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titutis solum, sino aun como obra literaria, sed ex privatis etiam litterarum monumentis delendam, lo cual no le retrajo sin embargo de trasladarlos cuidadosamente á su manuscrito, comunicados que le fueron por Zurita.

El códice contiene todo el texto integro de cuantos documentos oficiales se estendieron y cuantas diligencias se practicaron en el asunto de tan famoso privilegio; y bajo este aspecto parece una acta, proceso ó protocolo contemporáneo, aunque sin autorizacion de firma, rubrica, sello ni signo alguno; pero con la severidad de formas, la igualdad de lenguage, la textualidad de documentos, el enlace completamente curial entre cada uno de estos, y la imparcial, fria y monótona marcha de un registro oficial, y no de una relacion literaria verificada con presencia de la documentacion.

Confiándonos á la indulgencia del lector, que no puede faltarnos cuando se trata de darle á conocer un importantísimo códice hasta hoy inédito, vamos á permitirnos un estracto algun tanto detenido, que ponga de manifiesto toda de la tramitacion de este ruidoso acontecimiento, asi como el lenguage usado en aquella época, el cual, por pertenecer á tiempos demasiado provenzales, adolece de algunos resabios de este idioma y puede servir para dar á entender toda la influencia catalana sobre la lengua de Aragon.

Ábrese el códice con el estracto de las córtes de Tarazona en que se dijo al rey que trata se con ellas de la guerra de Francia y demas asuntos de Estado, á lo cual contestó desenfadadamente en 1. de setiembre de 1283 que entro ad aquella ora por si auia feito sus faciendas, e que agora no hi queria ni hi auia mester lur conseillo: replicáronle

ell

que les confirmase sus privilegios, y les satisfizo diciendo que no era tempo de facer tal demanda, que ell entendia dar batailla á los franceses, e, passado aquel feyto, que que faria lo que deuiese contra ellos, y estos, ente ndientes el vidientes el el sobredito senyor Rey queria gran periglo al que sponer assi (á sí) e á ellos, vedientes e encara entendientes que todos, grandes e chicos, sedian con crebantados coraz ones, e vidientes que omme senes fucro e desafurado non puede auer bon corazon de seruir aquell senyor, et considerantes las non contables opresiones e desafforamientos que recebidos auian e que recibien cada dia por el dito senyor rey e por sus officiales judios e judgues dotras lenguas e naciones, e atendiendo que reyal piadanza endrezasse e millorasse las sobreditas cosas mal feytas cada dia peor auan e uenian de mal en peior absorviendo la sague e la substancia de las gentes, parziendo tan poco al mayor como al menor; considerantes que fairan muy gran cruel, dat si piedat non auran de ssi mismos.... gracia despiritu sancto vino sobre los nobles riccos-ommes e sobre todos los otros auant ditos e enflamoles todos los corazons en 1 hora e en I moment que todos ensemble jurasen demandassen e que mantuuresen fueros, costumpnes, usos, priuilegios, franquezas, libertades e cartas de donaciones e de camios, aquellas que auran auidas con su padre el Sr. rey don Jayme e con los otros sus antecessores e deuen aun: e todos ensemble juráronse en la forma que seguexe.-En esta jura se dice que el traidor á la Union sea destruido en su cuerpo y bienes, silua la fe de senyor rey, e de todos sus dreyts, e de todas sus regalías; que si por esta jura él procede sin juicio contra alguno le defiendan todos; que si manda prenderlo ó matarlo sin sentencia del Justicia, los de la jura no lo tengan por rey,

llamen à su hijo Alonso, et el dito D. Alfonso con ellos ensemble encalcen e geten de la tierra al sobredito rey.

Preséntanse en las córtes de Zaragoza varias quejas, unas de los nobles despojados de sus derechos (en treinta capítulos entre ellos el de las córtes anuales), otras por parte de los jurados y procuradores de la ciudad de Zaragoza, otras por los de Huesca, Jaca, Alcañiz etc.; y en vista de ellas el dito senyor rey con grant piedat, quiriendo contòrnar su cara contra su poble e obedir las sus justas e dignas pregarias e demandas, confirmó fueros, usos y costumbres y expidió el Privilegio general, el cual va seguido del otorgado á Valencia (ciudad que cuando fue ganada, se mantuvo algun tiempo á fuero de Aragon) y de los de Ribagorza y Teruel.

