Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[ocr errors]

mandó sacarlos é hizo que se los llevasen á su casa sin cuenta ni razon: envano solicitaron su en trega los dueños, unos porque eran patriotas conocidos, y otros por no estar comprendidos en la órdén, Rodriguez desestimó todo reclamo, respondiendo que debian ser bienes de los emigrados á Orura, con las tropas del Rey."

lo que En seguida de tan soez manejo sorprendió Rodriguez al vecindario de esa ciudad el diez de Agosto con un paso atrevido y Hadelincuente. biasintrigado con los individuos de la municipalidad para que, adoptando el gobierno federativo antes de conseguir la independencia, lo nombrasen Supremo Director de la provincia de la Plata, y

aquel dia se presentó en el cabildo álata, Y

jurar el cargo de tal: (-) el pueblo lo llegó á saber por las salvas con que se festejó su recepcion. La calamidad "mas grande no habria acongojado tanto á los amantes de la libertad, como este hecho imprevisto:amitad de la provincia estaba ocupada por el ejército de Pezuela: el jeneral Ramirez, despues de haber sometido las provincias del Cuzco, ArequipayPuno al dominio del Rey, habia entrado en Oruro el 25 de Julio trayendo mas tropas de las que llevó al Perú.-Debilitar, la accion del gobiernopsdividir el pais en tales circunstancias, era eneran tregarlo infaliblemente al enemigo. -912 Quince días duró la farsa del nuevo director, porque bien instruido Rondeau de cuanto ha

[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]

זים

Parece que el ministerio español aconsejaba tales pasos, para que divididos los patriotas se matasen entre sí, Como estaba sucediendo en la Nueva Granada. A Don José Artigas [que fúé el primero que introdujo esa novedad en las provincias Arjentinas seedió el grado de Brigadier por el Rey.

[ocr errors]

bia pasado en Chuquisaca, nombró á D. Juan Antonio Fernandez gobernador intendente de la Plata, llamó á Rodriguez al ejército, y ordenó la restitucion de los depósitos-esta no se pudo cumplir en el todo, porque mucho se habia sustraido rompiendo las arcas y baules en que estuvieron; y solo se devolvió una parte de plata labrada que Rodriguez envió al banco de Potosí.

Cinco mil hombres del jeneral Rondeau estaban acampados en Pocoata y demas pueblos del partido de Chayanta: la dilacion, lentitud y falta de preparativos de guerra retardaron su reunion hasta principios de Octubre. En este intermedio el enemigo, habiendo transportado fuerzas de Chile, marchaba á encontrarse con las del Rio de la Plata, y el ejército del jeneral Pezuela compuesto de mayor número ocupaba en escalones la villa de Oruro, el pueblo de Sorasora y la Venta del Medio. De este punto se pasaron al ejército de la patria diez y ocho soldados del batallon Chilotes recien traido de Chile, y formado despues que en 1o de Octubre de 1814 se rindió la villa de Rancahua: con referencia á estos soldados expuso Rodriguez al director, que en la Venta solo habia quinientos hombres de tropa y los mas descontentos ó contra su voluntad, que era facil sorprenderlos y batirlos, lo cual él se comprometia á ejecutar con tal que se le confiára otros 500 soldados escojidos.

El jeneral le hizo observaciones sobre la verosimilitud de la noticia; pero Rodriguez instó y porfió, hasta conseguir se le diera una division de setecientas plazas sacadas de los cuerpos Dragones y Cazadores, y una órden con las prevenciones siguientes: 1. que tomase de entre los indios los

[ocr errors]

que no llevase

mas prácticos y diestros en los caminos, para que lo condujeran con seguridad: 2. consigo á ninguno de los pasados: 3. " que anticipase bomberos para que se impongan personalmente del número de tropas existentes en la Venta; y si allí habia un hombre mas de los 500, tambor que fuera, sin pasar adelante regresasé al cuartel jeneral.

Rodriguez no pidió, ni trató de buscar prácticos que lo llevasen por caminos que jamas habia andado; tomó por guias á los chilotes, hombres nuevos en el pais y sin el menor conocimiento de las localidades; tampoco mandó una persona á que viese y se impusiera del verdadero número de tropas que el enemigo tenia en la Venta. (-) Emprendió su marcha el diez y nueve de Octubre de 1815, y caminando trabajosamente toda esa noche fué á parar al amanecer del dia 20 á retaguardia de la Venta, entre dos fuegos.-Perdió ahí la mejor jente del ejército y escarmentó á los chilotes.

