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A los diez y ocho meses poco mas ó me- sanguineos como venosos, contenian gruesas nos de este accidente, principió á observar concreciones poliposas de color negro, de que su pierna izquierda estaba particularmen- consistencia viscosa, y sin que se pareciesen te afectada. Aparte de esta debilidad, sufria en manera alguna á las que de ordinario se violentos dolores en todo el cuerpo, dolores encuentran en los cadáveres. que aumentaron despues de un mal parto, y Mr. Gooch refiere la observacion de una que se hicieron mucho mas intensos despues muger que tenia los huesos reblandecidos; de un parto natural que tuvo lugar en 1751. pero este caso difiere ensencialmente del anAquella muger padeció entonces de calofrios, terior, puesto que dichos huesos fueron atade un malestar general y de un calor tan vivo cados de fragilidad antes que apareciese el que casi siempre sudaba, como que no podia reblandecimiento. La enfermedad principio tamresistir ni en los rigores del invierno, ninguna bien por dolores que se dejaron sentir en todo manta en su cama. Sus dolores adquirieron el cuerpo, y á los cuales siguieron sintomas sucesivamente mayor intensidad, y al fin ob- febriles; pero á las pocas semanas se fijaron servó que sus orines depositaban un sedimen- estos dolores sobre todo en las piernas y en to blanco. Sin embargo, luego que apareció los muslos, sin que la presion los aumentara. este sedimento fueron disminuyendo aquellos Esta fragilidad de los huesos no apareció por dolores, pero al propio tiempo se iban encor- lo visto en el caso que hace poco hemos refevando sus estremidades, cuyo reblandecimien- riao. En junio de 1749 la enferma de Mr. Gooch to continuó adquiriendo creces hasta la muerte. se fracturó la pierna al ir desde su cama á una En abril de 1752, el tronco solo media 23 pul- butaca, y oyó como el hueso se rompia: gadas de longitud, el tórax estaba completa- aunque al instante se redujo la fractura, y mente deformado, y los huesos de los miem- fué tratada por uno de los mas hábiles cirujabres superiores se hallaban muy contorneados. nos del pueblo donde vivia la enferma, no se Tambien se veian muy encorvados los de la formó callo, sino que el hueso adquirió suma parte inferior, pero los del muslo habian ad- flexibilidad, estendiéndose en pocos meses quirido tal grado de flexibilidad que la enfer- esta facilidad en doblarse desde la rodilla hasma hubiera podido colocar sus pies debajo de ta la articulacion. La enfermedad continuó cada lado de la cabeza. El lado derecho no se progresando, en términos de que en poco deformó tanto como el izquierdo hasta mucho tiempo la otra pierna y el muslo quedaron tiempo despues, mas no por eso dejaban de igualmente afectados, despues de lo cual, las sorprender las alteraciones que se presenta- piernas y los muslos se edematizaron, se volban cada dia, y las diferentes formas que ad- vieron propensos á escoriarse y á segregar quirian los miembros, como resultado del es- una materia purulenta, poco ligada y de color cesivo reblandecimiento de los huesos; de tal amarillento. Manifestáronse primero sintomas suerte que, cuando el sedimento de la orina escorbúticos en el invierno que siguió despues parecia considerable, la enfermedad perma- de la fractura de la pierna, y luego principianecia como estacionaria, al paso que adquiriaron á sangrar las encias de la enferma. Admimayor intensidad cuando los orines apenas nistráronse los tónicos sin resultado alguno; daban depósito alguno. Independientemente presentóse con mas regularidad la menstruade estos síntomas, esperimentó la enferma cion, y el apetito lo mismo que las digestioviolentos dolores, calofrios, y dificultad de nes fueron mejores que antes. Pero en los respirar; espulsó tambien esputos sanguíneos, últimos momentos de su vida respiraba con y por fin, sobrevino fiebre con convulsiones. dificultad la enferma; encorvóse la espina dorAquella muger murió á principios de noviem-sal, y á cada inflexion de las vértebras espebre de 1752, y al hacer la autopsia de su ca- rimentaba un dolor en la region de los lomos; dáver se observaron las siguientes particula-éranle entonces inútiles los miembros y se ridades.

