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más un servicio de ciento veinte mil florines, á condicion de que el rey viniese á Zaragoza antes del 24 de Junio de 1453. El servicio de cuatrocientos mil florines que por entonces votaron las Córtes de Cataluña, fué con la misma condicion de que el rey se presentaria en el principado dentro de dos meses. Ni aun el cebo de estas sumas, logró arrancar de Italia á Don Alonso, lo cual fué en parte un beneficio para el reino, porque no las desembolsó. El rey agradeció estas ofertas, y pidió se alargasen algo mas los plazos que se le fijaban para presentarse en Cataluña y Aragon, pero aunque se le prorogaron, no volvió á visitar estos reinos. Al mismo tiempo adoptó desde Nápoles algunas providencias para remediar las disensiones con Castilla. Esta legislatura se despidió el 20 de Noviembre de 1454.

Zurita en el cap. I del libro XVI habla de las Córtes cele1452. bradas en 1452. Dice que acordaron algunas medidas en defensa del reino contra el rey de Castilla, no sin que los estados eclesiástico, noble y de caballeros introdujesen protestas en defensa de sus prerogativas, y á condicion expresa de que armando el reino tropas á su sueldo, no se pudiese convocar hueste, cavalgada, apellido ó ejército, sino con anuencia de una comision de cuarenta miembros de su seno, con absoluto poder de entender en los asuntos de la guerra entre Aragon, Castilla y Navarra. Esta comision, entre otras graves medidas que adoptó, dispuso que el príncipe de Viana, el condestable de Navarra D. Juan de Beaumont y D. Juan de Cardona, que habian caido prisioneros del rey de Navarra en una batalla, y trasladados á un castillo de Aragon, no pudiesen aprovecharse de preeminencia alguna ni beneficio de firma de derecho ante el Justicia, sus tenientes ú otros oficiales; pero quedando estos prisioneros bajo la salvaguardia de las Córtes. El rey de Navarra, lugarteniente general, se mostró muy disgustado de la comision de los cuarenta, porque esta exigia á los jefes de las tropas armadas á costa del reino, que no prestasen auxilio á Don Juan, para recuperar las fortalezas que habia perdido en

Navarra, ni persiguiesen á los rebeldes de aquel reino. Tratóse de concordia, y como medio de conseguirlo, acordó la comision con el lugarteniente, imponer sisas por dos años, para sostener las tropas levantadas, además de los tributos ordinarios; pero Zaragoza y el estado eclesiástico, rechazaron la sisa no solo por estar prohibido su establecimiento, sino por la excomunion en que incurrian los que osasen imponerlas. Procuraron tambien los comisionados de las Córtes terciar como mediadores entre el rey de Navarra y los que en este reino seguian la voz del príncipe de Viana, pero sus gestiones fueron inútiles, y debieron satisfacerse con que se les entregase la persona de D. Juan de Híjar.

Seguia entretanto el estado lamentable del reino, por las contínuas guerras en las fronteras; la paralizacion del comercio con Castilla y Navarra, y la destruccion y despoblacion de muchos lugares, principalmente Daroca, Calatayud, Teruel, Albarracin y otros. Las Córtes no podian permanecer indiferentes, y acordaron mandar una comision á Italia para que insistiese en la vuelta de Don Alonso, como remedio à tantos males. Los embajadores debian indicar tambien al rey, ser costumbre antigua, que las Córtes solo durasen de cuatro á seis meses; que la legislatura anterior á esta habia durado seis años, sin resultado alguno beneficioso para el país, y que por lo tanto mandase disolver las actuales. Encargó le añadiesen, que debiéndose reunir por fuero las Córtes de dos en dos años, se observase así en lo sucesivo; que en ningun caso pudiesen estar reunidas mas que un año, y si al cabo de este no se disolviesen, se tendrian por concluidas y despedidas. Enterarian bien á Don Alonso de las pequeñas rencillas que mediaban entre los barones de Aragon, y de algunas exigencias infundadas del arzobispo de Zaragoza. El rey oyó á estos embajadores, pero habiéndose sin duda aficionado á la vida de Italia, ó no queriendo, como es mas probable, hacer vida comun con la reina, entretenido como se hallaba en Nápoles con alguna y aun algunas bellas italianas, contestó que tenia bastante pro21

TOMO V.

visto al gobierno de Aragon, y confirmó á la reina en la lugartenencia de Cataluña. Tambien dieron estas Córtes algunos pasos para conseguir por lo menos treguas con Castilla, indicando su animadversion al rey de Navarra, á quien consideraban causa principal y única de las hostilidades entre los dos

reinos.

