ó se consumieron en la guerra. Lo mismo sucedió con esa multitud de caballos Ꭹ mulas que, extraidos de las fértiles llanuras que riegan el Aráuca y el Apure, pasaron á los Llanos de Calabozo, de San Carlos, y hasta los hermosos valles de Aragua. Los valientes llaneros, sin embargo de poderse comparar con los mejores jinetes de la América del Sur, nada pudieron adelantar contra las masas de infantería española bien disciplinadas, favorecidas por el terreno de las montañas, y regidas por oficiales experimentados, á quienes dirigia una cabeza verdaderamente militar.

Las operaciones de Bolívar desde que emprendió su retirada de San Diego de Cabrutica, á consecuencia de la derrota de Sarasa en el hato de la Hogaza, su marcha acelerada hácia Guayana, su rápida navegacion del Orinoco hasta la Urbana, su reunion con Páez, y la sorpresa que diera á Morillo en Calabozo, merecen los mayores elogios. En todas ellas se encuentra una actividad prodigiosa, prevision y un plan bien concertado. Mas los conocedores no hallan esta misma superioridad de talentos en el resto de la campaña. Despues de haber conocido en la marcha hacia el Sombrero y en el paso del Guárico la superioridad de la infantería española sobre la suya, cuando mil cuatrocientos hombres no pudieron ser destruidos por todo el ejército independiente, no debió empeñarse en perseguir á Morillo sobre las montañas, donde aquella superioridad debia ser mas decidida. La situacion falsa en que se colocára Bolívar en los valles de Aragua, en que podia ser cortado y destruido enteramente, le ha merecido la crítica mas justa de parte de los militares. Tampoco le perdonan el haber dado la batalla del Sémen, cuando pudo arribar á los Llanos haciendo la guerra de posiciones y siempre en retirada. Despues de esto, parece que el combate de Ortiz fué mal dirigido y sin objeto que exigiera sacrificar tantos valientes soldados, atacando con caballería alturas bien defendidas por infantería veterana. La sorpresa del Rincon de los Tóros manifiesta mucho descuido y aun desprecio de las precauciones ordinarias de una campaña. En Cojede, Páez se dejó arrastrar de su brillante valor empeñándose en combatir con el ejército real, que era doble del suyo, y mas que triple en la infantería: el resultado fué el que debia esperarse, una derrota. Finalmente Cedeño, que pudo salvar los últimos restos del ejército republicano pasando el Apure, los sacrificó en el Cerro

de los Pátos, presentando tambien una accion campal. Dar batallas con infantería colecticia, y con masas de caballería sin disciplina, fué la manía de esta campaña célebre y malhadada. El resultado tambien fué que la disciplina y el saber militar triunfaron siempre del valor denodado y temerario de los independientes. Para estos y para sus jefes las lecciones de la experiencia fueron terribles; mas no se perdieron en lo venidero. Restablecida algun tanto en San Fernando de Apure la salud del jefe supremo, comenzó á dar sus disposiciones á fin de reparar tamañas pérdidas. Envió hácia las provincias de Barcelona, Cumaná y Guayana á los generales Urdaneta, Valdes y á otros jefes á recoger hombres para formar un nuevo ejército. Tenia caballos en abundancia porque de antemano habia hecho pasar á la izquierda del Apure cerca de cuatro mil, los que se hallaban en seguridad. Mas careciendo de armas y municiones, y estando casi desierto el territorio que los patriotas ocupaban á la derecha del Apure, el jefe supremo determinó trasladarse á Guayana, país mejor poblado, de mas recursos, é inaccesible á cualesquiera esfuerzos de los realistas. Salió, pues, de San Fernando para Angostura el 24 de mayo, llevando consigo su estado mayor y algunos cuadros de infantería. El coronel Hippisley y varios soldados ingleses que se hallaban en San Fernando le acompañaron tambien, haciendo el servicio de guardia de honor. El 7 de junio arribó el convoy á Angostura.

TOMO II.

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CAPÍTULO X.

Estable

Desobediencia en Cumaná. Regreso de Mariño á la Costa-Firme, quien continúa independiente. Derrota de Bermúdez por los realistas. Operaciones en Barcelona. El jefe supremo nombra secretarios de Estado. Sus providencias para formar un nuevo ejército. cimiento del Correo del Orinoco. Auxilios que remite López Méndez: contradicciones y dificultades que sufre el envío de tropas. El coronel Wilson y el acta de San Fernando. Arribo de armas y municiones á Angostura. Tambien de un agente de los Estados Unidos. caciones con los jefes de Buenos Aires y Chile. americana. militares en las provincias.

-

--

Comuni

- Pre

Proyecto de Union Arreglos administrativos del Libertador. Sus aprestos Su reconciliacion con Mariño. - Designios que tiene con las tropas inglesas. Operaciones militares en varios puntos. Excursiones del general Morillo. Su ejército y escuadra estan escasos de varios artículos. Corsarios atrevidos de Venezuela. parativos militares de Morillo. Intenta seducir á Sarasa, quien le responde con indignacion. - Santander marcha á Casanare con auxilios. - Proclama de Bolívar á los Granadinos sus aprestos bélicos para la campaña. Bermúdez toma á Güiria es rechazado en Rio-Caribe. Reorganizacion del consejo de Estado. Se acuerda la convocacion de un congreso constituyente. Reglamento de elecciones.. Los realistas quieren ridiculizar este paso. Marcha de Bolivar á Cumaná. de Mariño en Cariaco. El Libertador regresa á Angostura.