veia obligada á permanecer sentada en la ca1. Que los músculos en general estaban ma, por fin, habiendo aquel estraordinario remuy pálidos y muy laxos. El vasto esterno, blandecimiento ganado los huesos sobre que el fascialata, el delgado anterior, el biceps y se sentaba, estos últimos se ensancharon tamlas partes esteriores del delgado interno, eran bien, como igualmente las estremidades de los mas cortos de lo que suelen serlo en estado dedos y de los pulgares, llegando las falanges natural, y mas firmes y tensos, al paso que á encorvarse á causa de los esfuerzos que hasus antagonistas eran muy largos, muy del-cia la enferma para levantarse. Esa gran flexigados y se desgarraban con muchisima facili-bilidad de los huesos fué poco a poco aumendad. En fin, todo el aparato muscular habia tando y haciéndose general, pero al propio sufrido mas o menos segun la accion que en tiempo iba acompañada de una notable devida ejecutaban los músculos.

2. Los huesos estaban enteramente sueltos habiendo quedado tan solo el periostio, de modo que ya no tenian mas que la forma de un cilindro.

macracion y de una escesiva dificultad en resdi-pirar. El flujo menstruo cesó por completo cuatro meses antes de la muerte de la enferma; sus piernas, edematizadas y en casi toda su estension, se pusieron erisipelatosas. La enferma conservó, sin embargo, sus facultades

3. El corazon y los vasos mayores, asi

intelectuales hasta el último momento; y espiró de repente despues de una conversacion muy sensata acerca de su triste situacion y de su próximo fin.

cho mas tiernas que un hue so natural, si bien tienen igual espesor. Mr. Wilson añade que se encuentran grandes cavidad es en la sustancia de los huesos que comunican á veces con las partes blandas inmediatas; algunas de estas cavidades contienen una materia oleaginosa, comédula hervida, y en otras se encuentran cuajos de sangre y una sustancia animal blan

su fragilidad á la de una materia blanda que forma parte esencial de su estructura intima. Cree que los huesos adquieren necesariamente cierto grado de fragilidad á una edad avanzada, porque la proporcion de sustancia caliza aumenta á medida que se envejece, al paso que

de los viejos se rompen con mas facilidad y tardan mas en soldarse que los de los jóvenes. Sin embargo, Mr. Wilson hizo observar que jamás son friables y frágiles en términos de romperse como los huesos calcinados, sino que contienen, por el contrario, gran cantidad de aceite, cuyo hecho ha sido comprobado en particular por Mr. Saillant. Observó ademas que despues de la muerte, una vez secos, son tan crasos que para conservarlos es preciso darles alguna preparacion. Disminuye la organizacion vascular, pero abunda mas la materia animal oleaginosa.

Encontrose al hacer la autopsia del cadáver, que el cuerpo tenia dos pulgadas menos que en su estado natural. El corazon y los pulmo-mo nes aparecieron sanos, pero habian estado muy comprimidos, sobre todo por el hígado, que, da é inorgánica. sin ser cirroso ni presentar enfermedad algu- Pasemos, por fin, á hablar de la fragilidad na, habia adquirido un volúmen muy conside-de los huesos, que es un estado morboso que rable. El bazo era muy pequeño, y el mesen-les afecta y facilita mucho su rotura. terio solo tenia una glándula cirrosa. Todos Boyer atribuye el reblandecimiento de los los huesos, menos los dientes, estaban reblan-huesos á la falta de la cal en su estructura, y decidos, en términos de no encontrarse ni uno siquiera que pudiese resistir el instrumento cortante; los de los miembros inferiores se encontraban mas alterados, pues solo se componian de una especie de sustancia parenquimatosa, parecida á hígado blando y parduzco, sin ningun mal olor Con efecto, se hallaban aque-disminuye la otra materia. Por eso los huesos llos huesos descompuestos de tal manera, que oponian al ser cortados de través menos resistencia que los músculos sanos, aun cuando se encontrasen á menudo laminillas óseas tan delgadas como una cáscara de huevo. Los huesos mas compactos, como los que contenian la mayor cantidad de médula, eran los mas alterados; siendo de notar que la disolucion habia principiado en el interior, puesto que solo se observaron laminillas óseas en el esterior, y ninguna de ellas en los demas puntos. El periosto era un poco mas grueso que de ordinario, y los cartílagos mas delgados, sin que por eso hubiesen llegado al estado de disolucion. Descubrióse en los mismos huesos gran canti-go dad de una materia oleaginosa y un poco de fosfato cálcico. No se puede asignar causa al- | guna á la enfermedad, pues la circunstancia de haber comido demasiada sal, á que se atribuye la dolencia á la primera muger de que hemos hablado, es de todo punto insuficiente para esplicar el origen de esta singular afeccion. Todos los casos de reblandecimiento que hasta ahora se han citado, han tenido un término funesto, y doloroso es confesar, que hoy dia aun no se conoce ningun buen tratamiento para la curacion de esta clase de enfermedades. Los señores Boyer y Richerand hablan del reblandecimiento de los huesos y de la raquitis, como si fuesen una sola y única enfermedad; pero, segun hizo observarlo Mr. Wilson, la primera de estas afecciones difiere de la raquitis en que ataca á las personas de edad media, ó ya mas avanzada, sin manifestarse nunca en los jóvenes en particular; difiere tambien de ella por el cambio que sobreviene en los mismos huesos, los cuales, una vez secos, no se encuentran como si se los hubiese cho macerar por mucho tiempo en un ácido débil, pues apenas está trasformada la parte animal; pero esta última, y el fosfato de cal, parece que hayan sido absorbidos, en términos de no dejar mas que simples capas óseas, mu2033 BIBLIOTECA POPULAR,

