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Penetrando mas en lo interior, aunque sin traspasar los límites del Perú, hallamos acá mas al Norte en direccion de Matto-Grosso brasileño, acullá mas al Sud hacia el GranChaco argentino dos naciones importantes, que parece no se enlazan con las que acabamos de recorrer; nos referimos á las dos naciones de los moxos y de los chiquitos, cada una de las cuales ha comunicado su nombre á una provincia de la Bolivia.

La primera constituye parte del tercer ramo de la raza denominada por d'Orbigny pampeana y cuenta cerca ds 13,000 almas. La lengua que maneja, por lo demas suave y armoniosa, carece de las articulaciones d, f, l, y no se duplica consonante alguna. Examinando su sistema gramatical se advierte la variedad de formas de que es susceptible la voz pasiva que emplea alternativamente en forma auxiliar á una multitud de verbos, cada uno

de los cuales espresa un matiz particular de

sufrimiento ó temor. La numeracion es en esta lengua el colmo de la concision. El moxo ofrece grandes relaciones con el maopura, que se habla bastante mas allá de los limites del Perú, entre el Marañon y el Orinoco.

en la cual se ha hallado el uso de geroglíficos, otra la de los carapuchos, horda furibunda y antropófaga, que vive en el sentido del Pachitea, afluyente izquierdo del Ucayale. La lengua de esta última está llena de sonidos roncos y guturales, cuyo efecto se ha comparado al del ladrido.

Domingo de Saint-Tomas: Grammática ó arte de la lengua general de los indios de los reinos del Perú llamada guichua, Valladolid, 1550, 8. Arte y vocabulario; Lima, 1586.

Diego de Torres Rubio: Grammática y vocabulario en la lengua general del Perú llamada quichua, Sevilla, 1603.

Diego Gonzalez Holquin: Grammática y arte nueva de la lengua guichua ó del Inca, Lima, 1607. Vocabulario, 1608.

L. Bertonio: Arte y grammática de la lengua, aymara, Roma, 1613, 8.°

Alonso Huerta: Arte de la lengua quichua, Lima. 1816.

Diego de Olmos: Grammática de la lengua gene

ral del Perú. Lima, 1633. 4.

Mexio y Ocon: Arle de la lengua quichua, Lima, 648.

Esteban Malgar: Arle quichua, Lima, 1691.
D. de Torres Rubio: Arte de la lengua aymara,
Lima, 1616.

Pedro Marban: Arte cathecismo y vocabulario mojo, Lima. 1701.

Alcido d'Orbigny: El hombre americano (francés) como parte primera del IV tomo de un Viage á la América Meridional, París y Strasburgo, 18371844, 9 vol en 4.0

La poblacion de los chiquitos, otra nacion de pampas, no escede de 15,000 almas. Constituye una raza de cutis relativamente claro, carácter suave y ligero, y análogo á la precedente, tanto bajo estos dos aspectos, como bajo el de la etimologia de las voces; su lengua no posee ni los sonidos duros ni la redundancia de consonantes de los idiomas del Perú Occidental, bien que contenga una crecida proporcion de sonidos nasales y guturales. Abunda en espresiones destinadas à reproducir los matices de las modificaciones físicas. Fálta-cado los franceses su palabra cauchemar. Los le el verbo substantivo, pero á falta de nombres numerales ha adoptado los españoles.

PESADILLA. (Medicina.) Esta enfermedad tenia muchos nombres característicos entre los antiguos. Los latinos la llamaban nocturna suppressio; opresion nocturna; incubus, del verbo latino incumbere, acostarse; asthma nocturnus, asma nocturno; calca (por calcatio) mala ó presion penosa, de donde han sa

griegos le daban los nombres siguientes: pnigma del verbo pniyo, yo hago; épibolė, del verbo épiballo, yo aprieto por encima, yo oprimo; ó éphíalté, del verbo éphallomai, yo salto encima, porque los que padecen tal enfermedad creen que un cuerpo pesado gravita sobre su pecho. Por último, Plinio calificaba esta enfermedad de lalibria Fauni, ilusiones del dios Fauno.

