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á veces familiar y sencillo hasta rayar en lo bajo. Estos defectos, asi como lo frecuente de sus repeticiones y la dureza de las cláusulas, son indudablemente hijos de la precipitacion con que escribió; mas á pesar de ellos, fray Juan de Avila merece ser considerado como el creador del lenguaje místico castellano.

Amigo y discípulo suyo fué el venerable P. Fray Luis de Granada, príncipe de la elocuencia sagrada española. Habiendo quedado huérfano en la niñez, entró á los diez y nueve años en la órden de predicadores y fué á completar sus estudios á Valladolid, donde se hizo notar por su virtud y saber. Enseñó despues en varias casas de su órden, y por último, se estableció en la de Santo Domingo de la capital, donde pasó el resto de sus dias en la composicion de varias obras y en ejercicios piadosos.

Sus principales producciones son:

La Guia de pecadores, obra llena de sublimidad en los pensamientos, de nervio y fuego en la espresion.

tonces se oyó en la catedra del Señor un len- | no obstante que casi siempre es desaliñado, y guaje que nunca debió oirse, un lenguaje en estremo indigno de las sublimes verdades de nuestra religion, un lenguaje, en fin, lleno de conceptillos, de equivocos, de retruécanos groseros y hasta de insolencias y espresiones bajas. En este género nadie descolló tanto, segun la opinion comun de nuestros críticos, como el padre Hortensio Paravicino, llegando á tal punto la depravacion del gusto en el siglo pasado, que el padre Isla juzgó necesario armarse del azote de la sátira para corregir tan lamentable estravio. Mas no se crea por esto que entre nosotros no ha tenido la oratoria sagrada varones doctos y elocuentes; y si bien es verdad que sus obras, sobre todo, las destinadas al púlpito, no ofrecen en su conjunto, la belleza de las formas y la esmerada composicion que se nota en las de los grandes predicadores de Francia, tambien es de tener presente que aquellos no tuvieron empeño como estos en dar á luz dechados perfectos, siendo su principal deseo el de sembrar buena doctrina y difundir la palabra de Dios, y buscando los rasgos de elocuencia, no tanto en el estudio como en el fervor de sus sentimientos religiosos. Por lo general los defectos de las obras de nuestros oradores sagrados se hallan en la composicion. Sus discursos eran improvisados en la catedra ó escritos sin mas tiempo que el suficiente para dar un tanto de correccion à la frase, pero no para poner mucho cuidado en la perfeccion del conjunto. Hombres de no escasa erudicion, muy conocedores de la lengua acostumbrados á manejarla con maestría y por naturaleza elocuentes, der-mani: «Como los escritos de este venerable ramaban en sus discursos muchisimos belle- padre son tan diversos, su estilo tambien se zas, que sin esfuerzo alguno salian de su boca resiente de la materia que trata. De aqui vieá la manera que las aguas de abundante ma- ne que en unas partes se remonta, en otras nantial que van sin tropiezo á la corriente. Sin se abate; en unas se inflama, en otras se enembargo de tales defectos son indudable-fria; en unas es vehemente, en otras tranquilo; mente estas obras dignas de estudio, no solo en unas cerrado y nervioso, en otras difuso y por lo que vale la doctrina en ellas contenida, lánguido; pero en todo fluido, numeroso, fácil sino por que en algunas se ostenta toda la ga- y natural. Como el autor escribió sus obras pallardía, sonoridad y belleza del habla caste-ra el provecho espiritual de todas las clases y llana, y muchas de ellas son dechados per-condiciones de personas, dispuso, asi el estilo fectos del lenguaje.

A fines del reinado de Cárlos V, floreció en España el venerable maestro fray Juan de Avila, predicador escelente que llenó toda la nacion con lo fama de su elocuencia y fué llamado el apóstol de la Andalucía; mas á pesar de haber consagrado á la predicacion no pequeña parte de su vida, como nunca escribia sus sermones, ninguno de ellos ha llegado hasta nosotros. Las obras escritas que de él han quedado son: el tratado de Audi, filia, et vide, etc., las Cartas espirituales, veinte y siete tratados del Santisimo Sacramento y dos pláticas á los sacerdotes. En la primera de dichas obras resplandece mas que en ninguna otra la gravedad del habla castellana, y la elocuencia patética del autor. Sus cartas son notables por la solidez y energía de su estilo,

Meditaciones para los siete dias y siete noches de la semana.

La Introduccion al Simbolo de la fé, obra llena de erudicion y doctrina, y en que resplandece el habla castellana.

