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la congoja de los de Cádiz, y el gobierno hizo que el mismo monarca pidiera al príncipe francés un armisticio para tratar de paz (4 de setiembre).

Aunque, como observará el lector, parecia correr apresuradamente hacia su desenlace este terrible drama, y no estaba lejos en verdad, aglomeráronse antes de su terminacion tántos y táles incidentes y episodios, que seria fatigoso y largo comprenderlos todos en este capítulo, y bueno será hacer un pequeño alto y darse un respiro, antes de narrar tragedias y miserias, que ban de atormentar á todo el que tenga corazon de sentir, y no esté endurecido y petrificado por la pasion y el fanatismo político. Solo nos permitirémos, por via de apéndice al capítulo, y á fin de quedar desembarazados de otro episodio que no pudo menos de tener enlace con los sucesos de España, decir algunas palabras sobre la contrarevolucion de Portugal, que ya en este tiempo se habia consumado.

Proclamada en este vecino reino, como en el de Nápoles, la Constitucion española con algunas modificaciones, los liberales de España habian contado, como era natural, con el apoyo de los constitucionales portugueses. Pero ménos afianzado todavía allí que aquí, y menos seguro el nuevo sistema, ya por la resistencia de la reina á jurar el código político, lo cual hizo que las Córtes exigieran y lográran del viejo monarca el destierro de su esposa, ya por los escesos de la plebe, que indignaron á los mismos que habian hecho la proclamacion, la contrarevolucion fué tambien mas rápida y mas breve que en España. Empezóla en la provincia de Tras-os-Montes el conde de Amarante (marzo, 1823), uniéndosele la guarnicion de Chaves y un regimiento de línea. Obligóle sin embargo el general Do Rego á salir de Portugal y entrar en España: mas no tardó en volver, habiéndose puesto el infante don Miguel á la cabeza de la restauracion, con el regimiento número 23, que mandaba el brigadier Sampayo (mayo, 1823), escribiendo el infante á su padre que lo habia hecho por librarle del yugo humillante de las Cortes y restituirle sus derechos. Unióse tambien al infante el general Pamplona. Enviado contra ellos por el gobierno constitucional el general Sepúlveda, gobernador de Lisboa, y no obstante haber sido el primer autor de la revolucion en Oporto, declaróse tambien por el rey, con lo que se incorporó toda la familia real, y pudo darso la contrarevolucion por terminada. Todo habia sido obra de pocos meses. Los miembros mas exaltados de las Córtes tuvieron que embarcarse para Inglaterra.

De este modo habian quedado los liberales españoles solos y aislados contra toda la Europa absolutista.

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Cádiz.-Suicidio del general Salvador. -Espíritu y fisonomía de las Córtes.-Causas á los diputados.-Facultades extraordinarias al gobierno.-Creacion de tribunales especiales. -Calma aparente.-Palabras atrevidas de un diputado.-Arrogancia fingida de las Córtes.-Discusiones extemporáneas.-Se cierran.-Estraños discursos del rey y del presidente. Variacion de autoridades en Cádiz.-Sucesos militares.-Salida y espedicion de Riego.-Arresta á Zayas en Málaga.-Arresta á Ballesteros en Priego.-Libertan á Ballesteros los suyos, y Riego huye.-Es batido y derrotado por las tropas francesas.-Préndenle unos paisanos.-Peligros que corre.-Reclámanle los generales franceses.-Sitio de Cádiz.-Ataque y toma del Trocadero y de otros fuertes.-Temor de los sitiados. Nuevas contestaciones entre el rey y el duque de Angulema.-Niégase el principe francés á tratar de paz, mientras Fernando no se presente libre en su cuartel general.-Cortes extraordinarias para deliberar sobre este asunto.-Toman los franceses el fuerte de Santi-Petri.-Conducta del embajador inglés.-Intimacion y amenaza del de Angulema.-Sublévase en Cádiz el batallon de San Marcial.-Facultan las Cortes al rey para que pueda presentarse libre en el campo francés.-Conmocion popular oponiéndose á la salida del rey sin que antes dé seguridades y garantías.-Las dá Fernando en el célebre decreto de 30 de setiembre.-Sale de Cádiz.-Su entrevista con Angulema en el Puerto de Santa María.-Horrible decreto de 1.° de octubre.-Condena á pena de borca á los individuos de la Regencia de Sevilla.-Los salvan los generales franceses.-Van á Gibraltar.-Desencadenamiento popular contra los liberales.-Causas de estas demasías.-El rey y sus consejeros.-Consuelo y proteccion que los liberales perseguidos encuentran en los franceses.-Consejos de templanza de Luis XVIII. y del duque de Angulema á Fernando.-Son desoidos. -Otro decreto de proscripcion dado en Jerez.-Don Victor Saez, ministro de Estado y confesor del rey.-Nuevos decretos semejantes á los anteriores.-El rey en Sevilla. - Recepcion de embajadores.-Aprémianle para que adopte un sistema de conciliacion.-Disgústase Angulema de su conducta, y regresa á Francia.-Es aclamado el rey con loco entusiasmo en su viaje.Riego es conducido preso á Madrid.-Iasultos en el camino. - Proceso y acusacion,Condénasele á la pena de horca.-Suplicio de Riego.-Entrada del rey en Madrid.Ovaciones populares.-Se van riudiendo las plazas que aun ocupaban las tropas consti