Reunidos todos en la Iglesia de S. Salvador (catedral de Zaragoza) innováronse en octubre las juras hechas en Tarazona, diéronse algunos castillos en rehenes, eligieronse conservadores que mantuviesen la tierra en buen estado, e hízose un ordenamiento de la Union que fue reformado en 8 de diciembre; despues de lo cual se mandaron al rey dos embajadas, á las cuales contestó por escrito desde Barcelona y Lérida ofreciéndose á venir pasada la Pascua á Zaragoza; mas, como no lo ejecutara, remitiósele una lista de peticiones, mientras se enviaba á Roma una embajada compuesta, entre otras personas, de dos jurisconsultos.

Despues de algunas peticiones y de la confirmacion del fuero general, rogó y mandó el rey á los unidos que concurriesen para el dia de S. Juan de 1284 á Tarazona, y, porque el rey no habia cumplido con lo que les tenia

ofrecido, ni restituido las spoliaciones feytas (11), ellos expusieron por escrito su negativa (á la cual contestó el rey) y se reunieron en S. Salvador el 31 de enero de 1285, pasando en marzo á Huesca y despues á Zuera, en donde, por contumascia del dito senyor rey, dió el Justicia sentencia sobre las querellas presentadas, y esto fué á 3 de abril de 1285. Y dióla tambien sobre las que en adelante se fueron presentando, que fueron muchas, ya de ciudades ya de particulares, algunas basta para averar infanzonias.

Murió el rey á la sazon, mientras su hijo Alfonso se hallaba en la conquista de Mallorca, y habiéndose sabido que este se titulaba rey, y hacia como tal donaciones y otras cosas, se reunieron córtes en Zaragoza el dia de S. Valero de 1286 (ya las hubo antes en diciembre, pero solo trataron de contener á los ladrones y malhechores que molestaban el reino), y acordaron decirle que viniese á jurar á Zaragoza, y para esto enviaron mandaderos que se lo expusieran de palabra, y nin leuassen carta de criencia ni otra carta ho escripto en que ell fuese clamado por el regno rey ni infant: el rey contestó que el arzobispo de Tarragona y los nobles de Cataluña le llamaban rey en sus cartas, e pues ellos clamauan á él rey, non semeyllaba que él se deuies clamar Rey Infant, pero ofreció jurar en Zaragoza y lo hizo en un domingo á 15 de abril. El siguiente dia, para evitar los muytos desordenamientos de la casa del rey, e al pro suyo e del

regno

(41) La fuerza de esa palabra nos recuerda una anécdota relativa al célebre diccionarista francés Mr. Boiste. Era hombre inofensivo y laborioso, y, no obstante, fue conducido á una prision en donde pasó algun tiempo sin que adivinase los motivos: cuando sus amigos se interesaron por él, pudo al fin averiguarse que habia llamado espoliador á Napoleon: acudiose al cuerpo del delito, que era su gran Diccionario, en donde se vió que decia SPOLIATEUR, BONAPARTE. ¡Boiste no hacia sino declarar á Bonaparte el nventor de esa palabra!

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catar, solicitóse la reforma de ella á lo cual negóse el rey y se partió para Alagon. En vano fue que se le requiriera para que volviese á Zaragoza y enmendase todos los daños causados á los fueros y á las personas, en vano que expidieran tras él las cortes de Zaragoza (fol. 171) los consejeros que hubieran de seguir al rey hasta que concediera las demandas; todo lo que se adelantó, despues de dos mandaderias ỏ embajadas, fue que desde Valencia citase á córtes para Huesca, despues de lo cual todavia se repitieron cuatro mandaderias (42) una de ellas sobre las vistas que D. Alfonso habia tenido fuera del reino con el rey de Inglaterra; y, por fin, temiendo la mala voluntad del de Aragon, enviaron embajadas para demandar alianza á la Eglesia de Roma, al rey de Francia, al de Castilla y aun á los moros (fol. 95); pero el rey se dirijió á Tarazona en setiembre de 1287, prendió á unos, ahorcó á otros y movió una guerra desastrosa, que por su mismo mal carácter excitó á unos y otros á la avenencia. El Rey deputó al prior de la órden de predicadores en el convento de Zaragoza para tratar con los unidos que estaban convocados en el fosal de Santa Maria y le dió una credencial en que decia que siempre quiso et quiere paz (e) concordia entre sí e sos gentes sobre todas las cosas del mundo, pero que los nobles ficieronle muytas demandas e pidiéronle muytos donos, los quales si el otorgado los ouiesse seria muyt gran danyo e minguamiento del regno (fol 98.) Asi empezaron los tratos, y los unidos nombraron personas que pidieron enmienda de los castigos de Tarazona y de los males de la guerra que el rey mouio á su cuelpa e á su torto,

(42) Algunas de ellas van firmadas por Sancho Perez de Biota que aquesto eseriuie.

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