Del manzanares al DarroGil Blas, 1922 - 245 páginas |
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Página 16
... moros , sus eternos enemigos ; hasta allí llegaban en algarada , y si bajaban a veces al llano era sólo para dejar en él algunos de los suyos , muertos por las lanzas de los fronteros andaluces . Un día , sin embargo , llegaron los ...
... moros , sus eternos enemigos ; hasta allí llegaban en algarada , y si bajaban a veces al llano era sólo para dejar en él algunos de los suyos , muertos por las lanzas de los fronteros andaluces . Un día , sin embargo , llegaron los ...
Página 18
... moros , y sobre la tienda del emir Amumenin plan- ta la cruz Alfonso VIII y ofrece a Dios los despojos de la vic- toria . Era el 16 de julio de 1212 , y por eso celebra España en se- mejante día el Triunfo de la Santa Cruz . La vista ...
... moros , y sobre la tienda del emir Amumenin plan- ta la cruz Alfonso VIII y ofrece a Dios los despojos de la vic- toria . Era el 16 de julio de 1212 , y por eso celebra España en se- mejante día el Triunfo de la Santa Cruz . La vista ...
Página 29
... moros cordobeses y granadies . Subí escaleras , hechas con trozos de lápidas y columnas , atravesé corredores y pati- nillos , donde se columpiaban alegremente al aire las encendi- das capuchinas , y me encontré por fin en la calle , a ...
... moros cordobeses y granadies . Subí escaleras , hechas con trozos de lápidas y columnas , atravesé corredores y pati- nillos , donde se columpiaban alegremente al aire las encendi- das capuchinas , y me encontré por fin en la calle , a ...
Página 30
... ropas talares , el andar grave y mesurado de los moros , su reverencia que nada dis- trae , sus meditaciones que nadie turba . Repoblad las largas naves de la multitud recogida y silenciosa de los fieles 30 A MÓS DE ESCALA N TE.
... ropas talares , el andar grave y mesurado de los moros , su reverencia que nada dis- trae , sus meditaciones que nadie turba . Repoblad las largas naves de la multitud recogida y silenciosa de los fieles 30 A MÓS DE ESCALA N TE.
Página 32
... moros de Granada para hacer edificar el suyo ? Resto y señal de la primitiva magnificencia de la mezquita cordobesa es el Mihrab , o lugar sagrado donde se custodiaba el Corán . Antes de llegar a él hay un vestíbulo o capilla , cuyo ...
... moros de Granada para hacer edificar el suyo ? Resto y señal de la primitiva magnificencia de la mezquita cordobesa es el Mihrab , o lugar sagrado donde se custodiaba el Corán . Antes de llegar a él hay un vestíbulo o capilla , cuyo ...
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 147 - Este despedazado anfiteatro, impío honor de los dioses, cuya afrenta publica el amarillo jaramago, ya reducido a trágico teatro, ¡oh fábula del tiempo!, representa cuánta fue su grandeza y es su estrago, ¿Cómo en el cerco vago de su desierta arena el gran pueblo no suena?
Página 147 - ¡oh fábula del tiempo!, representa cuánta fue su grandeza y es su estrago, ¿Cómo en el cerco vago de su desierta arena el gran pueblo no suena? ¿Dónde, pues fieras hay, está el desnudo luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte?
Página 42 - Con mis lágrimas regué las palmas que el Forat riega, pero las palmas y el río se olvidaron de mis penas, cuando mis infaustos hados y de Alabas la fiereza me forzaron a dejar del alma las dulces prendas; a ti de mi patria amada ningún recuerdo te queda, pero yo triste no puedo dejar de llorar por ella.
Página xxii - Las aguas corrientes no son riqueza sólo; son vida del paisaje. Porque el agua posee los tres accidentes del vivir: luz, voz y movimiento; luz reflejada, como la luz de la pupila; voz ligera y amorosa, soñolienta y grave, como la voz de la garganta humana. No hay soledad donde el agua corre; no hay tristeza donde el agua mana; no hay desierto do'nde el agua vive. Fecunda el suelo y despierta el alma, arrulla el dolor, ensancha la alegría, es compañía y música, medicina y deleite; sobre sus...
Página 119 - Maestre, la muerte del hijo tierno, la prisión de Doña Blanca, sirven de infame proceso. Algunos pocos leales dan voces, pidiendo al cielo justicia, pidiendo al rey, y mientras que dicen esto, «Los de Enrique», etc.
Página 42 - Tú también, insigne palma, Eres aquí forastera; De Algarbe las dulces auras Tu pompa halagan y besan: En fecundo suelo arraigas, Y al cielo tu cima elevas: Tristes lágrimas lloraras Si, cual yo, sentir pudieras.
Página xxvi - Escalante vaga, misteriosa y melancólica sinfonía, que sugiere al alma mucho más de lo que con palabras expresa. Ambos han visto la Montaña como nunca ojos humanos la habían visto antes que ellos; ambos la han amado con amor indómito y entrañable, y puede decirse que su obra se completa para gloria de nuestra gente, que, después de haber guardado un silencio de siglos, habló al fin por sus labios inmortales.
Página 42 - Tú también, insigne palma, eres aquí forastera, de Algarbe las dulces auras tu pompa halagan y besan, en fecundo suelo arraigas y al cielo tu cima elevas, tristes lágrimas lloráras si cual yo sentir pudieras.
Página 44 - No admitas sentencia ajena Que nos tase el desagravio, Que sólo es buen juez Castilla Para el honor castellano. »No pienses en la riqueza, Ni en si está el Tesoro exhausto, Porque el más rico tesoro Es el honor bien guardado.
Página xiv - Los obras de este incomparable escritor aspiran un aliento verdaderamente poético; las sentencias son agudas, deleitosas y graves; las palabras, propias y bien sonantes; los modos de decir, escogidos y cortesanos; los números, aunque generosos y llenos, son blandos y regalados; el...