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como la confirmacion del rey y todas las demás escrituras, documentos Y datos que pudiesen legar á la posteridad el derecho de confederarse el reino, ensanchándose las atribuciones del Justicia.

Faltaba sin embargo reducir á los valencianos, lo que no tardó en procurar el rey, á pesar de las gestiones que en su favor hizo el rey de Castilla Don Alonso, y reunidas tropas en Segorbe, vinieron á las manos en Mizlata, con la misma desgraciada suerte que los aragoneses en Epila. Si cruel y sanguinario estuvo Don Pedro en Aragon, redobló su fiereza en Valencia, y él mismo escribe en su historia, «que estuvo resuelto á mandar quemar toda Valencia y ararla de sal, para que nunca pudiera ser habitada de nadie ni quedase memoria de tal ciudad;» desistiendo tan solo de su idea, al ver que sus mismos partidarios se dispusieron á la rebelion. Entró el rey en Valencia el 10 de Diciembre de 1348, y en la iglesia mayor dirigió su palabra al pueblo, exagerando el delito que ha bia cometido; pero que él como misericordioso, concedia á todos perdon general. En cumplimiento de esta oferta, mandó degollar á los cuatro caballeros valencianos Juan Ruiz de Corella, Ramon Scorna, Jaime de Romaní y Ponce de Soler. La gente menuda era arrastrada hasta que moria; y á otros, discurrió el piadoso monarca hacerles tragar el metal fundido de una campana, con la que se convocaba á los de la Union á juntas y reuniones. Fué tambien arrastrado Juan de Sala, y el magnánimo monarca otorgó á Bernaldo Redon la gracia de ser degollado y no ahorcado: atencion que no alcanzó á dos abogados á quienes mandó ahorcar. Despues de haber medio despoblado á Valencia con las ejecuciones y el terror, dice este rey en su historia, «que todo el reino quedó en gran sosiego, y que en Córtes generales fué revocada perpétuamente la Union valenciana.>>

Tal es en resúmen la historia política de las dos Uniones, que tuvieron un mismo origen; pues aunque Valencia se conquistase despues de Aragon, los introductores de la idea fede

rativa en defensa de las libertades y fueros, creemos fuesen los caballeros de conquista heredados en Valencia á fuero de Aragon. Sin embargo, forzoso es convenir, en que esta institucion federativa arraigada en Aragon desde los primeros siglos de la existencia de este reino, no se manifestó resuelta y decididamente en Valencia hasta el reinado de este Don Pedro, y por las causas que dejamos manifestadas. En cuanto a los aragoneses, si bien por costumbre y tradicion aparece la institucion federativa como remedio supremo á las demasías y arbitrariedades de los reyes, no se vé esta facultad elevada á principio legal, y consignada, reconocida y aprobada explicitamente por los reyes hasta los dos privilegios concedidos por Don Alonso III en 28 de Diciembre de 1287. De manera, que habiendo sido anulados en 4 de Octubre de 1348, estuvieron vigentes sesenta y un años, sin que fuese necesario este remedio extremo, desde que el rey Don Alonso elevó á precepto legal la costumbre tradicional; pues además de que en las historias y crónicas nada se lee en contrario, lo comprueba y confirma, la circunstancia de no haber sacado la ciudad de Zaragoza durante este trascurso de tiempo, el pendon de la Union que estaba depositado en las casas del puente. Resulta pues de todo lo dicho, que la facultad legal é inconcusa de confederarse las distintas clases de la sociedad aragonesa en defensa de sus libertades, desapareció y quedó anulada, si bien despues de heróica y brillante lucha, la primera vez que el reino se confederó, despues de reconocida y consignada la facultad por los monarcas aragoneses; siendo tan completa la destruccion de las dos Uniones, que cuando el infante Don Fernando aliado del rey de Castilla, quiso animar en 1356 á los antiguos partidarios para hostilizar al rey de Aragon, procurando resucitar el derecho, no encontraron sus proclamas el menor eco en el país.

CAPÍTULO IX.

DON JUAN I-Reseña histórica.—Aficion del rey á la gaya ciencia.—Ordenanzas municipales á Daroca.-Privilegios otorgados al monasterio de San Victoriano y á los vecinos de Querol. - Confirmacion á Calatayud del título de ciudad.-Privilegio para poblar de judíos el pueblo de Mora.—Ordenanzas municipales á Huesca.-Concesion á Tiermas.-Confirmacion de sus privilegios y ordenanzas municipales á los mercaderes y vecinos de Zaragoza Eleccion de jurados, juez y demas oficiales municipales de esta ciudad.-Confirmacion del privilegio de Don Jaime II sobre indivisibilidad de los reinos.Célebre disputa del rey con el Justicia Jimenez Cerdan.-Triunfa el Justicia.-Carta de poblacion á Anguas.-Córtes de Monzon de 1388.-Reclaman estas contra la influencia en palacio de Doña Carroza de Villarragut.-Destierro de la favorita.-Córtes de 1390.-Leyes hechas en esta legislatura.— Se crearon los jueces inquisidores del Justicia.-Muerte de Don Juan I.

