Guzmán de Alfarache, Volumen2Ediciones de "La Lectura,", 1927 |
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Página 36
... obligación . Aquí se acaba de apear un pensamiento que lle- gó de camino , de los de aquellos buenos tiempos . Véndolo por mío , si no es esa la falta que le ha- llas . Dirélo , por haberme parecido digno de mejor padre ; tú lo dispón y ...
... obligación . Aquí se acaba de apear un pensamiento que lle- gó de camino , de los de aquellos buenos tiempos . Véndolo por mío , si no es esa la falta que le ha- llas . Dirélo , por haberme parecido digno de mejor padre ; tú lo dispón y ...
Página 37
... obligación que firmaron en los libros de Dios , donde no puede haber mentiras ni bo- 25 rrones . hi- Harto me acordé de un amigo de mi padre , lo mal que distribuyó lo que cobró y del mal ejemplo que dejó ; y en tal paró él y ello ...
... obligación que firmaron en los libros de Dios , donde no puede haber mentiras ni bo- 25 rrones . hi- Harto me acordé de un amigo de mi padre , lo mal que distribuyó lo que cobró y del mal ejemplo que dejó ; y en tal paró él y ello ...
Página 101
... obligación . Comp .: ESPINEL , Marcos de Obregón : « ¡ Oh señor ! -respondió el clérigo - diónos la Iglesia esta pensión , que aun caminando habemos de rezar » . ( Clás . Cast . II , 259. ) No sé qué puede ser , que deseando ser buenos ...
... obligación . Comp .: ESPINEL , Marcos de Obregón : « ¡ Oh señor ! -respondió el clérigo - diónos la Iglesia esta pensión , que aun caminando habemos de rezar » . ( Clás . Cast . II , 259. ) No sé qué puede ser , que deseando ser buenos ...
Página 153
... obligación y yo la necesidad , reparando la hambre y sustentando la honra . Salíame por los caminos ; tomaba bagajes ; vendía- 20 les el favor , encareciendo a los dueños lo que me costaba volvérselos ; pagábanlo a dinero . Los que nos ...
... obligación y yo la necesidad , reparando la hambre y sustentando la honra . Salíame por los caminos ; tomaba bagajes ; vendía- 20 les el favor , encareciendo a los dueños lo que me costaba volvérselos ; pagábanlo a dinero . Los que nos ...
Página 269
... obligación y dejélo hasta su tiempo . Estaba la mesa puesta y monseñor sentado a ella , comiendo los principios que yo serví primero , y mi- rándome a la cara con alguna risa , me dijo : « Guz- manillo , poco te queda de aquí a la tarde ...
... obligación y dejélo hasta su tiempo . Estaba la mesa puesta y monseñor sentado a ella , comiendo los principios que yo serví primero , y mi- rándome a la cara con alguna risa , me dijo : « Guz- manillo , poco te queda de aquí a la tarde ...
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Términos y frases comunes
agora andaba aposento boca botiller buen burla Buscón calle cama camino CAPITULO capón cera CÉSAR OUDIN comenzó comigo Comp comprar Correas cosas Creílo criado daba daño decir dejó dellos desto Dicc diciendo digo dijo dinero dormir ello empanadas eran estaba Estebanillo falta fuese fuí Fuíme gana Génova Guadalcanal guarda GUZMÁN DE ALFARACHE hallé hice hijo hizo honra hubiera hurto jubón juego Juego de naipes jugar ladrón limosna llaman llegar llevaba luego mala Malagón mandó manera mano mañana Mateo Alemán mejor menester Mentira meter mira mozo mundo necesidad noche oficio ojos pág paje parece Parecióme pasar pedir perder pícaro pide pobre poco podía poner proprio pudiera puerta puso queda quiere quiso quitar recebir reino de Toledo remedio repelón Rivad saber sacar Sala de Alcaldes salir socorro supe tenía tocino traer tuve valía vender venir ventura verdad vergüenza vestido vino volver XXXIII zarabanda
Pasajes populares
Página 54 - Todo anda revuelto, todo apriesa, todo marañado. No hallarás hombre con hombre ; todos vivimos en asechanza los unos de los otros, como el gato para el ratón o la araña para la culebra, que hallándola descuidada, se deja colgar de un hilo y, asiéndola de la cerviz, la aprieta fuertemente, no apartándose della hasta que con su ponzoña la mata.
Página 69 - Y haciéndose los demás pobres y pobras de su parte, y apagando las luces, comenzaron con los asientos y con las muletas y bordones a zamarrealle a él ya sus corchetes a escuras...
Página 109 - Busqué donde el agua tenia más fondo en la mayor espesura, y en ella hice un hoyo, y en las telas de mis calzones y sayo envuelta la moneda la metí, cubriéndola muy bien de arena y piedras por defuera; puse una señal, no porque me descuidase que allí residí a la vista por casi quince días; pero para no turbarme después buscándola dos pies más adelante o atrás, que fuera morirme, si cuando metiera la mano dejara de asentarla encima; en especial que algunas noches me alargaba...
Página 89 - Con esta alteración, si el fresco de la mañana no lo hizo, a la señora mi ama le faltó la virtud retentiva, y aflojándosele los cerraderos del vientre antps de entrar en su cámara, me la dejó en portales y patio, todo lleno de huesezuelos de guindas, que debía de comérselas enteras.
Página 60 - ... lo peor. Terrible vicio es el juego. Y como todas las corrientes de las aguas van a parar a la mar, así no hay vicio que en el jugador no se halle. Nunca hace bien y siempre piensa mal; nunca trata verdad y siempre traza mentiras; no tiene amigos ni guarda ley a deudos; no estima su honra y pierde la de su casa; pasa triste vida ya sus padres no se la desea; jura sin necesidad y blasfema por poco interese; no teme a Dios ni estima su alma.
Página 119 - Amaneció el domingo. Púseme de ostentación y di de golpe con mi lozanía en la iglesia mayor para oír misa; aunque sospecho que más me llevó la gana de ser mirado; paséela toda tres o cuatro veces; visité las capillas donde acudía más gente, hasta que vine a parar entre los dos coros, donde estaban muchas damas y galanes.
Página 45 - Cuanto para con Dios, son sus juicios ignotos a los hombres ya los ángeles; no me entremeto a más de lo que con entendimiento corto puedo decir, y es que Él sabe bien dar a cada uno todo aquello de que tiene necesidad para salvarse. Y, pues aquel oficio faltó, no convino, por lo que Él sabe o porque con él se condenará y lo quiere salvar, que lo tiene predestinado.
Página 26 - No dejaba de darme pena tanto cuidado y andar holgazán : porque en este tiempo me enseñé a jugar a la taba, al palmo y al hoyuelo. De allí subí a medianos : supe el quince y la treinta y una, quínolas y primera. Brevemente salí con mis estudios y pasé a mayores, volviéndolos boca arriba con topa y hago.
Página 58 - ... se perderá presto, siendo malquisto y odiado de todos. No respondía cuando me reñían, ni daba ocasión para ello. A los mandados era un pensamiento. Donde había de asistir nunca faltaba; y aunque todo me costaba trabajo, nada se perdía. Bastábame por paga la loa que tenía y lo bien que por ello me trataban de palabra, no faltando las obras a su tiempo.
Página 133 - Cogióme en medio, de que recibí un mal golpe y sucediera peor porque se me cayó la daga desnuda de la cinta y, dando con el pomo en el suelo, quedó arriba la punta y se hincó por un brazo de la silla, que fue milagro no matarme, y concluyendo comigo dejaba pagados mis acreedores.