En las personas que han padecido por lartiempo enfermedades cancerosas, los huesos son tan friables como los calcinados. Saviard y Louis citan varios en comprobacion del anterior aserto. Louis refiere el caso de una religiosa que se fracturó el brazo apoyándose simplemente en una criada. En el London medical journal se cita una persona que no podia volverse en su cama sin que se rompiese un hueso.

Los huesos adquieren á veces una notabilísima fragilidad en los últimos grados de la sífilis.

En los casos de escorbuto de mala naturaleza se vuelven á veces tan friables que el menor choque los rompe, sin que luego sea posible alcanzar su reunion.

La fragilidad de los huesos en una edad ya avanzada es incurable; lo cual depende de otra enfermedad constitucional que no se puede curar sin que la última lo esté.

Boyer cree, segun se puede ver en una de sus obras (Tratado de las enfermedades quirúrgicas), que el reblandecimiento y la fragihe-lidad de los huesos se deben considerar como afecciones de diferente naturaleza; pero esta opinion no se halla aun sancionada por suficiente número de hechos fidedignos y bien observados.

RAREFACCION. (Fisica.) Disminucion de
T. XXX. 68

densidad en un gaa. Decimos que el aire se en-, mido, deja de serlo cuando vuelve á su estado rarece cuando se dilata, cuando la misma cantidad de un gas ocupa mayor espacio.

Los gases, asi como los líquidos, tienen que obedecer á dos fuerzas, á saber: la de pesantez y las acciones moleculares.

primitivo; pero el aire se encuentra en un continuo estado de tension; no hay para él volúmen primitivo, porque siempre tiende á ocupar uno mayor. Un pie cúbico de aire pudiera ocupar un espacio de muchos millares de mePero en los gases, las acciones molecula-tros cúbicos, sin dejar por eso de propender res obran de una manera enteramente distinta |á mayor enrarecimiento, si no existieran fuerque en los sólidos y los líquidos. En estos zas que lo contuvieran. son atractivas, en los gases repulsivas, es de- Resulta de lo que acabamos de decir, que cir, que las moléculas en un fluido aeriforme | propenden constantemente á separarse unas de otras hasta encontrar un obstáculo, es decir, fuerzas contrarias que las contengan y condensen.