La fatalidad de este dia y las desgracias que sobrevinieron fueron debidas á la traicion de D. Martin Rodriguez. Esta no es una calificacion arbitraria, el mismo Rodriguez la confesó con jactancia en nota muy reservada fechada en BuenosAyres á 6 de Diciembre de 1820, y dirijida á los comisionados rejios que se hallaban á bordo del navio Aquiles: en ella les recordó, como uno de tantos servicios prestados á la causa del Rey, su conducta en Chuquisaca y en el ejército contra las ordenes dol jeneral.

Es necesario confesar una verdad importan

(-) La vanguardia de Pezuela constaba de mil quinientos hombres.

te para la historia. En Buenos-Ayres se estableció una sociedad secreta con el nombre de Lautarina, sus miembros se apoderaron del gobierno, de Ia junta de representantes y de los destinos públiCOS. Puestos en contacto con el ministerio de Fernando VII trabajaban con tenacidad por anarquizar las provincias, dispusieron de los caudales de la nacion á su antojo, cruzaban de mil modos los esfuerzos del patriotismo; y procuraron sumir el pais en tal desorden y nulidad, en que por via de la desesperacion y aburrimiento sea fácil conducirlo á la sumision del gobierno español, Estas espreciones son de ellos, consignadas ya en documentos que pertenecen al dominio público.— Uno de aquellos caballeros Lautaros fué D. Martin Rodriguez.

la

El jeneral Rondeau determinó trasladar sus cuarteles á Cochabamba: seguido por las tropas del jeneral Pezuela, y despues de repetidas escaramusas en los dias 26, 27 y 28, fué alcanzado el 29 de Noviembre de 1815 en el valle de Wilhuma cinco leguas antes de llegar á esa ciudad. En mas de dos horas de un fuego á quema ropa y carniceria horrorosa, perdió Rondeau artillería, armas y todo el material de su ejército; dejando en el campo de batalla cerca de tres mil hombres entre muertos y heridos, y quinientos prisioneros. Pezuela mandó á Lima tres banderas, para que fuesen colocadas en la capilla de Santa Bárbara del parque de ar

tillería.

Mientras esto pasaba en la provincia de Cochabamba, al oriente de Santa-Cruz de la Sierra, en Chiquitos triunfaban las armas de la patria. Los dispersos de la division Blanco que pereció en la Florida, y trecientos soldados mas que estaban á las

órdenes del comandante Udaeta se metieron á la provincia de Chiquitos, y se pusieron á disposicion del gobernador teniente coronel D. Juan Bautista Altolaguirre. Encaminóse en busca de ellos el coronel D. Ignacio Warnes con la jente de Santa-Cruz; los cargó en Santa Bárbara el 27 de Noviembre del mismo año quince, y obtuvo cuantas ventajas podian apetecerse para asegurar una victoria completa, Altolaguirre murió de una lanzada, y Udaeta logró escapar con unos pocos que á todo correr llegaron á Matogroso provincia del imperio Brasilero.

Don Martin Rodriguez, que despues del suceso de la Venta volvió á Chuquisaca en clase de gobernador, tuvo aviso de la derrota de Wilhuma el dia primero de Diciembre, por haber llegado en esa mañana el oficial D. Claudio Baptista. Inmediatamente mandó prender á varios individuos del comercio y á otras personas pudientes, á quienes impuso forzosa contribucion de dinero: se cuidó poco de averiguar la opinion de éstas, lo que le importaba era que pudiesen hacer efectiva la cantidad impuesta.

Tres dias antes cometió otro atentado mas enorme todavía. De propia autoridad depuso al Acesor de la Intendencia nombrado por el Supremo Gobierno, sin otro motivo que el deseo de remplazarlo con D. Severo Malavia: el Cabildo que habia recibido una fuerte reprencion por las demasias del diez de Agosto, y donde Malavia debia tomar posecion del destino se negó á darsela, espresando que las órdenes del Director no era justo se desatendiesen. Esto bastó para que Rodriguez mandase prender á los capitulares y los hiciese salir de la ciudad á pie.

« AnteriorContinuar »