El lenguaje habitual de las mugeres en el pueblo, difiere del de los hombres por cierto número de voces y formas. Igual particularidad se esplica entre los saraïbes por la hipótesis de que las mugeres representan entre ellos los restos de una nacion subyugada, cuya parte de poblacion viril ha quedado destruida. Dudamos pueda aplicarse igual esplicacion Todos los nombres que anteceden llevan á la diferencia de lenguaje de ambos sexos consigo la definicion de la pesadilla. Véanse entre los chiquitos; porque el uso que siguen ahora sus caractères: sobreviene durante el los hombres de estos de emplear formas de sueño, consiste en una opresion mayor ó meespresion femenina cuando se dirigen á la di- nor, acompañada de un sentimiento indefinivinidad ó en general á todos aquellos á quie- ble de espanto y de malestar. El alma percibe nes desean tributar un homenage especial de vagamente la causa de tal estado, pareciendo respeto, parece indicarnos que lo que distin-á veces que se halle uno en la inminencia de gue entre los chiquitos el lenguaje de las mugeres de el de los hombres, no consiste mas que en el empleo de las formas reverentes multiplicadas como tantas otras, que corresponden á varias lenguas del archipiélago Indico.

Citaremos todavía antes de terminar el articulo, dos tribus del Bajo Perú, una la de los punos, que habita en direccion del Ucayale,

peligro cualquiera con completa imposibilidad de huir y de hacer uso alguno de los músculos, lo cual aumenta todavía mas el terror. A menudo tambien, dominado el enfermo por una creible inquietud, trata de pedir socorro, pero es inútil que intente hablar ni siquiera respirar durante la pesadilla. A ese estado incomprensible sucede con frecuencia una repentina vigilia, que deja á veces en el espíritu

creer que los espíritus masculinos ó incubos podian dar el título de madres á las mugeres con quienes tenian relacion.

Para evitar la pesadilla, bastará alejar las cuasas que la producen, y segun sea esta causa física ó moral, asi se encontrará indicado el tratamiento en todos los casos; tratamiento mucho mas inmediatamente activo, no vacilamos en confesarlo, cuando tenga que combatir causas físicas, que cuando sea para contrares

