Sacra Católica Cesárea Magestad, humilde criado de Vuestra Magestad, que sus reales piés y manos besa. -D. Antonio de Mendoza.

RELACION É INFORMACION DEL VIAJE QUE HIZO Á LAS HIgueras el bachiller Pedro Moreno.-(Año 1525). (1)

En quince dias del mes de Mayo de mil é quinientos é veinte é cinco años, el señor capitan bachiller Pedro Moreno llegó en el dicho navio llamado Trinidad á Cabo de Honduras, en busca de mucha gente que allá abia venido á poblar, é para aber de ello más informacion, de las cosas pasadas entre los capitanes, como de la dispusicion de la tierra, como de lo de todo lo demás nescesario de que se deba de facer pesquisicion é aber informacion para que Su Magestad é los señores de su Abdiencia Real sean informados, é para que á cada cosa dello el dicho señor Capitan pueda proveer lo mejor que vea que debe ser proveido por el presente, todo lo que al servicio de Su Magestad viere que cumple; é fallada la gente é pueblo do estaba la dicha gente que así abia venido á poblar, de los quales el dicho señor juez fizo pa. rescer ante sí á Alonso de Pareja é Antoño de la Torre, regidores de la isla de Trujillo, nuevamente poblada en Cabo de Honduras, é Francisco de la Miñana, procurador de la dicha villa, é Diego de Dueñas, vecino della, é á Diego de Vargas, natural de Lébana, ques en Castilla en

(1) Archivo de Indias. Patronato, Est. 1.o, Caj. 1.

las montañas, de los quales é de cada uno dellos recibió juramento en forma debida de derecho.

El dicho Alonso de Pareja, regidor de la dicha villa de Trujillo, agora nuevamente poblada en Cabo de Honduras, abiendo jurado é siendo preguntado acerca de las cosas pasadas en este golfo de las Higueras, é lo acaescido entre los capitanes que á ella an venido á poblar, é todo lo demás que dello â suscedido fasta la dispusicion que agora está la tierra, é siéndole mandado, so cargo del juramento, que declare todo lo que sabe é â visto é oido decir acerca de lo susodicho, dixo lo siguiente: Dixo que lo que sabe es, que podrá aber honze meses poco más ó ménos tiempo queste testigo vino de la Nueva España á este golfo de las Higueras, con Cristóbal Dolid, ya difunto, que venia por capitan por mandado de Fernando Cortés, para que poblase por él en nombre de Su Magestad; é vinieron á desembarcar al Triunfo de la Cruz, con obra de docientos hombres poco más ó ménos; é luego el dicho Cristóbal Dolid pobló allí é puso su justicia é regidores, é comenzó á entrar por la tierra é dexó allí poblado, como dicho es, en nombre de Su Magestad, é fué con obra de ciento é sesenta hombres de pié é de caballo, y entró más de treinta é cinco leguas la tierra dentro, poco más ó ménos, é hizo de paz sin matar indio ninguno ni facerles ningund daño quatro ó cinco caciques que tenian muy mucha copia de gente, que un cristiano ó dos iban siguros por la tierra adentro, con lo quel dicho Cristóbal Dolid mandava ; y fecho esto el dicho Cristóbal Dolid, le fueron á decir como era venido al dicho puerto del Triunfo de la Cruz, un navio de Diego de Aguilar, y él sabido esto, tornó al dicho puerto al dicho pueblo á despachar el

navío é dar descargo á su gente de los bastimentos que traiau, é así venido y estando en el dicho puerto entendiendo en ello y en otro navío que abia venido de merchantía, de Francisco Camacho, á esta sazon vino al dicho puerto Francisco de las Casas con dos navíos de armada, y una noche, sin el dicho Francisco Olid saber nada, echó cierta gente en tierra de noche é le prendió dos hombres, é otro dia alombardeó el pueblo, y este testigo estaba al presente en el Real que tenia Cristóbal Dolid en la tierra adentro, é á esto no se halló presente, pero fué muy público é pasó así entre toda la gente, porque este testigo vino dende á quatro ó cinco dias por mandado del dicho Cristóbal Dolid; é dende á pocos dias andaban en concierto el dicho Francisco de las Casas con el dicho Cristóbal Dolid, é los conciertos heran acerca de quel dicho Cristóbal Dolid estuviese por el dicho Hernando Cortés, é no se concertaron; é las personas que desembarcaron á entender en ello, que hera Sayavedra é Orduña, se tornaron á embarcar á los navíos del dicho Francisco de las Casas, y el dicho Francisco de las Casas le tenia tomados los dichos dos navíos que que allí falló del dicho Aguilar é del dicho Camacho; é dende á siete ó ocho dias poco más ó ménos, estando el dicho Francisco de las Casas con los dichos quatro navíos, les dió Dios tal temporal, que dió con ellos al través é se ahogaron quarenta hombres ó cosa dellos, y el dicho Francisco de las Casas é los demás salieron á la costa con mucha nescesidad é muy desnudos, y el dicho Cristóbal Dolid los salió á recebir á un rio que estaba desviado del pueblo por donde ellos venian, é rescibió al dicho Francisco de las Casas é á todos los demás muy bien, é les dió ropa é comida é los sentaba á su mesa é