Trece sermones, sobre las principales festividades de Jesucristo y de Nuestra Señora.

El Memorial de la vida cristiana, una Retórica cristiana, y otras muchas obras y sermones en latin.

Hablando de este ilustre escritor, dice Cap

como la materia, de modo que siendo uno, se acomodase á la capacidad y luces de todos.» He aqui en resúmen el juicio sobre las obras del venerable fray Luis de Granada, tenido con harta razon por uno de nuestros mejores prosistas.

Escritores sagrados fueron tambien, y de no poca ni inmerecida fama, fray Luis de Leon, Malon de Chaide, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesus. Al primero debemos entre otras obras: Los nombres de Cristo, La Perfecta casada y la Esposicion del libro de Job. En ellas se encuentra un rico caudal de filosofía, profundidad en los pensamientos, nervio y originalidad. El estilo es muchas veces pintoresco y florido: la frase tiene número y cadencia, pero á veces le falta armonía y fluidez, siendo los periodos demasiado largos, y ha

ciéndolos un tanto ásperos el encadenamiento de algun mal traductor; y fué ciertamente una de sus miembros. dicha para las letras españolas que aquel ilustre El segundo, aunque dotado de muchas pren-jesuita pensase asi, porque nadie la hubiera das de buen escritor, no igualó á fray Luis de traducido mejor que él, siendo como era su auLeon; porque abusó con frecuencia de ellas y tor, y conociendo harto bien la riqueza del se dejó arrastrar por el mal gusto. Su estilo, habla castellana. Sobre esta obra, que es una por lo general, es brillante, pintoresco y gala de las bellas de nuestra literatura, se han forno, abundando en rasgos sublimes, pero á ve-mado diferentes juicios, porque ha sido conces degenera en hiuchado é hiperbólico. Su siderada con respecto á diferentes sistemas diccion suele ser desigual, mezclándose lo no-históricos; unos la han calificado como obra ble con lo familiar, lo sublime con lo bajo.

San Juan de la Cruz, llamado el Doctor estatico, escribió ademas de sus obras poéticas La subida al monte Carmelo, La noche oscura del alma y la Llama de amor viva. Lo que descuella en este escritor, es lo ferviente de su devocion. Sus escritos no se comprenden sin alguna dificultad, porque en su comtemplacion altera el lenguaje comun y en él las voces y frases vulgares tienen un sentido mistico, que no se entiende sin conocer antes su intencion. Su estilo aparece algunas veces descuidado, sin número oratorio y hasta sin correccion gramatical; pero en cambio hay en él, á pesar de estos defectos, sublimidad y vehemencia.

maestra y de un mérito incomparable, y otros han encontrado en ella muchos defectos. Mas aunque algunos tenga indudablemente, porque ninguna obra del entendimiento humano puede dejar de tenerlos, bien puede asegurarse que en cuanto á estilo y lenguaje es uno de nuestros mejores modelos. El estilo es grave, terso y grandioso, sin lunares de afectacion ni vanos adornos. Sus locuciones no tienen mucha originalidad, pero su diccion es muy propia y enérgica. Sus imágenes y metáforas, si no son nuevas, están revestidas de un lenguaje magestuoso. En las descripciones no es hiperbólico, ni pródigo de flores ó agudezas. La concision da muchas veces notable vigor y valentía á las frases; pero en algunas suele ser ispero y duro. Su narracion tiene por lo geTe-neral el verdadero carácter que conviene á la historia: se sostiene con gravedad, y marcha con admirable sencillez. Algunas veces se nota inexactitud en las descripciones, que por lo general son brillantes. En la pintura de los caractéres suele ser difuso. En las arengas campean altas y nobles ideas; pero algunas son demasiado estensas y prolijas. En su lenguaje, que por lo general puede servir de modelo, abun lan los arcaismos y hay cláusulas de construccion ingrata al oido, ya porque están embaraza las con particulas superfluas, ya porque están como desatadas, no habiéndose cuidado el antor de redondear los periodos. Tales son en suma los principales defectos y bellezas que se notan en esta grande obra que, como ya hemos dicho, es una de las mas estimables de nuestra literatura.

Del mismo espíritu de exaltacion y de amor divino, están animadas las obras de Santa resa de Jesus. Su estilo es castizo, propio, y aunque por lo general sencillo, tiene a veces soblimidad. En sus obras resalta la inspiracion pero falta la correccion.

