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que don Félix de Azara, en una obra inédita sobre la Provincia del Paraguay, decía que esta no tenía posesiones en el Chaco.

Mucho respeto el testimonio del distinguido confeccionador de esa Memoria sobre las palabras de Azara en su obra inédita; pero me parece muy singular que este ilustre historiador, para decir tal cosa, hubiera olvidado tan pronto lo que había visto poco antes y asentado en la deɛcripción de su viaje al Paraguay en 1783, que permaneció inédita y que ahora está publicada en la Revista del Rio de la Plata» impresa en Buenos Aires en 1871, (1) que pongo á la disposición de V. E. y en cuyo tomo I Pág. 408 y 409, leemos lo siguiente: «El dicho Fuerte de la Herradu<ra es una simple estacada robusta y alta 4 varas, situada sobre la barranca: lo guardan 10 hombres que cada mes se mudan. Aqui me dijeron que en frente, en el Chaco, chubo una Reducción que fué degollada por los bárbaros». Y mas adelante

A 1 1/2 leguas hallamos un rancho y á las 5 de Remolinos, la Estancia de la Nueva Reducción de Tobas que lla<man Naranjay, tambien nueva fundación del actual Go<bernador, que se halla á la otra banda en el Chaco frente de «Remolinos. Y luego despues, dice: «Caminamos y tomamos caballos siguiendo por caminos idénticos á los de la <mañana y á 1/2 legua hallamos la Estancia de la Reducción de Indios Godirá que parece ser de Mbocovis, tam«bien fundación del actual Gobernador en el Chaco >

De esta manera dejo demostrado, también por la autoridad del mismo Azára, que el Paraguay tenia efectivamente Reducciones en el Chaco, ó lo que es lo mismo, pueblos de Indios, y de consiguiente, que poseia ese territorio.

(1) Revista del Rio de la Platan, periódica mensual de Historia y Literatura de América, publicado por Andrés Lamas, Vicente J López y Joan M. Gutierres. Buenos Aires 1871.

Un autor moderno el señor L. Alfredo Demersay, en una obra histórica sobre el Paraguay (1), reconoce tambien expresamente los derechos del Paraguay á su territorio del Chaco. En el Tomo I, Cap. I, pag. 8, dice: «El Para. guay tiene derechos incontestables sobre el Chaco; son los que ha heredado de la Metrópoli.» Y luego: Las pre<tensiones de la República Boliviana no nos son conoci<das; las del antiguo Vireynato del Plata están expuestas <en una obra habilatente compilada por un Ingeniero Ar'gentino (Don José Arenales) que comienza por hacer á su país la parte del leon, ponien?o, desde luego, fuera <de cuestion al Estado cuyos derechos discutimos etc. etc.>

Otro historiador moderno,, que se vé conocia con bastante exactitud la cuestion, el señor Alfredo M. Du Graty, en una obra importante sobre el Paraguay (La Republique du Paraguay par Alfred Du Graty, Bruxelles · 1862) reconoce categóricamente sus derechos á su territorio del Chaco, expresándose en el Cap. 2o, pags. 106 y 107, de la siguiente manera:

El territorio del Gran Chaco, comprendido entre los <ríos Paraguay y Bermejo, fué ocupado desde la conquista por el Gobierno del Paraguay que estableció allí Fuertes y Guardias para prot ger la ribera izquierda del Paraguay contra las incursiones de los Indios Guaicurúes. No solamente el Gobierno del Paraguay, bajo la <dominación española, hizo diferentes expediciones en esta parte del Chaco para someter á los Indios, sinó que <también fundó en 1585, sobre la ribera derecha del Bermejo, la ciudad de la Concepción que fué destruida por los Indios en 1631.

(1) Histoire physique, économique et politique du Paraguay et des établissements des Jésuites par L. Alfred Demersay-Paris 1860.

<Cuando en 1620 fué creado el Gobierno de Buenos Ai<res por la división del del Paraguay, éste conservó todos <los territorios que no fueron adjudicados á Buenos Aires y ninguna mención se hizo de la parte del Chaco que había conquistado y ocupe do el Paraguay; ella siguió <quedando bajo la jurisdicción de su Gobierno.

A estos títulos de la República del Paraguay á la pro piedad del Gran Cha o al Norte del Río Bermejo, fundados en los hechos mencionados, se une también la obligación de ocuparlo para la defensa del país, preser<vándolo así de las incursiones que en otros tiempos hacían los Indios al oriente del Río Paraguay y que produjeron la ocupación permanente de esta parte del Chaco por los paraguayos desde la dominación española, <ocupación que ha aumentado de importancia cada año y <bajo la protección de la cual el Paraguay posee hoy día <en el Chaco establecimientos industriales y agrícolas.