debe ser muy dificil mantener los gases en condiciones siempre iguales de equilibrio, y efectivamente, para esto seria necesario que su fuerza elástica fuera igual en todos los puntos de nivel de la masa, es decir, que la fuerPor lo tanto, la rarefaccion llevada hasta za repulsiva de una molécula estuviera exaclo infinito, seria el estado natural de los gases, tamente compensada por la fuerza repulsiva á no existir en la naturaleza fuerzas sulcien- de cada una de las restantes. Basta que un solo tes para oponerse à una espansion indefinida. punto de igual nivel en una masa de aire, suDificil es comprender à primera vista la ten-fra la dilatacion ó la condensacion mas leve, dencia de los gases á enrarecerse constante-á causa, por ejemplo, del calor ó del frio, pamente, y á los entendimientos vulgares ocurre ra que disminuida ó aumentada su fuerza elásdesde luego la objecion de que no seria posi-tica con relacion à las demas partes, toda la ble que los gases ocupasen vasija alguna, si masa se ponga en movimiento. ejercieran sobre sus paredes una presion que Desde luego se comprenderá que en el aire no tuviera mas limites que la resistencia de atmosférico, las capas inferiores deben ser esas mismas paredes. En efecto, supongamos mas densas que las superiores, puesto que una botella llena de aire; el gas que estuviera en la fuerza de espansion de aquellas se opone ella contenido tendería á enrarecerse con una la fuerza de espansion de estas mas su pefuerza tal que no podrian las paredes resistir-santez.

la, y se quebraria la botella si fuera de esta Sabemos, pues, que à medida que nos aleexistiese el vacio, es decir, no hubiese airejamos de la superficie terrestre hay mas raretambien. Pero téngase presente que á causa faccion en el aire, y esta rarefaccion debe lede la misma dilatabilidad, el aire esterior engar hasta un punto en que la tension esté equicuentra tambien para penetrar en la botella librada ó bien con otra sustancia elástica tamuna resistencia en la fuerza de espansion del bien, aunque tenuísima, que ocupe el espacio, gas interior. La fuerza interior se equilibra con ó bien por la pesantez é atraccion terrestre. la esterior, y las presiones contrarias ejercidas Supónese que la allura de nuestra atmósfera sobre las paredes de la botella, se hallan en no pasa de 15 á 16 leguas. condiciones de equilibrio.

Una masa de gas, por lo mismo que es esLa fuerza repulsiva del aire esterior se halla pansiva, ejerce presiones en todos sentidos, lo contenida por la fuerza repulsiva del interior, cual sucede tambien en los líquidos. Esas prey este equilibrio de las presiones es tan no-siones equilibradas unas con otras y destruitable, que para demostrarlo basta un esperi-das por lo tanto unas con otras, hacen que mento sencillo. Bajo el recipiente de la má- podamos soportar el inmenso peso de la atquina neumática, póngase una vejiga mediada mósfera, el cual se halla en equilibrio con las de aire, dése algunos golpes de émbolo y al presiones laterales y de abajo arriba. No nos momento se advertirá que dicha vejiga se va detendremos á demostrar la existencia de dihinchando hasta adquirir todo el volúmen de chas presiones ni á describir la construccion que es susceptible; se estiende como si en ella del barómetro fundada en la medida de las se insuflase aire con mucha fuerza. Esto de- mismas, todo lo cual es objeto de otros articumuestra que el aire en ella contenido hace es-los. Baste recordar que el barómetro, como fuerzos sobre las paredes y las rechaza desde instrumento destinado á conocer la presion atel momento en que por el juego de la máqui-mosférica, indica la condensacion ó rarefacna se quita del recipiente el aire que se opone cion de la capa gaseosa, en la cual se encuena tales tendencias. Si en lugar de vejiga colo-tra, pudiendo por este medio tomar el enrarecásemos una vasija de vidrio delgado cerrada cimiento del aire como dato para medir la con un corcho, al hacer el vacío veriamos sal- altura de una localidad sobre el nivel del tar el tapon ó quizá quebrarse la vasija.

Esta presion, ejercida por el aire sobre las paredes de la vasija que lo contienen, se llama elasticidad, fuerza elástica ó tension.

La elasticidad de los gases es infinita. Un muelle que es elástico mientras está compri

mar.

El barómetro es un instrumento sujeto á mil oscilaciones, lo cual prueba que la densidad del aire varia á cada paso y que la presion atmosférica no siempre es la misma. Teniendo esto en cuenta, y atendiendo ademas

á la diferencia de altura en que viven los siguiente tabla de las enormes diferencias de 1 hombres sobre la tierra, puede formarse la peso á que estamos sometidos,

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tres, es fácil hallar la cuarta. Lo mismo sucede respecto de las dos densidades sucesivas, con los dos volúmenes ó con las dos presiones correspondientes.

Una de las causas mas poderosas de la rarefaccion del aire es el calor que dilata todos los cuerpos. En la dilatacion de los gases por el calor se funda la construccion del pirómetro de aire, con el cual se valúan las temperaturas mas altas.