restos de la reciente agitacion, pero á lo me- de los incubos y succubos, espíritus imaginanos no se halla paralizado el sistema muscu- rios, masculinos y femeninos, á los cuales ha lar, y se habla espeditamente, encontrándose dado origen la pesadilla en una época mas créun placer en hacer funcionar órganos que po- dula que la presente. Bastará indicar que estos cos instantes antes parecian no hallarse bajo pretendidos espíritus, cuya importancia exagela influencia de la voluntad. raban de intento ciertas personas, dieron oriEn otros casos mas raros, produce la pesa-gen á muchos cuentos ridiculos, llegándose á dilla el desórden real de ciertas partes; en cuyo caso esperimenta el sistema muscular una fatiga que dura mas o menos tiempo, siguiendo al despertarse palpitaciones que cesan á los pocos minutos. La pesadilla es, pues, un ensueño, una especie de alucinacion intelectual producida por una causa física ó moral. Entre las causas fisicas colocaremos una causa penosa de opresion ó de pesadez que nace de un estómago que sufre, ó que se halla recargado de alimentos, pero sin que por eso pueda in-tar impresiones morales. terrumpir enteramente el sueño. Indicaremos PESANTEZ. (Fisica.) Cuando un fenómeno igualmente un estado real de opresion produ- se muestra accidentalmente ó solo aparece de cida por una afeccion del pulmon ó del corazon vez en cuando, entonces llama la atencion geó bien de otro órgano menos interesante. Cier-neral, se estudian sus principales condiciones tos autores, guiados por ciertas consideracio-y se trata de descubrir su causa. Hay, por el nes de anatomía han atribuido la pesadilla á la presion que cjercen en la economía algunas partes sobre ciertas otras. Pero sin entretenernos en sus diversas esplicaciones, nos parece fuera de duda que el fenómeno que nos ocupa, escitado por la plenitud del estómago se debe al estado de mal estar del órgano, á la incompleta percepcion del dolor por el cerebro, el cual refiere esta dolorosa sensacion á los hechos incoherentes que constituyen el ensueño. Por lo que hace a las causas morales vamos ahora á enumerarlas en dos palabras. Una de ellas es la sobreescitacion del cerebro cau- La caida vertical de los cuerpos es un hesada por pesares, sea cual fuese su naturaleza, cho que no puede negarse; pero su causa no ó bien por un gozo escesivo, por trabajos muy se ha fijado en la atraccion que el globo terprolongados, y en fin, por ciertas afecciones, restre ejerce sobre las sustancias materiales, particularmente de las llamadas nerviosas. En sino despues de haber estudiado muchas hiel niño toma la pesadilla diferente carácter: des-pótesis. Debemos admitir esa fuerza, no precipiertase la criatura dando atronadores alaridos; samente como una causa especial, sino como su cara se presenta como aterrada y hasta rehusa uno de los casos particulares de la fuerza gemamar, de tal suerte se hallan aun sus órganos, neral que con el nombre de gravedad rige, al despues de despiertos, bajo la influencia de la parecer, el universo. Es muy fácil efectivaagitacion que descubre la pesadilla. Semejantes mente probar, que las leyes de la caida de los resultados, que pronto desaparecen, son cierta- cuerpos son una consecuencia inmediata de la mente poco temibles en general para la criatura, tendencia que tienen las partículas materiales pero creemos, sin embargo, que es preciso pros-á precipitarse unas sobre otras con una enercribir la naracion de esos absurdos y espantosos gia inversamente proporcional al cuadrado de cuentos con que se alimenta la débil é impre- su distancia.

contrario, efectos con los cuales estamos tan familiarizados que los vemos sin reparar en ellos, los aprovechamos sin ocurrirnos analizarlos y sin desear saber cuál es su origen. La pesantez es uno de esos efectos; siempre han obedecido los cuerpos á esa fuerza, y sin embargo, apenas hace dos siglos que Galileo y Huyghens descubrieron las leyes de la caida de los cuerpos. Vamos á enunciarlas.

1. Un cuerpo elevado sobre la superficie terrestre y libremente abandonado á si mismo, se mueve verticalmente de arriba abajo.

dirige á su centro siguiendo la direccion del radio en cuya prolongacion se encuentra; el esfuerzo necesario para impedirle obedecer á esa fuerza debe ser proporcional á su masa, pero la velocidad que toma es de todo punto independiente de dicho esfuerzo.

sionable imaginacion de los niños. El menor II. Un cuerpo libre para moverse, y simal que para ellos resulta de semejante cos-tuado fuera de una esfera que lo atrae, se tumbre es la pesadilla que sufren casi siempre despues de tan imprudentes consejos; pero mas adelante esperimentan otra consecuencia mas funesta, es decir, que quedan toda su vida timidos, cobardes y llenos de esa propension à las pequeñas supersticiones que achica el juicio, y semiapaga las ideas nobles y generosas. Esta se aplica sobre todo á las clases indigentes, en las cuales no va una educacion secundaria à corregir los vicios de la educacion primitiva, de la que se da en la cuna. Nada diremos aqui

Siendo la tierra sensiblemente esférica, debe obrar del mismo modo sobre los cuerpos colocados en su superficie y por consiguiente su caida debe ser proporcional al horizonte; resultado confirmado por la esperien

cia en todos los lugares donde ha penetrado el hombre. Por lo demas, como toda accion es reciproca, el globo atrayente se dirige tambien hacia el atraido en razon inversa de su masa; pero como la masa del globo terrestre es tan grande en comparacion de los graves, no solo no se mueve, sino que hace inapreciable la tendencia que tienen de dirigirse uno | hácia otro, los cuerpos separados por un pequeño intervalo.

