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Sobre. A la S. C. R. M. del rey nuestro señor.-En manos de Gabriel de Zayas, su secretario de Estado.

Copia de carta original del duque de Alba al secretario Zayas, fecha en Lisboa á 13 de noviembre de 1580.

Diligencias hechas para obtener el arreo del prior de CratoSancho de Avila-D. Antonio-El duque de Medinasidonia.

(Archivo general de Simancas.-Secretaria de Estado, legajo núm. 413.)

MUY MAG.CO SEÑOR:

Dos cartas de v. m. he recibido; tengo poco que responder à ellas, porque todo lo que podria decir verá v. m. por la carta de

De letra del rey. S. M. Y en lo que toca á las piezas del arreo,

No será por el

valor, sino por en que por allá dicen que salieron soldados por

lo que lo tenian en

aquel reino, y portugueses, yo lo tengo por cosa de fruslería ; y las manos que po- este rico arreo v. m. crea que es mas el ruido

que no aportase á

dria.

ld.

que las nueces, porque me dicen que no valia todo él treinta mil ducados. Con todo eso se harán las diligencias que fueren posibles, y Sancho de Avila las va haciendo, como v. m. lo verá por su carta; y no solamente las hace con lo que se puede hacer en la tierbres es menester ra, con los hombres, pero tambien prueba gencias, que por con los diablos, que tomó una hechicera y la dicen verdad. conjuró que le dijese donde estaba D. Antonio, y la hechicera le dijo que estaba en casa de una viuda rica muy bien tratado y rega

Con los bom

bacerse las dili

los diablos nunca

De letra del rey.

lado; pero nunca quiso declarar quién era esta viuda, ni dónde estaba; de manera, señor, que no le queda diligencia por hacer. Tambien tuvo sospecha que los soldados habian suelto por dinero algunos hombres principales, y los ha hecho prender, para que, averiguándolo, sean castigados.

El pliego del duque de Medina Sidonia reFuera bueno que cibí. Envíame una informacion de cierto sadijera lo que ha

brá en lo del sali

que se hacia en ello.

tre, ó la diligencia litre que se pasaba desde su condado de Niebla á este reino. Yo quedo con alguna mejoría, gracias a Dios, á quien suplico guarde y acreciente la muy mag.ca persona de v. m. De Lisboa á 13 de noviembre 1580.—A lo que v. m. mandare.-El duque de Alba.

Sobre.-Al muy magnífico señor el señor Gabriel de Zayas, secretario y del Consejo de Estado de S. M.

Copia de minuta de carta del rey al duque de Alba, fecha en Badajoz á 14 de noviembre de 1580.

Don Antonio-Castigos-Sancho Dávila-El conde de LemosManuel da Costa Borges-Prisioneros africanos-El obispo de la Guarda-El conde de Vimioso-D. Manuel de Portugal - Diligencias para que no se embarque D. Antonio-Guarniciones de soldados castellanos-Dinero-Infantes moros-El conde de Portalegre -Enfermedad del prior, hijo del duque de Alba-Viaje del rey.

(Archivo general de Simancas.-Secretaría de Estado, legajo núm. 425.)

Vi la carta que escribistes á Zayas á 9 del presente, y la copia de la que á vos os escribió Sancho de Avila á 30 del pasado, que fué bien enviarla por entender las particu laridades que contiene, que son de consideracion; y así he mandado que sobre cada una dellas se advierta de lo que se me ofresce, como vereis, pues se os envía con esta á fin que, conforme á lo que allí se ha puesto, y á lo que mas os paresciere, le podais ordenar lo que hubiere de hacer, así en respecto de haber á las manos á D. Antonio (pues andando tan falido, es de creer que con buena diligencia y teniendo los que le buscan gana de prenderle, no se podrá escapar), como tambien sobre lo que toca al castigo de los que lo tienen merescido; y porque no sé si lleva auditor, será necesario que en tal caso le envieis alguno cual se requiere, y la órden que se debe guardar, ó que hagais traer ahí á los mas culpados, que creo es lo mejor, comunicando con los del Consejo que residen cerca de vuestra persona, lo que de la una ó la otra manera se hubiere de proveer, para que en todo se haga lo que fuere justicia, sin alargarlo mas tiempo del que para calificar los delictos fuere menes

