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adelantado Pero Manrrique de una fortaleza donde estava preso, é dende á quatro dias se juntaron con él el almirante Don Fadrique é Don Henrrique Enrriquez, sus hermanos, é juntaron sus gentes en Medina de Rioseco. Como el Rey lo supo enbió cartas de llamamiento á todas las cibdades, villas é grandes del reyno, é teniendo juntos mill é quinientos onbres de armas, partió el Rey de Madrigal para yr sobre el Almirante; yvan con el Rey el Condestable é otros muchos señores, é llegando á Roa se despidieron del Condestable los cavalleros siguientes que llevaban su acostamiento: Juan Ramirez de Arellano, señor de los Cameros; Pedro de Quiñones, merino mayor de Asturias; Don Diego de Estuñiga, hijo del conde de Ledesma; Juan de Tovar, señor de Berlanga; Rodrigo de Castañeda, señor de Fuentidueña; Pedro de Mendoça, señor de Almaçan, los quales se juntaron con el Adelantado é con el Almirante.

Aqui en Roa alcançaron al Rey Don Juan de Guzman, conde de Niebla, é Don Juan Ponce de Leon, hijo de Don Pero Ponce de Leon, conde de Medellin é señor de Marchena, con muy gran cantidad de gente de cavallo gi

netes.

Como por todo el reino se supo quel condestable Don Alvaro de Luna llevava al Rey contra el adelantado Pero Manrrique é contra el Almirante é sus deudos, luego se juntaron muchos señores en favor del Adelantado é contra el Condestable; entre los quales Don Pedro de Estuñiga, conde de Ledesma, señor de Bejar, que estava por capitan mayor en la frontera de Ecija, como supo estas nuevas, sin pedir liçencia al Rey, con solo un escudero, se vino á Medina de Rioseco, donde estavan el Almirante y el Adelantado. E puesto que escrivió al Rey las causas de su venida, que fue por amor del Condestable, no las tuvo por buenas, antes le pesó mucho de su venida, é

TOMO IX.

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porque la frontera quedava sin capitan general, mandó á Don Juan de Guzman, conde de Niebla, que se tornase luego al Andaluzia á tener cargo de aquella frontera de los moros; el qual despidiendose del Rey con los ginetes que traia se tornó á Eçija, donde con la gente de guarnicion quel Rey tenia en aquella frontera, hizo algunas vezes entrada en tierra de moros, donde sacaron muchos ganados é cativos.

El rey Don Juan, á quien el condestable Don Alvaro de Luna llevava á hazer guerra al adelantado Pero Manrrique é á su hermano el Almirante, supo como todos los grandes ricos onbres é cavalleros de Castilla con seis mill de cavallo é muchos peones se avian juntado con el Adelantado é Almirante, salvo el conde de Alva Hernand Alvarez de Toledo, que era en favor del Condestable. Como estas nuevas supieron, el Rey de Navarra y el infante Don Henrrique, su hermano, entraron en Castilla con quinientos de cavallo en favor del Almirante é del Adelantado. E puesto quel Rey conoziese ya claramente quan errado andava en seguir la opinion del Condestable, pues por él perdia á todos los grandes de su reino é aun á las mas de las cibdades é villas con quien los grandes se avian levantado, no osavan declararse, sino disimulólo hasta que viese razon para ello.

En este tienpo Don Rodrigo de Villandrando, capitan general del Rey de Francia, como supo en Francia, donde estava, quel Rey, su señor, tenia pendencia con sus vasallos, partió de Francia con tres mill conbatientes, sus amigos, á servir al Rey de Castilla, é llegó con ellos á Medina del Campo, donde fue bien reçibido del Rey.

E mediante este tienpo, algunos religiosos, zelosos del servicio de Dios, trabajaron tanto en poner en paz al Rey con los del vando contrario, que se concluyó con quel condestable Don Alvaro de Luna saliese de la corte é no

viniese á ella por espacio de seis meses, y el Condestable se fue de la corte, é quedaron con el Rey de Castilla el Rey de Navarra, el infante Don Henrrique, su hermano, el Almirante é los demas; é pasados algunos meses Don Gutierre de Toledo, arçobispo de Sevilla, é su sobrino Hernand Alvarez de Toledo, conde de Alva, é Don Lope de Barrientos, obispo de Segovia, é Alonso Perez de Rivero, que seguian la parcialidad del Condestable, hizieron con el Rey, estando en Toro, que dixese que iba á caça, é se partió açeleradamente para Salamanca por salir de poder de aquellos cavalleros. El Rey de Navarra, el Al-mirante é los otros cavalleros de su parcialidad, partieron en seguimiento del Rey con seisçientos onbres de armas, é por esta causa començaron de nuevo los alborotos en el reino é casi todas las cibdades de Castilla estavan en poder de los cavalleros é por su parcialidad; pero dende algunos dias se contrataron vistas en Valladolid, donde se dió asiento en las roturas.

