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alas de la libertad; hoy la ciencia respetada y tranquila no teme ser contenida y atropellada en su desarrollo; el domicilio es un sagrado que nadie puede hollar arbitrariamente; los derechos individuales, preciosísima conquista de los tiempos modernos, se hallan promulgados por la Constitucion del país, habiendo pasado la nacion española desde la abyeccion en que se hallaba sumida, á ser una de las más libres de toda Europa.

Pero tan repentino tránsito no podia verificarse sin graves agitaciones yrudos sacudimientos. Los que en política no ven más allá del dia presente, se lamentan con amargura de las turbaciones actuales, temiendo que no tengan fin ó que lleven la nacion á su completa ruina. Olvidan que todo cambio brusco produce una una conmocion fuerte, y que las naciones no se arruinan por la libertad, sino por el fanatismo y la servidumbre. Deploramos las revueltas, pero amamos las revoluciones, porque ellas son las grandes justicias de la historia.

Con el corazon lleno de fé y la mirada puesta en un porvenir más tranquilo y espléndido, aseguramos que las turbulencias presentes se desvanecerán como nubes pasajeras, dando lugar á que resplandezca en todo su brillo el sol de la libertad, y á que España sea grande por haber sabido reconquistarla y consolidarla, consignándola primero en las leyes, y haciéndola pasar despues á las costumbres.

¡Honor á los hombres que en Setiembre de 1868 supieron volver por la honra de España, haciendo huir despavoridos á sus opresores, y hagamos extensivo nuestro agradecimiento á cuantos, como el Señor Alba, procuran perpetuar el recuerdo de tan gloriosa Revolucion en la memoria de las generaciones!

N. CAMPILLO.

INTRODUCCION.

Solo la admiracion y el entusiasmo que producen las acciones esforzadas, los hechos heróicos, son capaces de sacar á los hombres de su ordinaria esfera, alentándoles á empresas superiores á sus débiles fuerzas; y esta es la única disculpa que puede encontrar el que, temerario, lánzase con su atrevida pluma á tratar hechos de que se han ocupado ilustres escritores, y hombres de reconocido criterio en la ciencia política y en la historia.

Amante entusiasta de la libertad de mi pátria, he gemido en público y en secreto por la tiránica opresion de que ha sido víctima durante tantos años; he recordado con dolor, vertiendo mi corazon abundantes lágrimas, la suerte de los héroes que han sido inmolados, al furer de sanguinarias hienas que han regido los destinos de la noble España, en Madrid, Barcelona, Alicante, Coruña, Palma de Mallorca, Valencia, Cádiz, Roa, Granada, Sevilla, Málaga, Baracaldo, Zaragoza, Badajoz, Logroño, Araal; Hecho y Ansó, Carral y otros puntos: ¿y porqué? Por defender la libertad, por proclamar los derechos del pueblo, de los que son enemigos únicamente los tiranos; pero he visto colmados todos mis deseos cuando el valor de nuestros libertadores ha quebrantado las cadenas que oprimian nuestros dóciles cuellos, dejándonos en completa libertad para que podamos hacer uso del precioso don que ellos nos consiguieron exponiendo sus vidas, cuando tantas se han sacrificado por esa misma causa durante el presente siglo, como

me propongo probar, describiendo breve y sencillamente, por orden cronológico, los principales sucesos políticos ocurridos en España desde la restauracion de Fernando VII en 1814, hasta que consumada la revolucion de Setiembre, la mas generosa de cuantas cita la historia, fué nombrado regente del reino D. Francisco Serrano y Dominguez, por acuerdo de las Córtes.

El pueblo español, liberal por excelencia, ha venido sosteniendo una lucha constante con los enemigos de su bienestar hasta el 18 de Setiembre de 1868 en que, recordando era esta la nacion de los Riegos, Torrijos Argüelles, Guzmanes, Calatravas y Padillas, despierta del letargo en que yacía, y álzase orgulloso, para librar la definitiva, al grito de España con honra, dado abordo de la Zaragoza, y ante los muros de la Perla del Océano, por los Serranos, Prim y Topete.

Los siglos desaparecerán, y el nombre de Cádiz vivirá encarnado en las generaciones, por haber sido la ciudad que en dos ocasiones ha levantado incólume el lábaro santo de la libertad.

La historia cuidará de trasmitir á las generaciones venideras la importancia de este hecho, para que en él estudien nuestros hijos y comprendan lo que hicieron sus ascendientes para sacudir la tiranía y asegurar la libertad de un pueblo, sentenciado al ostracismo por los inplacables verdugos de los derechos del hombre.

La Revolucion de Setiembre no ha sido hecha para cambiar un gabinete, ni para variar de sistema político. La Revolucion de Setiembre en su levantado impulso, ha derrocado un monarca, arrastrando tras sí toda su dinastía y seculares tradicciones.

Cuando un hijo del pueblo Ibero medita y considera el gran paso que acabamos de dar, no puede prescindir de contribuir, con el óbolo de su pobre inteligencia, á demostrar la justicia que asistia á sus conciudadanos para, pulverizando el árbol infecundo de la tiranía, tremolar la bandera de la civilizacion y el progreso, á cuyos hermosos plie

gues están acogidas las naciones que hoy disfrutan de dicha y prosperidad.

A España se le presenta una nueva era de felicidad gloria ¡Quiera Dios que no haya espúreos hijos que hagan peligrar lo que hemos conquistado con la fé, la constancia y los innumerables sacrificios de ilustres patricios que jamás se apartarán de la memoria de los buenos!

Ahora, pues, denodados adalides de nuestras libertades. ¡Vosotros que siguiendo las huellas de Porlier, Lacy, Vidal, Ariño, Riego, y tantos otros, despreciasteis los horrores del patíbulo en que sucumbieron aquellas heróicas víctimas, por redimir la pátria! ¡Vosotros que habeis combatido á los enemigos de ella con tanto valor como entusiasmo! ¡Vosotros, en fin, con cuyo titánico esfuerzo nos hemos desprendido del poder neroniano que nos envilicia! Recibid el parabien de vuestro triunfo; gozaos en él, y sed el apoyo de nuestra libertad, el centinela avanzado de nuestros derechos, y el obrero del progreso de nuestra pátria, no apartando jamás la vista del punto luminoso á que todos la dirigimos, que es el porvenir, mientras que nuestros corazones laten por una misma idea y pronuncian nuestros lábios la palabra que simboliza todos nuestros sentimientos: ¡Democracia!

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