Fray Diego de Estella, fray Fernando de Zárate, fray Juan Marquez y el P. Eusebio Nieremberg, fueron tambien notables en su tiempo como escritores sagrados; pero no merecen que se les cite como modelos.

Historiadores.

Grande ha sido el número de los escritores españoles que se han dedicado á este dificil gén ro literario; pero es mucho menor el de los que se han distinguido por su mérito. Aqui no hablaremos sino de aquellos que han alcanzado celebridad y son considerados como modelos de elocuencia ó de lenguaje.

El principe de nuestros historiadores es sin duda el P. Juan de Mariana. Ninguno ha sabido pintar mejor que él los varios sucesos de la nacion española De pocos libros se habrán hecho tantas ediciones como de su historia, obra tan estimada que ha dado motivo á que se diga, hablando de su autor, que Roma tenia medio historiador, España uno, y las demas naciones ninguno.

Ciertamente no debe ser olvidado al tratar de nuestros prosistas don Diego Hurtado de Mendoza, á cuya pluma debemos la Historia de la guerra contra los moriscos del reino de Granada, obra que no se publicó sino cuarenta y siete años despues de la muerte de su autor, proponiéndose en ella por modelo á los historiadores latinos, y sobre todo á Tácito y Salustio, procuró reproducir su manera y estilo. Estos debieron ser los autores favoritos de dicho escritor, quien, à decir verdad, logró Ademas de su Historia general de España, igualarlos en la precision y la energia. El escribió Mariana un tratado que se titula De corte de la frase es constantemente latino, las enfermedades de la Compañía y de sus unido no obstante, à la grandiosidad casteremedios, otro sobre La alteracion de la mo- llana. Es muy de notar que Mendoza cuida de neda y el libro De rege et regis institucione. ser armonioso sin dejar de ser profundo, y La primera escrita primero en latin, fué verti- que une de un modo admirable la política á da por el mismo autor al castellano, movién-la elocuencia, en la cual supera á todos nuesdole á ello el temor de que cayese en manos tros historiadores. Es, en fin, el único escritor

como Cervantes toda la riqueza y variedad de la lengua castallana, pocos la han manejado con una maestría igual á la suya, no obstante, que la critica, considerándole solo como hablista, no ha dejado de encontrar en él algu

nuestro tal vez en que se leen mas cosas que palabras, y no se sacrifica el pensamiento à la armonia. La concision, la elevacion de los pensamientos, la magestad del lenguaje, en la pintura de los caractéres, en la narracion de los hechos y en las arengas, son las cuali-nos defectos. Y no diremos que no los tiene, dades sobresalientes de su estilo; pero en su sino que en comparacion de las grandes y obra hay algunas digresiones inútiles, su con- numerosas bellezas de su estilo son aquellos cision suele ser afectada, su elocuencia no tan pocos y tan pequeños, que cuesta trabajo siempre es fácil y natural y en su estilo se el percibirlos. Es un axioma literario que el esnotan tambien algunas incorrecciones. tilo es la piedra de toque en toda obra de imaLa Historia de los movimientos, sepa-ginacion; porque cuando este no les presta su racion y guerra de Cataluña en tiempo de mágia poderosa, leidas una vez son fácilmente Felipe IV, escrita por don Francisco Ma- olvidadas, à pesar de lo interesante de los sunuel de Melo, es obra que, aunque de esca- cesos y lo de raro y complicado de las aventusa importancia como monumento histórico, ras. El Ingenioso hidalgo, obra maestra de tiene mucha como monumento literario. Este Cervantes, es de aquellas, que no se leen una escritor realizó lo que Mendoza habia procura-sola vez, sino muchas, porque siempre parece do en vano; y es el hermanar las formas lati-nueva su lectura, encontrando en ellas el lecnas con la indole de la lengua castellana. Se tor nuevo deleite; y esto no es debido á otra puede considerar como el Tácito español. Su cosa que á la perfeccion del estilo. Fácil y naestilo es conciso, animado y pintoresco: sutural siempre, no escluye, sin embargo, la valenguaje siempre claro, fluido y sonoro. Pinta riedad de los tonos, ni deja de ser brillante y con maravillosa verdad, en los discursos es florido, cuando conviene, à la par que agrada elocuente y en las reflexiones oportuno. Su por lo elegante y armonioso. Pocos escritores estilo y su lenguaje le colocan al lado de nues-han sabido pintar á sus personages tan bien tros mejores hablistas. como Cervantes, pocos han acertado á descriDon Antonio de Solis, autor de la Historia bir con tanta gracia y naturalidad, pocos que de la conquista de Méjico, fué uno de nues-hayan escrito en nuestra lengua con tanta soltros prosistas mas distinguidos en el génerotura, elegancia y pureza. Se le censura que histórico. En su tiempo estaba muy decadente empleó algunas locuciones afectadas, cedienla literatura española y se habia estendido mu-do al prurito que reinaba en su época de imicho el contagio del mal gusto, del cual, no tar la frase latina, se notan en él algunas inse dejó dominar como otros, ya que no tuvo correcciones y hasta faltas gramaticales, de la fortuna de preservarse del todo. En su es-las que acaso la mayor parte no deben ser tilo jamás se encuentra incorreccion ni des- atribuidas al autor, sino al descuido de los lialiño, ni se nota el empeño de imitar servil-breros, que no era poco en aquel tiempo; mas mente á los escritores latinos. Sus períodos á pesar de todo, el leuguaje es siempre fluison llenos y armoniosos; pero sus cláusulas pecan á veces por lo escesivo del artificio. Su narracion es animada, sus pinturas vivas, sus arengas bellas, si bien algunas parecen mal por la inverosimilitud y por la abundancia de los conceptos y adornos. El lenguage es muy puro, muy correcto y muy castizo.

