Imágenes de páginas
PDF
EPUB

de Ultramar, para degollar cruelmente á los Americanos que no pudieran defenderse.

Á poco tiempo de haberse discutido por la primera vez en las Córtes de España la importante cuestion de la mediacion inglesa, se examinó tambien por instancias repetidas del ministro ingles en Cádiz la del comercio libre de las Américas. Parecia ser esta libertad una justa compensacion debida á la Gran Bretaña por los enormes gastos y grandes servicios que hacía á la España, para sostener su independencia nacional contra el poder de la Francia. Sin embargo de que los debates en las Córtes sobre la materia fueron secretos, apénas se transpiraron en Cádiz, cuando alarmados los monopolistas de aquella ciudad publicaron multitud de escritos, llenos de invectivas y sarcasmos contra la Inglaterra, y se anunció por carteles escritos en grandes letras, fijados en las esquinas, la obra de Cancelada, cuyo título era : Ruina á la Nueva España si el comercio se declara libre, fundada en doce proposiciones.

Por estos medios, que obraron eficazmente en el ánimo de los miembros de las Córtes, quedaron entónces frustrados los deseos de la Inglaterra.

Á pesar de tal negativa, el gobierno británico, apoyándose en el artículo adicional del tratado de alianza por el que se ofrecia« arreglar el comercio en una época posterior,» solicitó de nuevo la libertad de comerciar con las Américas, insertando tambien un artículo sobre la materia (el 4°) en las diez bases de conciliacion, en que expresamente se concedia. Esta libertad tan ansiada se negó definitivamente por las Córtes en 13 de agosto de este año. Los diputados americanos manifestaron en la discusion la mayor liberalidad de principios, sosteniendo aquesta medida, que juzgaban de vital importancia para la felicidad de su patria; por el contrario, los Españoles, defendiendo el monopolio de la Península con sus colonias, se presentaron á la faz del mundo civilizado como unos hombres de miras estrechas, que solo querian la libertad para sí, y que la negaban á sus hermanos, oprimiéndolos por su número en todas las votaciones en que se trataba del bien de las provincias ultramarinas. Convenimos, sin embargo, en que el comercio libre de las Américas era una verdadera revolucion, que debia ser preparada ántes de adoptarse, para evitar la ruina absoluta de las pocas fábricas de la España, pero no rechazarse del todo.

Cuando se aproximaba por segunda vez discusion tan importante, el comercio de Cádiz publicó un manifiesto dirigido á los diputados en Córtes y al pueblo español, en que pretendia probar: « que conceder á la Inglaterra el comercio libre de la América española, sería una medida monstruosa, insostenible y destructora de los intereses de la España. » Este largo manifiesto era un tejido de sofismas, de invectivas y de argumentos los mas desatinados. Despues de agotarlos, concluía diciendo : - «En una palabra, el comercio libre trastornaria la religion, el órden, la sociedad y la moralidad. » Los monopolistas de Cádiz tuvieron la audacia de llamarse en este manifiesto los intérpretes de los deseos de todas las corporaciones mercantiles de ambos hemisferios, que aseguraron ser opuestas al comercio libre. El consulado de Méjico, compuesto de Españoles europeos, tambien monopolistas, sostuvo en otro escrito semejante las mismas ideas y pretensiones que el comercio de Cádiz; pero con tal grado de iliberalidad en sus principios, que las Córtes se vieron en la precision de dirigirle una fuerte y severa reprension.

El resultado adverso que tuvieron las dos grandes cuestiones de la mediacion británica y del comercio libre, manifestaron á los diputados americanos que sufrian extremadamente de la mala voluntad y de las pasiones preocupadas de los Europeos, y á las diferentes provincias de ambas Américas, que nada debian esperar de las Córtes españolas, para mejorar su gobierno y hacer la felicidad de los pueblos. No les quedó, pues, otro recurso que el lamentable de la guerra civil, que se encrudeció desde el seno mejicano hasta las Californias en el antiguo imperio del Anahuac, y desde el istmo de Panamá hasta los últimos confines de la América meridional. Por do quiera se irritaron mas y mas los partidos americano y español, que bien pronto vinieron á las manos en Venezuela, principiando una lucha sangrienta y destructora que debia prolongarse por algu

nos años.