una accion contínua y constante, que los hace mover con movimiento uniformemente acelerado y recorrer espacios que son entre si como los cuadrados de los tiempos de su caida, de lo cual resulta que las cantidades en que caen durante cada tiempo sucesivo, forman una progresion aritmética, cuyos diferentes términos siguen la razon de los números impares 1, 3, 5, 7, 9, etc. Véanse los artículos CAIDA DE LOS CUERPOS Y MAQUINAS.

mente en el mismo sentido, y en un tiempo igual a aquel durante el cual habia estado sometido a la influencia de la pesantez, recorreria un espacio doble del que habia recorrido durante ese tiempo.

Como la accion de la tierra se ejerce simultáneamente sobre cada molécula material, IV. Un cuerpo sustraido de la influencia la tendencia de los cuerpos á caer es igual à de la pesantez continuaria, en razon de su su masa ó á la suma de sus partículas multi-velocidad adquirida, moviéndose uniformeplicada por el esfuerzo que la atraccion terrestre ejerce sobre cada una de ellas, y el producto es el peso del cuerpo. Si lo representamos por P, siendo M la masa y g la accion | del globo, tendremos P-Mg; y para otro cuerpo p=mg, de donde P: p:: M: m, lo cual demuestra que el peso del cuerpo es proporcional á su masa, aunque semejantes espresiones indican cosas esencialmente diferentes: en efecto, siendo la misma la masa de un cuerpo, su peso aumentará ó disminuirá, si la pesantez crece ó mengua.

En efecto, á causa de la inercia de los cuerpos, estos conservarian el movimiento adquirido, que siempre al fin de cada tiempo es doble en velocidad que al fin del tiempo precedente. En los artículos arriba citados se entra en mas pormenores acerca de las consecuencias de las leyes que acabamos de enunciar.

El péndulo es un instrumento muy ȧ propósito para medir la energia de la pesantez, y por su medio se ha demostrado: i." que la pesantez disminuye como crece el cuadrado de la distancia al centro de la tierra y 2.o que disminuye desde el ecuador á los polos. Véase PENDULO.

Otra consecuencia ademas se desprende de la accion simultánea del globo sobre el conjunto de moléculas que constituyen la masa de los cuerpos: esa consecuencia es que todos deben moverse con igual velocidad. En efecto, en la ecuacion P=Mg, la cantidad g, que representa la energía de la pesantez, espresa no tan solo la velocidad virtual de los cuerpos suspendidos, sino tambien la que tienen Cuando una esfera atrae en razon inversa cuando pueden moverse libremente. Ese valor del cuadrado de la distancia á un cuerpo colog es completamente independiente de M; y cado en su superficie, las porciones de esfera ora estén las particulas unidas, ora separadas, situadas cerca de dicho cuerpo, obran sobre la fuerza obrará sobre cada una de ellas exac- él con mas energía que las partes mas distantamente del mismo modo. Dividase un kiló-tes. Newton ha probado que en este caso el gramo en mil partes, abandónense á la ac- resultado definitivo es el mismo que si todas cion de la pesantez y llegarán juntas á la su- las moléculas atrayentes se hallasen reunidas perficie del globo; reúnanse y juntas recorreen el centro del globo. Como el radio terresrán en igual tiempo el mismo espacio, porque tre es incomparablemente mayor que la altuen este caso la fuerza que produce el movi-ra de nuestras mas elevadas montañas, es miento y la inercia de la materia que lo recibe conservan entre si idéntica relacion: una y otra crecen con la masa. Luego la velocidad de los cuerpos que caen debe ser igual para

todos.

muy poco diferente la pesantez en dichos puntos de la que se nota al nivel del mar (véase GRAVEDAD.) Por la misma razon, esa fuerza se debilita á medida que nos aproximamos al centro de la tierra. En efecto, suponiendo que la densidad del globo es uniforme, su influencia A sobre un móvil colocado en la superficie es como su masa dividida por el cuadrado

del radio de la tierra de donde A==

Asi efectivamente advertimos que sucede en el vacío, donde un pedazo de papel cae al mismo tiempo que una masa de plomo; pero fuera del vacío, como el aire es una resistencia que ha de vencerse, la velocidad de los graves se modifica, menguando para los cuerpos que con menos masa presentan mayor superficie. Un disco de papel, por ejemplo, tarda mas en caer que uno de metal; pero si sobreponemos el primero al segundo, ambos caerán al propio tiempo, puesto que el papel ya no tendrá que vencer la resistencia de una nemos columna atmosférica.

