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decretos de exoneracion fueron todos honoríficos. Por muchos fué lamentada su salida del poder, y en general el público sensalo hizo á su lealtad y probidad, la misma justicia que no se le ncgára en el seno del Congreso. Habia sido demasiado violen. ta la oposicion en este cuerpo colegislador, para que los hombres imparciales no viesen en ella cierto sello de injusticia. En cuanto a su falta de capacidad er materias de gobierno, su poca fuerza moral, etc., cuestion inmensa por lo vaga, tenemos que decir muy poco, pues asi nos cumple. Probablemente no alcanzaron en esta parte mas puntos que todos sus predecesores, y los demas que les siguieron en su espinosísima carrera. Son de notar las grandes dificultades que ofrece bajo los sistemas representativos, gobernar los hombres. Rarísimos son, en efecto, los que en estas épocas han alcanzado la palma de grandes estadistas; observacion que como á nosotros, se puede aplicar á los estraños. España que puede citar sus grandes oradores, sus grandes poetas, sus grandes literatos, sus grandes artistas, sus grandes escritores, se veria embarazada, y quizá enmudeceria, si tuviese que designar sus esclarecidos gobernantes. Y todos los que pasaban por mas eminentes en distintos ramos, sobre todo 103 que alcanzaron mas renombre en la tribuna pública, en la administraron; mas sirvió á estos de muy poco su oratoria, por la enorme distancia que de hablar á obrar, de tener fama á juslificarla con hechos, ha marcado en todos tiempos la esperiencia. No es injusticia decir que los mejor librados entre unos y otros, no pasaron de una decente medianía, y que á muchos se les pudo aplicar lo que dijo Tácito de Galba: major privato visus dum privatus fuit, et omnium consensu capax imperi!, nisi imperasset (1).

De los trabajos de las Córtes que pasaron á ser leyes harcmos mencion en otro capítulo, cuando lleguemos al fin de su segunda legislatura. Por ahora nos atendremos á los principales actos del gobierno durante aquél semestre.

Seguian en el mismo estado nuestras relaciones diplomáticas: frias con el gabinete frances, marcadas con el sello de mú

(1) Hist. lib. 1.

TOMO IV.

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tuo disgusto y desconfianza. Desde la salida del Sr. conde de Salvandy; habia quedado encomendada la legacion á un simple encargado de negocios. Con el gobierno ingles, nos manteniamos en los términos de buena inteligencia. La Santa Sede se nos mostraba hóstil, como ya hemos indicado varias veces; mas el gobierno español, sin salir nunca de las consideraciones debidas al gefe de la iglesia, se hallaba dispuesto á repeler cuantos actos podian invadir el terreno de la política, y comprometer la existencia de lo que eran leyes y materia ya juzgada por las Córtes. El ministro de Gracia y Justicia se mostró centinela vigilante contra todo lo que podia afectar la independencia nacional, y sumamente hábil en trazar la linea divisoria entre ambas potestades. En 5 de marzo mandó recoger cuantos ejemplares se encontrasen de un folleto dirigido á defender las doctrinas de la alocucion del Papa, del 1.° de marzo de 1841. En 13 del mismo espidió una circular á los diocesanos y regentes de audiencia, inandando no dar cumplimiento á únas letras apostólicas con fecha de 22 de febrero, en que se mandaba hacer rogativas públicas por el estado de la religion en España.

En 27 de enero, se espidió una órden á todos los intendentes de provincia á fin de que atendiesen como era debido al clero parroquial, y seminario de las diócesis.

En 28 de idem, se mandó sobrescer en todas las causas formadas á los que hubiesen tomado parte en los acontecimientos del último octubre.

En 6 de febrero, se concedió la facultad de realizar el proyecto de navegacion del Guadalquivir por su cauce desde el puente de Triana en Sevilla hasta el de Córdoba, bajo las condiciones que se detallaban en un pliego adjunto, para la asociación ó compañia que tomase á su cargo dicha empresa.

En 16 de idem, se dió una nueva organizacion á la junta de Almirantazgo.

En 22 de idem, se mandó establecer un colegio general de donde debian salir los oficiales para todos los cuerpos del ejército.

En 26 de idem, se restablecieron medidas para dar impulso á la venta de bienes nacionales procedentes del clero secular.

En 2 de febrero, se espidió una circular á los diocesanos previniendo que se adoptasen medios para anticipar los necesarios, á fin de que se celebrasen las festividades de la semana santa, con el decoro y dignidad acostumbrados.

En el mismo dia se dió una organizacion fija al cuerpo de Estado mayor, estableciendo sus atribuciones,

En 14 de marzo se tomaron disposiciones para el mejor servicio de correos, sobre cuyo ramo se hacian frecuentemente mil reclamaciones.

En 15 del mismo se espidió otra órden, á fin de que no sufriese ningun retraso el pago de las asignaciones de los gastos del culto y sus ministros.