Parece que cuando el rey Don Pedro enfermó tan de peligro, que él mismo perdió la esperanza de prolongar sus dias, aconsejó á la reina Doña Sibilia huyese de Cataluña, por el ódio que la manifestaba su entenado el sucesor Don Juan. Hallábase este gravemente enfermo á la sazon en Gerona, y así que supo la muerte de su padre, nombró lugarteniente general del reino al infante Don Martin su hermano; y despojó á la reina y á los parciales de esta, de todas las donaciones y bienes que Don Pedro les habia otorgado, donándoselos á su esposa Doña Violante.

En cuanto las Córtes reunidas en Barcelona tuvieron noti

á

cia de haberse fugado la reina, alzaron somaten y la prendieron. Condujéronla á Barcelona, y agravándose la enfermedad del rey, tuvieron traza los enemigos de la viuda, para hacer entender á Don Juan, que estaba maleficiado por los hechizos de Doña Sibilia y sus amigos. El consejo del rey, por adulacion ó fanatismo, mandó que sin esperar proceso alguno, ni á la defensa de las personas acusadas, se procediese á darlas tormento sobre el punto de los hechizos del rey. Así se hizo, atormentando primeramente á la reina viuda, y luego á los demás personajes, hasta que llegando á un judío declaró: que en efecto el rey estaba hechizado, pero que con los remedios que él le diese, se pondria pronto bueno: lo cual se verificó en los mismos términos y plazos pronosticados por el judío. No por eso dejó el ya desposeido monarca de condenar á muerte y degollar á los partidarios de la reina viuda, exceptuando á D. Bernardo de Sforcia y al conde de Pallás; y no se sabe hasta dónde habria conducido al rey su ódio á Doña Sibilia, si no interviniera el legado del Papa, que consiguió fuese puesta en libertad.

Tal aparece la inauguracion del reinado de Don Juan I, que causó general disgusto, porque se temió continuara la misma senda. Por el mes de Marzo de 1387, juró á los catalanes sus constituciones y costumbres, declarando en el acto, que no confirmaria las donaciones y enajenaciones hechas desde 20 de Diciembre de 1365 por el rey su padre, en perjuicio suyo y de los reinos; despues de esta ceremonia fué jurado á su vez conde de Barcelona por los catalanes, y se le prestó el juramento de fidelidad.

Antes de salir para Zaragoza donde debia coronarse y ju rar los fueros, reconoció como legítimo pontífice en el cisma que dividia la Iglesia, á Clemente VII, apartándose de la politica de su padre, que durante el cisma no quiso reconocer á ninguno de los dos contendientes.

Despues de coronarse con escasa pompa y jurar los fueros, reunió Córtes en Monzon, donde murió el infante Don

Fernando, hijo único del rey, quien solo dejó dos hijas, Doña
Juana, casada con el conde de Fox, y Doña Violante.

Las empresas militares de Don Juan no pasaron de mandar algunas fuerzas auxiliares, sin gloria alguna, contra los rebeldes de Cerdeña y Sicilia. Dominado completamente por la reina Doña Violante, que à su vez lo estaba por favoritas y favoritos; muy dado á los placeres frívolos; gastar do cantidades enormes en halcones y chismes de caza; siempre en saraos y danzas, le dió por la poesía, y segun cuenta Don Enrique de Villena, mandó una embajada al rey de Francia, para que le proporcionase los mejores maestros provenzales de gaya ciencia, y fundar una escuela en su reino. Zurita dice á este propósito, que la córte parecia una reunion de juglares. Durante su reinado, murió el antipapa Urbano VI, y fué elegido por los cardenales de este pontifice. Bonifacio IX. En BarceJona Y otros puntos de Aragon y España hubo horrible matanza de judíos y se saquearon las aljamas.

ACTOS LEGALES.

En 40 de Mayo de 4390, aprobó el rey Don Juan, á ins- 1390. tancia de las aldeas de Daroca, las ordenanzas y estatutos que habian formado para su gobierno interior, en virtud de los privilegios que disfrutaban. Reformábanse en estas, las que habian recibido de Don Jaime II; quedaba derogado el privilegio llamado del Bienio, otorgado en Zaragoza á 21 de Enero de 4384, y el llamado dels Capitols, expedido en Barcelona el 13 de Abril de 1386. Las ordenanzas actuales se reducian principalmente, á que los procuradores y sesmeros de las referidas aldeas, no pudiesen hacer donacion ni gracia alguna á los prelados, nobles é infanzones, sin aprobacion de las respectivas comunidades.—Que en lo sucesivo, nadie pudiese obtener sueldo ó beneficio pagado por las aldeas, sino el pro

TOMO V.

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