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Nombran las intermedio de unas córtes á otras; y aunque se anuncórtes la diputa- ciaba seria corto el actual, fuerza sin embargo era cion permanente. cumplir con aquel artículo constitucional, teniendo la permanente que presidir ya el 15 del propio mes las juntas preparatorias de las córtes crdinarias que iban á juntarse.

córtes

Cierran las estraordinarias sus sesiones el 14 de setiembre.

Siendo el 14 dia señalado para cerrarse las estraordinarias, asistieron estas á un Te Deum cantado en la catedral volviendo despues al salon de sus sesiones; en donde leido que fue por uno de los secretarios el decreto de separacion acordado antes, pronnció el presidente, que lo era á la sazon Don José Miguel Gordoa, diputado americano por la provincia de Zacatecas, un discurso apologético de las córtes y especificativo de sus providencias y resoluciones, el cual acogieron los circunstantes con demostraciones y aplausos repetidos y muy cordiales. A poco, y guardado silencio, tomó nuevamente la palabra el mismo presidente, y dijo en voz elevada y firme: Las cortes generales y estraordinarias de la na«cion española, instaladas en la isla de Leon el 24 de setiembre de 1810, cierran sus sesiones hoy 14 de setiembre de 1813: » con lo que, despues de firmar los diputados el acta, separáronse y se consideraron disueltas aquellas cortes.

Al salir los individuos suyos de mayor nombradía fueron acompañados hasta suas casas de muchedumbre inmensa que victoreándolos, los llenaba de elogios y bendiciones descasadas de todo interes. Continuaron por la noche los mismos obsequios, con iluminacion ademas y músicas y serenatas que daban señoras y caballeros de lo mas florido de la poblacion de Cádiz, lo mismo que de los forasteros.

La fiebre ama- Pero ah! tanta algazara y júbilo convirtióse luego rilla en Gádiz. en tristeza y Ilanto. La fiebre amarilla ó vómito prieto, que desde el comenzar del siglo habia de tiempo en tiempo afligido á Cádiz, y que vimos retoñar con fuerza en 1810, picaba de nuevo este año, propagada ya en Gibraltar y otros puntos de aquellas costas. Nada se habia hablado del asunto en las córtes; pero al dia siguiente de cerrarse estas creyendo el gobierno que se aumentaba el peligro rápidamente, resolvió á las calladas trasladarse al puerto de Santa María para desde alli, si era necesario, pasar mas lejos. Traslacióse la nueva en Cádiz y mostróse el pueblo cuidadoso y desasosegado, oficiando de resultas y sobre el caso al gobierno la diputacion permanente temerosa de lo que pudiera inflair aquella providencia en la instalacion de las córtes órdinarias, cuyas juntas preparatorias habíanse abierto aquel mismo dia.

Detúvose la regencia al recibir las insinuaciones de la diputacion y algunas particulares del diputado Villanueva; y á fin de no comprometerse mas de lo que ya estaba, acordó precipitadamente escitar á dicha diputacion á que convocase las córtes para tratar del

negocio en su seno. No era fácil determinar cuáles debian llamarse, pues las ordinarias todavía no se hallaban constituidas; y volver á juntar las estraordinarias recien disueltas parecia desusado y muy fuera de lo regular; pero urgiendo el pronto despacho no se encontró otro medio mas que el último para salir de dificultad ta

maña.

Vuélvense á a

brir el 16 las cortes estraor

dinarias.

Asi las córtes estraordinarias, cerradas el 14 de setiembre, abriéronse de nuevo el 16, celebrando sesiones esta noche y los dias siguientes 17, 18 y 20. Ventilóse largamente en ellas el punto de la traslacion, acusando muchos con aspereza al gobierno de haberla determinado por sí de tropel é irreflecsivamente. Procuraron defen- Motivo de ello la derse los ministros, mas hicieronlo con poca maña, fiebre amarilla. embargado alguno de ellos por aquel pavor que a veces se apodera de las gentes al aparecimiento súbito de cualquiera peste ó epidemia mortífera, y de cuya enojosa impresion no suelen desembarazarse ni aun los hombres que en otras ocasiones sobresalen en serenidad y buen ánimo.

La cuestion en sí dejaba de ser grave, sobre todo en las circunstancias. Moverse las cortes desplacia á la ciudad de Cádiz, interesada en la permanencia del gobierno dentro de sus muros; y moverse tambien si la epidemia cundia y tomaba incremento, era espuesto llevarla á todas partes, provocando el odio y animadversion de los pueblos. Mas por otro lado quedarse en Cádiz y dar lugar al desarrollo y completa propagacion del mal, ponia al gobierno en grande aprieto, cortándole las comunicaciones, é impidiendo quizá la llegada de los diputados que debian componer las

córtes ordinarias.