[blocks in formation]

Siquisique. Toma de Carora y otros pueblos.

marzo.

Terremoto del 26 de Sus estragos y consecuencias por el fanatismo. El arzobispo de Carácas no contiene al clero : sus quejas y motivos. El terremoto favorece los progresos de Monteverde. - Se disuelve el congreso. Derrota de los patriotas en San Cárlos é invasion de los Llanos. Dictadura de Miranda y fuerzas que junta. - Pérdida de Valencia. — Deserciones notables y progresos del fanatismo. Los republicanos rechazados en Valencia. · Ataque y traicion de los Guáyos. Miranda se fortifica en Maracay, y adopta la defensiva. Nuevas facultades concedidas al generalísimo. Sus decretos excitan una fuerte oposicion. Crueldades de Antoñánzas en los Llanos. Ataques de Guáica. - Pérdida de Barinas, Trujillo y Mérida. Primer alzamiento de Monteverde este flanquea las fortificaciones de los patriotas. Abandono precipitado de Maracay y ocupacion de San Mateo. Sorpresa de la Victoria, villa que se fortifica. Los realistas batidos en el Pantanero. Quedan muy debilitados. Descrédito absoluto del papel moneda. Expulsion del arzobispo decretada, junto con la de los Españoles y Canários. Sublevacion de los negros en los valles de Barlovento. Pérdida funesta de Puertocabello. La opinion corrompida. Oposicion á la dictadura Bases que

[merged small][merged small][ocr errors]

de Miranda, quien resuelve capitular con los Españoles.
fija y son rechazadas.
lacion.

[ocr errors]

Las modifica; se concluye y ratifica la capitu

Juicio acerca de esta. Disgusto con que se recibe.

arme del ejército republicano. Miranda en la Guáira.

[merged small][merged small][merged small][merged small][ocr errors][merged small][merged small][merged small]

los patriotas cayeron en poder de los realistas. Juicio sobre la conducta del coronel Cásas. La capitulacion violada comienzan las persecuciones de los patriotas. Alzamiento de Monteverde contra el capitan general. Comisionados dirigidos á las provincias todavía libres. Mala conducta de Monteverde. Listas formadas de sospechosos, y excesos de los Españoles y Canários contra los patriotas.

Cádiz aprueba y premia la conducta de Monteverde. real audiencia. - Patriotas enviados á España. realistas.

[merged small][ocr errors][ocr errors][ocr errors][ocr errors][merged small][merged small]

Sucesos de Barcelona y Cumaná. · Gobernador Ureña justo.

- Prisiones de los patriotas cumaneses improbadas por la audiencia. Padecimientos de Margarita.

Constitucion española publicada y jura

-

da. - Supuestas conspiraciones. Listas de proscripcion acordadas: sus consecuencias: opinion de la audiencia sobre las prisiones y juzgamiento de los republicanos. Desesperacion de los pueblos.

Año de 1812.-La guerra continuaba hácia el Orinoco, donde los realistas de Guayana habian tomado una gran superioridad. Para evitar funestos resultados, el gobierno general se dedicó, segun dijimos ántes, á formar un ejército capaz de imponer á los enemigos. En efecto lo habia conseguido, y tambien ocupar de nuevo las provincias perdidas en la márgen izquierda del rio. Como nada se podia emprender sin fuerzas sutiles, activó la entrada en el Orinoco de diez y nueve lanchas cañoneras que habia reunido. Cuando subian por el caño de Pedernales, adonde este se junta con el Macareo, hallaron algunos buques menores de los realistas apostados de intento para impedir el paso á los patriotas. Estos lo forzaron el 27 de febrero, tomando una goleta á los Españoles, cuya escuadrilla huyó hácia la ViejaGuayana. Libre la navegacion del rio, los republicanos lo subieron sin ningun obstáculo hasta Barráncas. Allí existian las divisiones de Moreno y Villapol, que se trasladaron á la orilla derecha del Orinoco. Ya la de Solá habia pasado este rio y ocupaba al pueblo de Muitaco, donde la amenazó una escuadrilla española; pero siendo su amigo y compatriota el comandante, entraron en conferencias, cuyo resultado fué que los buques realistas se retiraron. Libre Solá de este cuidado, pudo continuar su marcha para Angostura, y en sus cercanías se reunió con Moreno y Villapol en los primeros dias de marzo.