la congoja do los de Cádiz, y el gobierno hizo que el mismo monarca pidiera al príncipe francés un armisticio para tratar de paz (4 de setiembre).

Aunque, como observará el lector, parecia correr apresuradamente håcia su desenlace este terrible drama, y no estaba lejos en verdad, aglomeráronse antes de su terminacion tántos y táles incidentes y episodios, que seria fatigoso y largo comprenderlos todos en este capítulo, y bueno será hacer un pequeño alto y darse un respiro, antes de narrar tragedias y miserias, que ban de atormentar á todo el que tenga corazon de sentir, y no esté endurecido y petrificado por la pasion y el fanatismo politico. Solo nos permitirémos, por via de apéndice al capítulo, y á fin de quedar desembarazados de otro episodio que no pudo menos de tener enlace con los sucesos de España, decir algunas palabras sobre la contrarevolucion de Portugal, que ya en este tiempo se habia consumado.

Proclamada en este vecino reino, como en el de Nápoles, la Constitucion española con algunas modificaciones, los liberales de España habian contado, como era natural, con el apoyo de los constitucionales portugueses. Pero ménos afianzado todavía allí que aquí, y menos seguro el nuevo sistema, ya por la resistencia de la reina á jurar el código político, lo cual hizo que las Cortes exigicran y lográran del viejo monarca el destierro de su esposa, ya por los escesos de la plebe, que indignaron á los mismos que habian hecho la proclamacion, la contrarevolucion fué tambien mas rápida y mas breve que en España. Empezóla en la provincia de Tras-os-Montes el conde de Amarante (marzo, 1823), uniéndosele la guarnicion de Chaves y un regimiento de línea. Obligóle sin embargo el general Do Rego á salir de Portugal y entrar en España: mas no tardó en volver, habiéndose puesto el infante don Miguel á la cabeza de la restauracion, con el regimiento número 23, que mandaba el brigadier Sampayo (mayo, 1823), escribiendo el infante á su padre que lo habia hecho por librarle del yugo humillante de las Córtes y restituirle sus derechos. Unióse tambien al infante el general Pamplona. Enviado contra ellos por el gobierno constitucional el general Sepúlveda, gobernador de Lisboa, y no obstante haber sido el primer autor de la revolucion en Oporto, declaróse tambien por el rey, con lo que se incorporó toda la familia real, y pudo darse la contrarevolucion por terminada. Todo habia sido obra de pocos meses. Los miembros mas exaltados de las Córtes tuvieron que embarcarse para Inglaterra.

De este modo habian quedado los liberales españoles solos y aislados contra toda la Europa absolutista.

CAPITULO XVIL

FIN DE LA SEGUNDA EPOCA CONSTITUCIONAL.

(De junio á noviembre.)

