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La nueva situacion venia á derrocar por centésima vez à el amenazador absolutismo que se cernia como una negra nube en el horizonte político de España, y era la espada de un soldado la que acababa de devolver á su pátria la honra y la libertad.

Despues fué preciso lidiar como soldado por la causa que habia hecho triunfar en Sevilla, y como jefe de aquel distrito militar vino con el Ejército á tomar posiciones en Alcolea. Libróse allí una batalla terrible, sangrienta, pero vencieron las huestes liberales y se encaminaron inmediatamente hácia la córte. En ella penetraron las valientes tropas que habian dado una muestra de valor harto dolorosa, es verdad, pero necesaria, porque era el último esfuerzo para vencer à la dinastía Borbónica, causa de tantos males y trastornos.

El general Izquierdo, al frente del Ejército libertador, penetró en Madrid entre el júbilo y las aclamaciones de un pueblo inmenso. Merecido honor que se tributaba al civismo y al valor acrisolado de quien supo unir las virtudes militares y los deberes de buen ciudadano.

Tambien ha sido recompensado, no tal vez como merezcan sus servicios á la causa de la Revolucion, pero al menos como ha sido posible en las circunstancias en que el país se encuentra. Como militar ha sido ascendido al empleo de Teniente General; como merecedor de la confianza de la Revolucion se le ha conferido el mando del primer distrito militar de España, y como ciudadano ha obtenido la honra de representar como Diputado al distrito electoral de Antequera.

Tales recompensas pueden enorgullecer á un hombre que, menos modesto que D. Rafael Izquierdo, quiera vivir para los honores y condecoraciones. Para él solo son el recuerdo de los servicios hechos á la pátria y á la libertad, á cuya defensa siempre le hallará dispuesto.

X.

Algunas observaciones para terminar nuestro trabajo.

No es la ambicion la que pudo dirigir al general Izquierdo por distinto camino que el que habia seguido hasta el 19 de Setiembre en que rompió con sus tradiciones. Permaneciendo al lado de la causa Borbónica, indudablemente hubiera diferido los sucesos que han tenido lugar, y en este caso y de seguro, habrian llovido sobre sus hombros cuantos grados, mercedes y condecoraciones hubiera podido desear la más desbordada ambicion. Un sentimiento de patriotismo le inclinó á obrar en distinto sentido, arriesgando su carrera y su vida; circunstancia que honra y enaltece su conducta.

Principió su vida militar defendiendo en los campos de batalla la

causa liberal, y al terminarla se señala con un gran servicio en su favor: esta particularidad de su existencia política nos demuestra evidentemente lo que en el curso de este trabajo hemos consignado repetidas veces si la libertad vive en España, debido es á los esfuerzos de los militares por conservarla, llámense Torrijos, San Miguel, Riego, Roten, Izquierdo, Caballero, ó como otros muchos, que le han sacrificado su nombre, su posicion y su vida.

Con relacion á Izquierdo habremos aún de notar que en medio de su reserva durante una larga série de años, le hallamos por sus principios en las filas más avanzadas del progreso. En el manifiesto que dirigió á los electores de Antequera consigna con gran extension sus opiniones, manifiesto que sentimos no insertar por la extension que ya hemos dado á estos apuntes.

Militar de deberes, es amante del principio de autoridad, convirtiéndose en celoso ciudadano desde el momento en que la tiranía pretende ofender y derribar los fueros y derechos de la Nacion.

Es monárquico, pero quiere la monarquía fundada sobre los principios democráticos, y áun así y á pesar de sus convicciones protesta acatar cualquier otra forma de Gobierno que las Córtes representantes de la Nacion quieran darla.

Es partidario de las reformas económicas bien entendidas, las desea radicales en la organizacion del Ejército, quiere una gran descentralizacion administrativa, y en los distintos ramos que forman el organismo político y administrativo del país, pretende que se pongan en armonía con el espíritu de la Revolucion.

El general Izquierdo por lo demás, y aparte sus brillantes condiciones como político y militar, se señala por otras cualidades que solo pueden reconecerse en el trato íntimo de las personas, pero que no son por eso menos apreciables y dignas de alabanza. Posee la probidad y franqueza de carácter del caballero, que unido á sus virtudes privadas, le hacen acreedor al cariño de sus amigos y al respeto y consideracion de todos.

Al concluir de trazar estos apuntes biográficos, tenemos la conviccion de que no han de terminar en ellos los que aún han de ennoblecer la existencia de la persona á quien pertenecen. El general Izquierdo aumentará las páginas de su historia con hechos que han de honrar su memoria; esta es la recompensa de los que, como él, se consagran al serservicio de la pátria.

Madrid 5 de Agosto de 1869.

JOSÉ J. ARRONIZ.

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D. JUAN PABLO SOLER,

DIPUTADO POR ZARAGOZA.

I.

e cree generalmente que el estudio de la teología es contrario á las ideas de progreso, que exclaviza al espíritu y le priva de buscar la luz de la perfeccion social y, en fin, que es declarado enemigo de la civilizacion. Nosotros no podemos convenir en ello. El progreso de los pueblos hacia el bien, tanto será más verdadero y será tanto más grande, cuanto más grande y más verdadera sea la idea, que de su destino tenga cada uno de los hombres: la perfeccion social no puede alcanzarse por otro medio que haciendo conocer al hombre su origen altísimo, y mostrándole las inmensas perfecciones del Supremo Sér, á quien debe la existencia y hacia el cual debe tender siempre su espíritu; y en fin, la civilizacion no puede tener jamás por enemiga la Teología, la ciencia que más brillo, más dignidad, más pureza, más sublimidad de pensamientos ofrece á nuestra mente, diciéndonos los explendores, las increadas excelencias, la virtud purísima, la justicia y la magnanimidad sublimes de Aquel, por cuya magnífica voluntad todo fué hecho, y por cuyo amor infinito, al otro lado de la tumba y despues de los pasajeros sufrimientos con que se acrisola en esta vida y se enaltece la rectitud del corazon que late venerando afectuoso las maravillas del Bienhechor eterno, está esperándonos consoladora y hermosa la inmensidad del bien, la gloria de la Suprema Verdad, cuyo luminar vivificante siempre en vano buscarán, si van sin la guia de la fé, necesaria y cariñosa her

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