tre partir al Rey á los poner en paz. El principe Don Hernando fue con sus gentes é persona á ayudar al marques de Santillana, por lo qual quedaron muy confederados: é el Rey se metió en medio é los concertó desta manera: dió la villa de Magaña al conde de Benavente, que era del cardenal Don Pero Gonçales de Mendoça, porque dexase á Carrion para la corona real, é derramando todos sus gentes, se volvieron á sus casas. Como Don Henrrique de Guzman, conde de Niebla, supo la primera nueva de la revuelta, juntó gran copia de gente y enbióla en favor de la casa de Mendoça, por amor de la duquesa Doña Leonor de Mendoça, su muger; pero tornaronse porque supieron en el camino del concierto que se hizo, é pasó el capitan de parte del Duque á visitar al marques de Santillana, tio de su muger, hermano de su madre. Como el maestre Don Juan Pacheco fuese su prinçipal intento adquirir pueblos del Rey, hizo con él que se viniese secretamente á Estremadura para que le diese la cibdad de Trujillo, y el Rey vino; é puesto quel Rey mandó á Gracian de Sese, alcaide de Trujillo, que la entregase al Maestre, no lo hizo; é porque la tierra no estava sana, partióse el Rey á Castilla é quedó el Maestre en Santa Cruz, una aldea de Trujillo, tres leguas de alli, donde adoleció de una postema en la garganta, é murió; é porque su hijo el marques de Villena tenia la hija del Rey en poder, confirmóle el Rey todo lo quel Maestre su padre tenia, juntamente con el maestrazgo, é dióle en su casa toda la cabida quel padre tenia. CAPITULO SEPTIMO. De cómo murió el rey Don Henrrique, quarto deste nonbre, hijo del rey Don Juan el Segundo, é reinaron los reyes Don Fernando é Doña Isabel. Muy gran descontento tuvieron todos los grandes del reino en ver que el Rey dava tanta parte de su persona é casa al marqués de Villena, hijo de quien lo avia desonrrado é destruido, por lo qual la mayor parte de los cavalleros del reino se apartaron del servicio del Rey, é se confederaron con los principes Don Fernando é Doña Isabel, lo qual visto por el Rey, como onbre cansado de tanto trabajo, adoleció de un dolor de costado, é despues de se aver confesado é recibido los Sacramentos falleció, aviendo hecho su testamento. Dexó por albaçeas de su anima al cardenal Don Pero Gonçales de Mendoça, al duque de Arevalo é al marques de Santillana: fue sepultado en la capilla de la iglesia mayor de nuestra Señora de Guadalupe, debaxo de la sepultura de la reina Doña Maria su madre; falleció á onze de Dezienbre, año de 1474, dia de Santa Luzia: vivió çinquenta años, reinó veynte é dos años. Como la princesa Doña Isabel, que estava en la cibdad de Segovia, supo la muerte del rey Don Henrrique, su hermano, luego se intituló reina de Castilla é de Leon, é todos los cavalleros que estavan en la cibdad alçaron pendones por la Princesa é por el principe Don Fernando su marido, é luego todas las mas cibdades é villas del reino alçaron pendones por la dicha reina Doña Isabel é por el rey Don Fernando, su marido, é vinieron Don Pero Gonçales de Mendoça, arçobispo de Sevilla, y Don Alonso Carrillo, arçobispo de Toledo; Don Diego Hurtado de Mendoça, marques de Santillana, hermano del Cardenal, é Don Garçi Alvarez de Toledo, duque de Alva; Don Alonso Henrriquez, almirante mayor de la mar, tio del rey Don Hernando, hermano de su madre la Reina Doña Juana; el condestable Don Pero Fernandez de Velasco, conde de Haro; Don Beltran de la Cueva, duque de Alburquerque; el conde de Benavente, y Don Pedro Manrrique, conde de Treviño, é todos los grandes é perlados del reino. El duque de Medina, conde de Niebla, Don Henrrique de Guzman é otros señores que no vinieron, enbiaron sus poderes para jurar, é todos juraron á la princesa Doña Isabel por reina de Castilla é de Leon; y el rey Don Fernando que estaba en Aragon, como supo la muerte de su cuñado é primo Don Henrrique, rey de Castilla, vino luego á Segovia, donde fue jurado por rey de Castilla. Ni Don Diego Lopez Pacheco, marques de Villena, que tepia en su poder á Doña Juana, la hija de la Reina, ni Don Alvaro de Estuñiga, duque de Arevalo, ni el maestre de Calatrava, ni el conde de Ureña, no vinieron ni enbiaron sus procuradores, porque cada uno destos demandavan al Rey é á la Reina nuevos partidos, algunos de los quales eran tan fuera de razon que no se sufria otorgarlos. El Rey é la Reina otorgaron