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Mas todo lo que con esto ganaba el estado en unidad legislativa, perdialo en unidad política, por el empeño, cada dia mas tenaz, de don Jaime en repartir el reino entre los hijos de su segunda muger, con perjuicio del único de la primera (1). Por tercera vez declaró al infante don Alfonso sucesor en el reino de Aragon, designando sus límites desde el Cinca hasta Ariza, y desde los puertos de Santa Cristina hasta el rio que pasa por Alventosa, excluyendo el condado de Ribagorza. Volvia á señalar los límites de Cataluña, y asignaba á don Pedro Cataluña con las Baleares. Dejaba á don Jaime todo el reino de Valencia: á don Fernando los condados de Rosellon, Conflent y Cerdaña con el señorío de Montpeller; y don Sancho, á quien destinó á la iglesia, fué arcediano de Belchite, abad de Valladolid, y después arzobispo de Toledo. Sustituia á los hijos en caso de muerte los hijos varones de la infanta doña Violante, pero á condicion de que no hubieran de juntarse las coronas de Aragon y de Castilla. Esta fatal disposicion que se publicó en Valencia en enero de 1248, y que nos recuerda las caJamitosas distribuciones de reinos de los Sanchos, Alfonsos y Fernandos de Navarra y de Leon, lejos de sosegar las alteraciones que por esta causa se habian movido, las encendió más, como era de presumir; el infante don Alfonso con don Pedro de Portugal y los ricos-hombres que seguian su voz, se valieron del rey de Castilla y comenzaron a levantar tropas y conmover las ciudades del reino (2).

Asi, cuando el rey de Aragon pasó á poner tercer sitio á Játiva, que no perdia nunca de vista, encontróse con que su yerno Alfonso de Castilla habia entablado y mantenia secretas inteligencias con el alcaide de Játiva, aspirando á ganar para sí aquella villa, aunque perteneciente á la conquista de Aragon. Agregóse á esto que la villa de Enguera, del señorio de Játiva, se entregó al infante castellano, que puso en ella guarnicion de su gente. El disgusto que con esto recibió el aragonés fué muy grande; y como al propio tiempo los de su reino se apoderasen tambien de lugares que el castellano miraba como de su conquista, la guerra entre don Jaime de Ara

colocando los fueros de los reyes anteriores y los que de nuevo hizo don Jaime, so particulares titulos, en ocho libros consecutivamente continuados, de la mejor forma que entonces hacer se pudo.-Zurita, lib. III. cap. 42.—Quinto, Juramento de los reyes de Aragon, p. 209 y sig.

(1) Tenia entonces de 'a reina doña Violante cuatro hijos y otras tantas hijas: don Pedro, don Jaime, don Fernando y don San

cho, y doña Violante, doña Costanza, doña Sancha y doña María. Doña Isabel que nació después casó con el hijo mayor del rey Luis de Francia que sucedió en aquel reino.

(2) Por eso se ballaron los infantes don Alfonso de Aragǝn y don Pedro de Portugal en Sevilla, que se conquistó este año, al lado del rey de Castilla, segun en la historia de este reino y de aquella conquista dijimos.