Cádiz.-Suicidio del general Salvador. -Espíritu y fisonomia de las Cortes.-Causas á los diputados.-Facultades extraordinarias al gobierno.-Creacion de tribunales especiales. -Calma aparente.-Palabras atrevidas de un diputado.-Arrogancia fingida de las Córtes. Discusiones extemporáneas.-Se cierran.-Estraños discursos del rey y del presidente. Variacion de autoridades en Cádiz.-Sucesos militares.-Salida y espedicion de Riego.-Arresta á Zayas en Málaga.-Arresta á Ballesteros en Priego.-Libertan á Ballesteros los suyos, y Riego huye.-Es batido y derrotado por las tropas francesas.-Préndenle unos paisanos.-Peligros que corre.-Reclámanle los generales franceses.-Sitio de Cádiz.-Ataque y toma del Trocadero y de otros fuertes.-Temor de los sitiados. Nuevas contestaciones entre el rey y el duque de Angulema.-Niégase el principe francés á tratar de paz, mientras Fernando no se presente libre en su cuartel general.-Cortes extraordinarias para deliberar sobre este asunto.-Toman los franceses el fuerte de Santi-Petri.-Conducta del embajador inglés.—Intimacion y amenaza del de Angulema.-Sublévase en Cádiz el batallon de San Marcial.-Facultan las Cortes al rey para que pueda presentarse libre en el campo francés.-Conmocion popular oponiéndose á la salida del rey sin que antes dé seguridades y garantías.-Las dá Fernando en el célebre decreto de 30 de setiembre.-Sale de Cádiz.-Su entrevista con Angulema en el Puerto de Santa Maria.-Horrible decreto de 4.o de octubre.-Condena á pena de borca á los individuos de la Regencia de Sevilla.-Lcs salvan los generales franceses.-Van á Gibraltar.-Desencadenamiento popular contra los liberales.-Causas de estas demasías.-El rey y sus consejeros.-Consuelo y proteccion que los liberales perseguidos encuentran en los franceses.-Consejos de templanza de Luis XVIII. y del duque de Angulema á Fernando.-Son desoidos. -Otro decreto de proscripcion dado en Jerez.-Don Victor Saez, ministro de Estado y confesor del rey.-Nuevos decretos semejantes á los anteriores.-El rey en Sevilla. - Recepcion de embajadores.-Aprémianle para que adopte un sistema de conciliacion.-Disgústase Angulema de su conducta, y regresa á Francia.-Es aclamado el rey con loco entusiasmo en su viaje.Riego es conducido preso á Madrid.-Lasultos en el camino. - Proceso y acusacion,— Condénasele á la pena de horca.-Suplicio de Riego.-Entrada del rey en Madrid.— Ovaciones populares.-Se van rindiendo las plazas que aun ocupaban las tropas consti

tucionales-Tarifa, San Sebastian, Ciudad-Rodrigo, Badajoz, Cartagena, Peñíscola, Alicante.-Cataluña.-Lérida, Urgel.- Conducta de Mina en Barcelona.-Negociaciones con Moncey.-Capitulacion.-Emigracion de Mioa.-Fin de la guerra, y de la segunda época constitucional.

Dejamos indicado en otro lugar, que tan luego como las Córtes y el gobierno se trasladaron á Cádiz se volvió oficialmente á Fernando VII. su aptitud moral para gobernar, cuya imposibilidad se hizo durar solo cuatro dias (1), cesó en sus funciones la Regencia, y las Córtes reanudaron en Cádiz sus interrumpidas sesiones (18 de junio), con arreglo á lo acordado en la última que se celebró en Sevilla.

Señalóse aquel dia por un suceso trágico en estremo doloroso. El general Sanchez Salvador, uno de los mas beneméritos militares de aquel tiempo, que habia aceptado de la Regencia de Sevilla el ministerio de la Guerra, amaneció Jegollado en su propio cuarto, y junto á su ensangrentado cadáver se halló la siguiente carta: «La vida cada dia se me hace más insoportable, y el conven«<cimiento de esta verdad me arrastra á tomar la resolucion de terminar mi «<existencia por mis propias manos. El único consuelo que puedo dejar á mi <apreciable mujer y á mis queridos hijos y amigos, sobre esta terrible deter<<minacion, es el de que bajo al sepulcro sin haber cometido jamás crímen ni <delito alguno.-Noche del 17 al 18 de junio.» Su muerte fué muy justamente sentida y llorada, y reemplazóle al pronto é interinamente el ministro de Marina.

La diputacion provincial de Cádiz manifestó á las Córtes su satisfaccion por ver instalado el cuerpo representativo en la misma ciudad y sitio en don-. de en otra época resonaron los primeros acentos de la libertad. Mas si bien las circunstancias eran ahora muy diferentes, y á muchos de los mismos diputados no se ocultaba el peligro, y casi tenian la certeza de que allí donde en otro tiempo tuvo el régimen constitucional su cuna iba á encontrar ahora su sepulcro, muchos de ellos, ó se bacian la ilusion, ó aparentaban hacérsela, de que habian de salvarse todavía las libertades, y tenian ó simulaban tener una confianza y una serenidad parecida á la que tanto habia asombrado en los diputados de las primeras Córtes de Cádiz. De aquí que se advierta en esta legislatura retraimiento y timidez manifiesta en unos, arrogancia excesiva en otros; y que mientras por un lado se formaba causa á más de cuarenta diputados que faltaban de sus puestos (2), y se negaba el permiso para ausen

(4) Cuéntase que cuando se anunció al rey que se le restituia el ejercicio de su autoridad, dijo él con cierta sardónica sonrisa: «¿Con que ya no estoy loco?» Dicho muy pro

pio del carácter de Fernando.

(2) El tribunal de Córtes era el que formaba y seguia estas causas, y citaba y emplazaba por edictos públicos y por medio de

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