do, claro, puro y armonioso, inimitable, lleno de agradable variedad, acomodado á todos los tonos, á todos los caractéres y á todas las situaciones. Cervantes, en fin, con todos sus defectos, y aunque ninguno de ellos tenga disculpa, merece ser considerado y estudiado como uno de nuestros mas escelentes prosistas.

Para terminar este articulo diremos algo PROSODIA. (Gramática.) Parte integrante de Miguel Cervantes de Saavedra, gloria de la del arte gramatical que trata de la pronuncialiteratura española, y en cuyas obras se os-cion acentuada de las sílabas, ó bien la que ententa nuestra prosa con toda la armonía, con seña la pronunciacion, la acentuacion y la cantoda la elegancia y variedad propias del habla tidad de las sílabas. El sustantivo prosodia trae castellana. Siendo tan populares las produc- su etimologia de la sinerisis ó fusion griega cioues de este insigne escritor, y tan conoci-para-to-adein (la accion de cantar.) El idioma das y estimadas no solo en España sino en otras naciones, se han hecho de ellas muchos y diferentes juicios, pudiendo decirse que no hay belleza que no haya sido apreciada, ni defecto que no se haya conocido. Pero como aqui no tratamos de juzgar las obras ni de este ni de ningun otro autor, segun los preceptos de cada género literario, solo fijamos nuestra atencion en que fueron escritas en prosa, lo cual nos basta para dar una ligera idea de su lenguaje y estilo.

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que tiene mas determinada y fija su prosodia, es el de los griegos y latinos, asi que es tambien el mas melodioso, magnifico y rico, por lo que, no sin razon, se ha dicho, que una sacerdotisa de Apolo, una pitonisa, fué su inventora. La prosa tiene tambien su prosodia, aunque libre, del mismo modo que el recitado en la música. Algunos autores, sobre todo Ciceron, afectaban ritmar sus discursos, á fin de seducir el oido, al mismo tiempo que el ánimo. Los medios de que se vale la prosodia para conseguir su objeto son dos: la esplicacion de la T. XXX. 45

cuantidad de las sílabas y la del acento de ellas. La cuantidad es la medida de las sílabas ó el tiempo que se gasta en su pronunciacion, segun el cual, una es breve, otra es larga, y otra dudosa ó comun. En pronunciar la breve se gasta la mitad del tiempo que en las largas, y en estas el doble que en la breve. En pronunciar la comun se gastará el tiempo, segun se tomare por breve ó por larga.

ben terminarse con las palabras mas llenas y sonoras, y que aun en los escritos que exigen menos armonia no se coloquen los monosilabos en el final de las cláusulas.» Véase por ejemplo cuan desagradable cadencia tiene esta cláusula de Mariana. «Repentina mudanza, confusion y peligro, uno de los mayores en que jamás Castilla se vió» y cuánto mas numerosa hubiera sido si hubiese dicho: «en que jamás se vió Castilla.» Tambien debe procurarse que aunque la terminacion de la cláusula no sea un

última sílaba sea aguda, porque será tambien nuy ingrata al oido. En ese mismo ejemplo de Mariana, seria igualmente defectuosa la frase bajo el punto de vista prosódico si dijera «en que Castilla se vió jamás. »

«Es necesario, sin embargo observar, continúa Hermosilla, que nunca deben ponerse muchas cláusulas musicalmente medidas, y que en general, aunque no debe desatenderse la armonía, no se ha de prodigar con esceso. Sobre todo nunca se sacrifiquen á lo grato del sonido la claridad, la precision, la energía, la concision y la Laturalidad del estilo.»

