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benéficas instituciones, que desviándose progresivamente de las causas de su orígen, llegan á ser objeto de los intereses ó pasiones particulares de los hombres.

20.

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Mientras que tantos españoles viajaban á la Palestina en el siglo XII á satisfacer su valor y devocion, un judío de Tudela en el reyno de Navarra, llamado Benjamin, de singular discrecion y muy instruido en la sagrada escritura, inflamado de su amor á la ley de Moyses, resolvió ir á visitar á sus hermanos del oriente, creyendo hallarlos en tal grado de crédito y prosperidad, que fuese capaz de hacer revivir el honor y la dilatacion de su secta. Con este designio salió de España en 1160, fué tierra á Constantinopla, y atravesó los paises que están al norte del Ponto Euxîno y del mar Caspio, hasta la Tartaria china. De allí tomó su direccion hacia el Sur; y despues de haber atravesado diferentes provincias del interior de la India, se embarcó en el océano índico, visitó muchas de sus islas, y con las observaciones propias y las noticias que recogió de otras personas fidedignas volvió al fin de 13 años por el Egipto á España, con grandes conocimientos sobre una porcion considerable de nuestro globo, desconocida entónces de los pueblos occidentales. Su relacion ó itinerario ha tenido muchos impugnadores, y tambien doctos apologistas sobre la verdad de su narracion; y entre estos merece distinguido lugar nuestro célebre Arias Montano, que fué el primero que la traduxo en latin á instancias del ilustre obispo de Segovia Don Martin de Ayala (1).

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21. El orígen y establecimiento que tuviéron á principios del siglo XII en la Palestina las órdenes militares y hospitalarias de San Juan de Jerusalen y del temple, para defender de facinerosos en los caminos á los cristianos que iban en peregrinacion, para asistirlos en los hospitales y curarlos de sus enfermedades y dolencias , y para guerrear de continuo contra los enemigos de la fe, diéron causa é impulso á los españoles, ya para incorporarse en unos institutos tan análogos á su espíritu militar y á su de

(1) Rodriguez de Castro, Bibl. de escrit. rabinos, tom. I, pag. 82. Robertson, Hist. de l' Amer. lib. 1.

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,

vocion , ya para procurar su engrandecimiento y propagacion por todos los estados cristianos de Europa. Los reyes y especialmente la nobleza, que tanta consistencia adquirió con las nuevas religiose apresuráron sin término. ni límite á dar exemplo de su piadosa generosidad. Por contemplacion á San Bernardo, de quien era muy devoto, determinó el emperador Don Alonso de Aragon dexar grandes heredamientos y posesiones á los caballeros del temple: y en efecto cumplió este propósito quando muriendo á vista de Fraga en una batalla con los moros el año de 1131, despues de hacer otras mandas piadosas y notables á varias iglesias y monasterios declaró por herederos y sucesores de todos sus reynos y señoríos, en toda propiedad y absoluto dominio, á aquellos religiosos y á los del santo Sepulcro de Jerusalen: donacion que no pudo tener efecto por circunstancias que obligáron á las mismas órdenes á renunciar sus derechos, con algunas reservas y condiciones (1). Don Ramon Berenguer, conde de Barcelona, tomó el hábito de San Juan, y su hijo el príncipe Don Ramon, que fué muy apasionado de los templarios, los hizo traer á Cataluña desde la Palestina, á persuasion de San Olegario, quien como metropolitano celebró un concilio en Barcelona á 15 de Abril de 1 134, en el qual se determinó la inmunidad que debian gozar estos caballeros, se les ofreció la proteccion de la Iglesia, y se promulgáron penas y censuras contra quien los injuriase. Dioles entónces aquel príncipe la villa de Monzon y muchos castillos , y otras rentas (2). En 21 de Febrero de 1132 murió Don Pedro Atares, caballero muy principal del reyno de Aragon, y por no dexar hijos pretendiéron los religiosos del hospital y del temple suceder en el señorío de la villa, ahora ciudad de Borja que les habia cedido en vida; y en tal concepto la diéron ellos en feudo á Doña Teresa madre del donador, por cuya causa Don Ramon Berenguer, príncipe de Aragon, se apoderó de aquella villa y de la de Magallon, dándoles en recompensa otros pueblos (3). Ha

(1) Fúnes, Crón. de la Relig. de S. Juan, lib. I, cap. 2. Zurita, Anal. de Arag. lib. I, cap. 45 y 52, y lib. II, cap. 4.