No ilustraba tampoco el punto cual se apetecia la facultad médica, ya por miedo de arrostrar la opinion interesada de Cádiz, ya por no conocer bastante la enfermedad que amagaba: andando tan perplejos sus individuos que casi todos decian un dia lo contrario de lo que habian asentado en otro. Entre los diputados hubo igualmente notable disenso; y el señor Mejía, que se preciaba de médico, llegó en uno de sus discursos hasta apostar la cabeza á que no ecsistia entonces alli la fiebre amarilla. Pero despues pegósele y le costó la vida. Amenazó la de otros el valgo, desabrido con los que se inclinaban á apoyar las providencias del gobierno y su salida de Cádiz; corrió algun riesgo la de Don Agustin de Argüelles, tan querido y festejado dos dias antes: que tan mudables son los amores y aficiones del pueblo.

bates.

Inciertas las córtes, y no sabiendo cómo atinar en Acalorados deasunto tan espinoso, nombraron varias comisiones una tras de otra, y oyeron en su seno diversas y encontradas propuestas. Los debates muy acalorados y nada que fuese conveniente y claro: por lo que no dando ya vagar

ruidosos no remataron en

el tiempo, y aprocsimándose cada vez mas el de la apertura de las córtes ordinarias, dejóse á la resolucion de estas la de todo el espediente, segun indicó el señor Antillon con atinada oportuvidad.

La inquietud y desasosiego de aquellos dias, los alborotos que por instantes amagaban, y un viento caluroso y recio que sopló de levante con singular pertinácia, irritando en estremo los ánimos, provocólos á la alteracion y enfado, y contribuyó no poco á desenvolver la epidemia rápida y dolorosamente. De los diputados que asistieron a las sesiones, aunque ahora en mas reducido número, no menos de 60 cayeron enfermos, y pasados de 20 murieron en breves dias, contándose entre ellos algunos de los mas distinguidos, como lo eran el señor Mejía mencionado ya, y los señores Vega Infanzon y Lujan. Y aquellas córtes, que dias antes se habian separado gozosas y celebradas, verificáronlo ahora de nuevo, pero abatidas y en gran desamparo.

Ciérranse de nuevo el 20 las

dinarias.

En el discurso de su dominacion distinguirse pueden tres tiempos bien diversos: 1o el inmediato á su instacórtes estraor- lacion, en el que con esfuerzo, aunque á veces con inferioridad, luchó siempre el partido reformador: 2° el de mas adelante, cuando triunfando este adquirió mayoría haciendo de continuo prevalecer su dictámen; y 30 y último, al cerrar de las cortes y en ocasion en que acudiendo muchos diputados de lo interior, equilibrándose las votaciones, ganándolas no obstante en lo general los liberales ó reformadores, por lo halagüeño de sus doctrinas, por su mayor arrojo y por la superioridad en fin que les proporcionaba la práctica adquirida en las discusiones y modo de llevarlas, no desperdiciando resquicio que diese á su causa mayor cabida ó ensanche.

Españoles ha habido y aun estrangeros que han susSu legitimidad. citado dudas acerca de la legitimidad de estas córtes. Apasionada opinion que ha cedido al tiempo y á las poderosas razones que la impugnaban. Fúndase la legitimidad de un gobierno ó de una asamblea legislativa en la naturaleza de su orígen, en ei modo con que se ha formado, y en la obediencia y consentimiento que le han prestado los pueblos. Abandonada España y huérfana de sus príncipes, necesario le fue mirar por sí y usar del indisputable derecho que le asistia de nombrar un gobierno que la defendiese y conservase su independencia. Diósele pues en las juntas de provincia y en la central y primera regencia sucesiva y arregladamente. Vinieron al cabo las cortes, conforme al deseo manifestado por la nacion entera, y á lo resuelto tambien por Fernando VII desde su cautiverio llevando por tanto el llamamiento y orígen de aquel cuerpo el doble y firme sello de la autoridad real y de la autoridad popular, que no siempre van á una ni corren á las parejas.

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Objetaráse quizá en seguida contra su legitimidad la forma que

se dió á las córtes, desusada en la antigua monarquía; pero en su lugar apuntamos los fundamentos que hubo para semejante resolucion, atropellados ó en olvido los venerandos y primitivos fueros, y teniendo ahora que acudir á la representacion nacional diputados de las Américas, las cuales carecian antes de voz, y otros de varias provincias de Europa que estaban en igual ó parecido caso: haciéndose indispensable igualar en derechos á los que se habia igualado en cargas y obligaciones.

Mayor el reparo de no haber ocurrido desde un principio á las cortes todos los diputados propietarios, ocupando sus puestos suplentes elegidos en Cádiz, desvaneceráse si advertimos que ya en los primeros meses se hallaron presentes muchos vocales de los que gozaban de aquella calidad, aumentándose su número considerablemente al discutirse y firmarse la constitucion, acto de los mas solemnes, y estando casi todos ya en Cádiz al cerrar de las córtes: con la particularidad notable de haber elegido entre ellos las mas de las provincias à los que eran suplentes, dando asi à lo obrado anteriormente la aprobacion mas esplícita y cumplida.