ter, pues ningun provecho se puede sacar de la dilacion, sobre presupuesto que yo entiendo que en lo que toca á los lugares que han delinquido, no se han de castigar por agora mas que los vecinos dellos, que fueron causa y auctores de su levantamiento y rebelion, porque lo del pueblo requiere mas espacio, y en esto no puede traer inconveniente la dilacion, pues no se puede huir el lugar. Y porque se sospecha que los jueces de la tierra proceden lentamente, mirareis si seria bien que se enviase alguno de los de la audiencia de Galicia, ó de otra parte de Castilla que entienda en estas cosas con el calor y libertad que requieren, y avisaréisme de lo que os paresce; y no hay duda sino que (como decís) conviene que Sancho Dávila se detenga en aquella comarca hasta que se acaben de allanar y poner en mi entera obediencia los pueblos que se levantaron por don Antonio, y que los deje seguros de que no vuelvan á hacer lo que antes, y hasta que no quede diligencia por hacer para haber á D. Antonio; y si por ventura se hubiere embarcado, como lo temo, deje en los puertos el recaudo que fuere menester para resistirle si á ellos volviere ó le viniere algun socorro, y yo creo que no habrá ocasion de atravesarse Sancho Dávila con el conde de Lemos, porque demás de haberle yo ordenado lo que se os avisó á x deste, habiendo acordado agora que él y todos los fronteros despidan la gente que tenian levantada, quedándose solamente con la que hubieren menester para buscar á D. Antonio, he mandado escrebir al conde que entregue la suya á D. Diego Enriquez, y que él se esté en su casa para se emplear en otras cosas de mas importancia, que se podrian ofrescer. Así lo avisareis á Sancho Dávila, y que se entienda con don Diego Enriquez, que él hará lo mismo y le asistirá en cuanto pudiere, como yo se lo escribo y envío á mandar.

Fué buen negocio prender á Manuel da Costa Borges, y así lo seria hacer otro tanto de los africanos que se hallaron con D. Antonio, y que fuese verdad lo que decís que habia referido el uno dellos, que era muerto el obispo de la Guarda, y que el conde de Vimioso quedaba enfermo en Viana, pues estando allí se presupone que quedaba preso, y siendo así ordenareis que se haga dél y de los otros culpados lo que fuere justicia, conforme á lo que arriba está dicho, y pues traíades rastro de D. Manuel de Portugal, tambien espero que le habreis á las manos, con advertiros que me han avisado que esperaba ocho mil ducados de acá para pasarse á Francia.

He visto la relacion de las personas que pensábades enviar á cada uno de los puertos de mar, con la órden que en ella se dice; entiendo que debe ser para procurar que no se embarque D. Antonio, mas no sé si aquella será bastante prevencion, y señaladamente porque me dicen que alguna de las personas son poco á propósito para ejecutallo; y demás desto en muchos de los puertos no se nombra per. sona, y así holgaré que me aviseis mas en particular del fin que en esto habeis tenido, tornando á ver la relacion, y poniendo en ella lo que para su mayor declaracion viéredes ser necesario, porque como agora está, no se ha entendido bien.

Demás desto mirareis si (á lo menos hasta que se prenda D. Antonio y se aquiete el reino) seria bien poner soldados castellanos en cada uno destos puertos, dando órden (si ya no se hubiere hecho) que se tracen los castillos ó fuertes que habrán de quedar con guarnicion, y que para ello vaya el Fratin, pues Juan Baptista Antonelli ha de venir aquí con las plantas de las casas. Seré servido me aviseis si lo habeis ya proveido, ó á lo menos de lo que os paresce

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