Si estos oficiales hubieran tenido decision y actividad, habrian atacado inmediatamente la ciudad de Angostura sus fuerzas eran muy superiores, y acaso la habrian tomado. Pero en vez de obrar con este vigor militar, perdieron miserablemente el tiempo en hacer intimaciones y en conferenciar sobre capitulaciones. Los jefes españoles prolongaron las pláticas con estudio, mientras preparaban los medios de defensa, decididos á no transigir con los rebeldes, y á aprovecharse de la primera ocasion que la impericia de estos les presentára.

Bien pronto se les vino á las manos, pues los patriotas enviaron su escuadrilla con órdenes de apostarse en la ensenada de Sorondo, un poco mas abajo de la Vieja-Guayana. Su objeto era observar los movimientos de los buques realistas; mas de

jando francas las comunicaciones de estos con las autoridades y tropas que existian en Angostura, era evidente que los republicanos habian ejecutado una pésima operacion. En efecto, los Españoles se aprovecharon hábilmente de la bisoñada de los patriotas aparejan su escuadrilla y determinan atacar la enemiga. Elevábase esta á veinte y ocho buques menores, y la realista se componia de nueve goletas, dos balandras y seis lanchas cañoneras, embarcaciones de mas fuerza aunque menores en número. Los buques de los patriotas cerraban el Orinoco desde la ensenada de Sorondo hasta la ribera meridional. En esta situacion fueron atacados por los realistas el 25 de marzo á las dos de la tarde, y el combate duró hasta las seis. La línea de los patriotas fué rota por la parte del sur; pero cortando los cables de sus bajeles pudieron acogerse á la orilla izquierda : protegidos allí por una batería de tierra, se acoderaron á la ribera. La suerte de la batalla fué adversa á los independientes, que perdieron un pailebot y una lancha, fuera de muchas averías: en algunos buques aun se clavó la artillería, porque temieron sust comandantes que cayeran en poder del enemigo. Toda la noche se trabajó de una y otra parte en reparar los daños y en prepararse para un nuevo combate, pues las escuadrillas permanecieron fondeadas en frente. Á la una de la tarde del siguiente dia (marzo 26), la española renovó el combate. Los republicanos se defendieron con vigor por algun tiempo; sin embargo no pudieron resistir á la mayor fuerza de los buques realistas, mejor mandados por oficiales de la marina española. Viéndose perdidos, hicieron volar dos goletas y un pailebot, que eran sus buques mayores. Los demas, abandonados sucesivamente por sus tripulaciones, cayeron unos en poder de los enemigos, pesar del fuego que les hacian de la batería de tierra, otros fueron quemados, y otros echados á pique, sin que escapára ni una embarcacion. Las tripulaciones y las tropas que se hallaban á bordo perecieron en gran parte, y el resto se salvó en tierra huyendo hacia el interior. La pérdida de los patriotas fué de 28 buques, 32 piezas de artillería del calibre de 4 hasta 24, de 160 fusiles, 39 quintales de pólvora, 200 muertos y 150 heridos. Aquel dia fué harto aciago para la causa de la Independencia, que casi á la misma hora sufria en otras partes de la Costa-Firme un horrible contraste.

Ganada tan completamente la accion de Sorondo bajo las ór

á

« AnteriorContinuar »