Marmontel opina que la música fué la que dió sus números à la poesía; nosotros somos de opuesto parecer. La voz del hombre es na-monosílabo, sea una palabra cualquiera cuya turalmente una serie de notas ó grados musicales, aun cuando habla ó emite su pensamiento. Si la primera lengua que habló el primer hombre fué la hebrea, es imposible que Adan hubiese manifestado en este idioma su admiracion por las maravillas de la creacion y su amor á Eva, la mas hermosa de las mugeres, sin acentuar vivamente su palabra, sin animarla con largas y breves, unas veces mas lentas, otras mas rápidas, en fin, sin cantarla en cierto modo. La música fué despues una estension de esta prosodia natural, y aun algunas veces se sirve del verbo prosodiar para espresar las diferentes medidas y ritmos de su canto. Sin De todos los idiomas que han dado alma á embargo, la música por medio de su arte per- la lengua humana, acaso sea el francés el en feccionó y fijó despues la prosodia innata en que mas se baga sentir la falta de prosodia; cada idioma, esto es lo que no se puede negar. pero si esto es cierto, tambien lo es, que exisEs indudable que el verso y la musica son el te algunas veces casi sin percibirlo el oido y depósito conservador de la prosodia general de otras se levanta á un acento, á un diapason, todos los pueblos. Esta coordinacion musical si nos es permitido espresarnos asi, tan esde las palabras, que es lo que constituye la ar-traordinario, tan lleno y tan fuerte, que conmonia de las cláusulas ó la verdadera proso- mueve los sentidos mas adormecidos ó embodia, depende de dos circunstancias, que son la tados; despues, segun el lugar de la escena, buena distribucion de los miembros é incisos vuelve á bajar á su antojo á esa molicie de sode las cláusulas y su cadencia final. nidos que encanta el ánimo. No han falta do gramáticos que han avanzado hasta decir, que el francés no tiene sílabas que sean largas ó breves por sí mismas. Preciso es, dice con mucha gracia y oportunidad Mr. Denne-Baron, que Apolo haya tapado con cera los oidos de estos desgraciados literatos, y para demostrar lo contrario cita dos versos del poeta que mas contribuyó á fijar la lengua francesa, y cuyo oido rítmitico era tan delicado. Boileau ha di

«Todo cuanto se puede enseñar sobre la primera, dice Hermosilla en su Arte de hablar en prosa y verso, se reduce á que los miembros de todas las cláusulas, y en cada uno de ellos sus respectivos incisos si los tuviere, están distribuidos de modo que la respiracion no se fatigue para recitarlos, y que las pausas de sentido mayores y menores caigan á tales distancias, que estas tengan entre sí cierta proporcion musical que se llama ritmo ó nú-cho de un ambicioso: mero; aunque este último es mas propiamente la melodía de las voces de muchas sílabas, Le chagrin monte en croupe, et galope avec lui. cuando por una feliz mezcla de consonantes y vocales, y de silabas breves y largas son agradablemente sonoras. Investigaciones filosóficas sobre este punto y preceptos genéricos serian inútiles para los que no tengan oido delicado; para los que lo tienen, él es el mejor maestro. En cuanto à la cadencia final, que por ser la parte mas sensible al oido es la que pide mayor cuidado, la única regla importante que puede darse es que «en las composiciones oratorias en las cuales se requiere mas pompa y ornato que en ninguna otra de prosa, el sonido debe ir creciendo hasta el fin; que en general, así como deben reservarse para los últimos los miembros mas largos, asi estos de

Y en otra parte, de la tierra, en la edad de oro, que ella,

N'attendait pas qu'un bœuf pressé de l'aiguillon
Traçât á pas tardifs un pénible sillon.

Que nuestro Hermosilla tradujo en castellano:

Que con paso tardio y perezoso
Con gran trabajo va trazando un surco.