gon y el principe Alfonso de Castilla era otra vez inminente, y esto produjo las famosas vistas que suegro y yerno celebraron en los campos de Almizra cada cual con sus ricos-hombres y barones, y á presencia de la reina de Aragon. Pretendia el castellano que le cediera don Jaime la plaza de Játiva, asi por habérsela ofrecido cuando le dió en matrimonio su hija, como por creerlo justo, ya que nada habia recibido en dote cuando se casó con doña Violante. Respondió el aragonés que ni era cierto que se la hubiese ofrecido, ni nada le debiâ en dote, puesto que cuando él se casó con su tia doña Leonor de Castilla, ni ella llevó ni él pretendió lugar alguno de aquel reino por via de arras. Insistieron los castellanos á nombre de su principe, en que le hubiera de dar á Játiva, añadiendo que de todos modos habia de ser suya, pues si él no se la daba el alcaide se la entregaria. «Eso «nó, contestó don Jaime indignado, ní se atreverá á entregarla el alcaide, ◄ni nadie será osado ů tomarla; y tened entendido que por encima de Nos <habrá de pasar cualquiera que intente entrar en Játiva. Vosotros los castellanos pensais atemorizar á todos con vuestros arrogantes retos, pero po«nedlos por obra, y vereis en cuán poco los estimamos. Y no se hable mas de tal asunto; Nos seguiremos nuestro camino, haced vosotros lo que podais (1).» Y mandando ensillar su caballo dispúsose resueltamente á partir. Detúvole la reina con lágrimas y sollozos, y tales fueron los ruegos de doña Violante, y tanto el interés y la ternura y so'icitud con que insistió en que aquel asunto hubiera de arreglarse amigablemente, que prosiguiendo las pláticas y renunciando por fin el de Castilla á sus pretensiones sobre Játiva, conviniéronse en que se partiese la tierra por los antiguos limites que por anteriores pactos se habian señalado á ambos reinos, y devolvióndose las plazas que mútuamente se h bian usurpado, despidiéronse amigos y conformes suegro y yerno. Tal fué el resultado feliz de las conferencias de Almizra, en que la mediacion de la reina de Aragon evitó una guerra inminente entre Aragon y Castilla.

Mas de un año estuvo todavía don Jaime sobre Játiva. Las proposiciones y parlamentos que en este tiempo mediaron entre el monarca y el alcaide Abul-Hussein fueron muchos. Aceptóse por último la propuesta que éste hizo de entregar la villa y el castillo menor, quedándose él con el mayor y mas principal por tiempo de dos años, y dándole el rey á Montesa y Vallada (1249). Asi se ganó, aunque no por completo todavia, aquella plaza tan apetecida de don Jaime, quedando en la villa por entonces sarracenos y cristianos, viviendo juntos en su respectiva ley.

(1) Don Jaime en su historia escrita por él mismo, cap. 227.

Como continuase la excision entre don Jaime y los infantes don Alfonso su hijo y don Pedro de Portugal, convocó el rey córtes de catalanes y aragoneses en Alcañiz (febrero, 1230), para ver de arreglar aquellas diferencias. Ofreció el Conquistador en aquellas córtes estar á derecho y prestar su conformidad, y cumplir lo que sobre la cuestion con el infante su hijo resolviese y fallase un jurado que las mismas córtes nombrasen. Elegidos los jueces, que lo fueron varios prelados y ricos-hombres, despues de jurar que si el infante rehusára estar á lo que determinasen le desampararian y seguirian al rey, enviáronłe una embajada á Sevilla, donde se hallaba, para saber de él si estaba conforme en someterse al juicio de aquel jurado. Los obispos y procuradores de las ciudades á quienes esta mision fué encomendada, volvieron con respuesta favorable. En su virtud determinaron los jueces retirarse á la villa de Ariza para deliberar. Entretanto el rey y la reina no cesaban de trabajar por todos los medios para que saliesen favorecidos los hijos de ambos. El fallo que el jurado pronunció fué, que el infante don Alfonso se pusiese en la obcdiencia del rey, que como á primogénito se le diese la gobernacion de Aragon y Valencia, y que el principado de Cataluña se reservase para don Pedro, el hijo mayor de doña Violante. Faltábale tiempo al rey, en su enojo con don Alfonso, y en su entusiasmo por los hijos de su segunda esposa, para pasar á Cataluña y hacer reconocer á don Pedro, conforme á la sentencia de Ariza. Y como en aquel tiempo hubiese fallecido don Fernando, el tercer hijo de doña Violante, congregadas córtes de catalanes en Barcelona, dió posesion al infante don Pedro, como legítimo sucesor y propietario (aunque reservándose el usufructo durante su vida), no solo de todo lo de Cataluña, sino tambien de Rosellon, Conflent, Cerdaña y condado de Rivagorza, declarando que en el caso de que falleciese sin hijos, le sustituyese don Jaime, el segundo hijo de doña Violante (marzo, 1251). Los catalanes juraron é hicieron homenage á don Pedro en presencia del rey.