<Apoyado en el derecho de conquista sobre los salvajes 'y en una ocupación no interrumpida durante tres siglos, el Gobierno del Paraguay sostiene sus derechos sobre es<ta parte del Gran Chaço, cuya posesión, así como la de <las Misiones de la orilla izquierda del Rio Paraná, le fué <garantida por las Provincias Unidas del Rio de la Plata, en el tratado de 1811, por el reconocimiento que hicieron éstas de la independencia de la Provincia del Paraguay <comprendiendo los territorios que ella poseia, ó cuya ju<risdicción tenia su Gobierno en esa épɔca.

Otro autor moderno, el señor Poucel en su obra sobre el Paraguay (1) cá en su cap. 6o exactos y luminosos datos sobre sus derechos al territorio cuestionado, espresandose en la página 141 en estas palabras:

(1) Le Paraguay moderne par Benjamin Poucel-Marseille 1867.

Y sin embargo, si hay una seccion de las ex-colonias <españolas cuyos límites reposan en documentos auténti«cos y numerosos, es la del Paraguay ›

Y mas adelante, refiriéndose á la división de 1617 que, como todos los historiadores, fija erradamente en 1620, dice:

Desde entonces, las fronteras del Paraguay fueron <trazadas por el Gobierno Español, tales como el Para<guay los reclama hoy dia de sus vecinos. -Que este título auténtico sea disputado por el Brasil es, en cierta ma<nera, una tradicion lógica de las incesantes querellas de España y Portugal; pero no se compren le la resistencia <de Buenos Aires hacia el Paraguay, á menos de entrar en otro órden de ideas, y hélo aquí etc. etc.>

Pero no es esto todo; un ilustrado hombre público, el yá antes citado Don Luis L. Dominguez, en su obra ‹Historia Argentina, que sirve de texto en las escuelas y colegios públicos de la Nación Argentina, dice, en la Sec. III, Cap I, refiriéndose al primer gobernador que tuvo la Provincia de Buenos Aires, lo siguiente

Don Diego de Góngora se recibió del mando el 17 de «Noviembre de 1618, antes de hacerse la division adminisstrativa que los cronistas fijan en 1620,»>

Los límites de esta Provincia eran, por el Norte, el distrito de Córdoba del Tucuman, limitado al Este por el Rio Salado; el territorio del Chaco hasta el Bermejo; el de Corrientes hasta la banda austral del Paraná; la Guairá y los establecimientos portugueses. Por el Este, el Oceano Atlántico. Por el Sur, las tierras Magallánicas. Y por el Oeste, el desierto que los separa de Cuyo, (1)

(1) Tomado del folleto de Don M. P. de Peña, Pag. 10.

Queda así constatada la opinion de muy notables historiadores, entre ellos argentinos, sobre los derechos del Paraguay á su territorio del Chaco, al Norte del Bermejo.

VII

Los documentos del anexo C, como V. E. verá al final de ellos, son copias sacadas de los que existen en el Archivo de la Asunción, por el Escribano Mayor de Gobier no, cuya firma ha sido sucesivamente legalizada por los Señores Ministros del Interior, Ministro de Relaciones Ex® teriores y Encargado de Negocios de Italia en la Asunción, quien, á pedido del Señor Secretario de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores del Paraguay, como consta de los documentos del anexo B, cotejó las cópias sacadas con los originales del Archivo, que fueron puestos á su disposición para el efecto, y así lo certifica bajo su firma y sello de la Legación á fojas 123 del espediente que entrego á V. E; cuya firma, á la vez, ha sido legalizada por el Señor Marquez de Spinola, Ministro de Italia en Buenos Aires, y la de este Diplomático por el Señor Tomás O. Osborne, Ministro de los Estados Unidos de América en la República Argentina; dándoles así todo el carácter de autenticidad requerido.

Los otros documentos de esta Memoria, como los del Anexo D, constan en espedientes que originales entregɔ á V. E.; y los otros mas modernos, en libros que, como «El Paraguayo Independientes, fueron impresos hacen veinte años, á mas de que, por ser muy conocidos, no cabe sobre ellos duda alguna.

En la exposición que he hecho, he demostrado con citas y con documentos fehacientes y concluyentes sobre la materia:

1o-Que la Asunción, actual capital de la República del

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