3.

(2) Zurita, Anal. de Arag. lib. I, cap. 29, y lib. II, cap. 4. Fúnes, lib. I, cap. Florez, Esp. sag. trat. 65, cap. 6, tom. 29, p. 270.

(3) Zurita, Anal. de Arag. lib. II, cap. 13. Fúnes, lib. 1, cap. 7.

llándose en Huesca el rey Don Alonso II por Marzo de 1193 dió la villa de Caspe á la religion de San Juan y en su nombre á Fr. Armengol de Aspa, maestre que entonces llamaban en España de Amposta, y en 1196 los pueblos y castillos de Alhambra, Orrios y la Peña del Cid á los templarios. Despues de la muerte de este rey heredáron los hospitalarios de San Juan, como lo dexó mandado en su testamento, la villa y castillo de Samper de Calanda en el año de 1197 (1).

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22 Los reyes de Navarra y sus vasallos queriendo acreditar su devocion, y el aprecio que hacian de las proezas y servicios importantes con que se distinguian en la guerra santa de ultramar los religiosos de ambas órdenes, los colmáron tambien de riqueexênciones y prerogativas. Á 18 de Noviembre del año de 1135, reynando Don García el restaurador, donáron Lope Iñiguez y su muger Sancha Aznarez al hospital de San Juan de Jerusalen la iglesia de San Miguel de la villa de Zizur, en el obispado de Pamplona (2). El mismo rey Don García donó en Enero de 1142 á la órden de San Juan las villas de Cavanillas y Fustiñana para sufragio de su alma, la de la reyna Doña Margarita su muger y la de sus padres (3). En 1149 hallándose aquel rey en Tudela concedió privilegio de exêncion de leuda á la religion del temple, y á su maestre Rigaldo Juger (4). El rey Don Sancho el sabio concedió en Marzo de 1160 á los templarios facultad para construir una presa y acequia en términos de Fontellas y tomar el agua del Ebro; y en Diciembre de 1173 les concedió ademas las aguas sobrantes de los prados de Mosquera y Fontellas, reservando á los de este pueblo y los de Tudela la facultad de regar sus heredades (5). Así se enriqueciéron estas órdenes, de manera que á mediados del mismo siglo de su institucion, no solo contaban los templarios en España doce conventos

(1) Zurita, Anal. de Arag. lib. II, cap. 45, 47 y 48. Fúnes, Crón. de la Relig. de S. Juan, pág 72.

(2) Archivo del gran Priorato de Nav. cax. de Zizur. núm. 2; y copia en la colec. diplom. del Sr. Abella en la Acad. de la Hist.

(3) En el mismo arch. y en la colec. del Sr. Abella.

(4) En el mismo arch. y coleccion citada.

(5) En el mismo arch. y colec.

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principales, sino que eran dueños de muchas villas castillos y Don Alonso VII les donó á Calatrava, que sostuviéron y defendiéron de los moros por tiempo de ocho años, con grandes gastos de su hacienda y peligro de sus personas (1). Fundáron ademas en Segovia un convento con el título de la Veracruz : obtuviéron en Toledo para sí el monasterio de San Servando ; y en el obispado de Astorga la villa de Ponferrada que fortificáron y muchas iglesias y derechos en los valles de Tavara y de Salas (2). Estas concesiones, que se multiplicáron en Castilla, fuéron mas extensas y repetidas en el siglo inmediato; y si en ellas se ve un testimonio indeleble de la piadosa proteccion y generosidad con que los monarcas españoles y sus súbditos promovian las santas expediciones de ultramar, se descubre tambien el orígen de la amortizacion de muchas propiedades territoriales, de cuyas rentas salia gran parte fuera de estos reynos, y en pos de ellas muchos nobles castellanos, aragoneses y navarros, que halláron en las nuevas instituciones una carrera honorífica y ventajosa para su valor, su piedad y su decorosa subsistencia.

