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tan señalada merced, á Vuestra Magestad hará gran servicio.

Treslado del capítulo de la carta del Virey para el adelantado D. Pedro de Alvarado.

Ya Vuestra Merced sabe como Su Magestad ha encomendado la gobernacion de Higueras y Honduras al adelantado Montejo, y la posibilidad que tiene de conquistalla, anos parescido acá, platicando en ello, que no hay quien mejor lo pueda hazer que Vuestra Merced, por el buen aparejo que tiene y por questará muy bien para con lo de Guatemala, por los puertos que tiene á la mar del Norte, y que Vuestra Merced le dexase lo de Chiapa para con lo de Yucatan. Vuestra Merced me abise de lo que le parece, porque conforme á ello, yo escriba á Su Magestad, y se dé horden como no se acabe de perder más de lo que dicen que está lo de Honduras, y se ponga remedio en lo de Yucatan; pues todo es para el servicio de Dios y de Su Magestad, y porque sobre todo escrebirá más largo el señor Jorge de Alvarado; cuanto á esto no digo más.

En el pueblo de Naco, asiento de indios, estando en un aposento de los de la plaza del ques en la gobernacion de Higueras é Honduras, jueves á quince dias del mes de Mayo, año del nascimiento de Nuestro Señor Jesucristo, de mil é quinientos é treinta é seis años. Ent presencia de mí, Bernardino de Cabranes, escribano de Su Magestad, é su notario en su córte y en todos los sus reynos é señoríos, el señor Andrés de Cerezeda, gobernador é justicia mayor desta provincia de Higueras é Honduras por Su Magestad, estando presentes los seño

res Alonso Ortiz, alcalde, é Bernardo de Cabranes, é Juan Lopez de Gamboa, é Miguel García de Liñan, regidores de la villa de Buena Esperanza, el dicho señor Gobernador ha poblado en este valle de Naco; dijo á los señores alcaldes é regidores que bien saben é ven el estado é perdicion en que está esta tierra, y que no se puede sostener á causa de ser pocos españoles, é los que en ella hay, no quieren estar en ella, segun los muchos que son menester para la conquistar, y poblar, y pacificar; especialmente estando este dicho valle de Naco despoblado, como lo está, é sin indios, é que no viene socorro de gente españoles, porque envió á Diego García de Celis, tesorero de Su Magestad, á la provincia de Guatemala, y escrebió al Gobernador délla, pidiéndole por merced le ayu. dase á sostenella, hasta que Su Magestad mandase probeher lo que sobre ello se haya de hazer, y suplicando lo mismo á los señores Presidente é oidores de la Abdien. cia Real de la Nueva España, y Su Magestad á los reinos de Castilla, desde que á esta tierra vino el dicho señor tesorero Celis, que envió con dineros para la gente á la dicha Guatemala, que ha casi siete meses, hasta hoy no á benido, ni nueva dél, ni despacho de Su Magestad, ni de su Abdiencia Real. Por tanto, que de parte de Su Magestad, mandaba é mandó á los dichos señores alcaldes é regidores, que luego le den su parecer de lo que en ello se debe hacer, é firmólo de su nombre. Andrés de Cerezeda. Y luego los dichos señores Alonso Ortiz, alcalde, é Bernardo de Cabranes, é Juan Lopez de Gamboa, é Miguel García de Liñan, regidores, dixeron: que visto lo quel dicho señor Gobernador les ha dicho, y otras cosas, en el caso, que su parecer es que debe Vuestra Merced de dexar esta tierra, y que los españoles que en ella tiene,

los debe de dexar ir adonde quisieren, porque les parece hacer otra cosa, es imposible sin perder la vida, pues, no se pueden, sostener. E firmátonlo de sus nombres, Alonso Ortiz é Bernardo de Cabranes, Juan Lopez de Gamboa, Miguel Garcia de Liñan...

E luego el dicho señor Gobernador, dixo que visto lo suso dicho, mandaba é mandó dexar esta dicha tierra á todos los españoles que en elia al presente aquí están,' y les daba é dió licencia para que se vayan della, con tanto que no vayan de veinte españoles abaxo, porque bayan seguros por tierra de indios de guerra, é mandaba é mandó á los dichos alcaldes é regidores de la dichal villa, que bayan á ella y tornen á acordar en cabildo, élo lo manden pregonar, porque venga á noticia de todos, que para ello les dá poder cumplido, y al dicho señor alcalde para que en el caso se hagan los demás actos que se deban facer, é firmólo. Andrés de Cerezeda.-Pasó ante mi, el dicho Bernardo de Cabranes, escribano de Su Magestad.

