Antología de prosistas castellanosDirección General del Instituto Geográfico y Estadístico, 1899 - 271 páginas |
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... que ofrece la prosa en tiempo del Emperador . Con estas narra- ciones realistas que forman la llamada Novela pica- resca ( por abundar en tipos de pícaros , truhanes , vagos , espadachines y ladrones ) , España dió á I.
... que ofrece la prosa en tiempo del Emperador . Con estas narra- ciones realistas que forman la llamada Novela pica- resca ( por abundar en tipos de pícaros , truhanes , vagos , espadachines y ladrones ) , España dió á I.
Página 2
Ramón Menéndez Pidal. vagos , espadachines y ladrones ) , España dió á la lite- ratura universal el primer modelo de la novela mo- derna de costumbres . I El Lazarillo , aparecido en los últimos tiempos del Emperador Carlos V , es la más ...
Ramón Menéndez Pidal. vagos , espadachines y ladrones ) , España dió á la lite- ratura universal el primer modelo de la novela mo- derna de costumbres . I El Lazarillo , aparecido en los últimos tiempos del Emperador Carlos V , es la más ...
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... dió las once : entonces se entró en la iglesia mayor , y yo tras él ; y muy devotamente le ví oir misa y los otros oficios divinos , hasta que todo fué acabado y la genta ida . Entonces salimos de la iglesia , á 3 buen paso tendido ...
... dió las once : entonces se entró en la iglesia mayor , y yo tras él ; y muy devotamente le ví oir misa y los otros oficios divinos , hasta que todo fué acabado y la genta ida . Entonces salimos de la iglesia , á 3 buen paso tendido ...
Página 14
... dió las dos estuve aquí , y de que ví que vuestra merced no venía , fuíme por esa ciudad á encomendarme á lás buenas gentes , y hanme dado esto que veis ; » mostréle el pan y las tripas que en un cabo de la halda traía , á lo cual el ...
... dió las dos estuve aquí , y de que ví que vuestra merced no venía , fuíme por esa ciudad á encomendarme á lás buenas gentes , y hanme dado esto que veis ; » mostréle el pan y las tripas que en un cabo de la halda traía , á lo cual el ...
Página 18
... dió , ví llevar una procesión de pobres azotando por las Cuatro Calles 3 , lo cual me puso tan gran espanto , que nunca osé desmandarme á demandar . Aquí viera , quien vello pudiera , la abstinencia de mi casa y la tristeza y silen- cio ...
... dió , ví llevar una procesión de pobres azotando por las Cuatro Calles 3 , lo cual me puso tan gran espanto , que nunca osé desmandarme á demandar . Aquí viera , quien vello pudiera , la abstinencia de mi casa y la tristeza y silen- cio ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 122 - EN UN LUGAR de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Página 70 - Y negocio que de las palabras que todos hablan elige las que convienen, y mira el sonido de ellas, y aun cuenta a veces las letras, y las pesa, y las mide, y las compone, para que no solamente digan con claridad lo que se pretende decir, sino también con armonía y dulzura.
Página 54 - ... en la forma del decir, y en la pureza y facilidad del estilo, y en la gracia y buena compostura de las palabras, y en una elegancia desafeitada que deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale.
Página 141 - ... por mis valerosas, muchas y cristianas hazañas he merecido andar ya en estampa en casi todas o las más naciones del mundo. Treinta mil volúmenes se han impreso de mi historia, y lleva camino de imprimirse treinta mil veces de millares, si el cielo no lo remedia.
Página 197 - Repartió a cada uno tan poco carnero, que en lo que se les pegó a las uñas y se les quedó entre los dientes pienso que se consumió todo, dejando descomulgadas las tripas de participantes. Cabra los miraba, y decía: "Coman, que mozos son, y me huelgo de ver sus buenas ganas.
Página 196 - Diego, y la noche que llegamos nos señaló nuestro aposento y nos hizo una plática corta, que por no gastar tiempo no duró más; díjonos lo que habíamos de hacer. Estuvimos ocupados en esto hasta la hora del comer; fuimos allá: comían los amos primero, y servíamos los criados.
Página 124 - Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año), se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda...
Página 22 - En este tiempo tenía ya yo echada la aldaba a la puerta y puesto el hombro en ella por más defensa. Pasó la gente con su muerto, y yo todavía me recelaba que nos le habían de meter en casa. Y desque...
Página 9 - Mozo, párate allí y verás cómo hacemos esta cama, para que la sepas hacer de aquí adelante. Púseme de un cabo y él del otro y hecimos la negra cama. En la cual no había mucho que hacer. Porque ella tenía sobre unos bancos un cañizo, sobre el cual estaba tendida la ropa encima de un negro colchón.
Página 6 - En este tiempo dio el reloj la una, después de medio día, y llegamos a una casa, ante la cual mi amo se paró y yo con él, y derribando el cabo de la capa sobre el lado izquierdo, sacó una llave de la manga...