III. La pesantez ejerce sobre los cuerpos

Res

4πR* 3 R'. pecto de otro cuerpo colocado á una profun4π (R-D)' didad D, la influencia A' seria 3 (R-D). dividimos una por otra ambas ecuaciones, te

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Si

es decir, que en el inteA' rior de una esfera cuya densidad es uniforme,

Artificios inventados para pescar. La pes

la energía de la pesantez es proporcional á la distancia al centro, de suerte que en este pun-ca de cordel y caña, este placer tan puro é ino

to será completamente nula.

cente que es propio de todas las edades y uno de los mas honestos y agradables pasatiempos, proporciona goces tanto á los ricos como á los pobres, pudiendo practicarse casi en todo el año. Los instrumentos de que se vale son los mas sencillos y menos costosos, y asi por esta razon como por ser el origen del arte, exige que se esplique antes que los demas inventos mas complicados que se fueron introduciendo á medida que la esperiencia y las reiteradas observaciones estendieron y perfeccionaron tan importante industria. Un pescador debe estar provisto de cañas, cordeles, anzuelos, de una sonda, de boyas y tapones de corcho, de una argolla para desenganchar los sedales y de una redecilla. Debe tener ademas, sobre todo cuando pesca lejos de su domicilio, una caja de hierro para encerrar los gusanos de tierra, un saco de tela para los de carne; una cesta para poner el pescado que coge, y en fin, un aparejo completo, que consiste en cañas de diferentes tamaños, cuerdas de diversos géneros, de crin, seda, cáñamo, esparto, bilo, bramante, etc.; anzuelos simples dobles apilados en crin, en cuerdas de guitarras ó en capullos de gusanos de seda, alambres para el sedal del uso, prefiriéndose los mas flexibles, porque se ajustan á toda especie de cañas, lo que no hacen los que están encerrados en forma de caracol; agujas para cebar ó colocar el cebo y para la pesca del sollo y de la trucha: un harpon, pedazos de plomo corEste arte á la par tan útil y agradable se tados de diversos diámetros y tenazas para habia perfeccionado entre los griegos desde el aferrarlos al sedal, plumas pintadas para las tiempo de Homero y aun mas entre los roma- corrientes, una faldriquera para guardar el pesnos. Plutarco nos dice que Marco Antonio era cado vivo durante la pesca; una caja para dimuy aficionado á la pesca; y es de creer que ferentes diges; una cartera de moscas artificiatodos los pueblos desde su infancia lo cultiva-les, cera, estambre, un cuchillo, una navaja sen como uno de lo mas necesarios, y que si- y un par de tijeras. guiese los progresos de su civilizacion. En el dia es un ramo considerable de comercio. Considerado en abstracto, no solo es un esparcimiento agradable permitido á ambos sexos, que puede proporcionarse el hombre aun en la edad mas avanzada cuando se vé privado de los placeres de la juventud, sino una profesion honrosa, una industria lucrativa, un medio el mas adecuado para robustecer el cuerpo, y conservar la salud, en una palabra, el patrimonio de muchas familias, la riqueza de pueblos y de naciones enteras.

La rotación de la tierra alrededor del eje contribuye á darle la forma de un esferóide aplanado en los polos, de lo cual resulta que los cuerpos situados en la superficie no están á igual distancia de su centro. Ademas, como todo cuerpo circulante está animado de una fuerza que tiende à separarlo del punto alrededor del cual se mueve, ambas causas reunidas disminuyen en el ecuador la accion de la pesantez. Llamando G la energía de esta fuerza en la latitud de 45°, en otro lugar, será G'G (1+0,002837 los 2 ); por último, seria completamente nula en el ecuador, si la duracion de la revolucion diurna de la tierra, fuese diez y siete veces menor.