En la villa de Buena Esperanza del valle de Naco, á cinco dias del mes de Mayo de mil é quinientos é treinta é seis años, estando en las casas y morada del Sr. Alonso Ortiz, alcalde ordinario en la dicha villá, ayuntados' en cabildo, segun que lo han de uso é costumbre, el dicho señor alcalde Juan Lo pez de Gamboa é Miguel Garcia de Liñan, regidores en la dicha villa, en presencia de mi, Francisco Perez, escribano de Su Magestad, dixeron los dichos alcalde é regidores, que ellos aproba-" ban é aprobaron é abian é obieron por bueno é bien, todo lo suso dicho que pasó é se hizo en el pueblo de Naco, juntamente con el señor gobernador Andrés de Cerezeda, que á todo lo suso dicho presente estaba, é

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rectificaba é rectificaron. En todo ello segun é como de suso está escrito, é lo firmaron de sus nombres. Alonso Ortiz, Juan Lopez de Gamboa, Miguel Garcia de Liñan, é yo el dicho Francisco Perez, escribano de Su Magestad, que á lo que dicho es, fui presente; lo fize escrebir y lo signé de mi signo acostumbrado en testimonio de verdad.-Francisco Perez, escribano de Su Magestad.

RELACION HECHA POR EL CAPITAN JUAN JARAMILLO, DE LA JORNADA QUE HABIA HECHO A LA TIERRA NUEVA EN NUEVA ESPAÑA Y AL DESCUBRIMIENTO DE CIBOLA, YEndo por geneBAL FRANCISCO Vazquez Coronado.-(Año de 1537. (1)

Relacion que dió el capitan Juan Jaramillo, de la jornada que hizo à la tierra nueva, de la que fué general Francisco Vazquez de Coronado.

Salimos de Méjico, derecho á Compostela, camino todo poblado y de paz, y su derrota es como al Poniente, y es distancia de ciento y doce leguas. Desde allí fuimos á Culiacan, serán como ochenta leguas, es camino muy sabido y usado porque está en el dicho valle de Culiacan, una villa poblada de españoles, con repartimiento de Compostela. A esta villa se vuelve y va como al Norueste de aqui los sesenta de á caballo que fuimos con el general, por tener noticias şer el camino despoblado y sin comodidad casi todo él. Dejó su ejército y

(1) Archivo de Indias. Patronato, Est. 1.°, Caj. 1.°:

fué él con los dichos en descubrimiento del dicho camino, y para dejar luz á los que atrás venian yl levase esta derrota, aunque con algunas torceduras hasta que atravesamos una cordillera de sierras, que la conocí desde acá de la Nueva España de más de trescientas leguas, á la que pusimos nombre. En este paso Chichitté Calli, porque ansi tubimos noticias que se llamaba de algunos indios que atrás dejamos.

Salido del dicho valle de Culiacan pasé á un rio que se dice Pateatlan, que habrá como cuatro jornadas. Estos indios hallamos de paz y nos dieron algunas cosillas de comida. Dende aquí fuimos á otro rio que se dice Cinalóa, que habrá del uno al otro como tres jornadas. Dende aquí nos mandó el general á diez hombres de á caballo, que doblásemos las jornadas á la ligera hasta llegar al arroyo de los Cedros, y de allí entrásemos por una obra que las fieras hacian á mano derecha del camino; y viésemos lo que por ellas y otras de ellas habia, y que si fuese menester más dias de los que nosotros hubiésemos cobrado, nos esperaría en el dicho arroyo de los Cedros. Fué ansí, y todo lo que por allí vimos, fué unos indiezuelos en algunos valles poblados, como en ranchería, tierra estéril: habrá dende el rio á este arroyo como otras cinco jornadas; de aqui fuímos al rio que se dice Yaquemí, que habrá como tres jornadas; de este sa baja un arroyo seco y salimos en otros tres dias de camino, aunque el arroyo seco no durará sino como una legua, y llegamos á otro arroyo á donde estaban unos indios poblados que tenian ranchos de paja y sementeras de maiz y frisoles y calabazas; salidos de aquí, fuimos al arroyo y pueblo que se dice los Corazones, el cual nombre le pusieron Dorante y Cabeza de Vaca y Casti

Томо XІV.

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