de mediacion de las grandes potencias. Protesta solemne del gobierno y autoridades de Venezuela. Descalabro marítimo en Araya. - Bolívar sube el Orinoco y se reune con Páez en San Juan de Payara. — Reconciliacion y nuevos conatos de un motín. Páez general de division: se le confiere el mando de la caballería. El Libertador vuelve á AngosTropas extranjeras que arriban á Margarita.

tura. Ejército de Morillo que está pronto para abrir la campaña : pasa el Apure, y una revista en San Fernando. Plan de Bolívar para la campaña. atraviesa el Arauca. Su proclama á los llaneros. Páez se retira Marchas y contramarchas inútiles del ejército real. Este se divide y retira á Acháguas. Proclama de Morillo á las tropas

Renuncia el mando supremo, que se le confiere de

Organiza el gobierno.

cultades extraordinarias que se le confieren. Envia comisionados á la Gran Bretaña. Bolívar á la cabeza del ejército.

Descalabros que

Morillo regresa á

sufre. - Arrojo de Páez en las Queseras del Medio.
Acháguas, y marcha despues á Calabozo.
Hondo y Setenta. Nuevas empresas que medita.

- El Libertador sigue á Rincon

vadir la Nueva Granada: razones que lo mueven. - Operaciones en las provincias de Carácas y Barcelona.

se pierde. Urdaneta jefe de las Graves dificultades que le rodean.

de este. Montilla jefe del estado mayor.
de Barcelona.
fuerte de Aguasanta, y es rechazado.

Abandónala, y sigue á Cumaná. Ataca Urdaneta el Emprende su marcha hácia Maturin trabajos y privaciones que sufren las tropas inglesas. Bermúdez llega á Barcelona en auxilio de Urdaneta. Se retira á Cumaná, perseguido por los realistas. Actos legislativos del congreso de

Firma la constitucion, y continúa sus sesiones. Motivos

Año de 1818. Mientras duraba la activa campaña de este año, habian ocurrido varios sucesos importantes en la provincia de Cumaná. Habiendo tenido el general Bermúdez, que mandaba en ella las tropas republicanas, algunos disgustos con los oficiales del partido de Mariño, regresó á Guayana. Entre tanto las fuerzas apostadas en Cumanacoa quedaron á las órdenes del coronel Domingo Móntes. Este resistió el 7 de enero un violento y repetido ataque por una columna realista de cuatrocientos cincuenta hombres á las órdenes del teniente coronel don Eugenio Arana. Móntes defendió con mucho valor los parapetos que cubrian su posicion; así fué que los enemigos tuvieron que retirarse, despues de haber sufrido un fuerte descalabro en muertos y heridos. En seguida Arana flanqueó el campamento de Móntes, quien tuvo que abandonarlo, retirándose al interior con los doscientos hombres que le acompañaban.

Divulgóse entre tanto la noticia de que Bermúdez regresaba investido del mando por el jefe supremo. Los oficiales de aquella division, movidos por los coroneles Móntes, Izaba, Pagola y el mayor Villégas, hicieron en 16 de febrero un acta; en ella desconocian la autoridad de Bermúdez, á quien pintaban con los mas negros colores, atribuyéndole un carácter violento y tiránico. En consecuencia llamaron al general Mariño, que se ha

llaba en la isla de Margarita en una especie de confinamiento, para que regresára, á fin de ponerse á la cabeza de aquellas tropas. Dióse entre tanto un combate en Cariaco, en que fueron rechazados los independientes; empero murió el coronel español don Francisco Jiménez, valiente oficial, que habia combatido siempre en aquellas costas con bastante reputacion.

Mariño, de acuerdo con el gobernador de Margarita, general Francisco Estévan Gómez, quien parece aprobaba tambien la desobediencia á Bermúdez, regresó á la Costa-Firme en el mes de marzo; él se puso al frente de la faccion que desconocia la autoridad del jefe supremo.

Luego que este supo un acontecimiento de tamaña trascendencia en aquellas difíciles circunstancias, envió órdenes las mas perentorias al general Bermúdez, á fin de que se pusiera en marcha con una pequeña division de infantería y caballería que se organizaba en la Vieja-Guayana. Bermúdez lo verificó (abril 13); y pasando por Maturin arribó á la villa de Aragua el 1° de mayo. Desde allí entabló comunicaciones con Mariño, á fin de que, en cumplimiento de las órdenes del jefe supremo, pusiera á su disposicion las tropas acampadas en Cumanacoa. Mariño pidió una entrevista, y la tuvo en efecto con el coronel Antonio José Sucre, jefe de estado mayor de la division de Bermúdez (1). Convinieron en ella que Mariño fuese á ocupar á Cariaco y que Bermúdez siguiera sobre Cumaná. Á pesar de tal convenio, Mariño y sus oficiales, llenos de desconfianza, se apostaron en el pueblo de San Francisco con cuatrocientos hombres en actitud casi hostil, y sin obedecer las órdenes del jefe nombrado por el Libertador. Solamente se unieron á Bermúdez algunos oficiales y soldados que no aprobaban la desobediencia de Mariño y de sus tropas. No se consiguió que los dos jefes obráran en combinacion contra los realistas, y esto fué causa de fatales consecuencias.

La division de Bermúdez ascendia á cerca de ochocientos hombres de infantería y caballería. Acampóse con ella el 16 de mayo en el puerto de la Madera, á dos leguas de Cumaná. Desde allí fatigaba á los realistas encerrados en la ciudad, adelantando sus partidas basta las mismas trincheras con que habian fortificado la plaza. Cansado el brigadier don Tomas de Círes, go

(1) Véase la nota 37a,