de nuevo los oficios del reino á quien los tenja, salvo á los que no vinieron, que retuvieron los oficios sin proveerlos; é hizieron contador mayor á Gonçalo Chacon, que avia servido bien á la Reina, y el otro oficio de contador mayor dieron á Gutierre de Cardenas, su maestresala, que avia trabajado mucho en su casamiento; é luego començaron á hazer justicia de muchos malhechores; mas temiendo que no se juntasen con el marques de Villena hizieron perdon general, y enbiaron sus enbaxadores al rey de Francia Don Luys, onzeno deste nonbre, segun la amistad é costun hre antigua á confirmar las ligas é confederaciones que avia entre Castilla é Françia, é á rogarle que les restitu yese el condado de Ruysellon que les tenia en prendas de cierta moneda que dió al rey Don Juan de Aragon, su padre, pues estava ya libre conforme a las condiciones y asiento. El marques de Villena Don Diego Pacheco paresciendole que teniendo en su poder á Doña Juana que podria con ella hazer division en el reino, de manera que su estado se acrecentase, trató con el rey Don Alonso de Portogal, tio de Doña Juana, hermano de la Reina, su madre, que estava viudo, que se casase con aquella Doña Juana, su sobrina, que él tenia en su poder, é que él con todos sus deudos, amigos é valedores, é con el arçobispo de Toledo Don Alonso Carrillo y él duque de Arevalo le favo→ rescerian é harian ser rey de Castilla; é con catorze cib→ dades del reino é cinco mill onbres de armas, é que harian venir á su opinion al marques de Cadiz Don Rodrigo Ponce de Leon, é á Don Alonso de Aguilar, que eran casados con dos hermanas del marques de Villena, é que otros muchos se alçarian por él quando lo viesen entrar en Castilla, con condiçion que les confirmase á cada uno dellos lo que les dió el rey Don Henrrique, é demas desto les diese en el reino ciertos mill vasallos á cada uno. El rey Don Alonso de Portogal, aunque él tenia por çierta la deshonesta vida de su hermana, y dalli le nasçiese alguna sospecha que su sobrina no era hija del rey Den Henrrique, su cuñado pero como viese ofrecerle tan gran cosa, como ser rey de Castilla é de Leon, é pensando que todo se le haria llano é seguro, la enpresa Jigeramente acabada, contra el consejo é paresçer de todos los principales onbres de Portogal, aceptó el partido y firmó de cumplirlo, y enbió luego á requerir al Rey Don Fernando é á la Reina Doña Isabel que por quanto él avia dado palabra de casarse con la princesa Doña Juana, hija del rey Don Henrrique y legitima heredera de los reinos de Castilla é Leon, que les requeria que dexando el titulo de reyes de Castilla le desocupasen el reino, é que si algun derecho tenían á él, que él los oiria á justiçia. El Rey é la Reina le enbiaron á requerir se dexase de aquella vana enpresa, pues sabia que aquella Doña Juana no era hija del rey Don Henrrique, é como á tal hizo que dexandola jurasen á la princesa Doña Isabel por suçesora destos reinos, como legitima heredera dellos. Escrivieron ansimismo al marques de Villena que se dexase de incitar al rey de Portogal para que entrase en Castilla, é que le darian el maestrazgo de Santiago, é que le harian otras muchas mercedes á él é á sus deudos é valedores. El marques de Villena respondió que ya no era tienpo, porquél tenia por Rey de Castilla é de Leon al rey Don Alonso de Portogal é á la reina Doña Juana, su esposa, á quien de derecho pertenecian estos reinos; por ende que no le hablasen mas en aquella materia. ! Oida esta respuesta por el Rey é la Reina, luego mandaron poner gran recabdo en el reino, y escrivieron sus cartas á Don Henrrique de Guzman, conde de Niebla, señor de la cib ad de Gibraltar, que tenia á Sevilla, agradeçiendole mucho los buenos ofrecimientos que les avia hecho por sus cartas, lo qual tenian por cierto que quando se ofreciese lo mostraria, segun lo dezia. E porque al presente se avia ofrecido quel rey de Portogal, llamandose rey de Castilla é de Leon, queria entrar á alborotarles y escandalizarles el reino, con ayuda de algunos señores, cavalleros castellanos, sus vasallos, los quales miravan mas sus intereses que sus honrras; é que visto esto dellos, se avian intitulado reyes de Portogal, juntamente con el titulo de Castilla é de Leon; é que pensavan no solo defender sus reinos, pero con el ayuda de Dios, si nescesario fuese, irle á conquistar el suyo, que le ro |