ObrasGaspar y Roig, 1866 - 540 páginas |
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Términos y frases comunes
acabar agena agora alabanzas alegría alma amigo amor Antonio Apolo Arnaldo Artidoro Auristela bajel buena caballero cantar Carino cielo comenzó Constanza contento Cornelia corregidor criados Damon debia decia decir dejó dellos desdichado deseo despues desta destos diciendo digo dijo dió discreto doncella duque Elicio enamorado Erastro esperanza esposo estaba Florisa fuese Galatea Gelasia gente gitana Grisaldo gusto habeis habia halló hermano hermosa hermosura hicieron hijo honestidad honra ingenio Isabela isla lágrimas lengua Leocadia Leonisa llamaba llegó llevar luego mano Marco Antonio Meliso mira Monipodio mostraba mozo muerte mundo Nápoles navío Nicosia Nísida noche oido ojos padre parece paso pastores pecho pensamientos peregrinos Periandro poco podia Preciosa pudo puesto puso quedó queria quiero quiso quitar razones recebir replicó respondió Ricaredo Ricla rostro saber salir Silena Silerio suelo tambien tengo tenia Teodosia Teolinda tierra Timbrio Tirsi traia venia ventura verdad vieron vino visto voluntad volvió vuesa merced zampoña
Pasajes populares
Página 311 - Riselos; todos eran Antones, Domingos, Pablos o Llorentes; por donde vine a entender lo que pienso que deben de creer todos: que todos aquellos libros son cosas soñadas y bien escritas para entretenimiento de los ociosos, y no verdad alguna ; que a serlo, entre mis pastores hubiera alguna reliquia de aquella felicísima vida, y de aquellos amenos prados, espaciosas selvas, sagrados montes, hermosos jardines, arroyos claros y cristalinas fuentes, y de aquellos tan honestos cuanto bien declarados...
Página 314 - ... cómo los reñían con suavidad, los castigaban con misericordia, los animaban con • ejemplos, los incitaban con premios, y los sobrellevaban con cordura; y finalmente cómo les pintaban la fealdad y horror de los vicios, y les dibujaban la hermosura de las virtudes, para que aborrecidos ellos y amadas ellas, consiguiesen el fin para que fueron criados.
Página 129 - Una cosa me atreveré a decirte: que si por algún modo alcanzara que la lección de estas Novelas pudiera inducir a quien las leyera a algún mal deseo o pensamiento, antes me cortara la mano con que las escribí que sacarlas en público; mi edad no está ya para burlarse con la otra vida, que al cincuenta y cinco de los años gano por nueve más y por la mano.
Página 231 - Viéndose, pues, tan falto de dineros y aun no con muchos amigos, se acogió al remedio a que otros muchos perdidos en aquella ciudad se acogen, que es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de España, iglesia de los alzados, salvoconducto de los homicidas...
Página 71 - Muéstrase la una parte de la belleza corporal en cuerpos vivos de varones y de hembras, y ésta consiste en que todas las partes del cuerpo sean de por sí buenas, y que todas juntas hagan un todo perfecto y formen un cuerpo proporcionado de miembros y suavidad de colores.
Página 128 - Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlos V, de felice memoria».
Página 114 - De la región antártica podría eternizar ingenios soberanos, que si riquezas hoy sustenta y cría también entendimientos sobrehumanos. Mostrarlo puedo en muchos este día y en dos os quiero dar llenas las manos: uno de Nueva España y nuevo Apolo, del Perú el otro, un sol único y solo.
Página 311 - Juanica, y otras cosas semejantes; y esto, no al son de chirumbelas, rabeles o gaitas, sino al que hacía el dar un cayado con otro, o al de algunas tejuelas puestas entre los dedos; y no con voces delicadas, sonoras y admirables, sino con voces roncas, que, solas o juntas, parecía, no que cantaban, sino que gritaban o gruñían.
Página 373 - Lo que se ha de entender desto de convertirse en lobos, es que hay una enfermedad, a quien llaman los médicos manía lupina, que es de calidad que, al que la padece, le parece que se ha convertido en lobo, y aulla como lobo, y se junta con otros heridos del mismo mal, y andan en manadas por los campos y por los montes, ladrando ya como perros, o ya aullando como lobos...
Página 141 - ... amigas; con la misma facilidad las matamos y las enterramos por las montañas y desiertos como si fueran animales nocivos; no hay pariente que las vengue ni padres que nos pidan su muerte.