los aposentó en su casa á todos los demás dellos é los proveyó de caballos é vestidos; é dende á pocos dias fué con ellos al Real é dexó como de antes su pueblo poblado, y en el camino supo cómo un Briones, quél abia dexado con la gente en el Real, que se le abia alzado é llevado toda la gente é caballos é armas de muchos que abian venido con el dicho Cristóbal Dolid, é se absentó; no se â podido saber en esta parte qué se â fecho fasta el presente; é sabido esto, continuando su camino adelante, supo cómo estaba quatro leguas de allí Gil Gonzales Dávila con ocho 6 diez de caballo é con veinte peones poco más ó ménos; y el dicho Cristóbal Dolid envió quarenta hombres á saber lo cierto é si allí estaba el dicho Gil Gonzales como le abian informado, é que si allí estaba, que le pedia por merced que se viesen; é desta manera ido el mensagero con la dicha, el dicho Gil Gonzales: holgó de venir é vino á ver al dicho Cristóbal Dolid, é que venido, no sabe este testigo si estuvo allí dethenido en lo adelante ó por su voluntad; é dende á obra de veinte dias poco más ó ménos andaban juntos el dicho Francisco de las Casas y el dicho Gil Gonzales Dávila con el dicho Cristóbal Dolid holgando, comiendo juntos é abiendo placer, en un pueblo que se dice Naqua, una noche domingo en la noche, acabando de cenar en la tabla de Cristóbal Dolid el dicho Francisco de las Casas é el dicho Gil Gonzales Dávila, como otras veces solian, y estando allí uno que se dice Bezerra é Hurtado é Nuñez é otros muchos, que serian fasta treinta hombres, todos de los que abian venido con el dicho Francisco de las Casas é con el dicho Gil Gonzales, todos, á lo que despues paresció, de concierto, é otros cerca del dicho aposento, más de otros cinquenta, y de esta mane

ra é estando así abiendo placer, antes quel dicho Cristóbal Dolid se levantase del asiento dó abian cenado, el dicho Francisco de las Casas arremetió al dicho Cristóbal Dolid, y el dicho Francisco de las Casas echándole mano, luego vió este testigo cómo todos los que allí estaban echaron mano á las espadas é le dieron muchas heridas, é Francisco de las Casas le dió con un cuchillo por la garganta y el dicho Gil Gonzales Davila con una daga, y este testigo lo sabe porque llegó al ruido é fué público allí, é aun al dicho Francisco de las Casas é el dicho Gil Gonzales Davila les oyó este testigo decir como el dicho Francisco de las Casas le abia dado con el cuchillo é el dicho Gil Gonzales con la daga, é así lo confesaban, é otros decian «yo le dí tal cuchillada é tal estocada»; é queste testigo á los más no los conosce de nombre más de al Bezerra é á Nuñez, pero que los conosce de vista, é que desta manera á la sazon que dieron las dichas heridas al dicho Cristóbal Dolid, las quales, segund dixo el cirujano heran de muerte, se les fué con ellas é se escondió como hera de noche en el monte ay cerca, é aquella noche lo buscaron é no lo podian hallar, é luego dieron pregon que la tierra estoviese por Su Magestad é por Fernando Cortés, é luego vino un clérigo de parte de Cristóbal Dolid, diciendo que le asegurasen la vida é quél se pornia en manos de ellos, é que no quisieron sino saber dó estava, é hicieron al clérigo que lo mostrase é lo hallaron é lo tomaron aquella misma noche, é lo hi cieron llevar á la plaza del pueblo é dieron un pregon que decia: «manda Gil Gonzales Dávila é Francisco de las Casas, degollar este hombre por tirano», é así le cortaron la cabeza é se la pusieron encima de un palo colgada por la boca; é dende á ocho ó diez dias, el dicho Fran