Del manzanares al DarroGil Blas, 1922 - 245 páginas |
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... hijos de la fantasía han tomado ser huma- no , han vivido nuestra vida . Las huellas de esa vida busca- mos en esos sitios que nos hablan de ellos ; las señales de su paso , los recuerdos de sus hechos , los vestigios de sus nom- bres ...
... hijos de la fantasía han tomado ser huma- no , han vivido nuestra vida . Las huellas de esa vida busca- mos en esos sitios que nos hablan de ellos ; las señales de su paso , los recuerdos de sus hechos , los vestigios de sus nom- bres ...
Página 19
... hijos del Escalda ; la segunda vez que pasé por su pueblo al alba de San Juan , agrupados en las entradas de las calles , esperaban la llegada de los toros que habían de correrse por la tarde , con la misma impaciencia , los mismos ...
... hijos del Escalda ; la segunda vez que pasé por su pueblo al alba de San Juan , agrupados en las entradas de las calles , esperaban la llegada de los toros que habían de correrse por la tarde , con la misma impaciencia , los mismos ...
Página 24
... hijo reniega de los suyos ? ¿ Cuál trocaría el hogar don- de nació y creció al amparo de ellos , al calor de su ternura in- finita , por otro siquiera más rico , más famoso , donde respirase el aire frío de la soledad y la indiferencia ...
... hijo reniega de los suyos ? ¿ Cuál trocaría el hogar don- de nació y creció al amparo de ellos , al calor de su ternura in- finita , por otro siquiera más rico , más famoso , donde respirase el aire frío de la soledad y la indiferencia ...
Página 31
... entre los árabes . Su hijo y sucesor Hixem continuó y terminó el templo . De las 1.093 columnas que entonces tenía quedan unas 850. Des- aparecieron las planchas de bronce de sus diez y nueve 31 DEL DARRO MANZANARES AL.
... entre los árabes . Su hijo y sucesor Hixem continuó y terminó el templo . De las 1.093 columnas que entonces tenía quedan unas 850. Des- aparecieron las planchas de bronce de sus diez y nueve 31 DEL DARRO MANZANARES AL.
Página 33
... hijos son de una madre San Marcos de Venecia y el Mihrab de Córdoba . Arte enervado por el clima de su cuna , intérprete de senti- mientos voluptuosos , su objeto es seducir , no imponer ; su ca- rácter la gracia , no la majestad . El ...
... hijos son de una madre San Marcos de Venecia y el Mihrab de Córdoba . Arte enervado por el clima de su cuna , intérprete de senti- mientos voluptuosos , su objeto es seducir , no imponer ; su ca- rácter la gracia , no la majestad . El ...
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 147 - Este despedazado anfiteatro, impío honor de los dioses, cuya afrenta publica el amarillo jaramago, ya reducido a trágico teatro, ¡oh fábula del tiempo!, representa cuánta fue su grandeza y es su estrago, ¿Cómo en el cerco vago de su desierta arena el gran pueblo no suena?
Página 147 - ¡oh fábula del tiempo!, representa cuánta fue su grandeza y es su estrago, ¿Cómo en el cerco vago de su desierta arena el gran pueblo no suena? ¿Dónde, pues fieras hay, está el desnudo luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte?
Página 42 - Con mis lágrimas regué las palmas que el Forat riega, pero las palmas y el río se olvidaron de mis penas, cuando mis infaustos hados y de Alabas la fiereza me forzaron a dejar del alma las dulces prendas; a ti de mi patria amada ningún recuerdo te queda, pero yo triste no puedo dejar de llorar por ella.
Página xxii - Las aguas corrientes no son riqueza sólo; son vida del paisaje. Porque el agua posee los tres accidentes del vivir: luz, voz y movimiento; luz reflejada, como la luz de la pupila; voz ligera y amorosa, soñolienta y grave, como la voz de la garganta humana. No hay soledad donde el agua corre; no hay tristeza donde el agua mana; no hay desierto do'nde el agua vive. Fecunda el suelo y despierta el alma, arrulla el dolor, ensancha la alegría, es compañía y música, medicina y deleite; sobre sus...
Página 119 - Maestre, la muerte del hijo tierno, la prisión de Doña Blanca, sirven de infame proceso. Algunos pocos leales dan voces, pidiendo al cielo justicia, pidiendo al rey, y mientras que dicen esto, «Los de Enrique», etc.
Página 42 - Tú también, insigne palma, Eres aquí forastera; De Algarbe las dulces auras Tu pompa halagan y besan: En fecundo suelo arraigas, Y al cielo tu cima elevas: Tristes lágrimas lloraras Si, cual yo, sentir pudieras.
Página xxvi - Escalante vaga, misteriosa y melancólica sinfonía, que sugiere al alma mucho más de lo que con palabras expresa. Ambos han visto la Montaña como nunca ojos humanos la habían visto antes que ellos; ambos la han amado con amor indómito y entrañable, y puede decirse que su obra se completa para gloria de nuestra gente, que, después de haber guardado un silencio de siglos, habló al fin por sus labios inmortales.
Página 42 - Tú también, insigne palma, eres aquí forastera, de Algarbe las dulces auras tu pompa halagan y besan, en fecundo suelo arraigas y al cielo tu cima elevas, tristes lágrimas lloráras si cual yo sentir pudieras.
Página 44 - No admitas sentencia ajena Que nos tase el desagravio, Que sólo es buen juez Castilla Para el honor castellano. »No pienses en la riqueza, Ni en si está el Tesoro exhausto, Porque el más rico tesoro Es el honor bien guardado.
Página xiv - Los obras de este incomparable escritor aspiran un aliento verdaderamente poético; las sentencias son agudas, deleitosas y graves; las palabras, propias y bien sonantes; los modos de decir, escogidos y cortesanos; los números, aunque generosos y llenos, son blandos y regalados; el...