¿Y para qué cansarse? Todas ellas, lo mismo las de Europa que las de América, escepto Venezuela y Buenos-Aires ya en su insurrec cion, reconocieron á las córtes generales y estraordinarias, congregadas en la isla gaditana, libre y espontáneamente, sin que fuerza alguna las obligase á ello. Por el contrario el remolino de turbulencias en que andaba metida la América y la ocupacion estrangera que afligia á varias provincias de España facilitaba la oposicion, en caso de desearla. Lejos de eso mostrábanse todas. muy diligentes en reconocer á las cortes, llegando á Cádiz pruebas repetidas de lo mismo, aun de aquellas en donde dominaba el frances. Tanto era su conato en tributar rendimiento y obsequios á la autoridad legítima, y tanto su anhelo por apiñarse en derredor

suyo, como único y verdadero centro de representacion nacional.

Cítese pues otro gobierno ó asamblea pública que ni por su origen, ni por su forma, ni menos por el libre consentimiento y espontánea sumision que hubiese recibido de los pueblos, pueda alegar títulos mas fundados de legitimidad que las córtes generales y estraordinarias instaladas en 1810.

composicion.

Corporacion insigne, que lo será siempre en los Su forma y rara anales del mundo, por ir sus hechos unidos y mezclados con la gloriosa guerra de la independencia, y por ser la mas singular de cuantas representaciones nacionales se han conocido hasta ahora, estando compuesta de hombres de tan diversa oriundez y venidos de regiones tan apartadas, hablando todos la bella y magestuosa lengua española. Ayudó á su fama, junto con sus desvelos y tareas, la fortuna ó fuerza mas alta; pues habiendo dichas. córtes abierto sas sesiones en el estrecho límite de la isla gaditana, muy alteradas las Américas, é invadido por do quiera el territorio.

peninsular, cerráronlas no mas alborotadas aquellas y casi del todo libre este, sin que apenas le hollase ya planta alguna enemiga.

Sus faltas.

Adolecieron á veces sus diputados, comenzando por

los mas ilustres, de ideas teóricas, como ha acontecido en igual caso en los demas paises; no bastando solo para gobernar lectura y saber abstracto, sino requiriéndose tambien roce del mundo y esperiencia larga de la vida; que de todo ha menester el estadista ó repúblico, llamado antes bien à ejecutar lo que sea hacedero, que á estender en el retiro de su estudio planes inaplicables ó estériles. Pero las faltas en que incurrieron los individuos de las estraordinarias escasos de práctica, resarciéronlas con otros aciertos y con su buen celo y noble desinteres: dando justo realce á su nombre la lealtad é imperturbable constancia que mostraron en las adversidades de la patria y en los mayores peligros.

Constitúyense y abren sus sesiones en Cádiz las córtes ordi

narias.

Constituyéronse las córtes ordinarias el 26 de setiembre con arreglo á lo que prevenia la nueva ley fundamental, en cuanto consentian las circunstancias; é instaláronse en Cadiz solemnemente el 10 de octubre, habiendo nombrado antes por presidente á Don Francisco Rodriguez de Ledesma, diputado por Estremadura. Prosiguieron sus tareas en aquella plaza hasta el 13 del propio mes, dia en que las córtes, como tambien la regencia, se trasladaron á la isla de Leon, donde volvieron á abrir el 14 sus sesiones en el convento de carmelitas descalzos preparado al efecto. Impelió á la mudanza el ir aumentándose en Cádiz la fiebre amarilla y no picar tan reciamente en la isla, desde cuya ciudad, Se trasladaná pacífica y no tan populosa, era tambien mas facil realila isla de Leon. zar el proyectado viage á Madrid, luego que cesase la epidemia reinante.

Su composicion Al principio no se compusieron las córtes ordinaal principio. rias, ni con mucho, de todos los diputados que las provincias peninsulares y de América habian nombrado; no viniendo los últimos tan pronto por la lejanía y falta de tiempo, y deteniéndose los otros despavoridos con la fiebre amarilla, ó estimulados del deseo de obligar al gobierno á trasladarse á Madrid, en donde pensaban tendrian mayor cabida y séquito sus ideas y opiniones, por lo comun opuestas á reformas y cambios.

Para llenar el hueco de los ausentes habian resuelto de antemano las córtes, siguiendo lo prevenido en la constitucion, que mientras que llegaban los diputados propietarios, hiciesen sus veces como suplentes los de las estraordinarias con lo cual conseguíase no dejar sin representacion á ninguna provincia, poner remedio paliatorio al menos ó momentáneo al artículo constitucional que vedaba las reelecciones, y no entregar la suerte del estado á un cuerpo del todo nuevo " no apreciador por tanto cabal ni

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