23. Para contener los daños que de uno y otro podian resultar á estos reynos, y convertir el zelo y el valor de sus naturales á objetos de mas cercano interes y utilidad, dictó acaso la política la institucion de las órdenes militares de España, á imitacion y segun el modelo de las establecidas en la Palestina, con tanta gloria y aceptacion tan universal: instituciones que exîgía tambien la necesidad, quando divididos entre sí los príncipes cristianos y sumergidos en querellas particulares, se aprovechaban los moros con diligente sagacidad de estas disensiones domésticas, para extender sus conquistas y su dominacion. Despues de mediado el siglo XII comenzó á levantarse esta nueva milicia religiosa para defender de las invasiones y ataques de los sarracenos las fronteras de los estados cristianos de la península. La órden de Calatrava instituida el año de 1158 por el rey Don Sancho el deseado, y aprobada por Alexandro III en 1164, estableció su

(1) Rádes, Crón. de la órd. de Calatrava, cap. 1.

(2) Colmenares, Hist. de Segovia, cap XIX, §. 4. Alcocer, Hist. de Toledo, lib. II, cap. 4. Florez, Esp. sag. tiat, 56, cap. 4 y 6, tom. 16, pág. 58 y 252.

convento en la villa de Calatrava la vieja contra los moros de Andalucía. La de Santiago fundada ó constituida de nuevo por Don Fernando II el año de 1170, y aprobada por aquel papa cinco años despues, fixó su convento en la villa de Cáceres contra los moros de Extremadura , y posteriormente en Alharilla y Ucles contra los de la Mancha y Cuenca. La de San Julian de Pereyro, que despues se llamó de Alcántara, creada tambien por el rey Don Fernando poco ántes de 1177, en que fué aprobada por el mismo pontífice Alexandro, tuvo su convento en el lugar de San Julian de Pereyro, que era en el obispado de Ciudad-Rodrigo, y despues en la villa de Alcántara contra los moros de Extremadura y del reyno de Sevilla. La órden de Avis, segun las crónicas portuguesas, se fundó el año de 1147, y se llamó entonces la caballería de Ébora, por haber establecido su convento en la ciudad de este nombre (1).

24. Los reyes, mirando en estas religiones militares el mejor apoyo de sus tronos, el mas poderoso escudo de sus estados , y el medio mas eficaz para dilatar y sostener la religion cristiana, las favoreciéron magníficamente desde su institucion, honrándolas y enriqueciéndolas, ya con prerogativas y exênciones de toda clase, ya con donaciones de territorios, villas y castillos: consideraciones y riquezas que se aumentáron quando su cooperacion y auxilio contribuyó tan poderosamente á las conquistas de los reynos de Jaen, Córdoba, Sevilla y Granada, llegando el poder y autoridad de los maestres á causar mas de una vez zelos y rivalidad á los mismos príncipes á quienes servian, dexándolos necesitados ó menesterosos de su auxîlio: lo qual pudo probablemente influir en la determinacion política de Fernando el católico de unir á su corona los maestrazgos de estas órdenes, quando ya por la conquista de Granada quedaba España libre enteramente de la dominacion mahometana (2). Pero no porque se instituyesen estas órde

en España cesó ni se amortiguó la devocion y el fervor de sus naturales para distinguir y fomentar las de Jerusalen; pues

(1) Rádes, Crón. de las órd. de Sant. Calat. y Alcánt. y en la de Calat. fol. 32. (2) Ibid. Crón. de Sant. cap. 49, fol. 73. Crón. de Calat. cap. 39, fol. 82, v. Crón, de Alcánt. cap. 38, fol. 55, v.

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