Estando, pues, el barómetro á 780 milime-gas, y las dos presiones correspondientes tros, una superficie de un metro cuadrado sos- forman cuatro cantidades que están en protiene 10597 kilogramos, y esta enorme car-porcion inversa, de manera que siendo dadas ga se reduce á 9782 kilogramos cuando desciende el mismo instrumento á 720. Y como nuestro cuerpo tiene próximamente una superficie de un metro cuadrado, resulta que en la circunstancia citada se encuentra aliviado de Por medio de la máquina neumática podeun peso de 815 kilogramos. Tan poderosa mos obtener la rarefaccion del aire hasta un causa debe necesariamente ejercer su influen-grado de aproximacion al vacio tan grande cia en las funciones fisiológicas y sobre todo en como nos lo permita la perfeccion de los apalos fenómenos de la respiracion y circulacion.ratos. No necesitamos describirla puesto que Sobre el monte Cenis, la altura barométri-ya lo hemos hecho en otro lugar. trica suele ser de 600. Un viagero que desde el nivel del mar sube á esta altura, se encuentra con 2173 kilogramos menos de presion y la disminucion llegará á 3533 kilogramos, cuando suba á un lugar donde el barómetro solo marque 500 milimetros de presion. Asi es que en las cumbres de las altas montañas Los vapores están sometidos à las mismas se esperimentan sensaciones inusitadas. Se ve leyes que los gases y tienen por lo mismo una por todas partes un horizonte inmenso, se fuerza espansiva que se ejerce en todos sensiente el alivio de un gran peso, se respira untidos é indefinidamente; pero su fuerza elástiaire ligerísimo, y parece que el cuerpo va áca no crece indefinidamente porque à medida desprenderse de la tierra. que la presion aumenta, los vapores se conLas densidades de los gases están en ra- densan hasta que pasan de nuevo al estado lízon directa de las presiones à que están so-quido. El limite de la resistencia que un vapor metidos, es decir, que la rarefaccion crece á opone para volver al estado liquido, se llama medida que la presion disminuye, lo cual no tension del vapor. En la fuerza elástica de los necesitamos demostrar por lo comprensible. vapores se funda la aplicacion del agua vapoEn este principio se funda la famosa ley de rizada como fuerza motriz. Mariotte enunciada en estos terminos: los volúmenes de los gases están en razon inversa de las posiciones que reciben.

La rarefaccion del aire es con frecuencia una poderosa causa de vientos, especialmente chando se condensa una gran cantidad de vaLa densidad ordinaria del aire es 770 ve- pores. Entonces resultan grandes vacíos en la ces menor que la del agua, de suerte que en atmósfera, los cuales se llenan en virtud de la el mar á una profundidad de 770 veces 10 me- fuerza espansiva del aire que se pone en motros, el aire debe ser igual en densidad al agua.vimiento hasta que el equilibrio quede restaPos volúmenes sucesivos ocupados por un blecido.

El enrarecimiento del aire da lugar á cier- | produce por el contrario calor, porque abantos fenómenos, siendo uno de los mas nota- | dona el calórico que necesitaba antes al ocubles el tiro de las chimeneas. El aire mas pró- par un volúmen mas considerable. ximo al fogon se enrarece por el calor, y co- Si condensamos una cantidad notable de mo mas ligero tiende à subir, al paso que el aire encerrado en un recipiente, y le abrimos aire esterior, mas frio, acude á su vez al fo- | paso por un orificio, al salir en virtud de su gon, estableciéndose una corriente tanto mas fuerza espansiva, tenderá ocupar mayor vorápida cuanto mayor es la altura de la chi-lúmen, es decir, á enrarecerse, necesitará para menea, porque entonces es mayor la diferen- ello mayor suma de calórico, y absorbiéndolo cia de presion que hay entre la columna inte-á espensas de los cuerpos inmediatos, estos rior caliente y la esterior fria. esperimentarán una sensacion de frio que pudiera llegar hasta el punto de congelar el agua contenida cast siempre en el aire en estado de vapor.

El aire cuando se enrarece produce frio, porque necesitando mayor suma de calórico que cuando está condensado, lo roba de los cuerpos circunvecinos; el aire al condensarse

FIN DEL TOMO TREINTA.

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