PESCA. El arte de la pesca suministra al hombre una multitud de seres animados que proveen á su subsistencia y á sus necesidades. Inferior á unos en fuerza y á otros en agilidad, separado de todos por un elemento diferente del que habita, triunfa de cuantos obstáculos le opone la naturaleza con los recursos de su inteligencia. Con este objeto emplea artificios ingeniosos para sacar su presa del fon-y do de las aguas donde parecia estar á cubierto de sus ataques y señala por todas partes su imperio tanto por la manera de vencer, como por la multitud de sus victorias. La pesca ha precedido á la agricultura, es contemporánea de la caza, y ambas han sido inventadas desde la mas remota antigüedad.

Las cañas deben tener el largo de 10 ó 12 pies, mas o menos, segun la estension del rio ó la profundidad del agua donde se quiera pescar; tres ó cuatro pulgadas de circunferencia por la empuñadura y una por el estremo opuesto. Las mejores son las de bambú; se elegirán las mas secas, ó se curarán secándolas dentro de un horno ó teniéndolas por un mes al sol. Las que se aplican á peces pequeños de estanques ó arroyos y se ceban con insectos naturales ó artificiales, deben ser muy ligeras á fin de que sea fácil hacer brinDividiremos este arte en dos partes prin- car el anzuelo sobre la superficie de las aguas, cipales. La primera trata de los diferentes apa- y se forman de cañaheja, varillas de espino rejos que se han inventado para utilizar las negro, de nispero, ó avellano. Las propiedades pesqueras, de los cebos mas ventajosos y ge- que deben tener en general son estas: ser flexineralmente usados tanto naturales, como arti-bles y al mismo tiempo fuertes, largas, ligeras ficiales y de las estaciones oportunas: la se- y portátiles, es decir, que no moleste su congunda contiene una reseña histórica de los pe- [duccion, como sucederia con una percha de 10 ces que mas abundan en nuestras costas y rios con el método especial de pescar para cada especie. Esta última parte se encontrará esplicada en el artículo PESCADO.

á 15 pies. La flexibilidad y la elasticidad unidas á la fuerza dependen enteramente de la calidad de la materia con que se hacen.

El sedal ó liña que se ata á la estremidad

de la caña es un hilo mas o menos fino, com- | otra madera leve y estrecha. Debe cuidarse de puesto de crines blancas, seda, pita, etc. al no doblar aquellas mientras no se sequen, á que se liga uno ó muchos anzuelos. El grueso fin de que no se pudran con la humedad. y longitud de los sedales varia segun la espe- La argolla para desenganchar los sedales es cie de pesquera á que se destinen. Pero en ge- de hierro, del peso de cuatro onzas y de tres neral para la pesca ordinaria deben ser de dos pulgadas de diámetro. A ella se ata un cordel crines las dos piezas inmediatas al anzuelo; de veinte á veinte y cinco pies. Se usa pasanlas que están por encima de tres; las siguiendo por ella la caña, y se deja caer hasta el sites de cuatro y asi sucesivamente aumentán- tio en que está clavado el anzuelo: el peso de dose en proporcion de que la liña disminuya la argolla rompe siempre el obstáculo y desuniformemente de grueso desde la caña hasta prende el anzuelo. Se saca entonces el sedal el anzuelo. El color del sedal varia tambien con una mano, y el cordel de la argolla con segun las circunstancias; pero se debe prefe- la otra. rir el verde, porque es el del elemento que habitan los peces, y los alarma menos. Hay un sin número de liñas ó sedales segun la diversidad de pesqueras que se intenten utilizar, pero sean del género ó materia que fueren, con tal que estén ligados á anzuelos, se les da el mismo nombre, y deben ser perfectamente iguales sin escesiva torcedura.