En 18 de id., se dió una nueva organizacion á las secretarias de las capitanias generales.

En 19 de id., se fijó la situacion de los gefes, oficiales y demas individuos del ejército, que habian sido separados de sus destinos ó cuerpos con motivo de los acontecimientos de octubre.

En 26 de idem, se mandó devolver los bienes secuestrados å los que habian seguido el bando de D. Cárlos.

En id. se mandaron formar listas calificadas, de todas las rentas rústicas y urbanas del clero secular.

En 10 de abril se cspidieron nuevas órdenes, acerca del reparto de la contribucion del culto y clero..

En 15 de idem, una circular á la direccion general de rentas unidas y contaduría general de valores, pidiendo los datos necesarios para el presupuesto de 1843,

En 20 de idem, se establecieron reglas para que los párro. cos recibiesen con la posible regularidad, sus respectivas asignaciones.

CAPITULO LXVI:

Nuevo ministerio.-Continuacion de las tareas de las Có: tes.-Ciérrase la segun da legislatura.-Reseña de las principales leyes que produjo.-Semblante poJitico.-Partidos enemigos del gobierno del Regente -Imprenta periodística. -Agitaciones Gran conflicto en Barcelona.-Peleas en las calles.-Junta.Sale de la ciudad el capitan general, seguido de sus tropas.-Se sitúa en Monjuich.-Negociaciones entre unos y otros.-Infructuosas.—Apertura de las Córtes. Mensage de les dos cuerpos colegisladores al Regente.-Se suspenden las tareas de las Córtes.-Sali la del Regente para Barcelona.-Llega á sus inmediaciones.-Nuevas negociaciones.-Inútiles. -Bombardeo.-Abren sus puertas los barceloneses.-Fin de aquel negocio.-Disolución de las Cú,tes.

Quedó definitivamente el general marqués de Rodil, presidente

del ministerio con la cartera de la Guerra. Se dió la de Estado, al general conde de Almodóvar; la de Hacienda, á D. Ramon María Calatrava; la de la Gobernacion de la Península, á D. Mariano Torres Solanot; la de Gracia y Justicia, á D. Miguel Antonio de Zumalacárregui; y al general de la armada D. Dionisio Capaz, la de Marina, Comercio y Gobernacion de Ultramar. Todos ellos eran sumamente conocidos por sus antecedentes políticos, y los mas de ellos habian votado la Regencia triple. A escepcion del marqués de Rodil, diputado, todos eran senadores.

El 20 de junio volvieron á abrirse las sesiones de las Córtes. Los ministros se presentaron en el seno de ambos cuerpos colegisladores. Las palabras que pronunció en ellas el presidente del consejo, fueron cortas; mas esplícitas y significativas. «Scñores, dijo en el Congreso, los nuevos ministros identificados todos con la Constitucion de 1857 y con los grandes aconteci

mientos de setiembre, profesan de corazon, como siempre han profesado y se proponen seguir en su marcha, los mismos principios que acordemente han sostenido en las Córtes actuales los dos cuerpos colegisladores. Independencia nacional, libertad y órden público, legalidad y justicia, economía, arreglo y moralidad en la administracion, y avanzar cuanto sea posible en la carrera de las mejoras; estos serán constantemente los principales objetos del recienformado gabinete, el cual no omitirá esfuerzo para conseguirlo, contando con la ayuda y apoyo de los dignos representantes de la nacion, y con el patriotismo de todos los buenos españoles.»

La posicion de aquel ministerio en el Congreso si no fué muy favorable, tampoco dió lugar á grandes contratiempos. I: • terpelaciones hubo bastante animadas; mas no se renovaron los dias tormentosos de las sesiones anteriores. El mes que aun continuaron sus tareas, se dedicó á objetos puramente administrativos. Se votó el pedido de hombres que el ministerio anterior habia hecho para el reemplazo del ejército, el presupuesto de aquel año de 1842; mas de todos los trabajes de aquella legislatura que pasaron á ser leycs, daremos razon mas adelante.

En 16 de julio se cerró esta por medio de un decreto, concebido en los términos siguientes:

«La prolongada duracion de las sesiones de las Cortes, lo avanzado de la estacion, y la imperiosa necesidad de poner término á los trabajos legislativos á que han concurrido los señores senadores y diputados, obligan al gobierno á suspender por ahora sus tareas. Por tanto como Regente del reino durante la menor edad de S. M. la Reina Doña Isabel II, en uso de la facultad que me concede al artículo 26 de la Constitucion, y confor me con el parecer del consejo de ministros, he venido en decretar lo siguiente. Artículo único. Se cierran las sesiones de la presente legislatura.-Tendréislo entendido, etc.-Madrid 16 de julio de 1842. »

Pasemos á una reseña rápida de las principales tareas de aquella legislatura que pasaron á ser leyes, ateniéndonos á la fecha en que fueron promulgadas.

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