En español pudiéramos citar innumerables ejemplos de armonía imitativa, tan buenos y

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Como se ve por estos ejemplos, las sílabas A las mugeres que por miseria, ó como relargas dan naturalmente idea de un movimien-curso, se hayan entregado á la prostitucion, to pausado y lento, y las breves por el contra-se las apartará del vicio, facultándolas auxilios rio, retratan bastante bien un movimiento vivo, y un trabajo honesto. En París, por orden del para cuyo caso sirven nuestros esdrújulos ma-prefecto de policía (28 de agosto de 1841), las ravillosamente. mugeres solteras ó casadas, que al inscribirse PROSTITUCION. (Higiene pública.) La pros- en los registros de la prostitucion declaran titucion es una úlcera de las poblaciones nu- hacerlo por miseria, son enviadas al convento merosas. El oficio de prostituta es tanto ó mas de las damas de San Miguel, donde se las proinfame que el de verdugo. Es el oficio mas as-porciona el vivir del producto de su trabajo. queroso, mas impuro y mas pútrido que se Esta medida ha dado ya resultados muy consoconoce. «Si en una calle te encuentras entre ladores. un monton de basura y una prostituta (decia el La caridad cristiana, esa digna auxiliar de lord Chesterfield á su hijo), y es inevitable te- la beneficencia pública, que en otro tiempo funner contacto con el uno ó con la otra, tírate á dó refugios, retiros y conventos de Arrepenla inmundicia. Un poco de agua devolverá á tidas, puede coadyuvar eficazmente la accion tus vestidos la limpieza que antes tenian; pero | administrativa de la autoridad. En Paris, por nada bay capaz de quitar la mancha que en ti ejemplo, hay una sociedad filantrópica, bajo la habrá impreso el contacto del vicio.» No sin advocacion de San Francisco de Regis, que razon, pues, dice Virey, calificaron nuestros tiene por objeto reducir el concubinato, que antepasados a las rameras con una palabra equi- es casi el estado normal de las clases jornavalente á putidæ, voz latina cuya correspon-leras de Francia, Alemania, Suiza, etc., y otro dencia francesa, y tambien castellana, fué tér- de los manantiales mas copiosos de prostitumino muy corriente, aunque hoy esté dester-cion. Desde 1826, época de su fundacion, hasta rado del lenguaje culto. Las prostitutas, como 1.o de enero de 1843, hizo legitimar 9,877 dijo el Directorio ejecutivo de Francia (1796), uniones reprobadas por la moral, y redujo, por son el oprobio de su sexo y el azote del otro. consiguiente, al camino de las buenas costumLas incomodidades que la presencia de es-bres á 19,754 individuos. Descuret computa ta llaga hedionda causa á la sociedad, destru- en 8,000 el número de hijos naturales, que du yendo la salud de los individuos, corrompien-rante aquel mismo periodo de tiempo, y merdo los manantiales de la procreacion, sembran-eed á los esfuerzos de la propia sociedad, redo el mal venéreo, influyendo fatalmente en la cibieron los beneficios de la legitimacion. crirninalidad y la locura, disminuyendo la po- Inquirir las causas individales de la prosblacion, aumentando los gastos de los hospi-titucion de cada ramera, y corregirlas benévocios, inclusas y hospitales, etc., nos ponen en lamente, sin humillacion para la desgraciada, el caso de recomendar varias medidas. sin escándalo para el público, es el deber de Son poquisimas las mugeres que se pros-una administracion paternal y un medio mucho tituyen por fogosidad de temperamento. La mas eficaz que la represion de la galera ó de miseria, la ignorancia, la coquetería, las ganas otras penas aflictivas é infamantes. de lucir y de brillar en vestidos y adornos, la Partiendo del principio de que la prostitupereza, el abandono, las consecuencias casi in- cion es incurable, opinan muchos que lo mefalibles de una primera falta, el contagio del jor es tolerarla, reglamentándola y evitando ejemplo, la imprevision.... he aqui las verda- de este modo la propagacion de un mal cruel. deras causas que conducen á la muger hasta Esta opinion no nos parece sostenible. Verdad la abyeccion de prostituirse. «Mejorad la edu- es que el vicio de la prostitucion ha existido en cacion doméstica de las mugeres de las clases todas épocas; que en la historia, asi sagrada inferiores y medias, dice Lévy; prolongad la como profana, se encuentran insignes ejemtutela materna hasta su juventud perfecta, has-plos; que las jóvenes de Babilonia debian prosta que contraigan matrimonio; inspiradles las virtudes de familia y preparadlas, mediante la conveniente instruccion, á ser á su vez guias y directoras de sus hijos; preservad su pureza

tituirse una vez en su vida en el templo de Venus; que en la antigua Grecia, y sobre todo en Corinto, las sacerdotisas de aquella divinidad eran cortesanas cuyos favores, à subido pre

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