No contento con esto el Conquistador, despues de haber ratificado la cesion á su hijo don Jaime del señorío de las Baleares y Montpeller, hizole tambien donacion del reino de Valencia, y de ello le prestaron homenage los ricos-hombres y caballeros, alcaides y vecinos de los castillos y lugares del reino nuevamente conquistado. A tal estremo llevaba don Jaime, no ya solo el desamor, sino la enemiga al primogénito don Al fonso (1252).

Terminado, si no á conveniencia del reino, á satisfaccion suya este negocio, y habiendo vuelto el rey á Valencia, llegáronsele dos moros de Biar, ofreciéndole que con otros de su linage le entregarian aquel castillo, el mas fuerte que quedaba en la frontera de Murcia, con cuyo aviso pasó de nuevo á

Játiva. Los moros de Biar, lejos de estar dispuestos á cumplir el ofrecimiento de los mensageros, opusieron séria y porfiada resistencia. Pero resuelto ya el rey á someterle por la fuerza, rindiósele al cabo de cinco meses de cerco (febrero, 1253). Con la rendicion de Biar y la posesion de Játiva convenciéronse los sarracenos del pais de la imposibilidad de sostenerse contra soberano tan poderoso, y fuéronsele sometiendo todas las villas y castillos que habia desde el Júcar hasta Murcia, y asi acabó de enseñorear todo el reino. «Concedimos en seguida (dice el mismo en sus Comentarios) á todos los habitantes que pudiesen quedarse en el mismo pais, y por este medio entonces lo dominamos todo (1).»

Suspendemos aqui la narracion de los sucesos de Aragon, ya que el complemento de la conquista de Valencia por don Jaime coincide con la de Andalucia por Fernando III. de Castilla y con su muerte. Y aunque el reinado del Conquistador avanza todavía mas de otros veinte años, sus acontecimientos se mezclan ya mas con los del reinado de Alfonso el Sábio que reservamos para otro libro. Y habiendo sido las conquistas de Valencia y Andalucía las que cambiaron la condicion de España en lo material y en lo politico, expongamos ahora cuál era el estado de la península en estos dos célebres reinados.

(4) Cap. 234,

CAPITULO XVI.

ESPAÑA BAJO LOS REINADOS

DE SAN FERNANDO Y DE DON JAIME EL CONQUISTADOR.

1.-Analogia en la edad y circunstancias en que ocuparon estos dos soberanos los tronos de Aragon y de Castilla.--Primer período de su reinado: cómo dominaron ambos la orgullosa y discola nobleza de sus reinos.-Segundo periodo: las conquistas: comparacion entre unas y otras: medios y elementos de que disponia cada uno para realizarlas: situacion de la España cristiana y de la España sarracena.-Paralelo entre los dos monarcas, Jaime y Fernando, como conquistadores.-Idem como legisladores.-Escelencia del uno como santo, y del otro como guerrero.-Paralelo entre San Fernando de Castilla y San Luis de Francia.-Causas de la dureza y severidad de San Fernando en el castigo y suplicios de los hereges: sistema penal de aquel tiempo. II.-Condicion social de la España en estos reinados.-Fijacion de dos idiomas vulgares, el lemosin y el castellano: ejemplos.-Comienzan á escribirse los documentos oficiales en la lengua vulgar.-Estado de las letras en Aragon y Castilla: proteccion que les dispensan ambos principes-Universidad de Salamanca: junta y consejo de doce sábios: juicio crítico de éstos: jurisprudencia: historia.-Estado de la industria y de las artes en ambos reinos: comercio: navegacion: agricultura: arquitectura: templos. III.-Fundacion de nuevas órdenes religiosas.-Santo Domingo, San Pedro Nolasco, San Francisco de Asis: dominicos, mercenarios, hermanos menores: conventos: su instituto, su influencia.Cómo y por quién se estableció la antigua inquisicion en Cataluña.—Broves del papa Gregorio IX.-Castilla: Navarra.

I.

Fernando III. de Castilla y Jaime I. de Aragon: hè aqui dos colosales flguras que sobresalen y descuellan simultáneamente en la galería de los grandes hombres y de los grandes principes de la edad media española.

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