El anzuelo es un gancho de acero encorvado que se ata al estremo de la liña y que recibe el cebo que debe atraer el pescado. La parte mas corta está armada de un dardo, cuya punta tiene una direccion opuesta á aquella con el objeto de que el pescado no pueda desprenderse cuando el anzuelo se ha enganchado en las partes interiores de su boca. La otra parte cuya longitud es ordinariamente doble de la primera está terminada algunas veces por un anillo y con mas frecuencia por un aplanamiento de su estremidad.

Los anzuelos deben ser proporcionados á la fuerza y magnitud de los peces. Los hay dobles que sirven principalmente para la pesca del sollo, y se componen de dos simples formados de un mismo hilo de acero, el cual doblándose hacia el medio presenta una especie de anillo destinado á recibir el sedal. Sus cualidades esenciales son que tengan la punta muy aguda, no embotada, el temple fuerte y al mismo tiempo elástico, para que pueda doblegarse con facilidad, sin romperse.

La sonda sirve para medir la profundidad del agua, é indicar la distancia que debe promediar entre la boya y el anzuelo. Se hace de plomo en forma de cono chato en su parte inferior, con un agujero para entrar el hilo ó bramante que la sostiene.

Las boyas son pedazos de corcho ó de maderas de poco peso destinadas á sostener la liña sobre la superficie del agua, ó á mantener el anzuelo á la distancia del fondo que es necesaria, segun la pesca á que se aplica. Deben ser proporcionadas á la sonda, y esta guardará proporcion con la fuerza de la corriente, de manera que estando el sedal en el agua se perciba siempre en la superficie la estremidad superior de la boya.

El plegador es la mitad de un pedazo de caña de tres á cuatro pulgadas, escotada en sus dos estremos, y sirve para enredar las liñas. Tambien se hacen de palo de sauco ó del 1974 BIBLIOTECA POPULAR.

La redecilla se compone de un aro al que está atado un mango de madera; alrededor de aquel está cosida con solidez una red en forma de bolsillo que sirve para coger el pescado, cuando el peso de este es tan considerable que no se puede tirar con la liña sin riesgo de romperse.

Las diferentes maneras de pescar á la caña se reducen á dos especies distintas ; la pesca de cordeles flotantes y la de cordeles de fondo.

La primera categoría comprende todas aquellas en que se emplean liñas que se sostienen sobre ó en el agua sin tocar el fondo, por medio de boyas y corchos. En la segunda se colocan las pesqueras que se hacen con cordeles que no dirige el pescador, que no tienen cañas, pero que están guarnecidos de cuerpos pesados como plomo ó piedras, á fin de que sean arrastradas al fondo de las aguas y permanezcan alli un tiempo mas o menos largo.

Con arreglo á esta division haremos algunas observaciones generales sobre ambas especies, esplicando los principios del arte que tienen enlace con ellas.

La eleccion del lugar en que se debe pescar es una de las primeras condiciones de un éxito ventajoso. Los pescadores esperimentados eligen en cuanto es posible un fondo llano sin yerbas ni piedras. No es menos esencial medir la profundidad del agua, lo que se consigue fácilmente por medio de la sonda. Hecho esto, se ata á la liña la boya, de modo que el anzuelo esté á 54 milímetros (dos pulgadas) de tierra; es decir, que suponiendo la profundidad del fondo de tres metros (6 pies) debe haber un metro 90 centimetros (5 pies, 10 pulgadas), entre el anzuelo y la boya. Si la corriente es apacible, basta una boya y una pequeña plomada, pero si es rápida se aumentan una y otra. La longitud de la liña desde la estremidad de la caña hasta la boya, debe ser proporcionada á la distancia en que se encuentra el pescador del lugar en que la ha echado, y por regla general, sin otras escepciones que las que sean necesarias atendidas las circunstancias de las localidades, tendrá cuando mas, el largo que tiene la caña desde su estremo superior hasta la boya.

La manera de cebar el parage en que se pesca, varía segun los pescados que se quiere

T. XXX. 9

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