, esta inclinacion natural de aquellas tribus á la unidad del amor es un dato estimable para apreciar la dulzura de sus costumbres, y si bien es verdad que era permitida la poligamia ad nobilitatem á los jefes y principales guerreros, el Cristianismo con su idea elevada y pura de la familia libró á los nuevos pueblos de los defectos gravísimos que viciaban la familia antigua.

Pero si el Cristianismo se encargó de convertir, de civilizar y preparar esos pueblos, esas invasiones apesar de su rudeza favorecieron su obra civilizadora. Parece estraño á primera vista que proclamemos una afirmacion tan rotunda cuando lo natural parece que consignemos que las invasiones fueron un gravisimo peligro para la obra cristiana, pero no fué asi. Ya hemos dicho en otro lugar que el Cristianismo tuvo cuatro siglos para afirmarse antes de la invasion. Á haber sido una creencia individual sin organizacion alguna, creo como Guizot que hubiera corrido gran peligro, pero en el siglo V existia ya una Iglesia organizada y esto ya nos esplica como pudo hacer frente á las invasiones. Esto no disminuye en nada el mérito de la obra de la Iglesia, pero es una esplicacion de como pudo hacer frente á la invasion en Europa, sin desaparecer como sucedió mas tarde por otro huracan análogo en Asia y Africa.

Pero además de estar la Iglesia organizada concurrieron á mantener con firmeza el Cristianismo la política de la Iglesia con los germanos, y el Germanismo mismo por los precedentes morales ya indicados. Roma era para todos los pueblos invasores la idea fija, principal y soñadora; un sentimiento de ambicion, de curiosidad respetuosa y de indecible anhelo los guiaba hácia la antigua Señora del Mundo, que aun viéndola abatida respetaban y temian. Los jefes de esas tribus invasoras pronto tendieron a imitar la pompa imperial y se complacian en rodearse de los atributos de los antiguos señores de la tierra, y aun alguno como Teodósio se proclamó en Roma Emperador. Esta tendencia, este respeto por el fausto fué lo primero que aprovechó la Iglesia, presentándose á los nuevos pueblos rodeada de un fausto tan majestuoso en las ceremonias, de una grandeza que debió impresionar vivamente á los invasores. Logrado un principio de respeto la Iglesia amenazada buscó con anhelo su independencia y proclamó la separacion del poder espiritual del temporal pretendiendo tan solo dominar las almas.

Y al propio tiempo que asi se defendia y preparaba para influir en los nuevos pueblos, recogia con avidez los restos del saber antiguo, reunia en el Templo sagrado de la Teología las antiguas ciencias, ocultaba los tesoros del arte, se introducia en las Cúrias, y mantenia con inmortal aliento lo poco digno de conservarse de las instituciones antiguas. Y favoreciéndole el cielo en tan grandiosa obra el Cristianismo halló en los mismos Germanos el cimiento mas robusto de su poder. El Cristianismo habia proclamado la libertad y la igualdad entre los hombres y tenia que luchar en el mundo pagano con la esclavitud que lo corroia, negando la libertad humana, y estableciendo las mas monstruosas desigualdades, mientras que los nuevos pueblos le facilitaron la destruccion de la esclavitud, pues apesar de sus muchas desigualdades gerárquicas, habia entre ellos relaciones personales, empeños de hombre á hombre, guardándose la lealtad sin necesidad de obligacion esterior, relaciones en fin que si traian los siervos, desechaban por completo los esclavos. Pudo pues el Cristianismo decir en alta voz y sin peligro á los germanos lo que no pudo decir sin anegarse en lagos de sangre á los últimos Romanos. Por estas y otras causas que seria largo enumerar creo firmemente que el Germanismo vino á favorecer la obra civilizadora de la Iglesia, y combinados estos dos elementos, unidos con algunos restos apreciables de lo antiguo pudieron constituir juntos la Civilizacion moderna, tan distinta en sus tendencias, tan diametralmente opuesta en sus aspiraciones á la Sociedad antigua.

Precisado ya lo que entendemos por Romanismo, Cristianismo y Germanismo, siguiendo su aparicion cronológica y habiendo concedido el primer lugar al Cristianismo, el segundo al Germanismo, y el último al Romanismo, debiéramos ya empezar el estudio de la influencia respectiva de estos tres elementos en el desarrollo del hombre y de la Sociedad, pero antes de empezar este complicado estudio preciso será que rechacemos la opinion de algunos autores, que pretenden que el Islamismo y el recuerdo de antiguas constituciones son dos elementos constitutivos de los nuevos pueblos, que deben añadirse á los ya indicados. Cuestion es esta cuya gravedad no puede desconocerse y que merece por lo tanto alguna atencion.