En este tienpo començaba á privar con el principe Don Henrrique un paje suyo, llamado Juan Pacheco, bijo de Alonso Tellez Giron, señor de Belmonte, el qual siendo paje del Condestable, lo asentó con el Principe; y este Juan Pacheco llegó despues á ser marques de Villena é maestre de Santiago, é otro su hermano, llamado Pero Giron, por su ynterçision, fue maestre de Calatrava, señor de Tiedra é Ureña, y estuvo concertado para se desposar con la reina Doña Isabel, siendo Infanta, hija deste rey Don Juan, y de Don Juan Pacheco es hoy nieto el duque de Escalona, y del maestre de Calatrava es hoy nieto Don Juan Giron, conde de Ureña, padre de Don Pedro Giron, duque de Osuna.

CAPITULO TERCERO.

De algunas cosas que acaecieron en el reyno mediante este tienpo.

Estando Don Juan de Guzman, conde de Niebla, algunas vezes en Sevilla é otras en Eçija, guardando aquella frontera de los moros, tuvo nuevas de cosas que suçedieron en Castilla; supo como el principe Don Henrrique, hijo del Rey Don Juan, se avia velado en Valladolid con su esposa la infanta Doña Blanca, hija del Rey de Navarra, é las bodas se hizieron quedando la princesa tan virgen qual nasçió: lo qual fue publico en la corte de que uvieron todos grande enojo, é fue la causa porquel principe era inpotente. Y estas bodas fueron el año de 1340; y en este año falleció el adelantado Pero Manrrique, de yervas que le dieron en la prision, quando estuvo preso, y Juan Pacheco, criado y privado del principe, por poner al Rey en nescesidad, para con ello hazerse gran señor, hizo con el Principe que se saliese solo con él de la corte, é fueronse á Segovia donde se confederaron con el Rey de Navarra, infante Don Henrrique, almirante, conde de Benavente, é los otros cavalleros de su parcialidad para destruyr al condestable Don Alvaro de Luna, porque con estar ausente del Rey lo tenia tan sojuzgado como si estuviera presente; é luego el infante Don Henrrique se alzó con Toledo, y el Rey fue allá á procurar de cobrar la cibdad; y estando en San Lázaro á la puerta de Visagra con treynta cavalgaduras, salió el infante Don Henrrique con dozientos onbres de armas, é pusose en batalla contra el Rey. Como Don Rodrigo de Villandrando que estava con el Rey vió la mucha gente del Infante é la poca del Rey, como onbre de guerra, dió industria como de presto se hiziesen unas barreras delante de San Lázaro, donde el

Rey estava, y él fue el que trabajó por sus manos mas en ello. E porque esto le acaesçió en dia de año nuevo, el Rey le hizo merced para sien pre jamas á él é á los condes de Rivadeo sus descendientes, de la ropa quel Rey aquel dia vistiese, é que comiese con el Rey aquel dia á su mesa; é despues de aver pasado muchas roturas entrel almirante é Rodrigo Manrrique, comendador de Segura, hijo del adelantado Pero Manrrique é todos los de su parcialidad, de la una parte contra el condestable Don Alvaro de Luna, é Don Juan de Çerezuela, arçobispo de Toledo, su hermano de la otra; vinose el Rey Don Juan de Castilla á Medina del Canpo, donde se vino para él el condestable Don Alvaro de Luna y el arçobispo de Toledo su hermano. E como esto supieron el Rey de Navarra, el infante Don Henrrique, el almirante, el conde de Benavente, Pero de Quiñones, merino mayor de Asturias, é otros cavalleros que serian por todos tres mill de cavallo, vinieron sobre Medina del Canpo, donde el condestable Don Alvaro de Luna estava con el Rey, é cercaron la villa, y el Condestable tenia dentro de Medina, ansi de su gente como de Don Gutierre de Sotomayor, maestre de Alcantara, su grande amigo, mill é seiscientos onbres de armas é ginetes; y el Rey tenia dentro de Medina con estos otros mill é quinientos de cavallo que eran tres mill é tantos de cavallo; é aunque de todas partes se tratava concordias, no uvo lugar por el grande aborrecimiento que todos tenian al Condestable, el qual fuera de su pasion é anbiçion de governar al Rey é al reino, era un honrrado señor, franco, liberal, valiente é de grande animo; pero como los de fuera é los de dentro fuesen contra él, tenia trabajo. Los de Medina dieron lugar de hazer un portillo en la cerca de Medina por donde entraron de noche el Rey de Navarra, el Infante, el Almirante, é los de su parcialidad con su gente.

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