No parece se volvieron á reunir Córtes en Aragon durante este reinado; pero los años que aun vivió el rey, siguió funcionando la comision de los cuarenta, que balanceaba el poder del lugarteniente, sin ser disuelta por el rey, que veia sin duda en ella un dique á los proyectos arbitrarios de su hermano el rey de Navarra.

CAPÍTULO XIV.

DON JUAN II-Reseña histórica.-Disensiones entre el rey y su hijo el príncipe de Viana-Sublevacion de Cataluña.-Muerte del príncipe.-Cértes de Don Juan II.-Legislatura de 1458.-Idem de 1460.-Trasládase á Zaragoza y de aquí á Calatayud.-Servicio que otorgaron.-Notables trabajos legislatívos de estas Córtes.-Extracto de sus fueros.-Leyes sobre las atribuciones del Justicia y manifestaciones de personas.-Idem sobre las firmas de derecho y agravios.-Garantías individuales.-Ley para la conservacion del Real Patrimonio. - Idem para no poderse imponer tributo alguno, sin consentimiento de las Córtes.-Tramitacion de las causas criminales.-Fuero de homicidios.-Leyes importantes sobre el tribunal del Justicia y la inquisicion de este funcionario y sus oficiales, renunciando las Cortes el derecho de juzgarle.-Juicio de las fabas negras y blancas.-Arrancan las Córtes al monarca, su participacion en el juicio y residencia del Justicia.-Cortes de 1464.Idem de 1466.-Trabajos legales de esta legislatura.-Los tenientes del Justicia seriau sorteados.-Reformas introducidas en la inquisicion del oficio del Justicia. Córtes generales de todos los reinos en Monzon el año 1469.Trasládanse las de Aragon á Zaragoza.-Dudas sobre la legislatura de 1471.— Convócanse las Córtes para el año 1473.-Córtes de 1474. - Desavenencias del príncipe Don Fernando con estas Córtes.-Asesina Don Fernando á Jimeno Gordo, primer jurado de Zaragoza.-Suspenden las Córtes sus sesiones por el asesinato de Lázaro Borau, primer teniente del Justicia. - Córtes de 1475.-Niega esta legislatura subsidios al rey.-Dudas sobre la legislatura de 1477. Importancia suma de la Crónica parlamentaria de Don Juan II.Muerte de este monarca.-Reflexiones sobre las antiguas fórmulas del juramento de los reyes de Aragon.

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Cuando acaeció la muerte del rey Don Alonso de Aragon estaba su hermano Don Juan rey de Navarra en Tudela, y se trasladó inmediatamente á Zaragoza, donde juró los fueros, y

quedó reconocido como sucesor. Convocó luego á los catalanes para que se hallasen á Córtes en Barcelona por Noviembre del mismo año 1458, y tambien fué reconocido por los valencianos.

Las principales agitaciones al comenzar este reinado, por causa tuvieron, la usurpacion del reino de Navarra por parte del rey de Aragon, en perjuicio de su hijo primogénito el principe Don Carlos. Estas desavenencias, que llegaron al trance de una batalla entre padre é hijo, y la resistencia de Don Juan á que fuese jurado sucesor, crearon grandes simpatías en favor del príncipe, que iban en aumento á medida que redoblaba la severidad del padre victorioso. Distinguiéronse en este afecto al príncipe los catalanes, hasta el punto de llegar á desconocer completamente la autoridad del rey Don Juan.

En 2 de Diciembre de 1460, despidió este las Córtes de Cataluña reunidas en Lérida, y acto contínuo mandó prender á su hijo el príncipe. Salieron á la defensa de este los estados catalanes, é invocando una constitucion antigua del principado que disponia deberse considerar reunidas las Cortes seis horas despues de pronunciada la disolucion por el rey, se juntaron otra vez inmediatamente, nombrando una comision, para que gestionase de todas maneras la libertad del príncipe, tomando la voz del principado de Cataluña, como si estuviese reunido en Córtes. No tanto pero tambien algun interés mostraron en favor del príncipe las Córtes aragonesas reunidas en Fraga, por medio de sus setenta y dos comisionados. Logróse al fin del rey que el príncipe y su favorito D. Juan de Beaumont, fuesen conducidos á la villa de Fraga y sus términos, bajo la salvaguardia de las Córtes, pero á condicion de que renunciasen el beneficio de poder ser manifestados, hasta Marzo lo menos de 4461. Prorogadas las Córtes de Fraga el 42 de Diciembre de 1460 para el 10 de Febrero siguiente, el príncipe fué sacado de Fraga y llevado à la villa de Azcon.

Este rigor exasperó á los catalanes: insistieron mas tenazmente que nunca en la libertad del príncipe, y se colocaron

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