(SE CONTINUARÁ.)

JUAN DE ARANA.

De un tomo de curiosos manuscritos que obra en nuestro poder hemos copiado á continuacion una interesante reseña de la vida proceso y muerte de Don Rodrigo Calderon, ministro que fué del rey de España D. Felipe III, uno de los la genepersonajes que mas se destacan en la corte de aquel soberano y que por ralidad de los historiadores ha sido colocado en lugar preferente en el cuadro de las aventuras por su época, llegando á popularizarle los novelistas se le atribuyen. Con todo, hasta hoy tantas imputaciones, tantos misterios no han sido esclarecidos la crítica histórica, sin escribirse para dicho objeto á pesar de su reconocida importancia, ningun estudio especial, ninguna monografía que reuniera las dispersas noticias, existentes aun sobre la vida de tan celebrado ministro.

por

delitos Ꭹ

que

Entendemos que cumple en parte con este descuido el ya mencionado manuscrito que hoy publicamos por su animada narracion, amena y entretenida lectura por su castizo lenguaje, siendo todas sus páginas de una curiosidad esquisita por la revelacion de ideas y costumbres de aquellos tiempos.

Apesar de nuestras investigaciones ignoramos el año en que se escribiera, si bien de su contenido y estilo puede deducirse que lo fué poco despues de los acontecimientos que relata; de su autor nada sabemos, mas tiene su manuscrito todo el carácter de la mas completa veracidad por los comprobantes que ofrecen varias obras y documentos (1) que se relacionan con la vida y muerte de D. Rodrigo Calderon á cuyo fin hemos consultado.

POR LA CÓPIA Y LAS NOTAS,

E. de M.

NOTICIAS PARTICULARES

DEL NACIMIENTO, PÁTRIA, VIDA, PRIVANZA, PRISION Y MUERTE DE DON RODRIGO CALDERON que fué, Primer Ministro de España, Conde de la Oliva, Marqués de Siete Iglesias, Cavallero del Orden de Santiago, Comendador de Ocaña, Capitan de la Guarda Alemana, contínuo de la Casa de los Reyes de Aragon, secretario

(1) Entre las muchas obras y estudios históricos que se han escrito sobre D. Rodrigo Calderon, creemos de interés citar á continuacion los siguientes que pueden ilustrar la narracion del manuscrito que comenzamos à publicar en este número.

En la Biblioteca Nacional, Madrid, seccion de M. S. S. se conservan los siguientes trabajos inéditos: Nacimiento, prision y muerte de D. Rodrigo Calderon, por su amigo Gerónimo Torquemada; T. 223-234.-Relacion de su vida y muerte; G. C. 132; H. 28.—Vida del mismo, G. 132 páginas 13.-Historia de D. Rodrigo Calderon, por Gabriel de Navarro Aldamos Oviedo. v. 196, pág. 24. - Avisos manuscritos.-Historia de la vida y muerte de D. Rodrigo Calderon, C.c. 119, T. 61, pág. 79.

En la biblioteca de la Academia de la Historia puede examinarse el Memorial ajustado sobre la causa de D. Rodrigo, para que se confirme la sentencia de muerte promovida contra él.-Cédulas de perdon solicitadas y obtenidas por el mismo. Conclusion que el fiscal pretende se repele la implicacion de la sentencia de muerte y pueda ser ejecntada.

Además de las mencionadas obras, débense citar los «Grandes anales de quince dias. - Historia de muchos siglos que pasaron en un mes. Memorias que guarda á los que vendrán D. Francisco de Quevedo Villegas, caballero de la órden de Santiago,» publicado en el tomo xxII de la Biblioteca de autores españoles de Rivadeneyra, por D. Aureliano Fernandez Guerra, y la interesante «Historia de D. Felipe III, escrita por Bernardo Vivanco su ayuda de camara, secretario de la estampilla y del Consejo Supremo de la Inquisicion.»> De esta obra, aunque inédita se conocen muchas cópias, y de ella se sirvió D. Modesto Lafuente para historiar la privanza del duque de Lerma y de D. Rodrigo Calderon. En el Archivo general de Simancas y en el legajo numero 34 de Diversos de Castilla, hay curiosos documentos referentes al mismo, y en el Histórico Nacional está el espediente de pruebas que se formó cuando se le concedió el hábito de Santiago, procedente del archivo de la casa conventual de Uclés.