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varo de Luna, é que por le apartar del Rey non partia dél el Rey su voluntad, cada unos destos grandes por su parte envió sus mensageros con sus letras á Don Alvaro de Luna, rogandole mucho que él se viniese prestamente al Rey, que lo deseaba tan5 to, é esperaba de cada dia, é aún ofresciendole cada uno por sí que él quisiese ordenar de sus algos, é bienes, é personas, como de parientes, é amigos muy cercanos ¿Pues qual don mayor que la bondad? ¿Quál riqueza mayor que la virtud? Todos facen partido al virtuoso, é al bueno todos lo quieren é allegan á sí. 10 Nunca la bondad puede estar en luengo destierro, nin la virtud se puede mucho alejar de los que la quieren seguir. Don Alváro de Luna aquexado de tantas letras é mensageros, ovo de partir é volver mas presto que pensó á la corte del Rey de Castilla, que estaba en Valladolid, donde lo avia dexado. ¿Quién 15 podria decir el placer que el Rey ovo con la venida de Don Alvaro, é las dueñas é doncellas de la casa de la Reyna, é todas las otras gentes de la corte por la mayor parte? E alli comenzaron a tratar Don Sancho de Rojas, Arzobispo de Toledo, por su parte, é Juan de Velasco por la suya, como 20 oviesen parte en Don Alvaro de Luna, enviandole cada dia sus mensageros é tratantes, é faciendole grandes ofrescimientos, é enviandole grandes dádivas de oro é de plata por atraerlo á sí, las quales él non quiso rescebir, diciendo, que el Rey su señor le daba á él asaz. E como quiera que aún Don Alvaro de 25 Luna por estonce non tenia, salvo muy poco, nin por eso nunca fué inclinado por cobdicia á facer ninguna fealdad, antes tovo siempre el corazon muy grande é generoso, é inclinado mas á la honra, que á la cobdicia. E como quiera que era tanto mozo en edad, que non avia veinte años, él se avia tan 30 cuerdamente con aquellos grandes, que contentaba á los de la una parte é de la otra, é mostraba á todos igual amor, é templaba en tal manera los fechos, que por aquello non oviese discordia nin rompimiento entre aquellos grandes. Pues non era menor quistion por aquellos dias entre las doncellas de la casa de la Reyna, procurando cada una dellas con grand diligencia tener mayor parte en Don Alvaro de Luna. E non avia ninguna dellas que con él fablase veyendo su gentileza, é conosciendo sus virtudes é gentil condicion, que le non reC 2

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quiriese por honestas palabras de casamiento. Mas Don Alvaro escusabase dellas muy cortes é enseñadamente, diciendoles, que aquello avria él á buena dicha, é grand bienaventuranza, mas que él era un caballero pobre, é tan mozo que non avia fecho ningun bien de su persona, é fasta ver é conoscer bien de sí lo que valia, que él avia fecho voto de non casar. E en aqueste tiempo avia en la casa de la Reyna una doncella muy fermosa, é muy bien criada, é dotada de muchas gracias é virtudes, la qual avia nombre Doña Ines de Torres, segund dicho avemos, é aquesta valia con la Reyna 10 mas que las otras, é que otra persona alguna que se supiese, é tanto que los oficiales de la casa del Rey é de la Reyna todos eran puestos por su mano, é faciase todo lo que aquella doncella queria. Esta estaba tanto pagada é contenta de Don Alvaro de Luna, que todas las cosas que ella sabia é entendia 15 que le podian complacer, todas las procuraba é facia con mucha diligencia, é llamabale fijo. E como yá Don Alvaro de Luna nunca se partia de la cámara del Rey por ordenanza é mandado de la Reyna su madre, que non queria fiar de otra alguna persona que estoviese con el Rey de contino, salvo Don Alvaro de Luna, 20 Doña Ines de Torres que era tanto cercana á la Reyna, como todo el aposentamiento del Rey é de la Reyna era en la casa del Rey, en veyendo Doña Ines que Don Alvaro de Luna se sentia enojado, é mostraba tener algun mal, ella lo apiadaba é curaba con sus proprias manos, non dando lugar á que otra nin- 25 guna tratase su persona salvo ella. E en aqueste tiempo Doña Ines de Torres le movia muchas razones é fablas, dandole á entender como lo amaba muy de corazon. E Don Alvaro de Luna que siempre desde niño puso su corazon en altos lugares en todas las cosas que oviese de facer, disimulaba las 30 fablas, é facia que non las entendia. E Doña Ines de Torres entendiendo aquello, pensó que Don Alvaro fuese enamorado de una doncella de la Reyna, que se llamaba Costanza Barba, é que por amor de aquella non acudia assi á lo que ella queria, é non se pudo detener que non se lo dixese en esta 35 guisa:,,Yo entiendo señor fijo (que assi le llamaba ella) que

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el vuestro corazon es enagenado en otra parte, en tal ma,, nera, qué non sois señor de vos, é yo bien creo que sien

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to quien vos apodera tanto : esta es Doña Costanza Barba.“ Estonce Don Alvaro dixola:,, Por Dios, señora, vos os enga

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ñais en esta parte, é non juzgais derechamente mi corazon."" E assi pasaban cada dia muchas cosas. Tanto fué mirado en aque. 5 llas fiestas é honras que Doña Ines de Torres facia á Don Alvaro de Luna, que algunos creyeron que él ficiese della su voluntad, especialmente Juan Alvarez de Osorio, que avia muy grandes zelos de Don Alvaro de Luna, segund la historia lo ha contado. E por aquella cabsa, é por aqueste Juan Alvarez ser 10 uno de los grandes del Regno, tenia grand parte en la Reyna Doña Catalina madre del Rey, é en la su casa, é con grandes zelos que avia de Don Alvaro, é de Doña Ines de Torres quando vido que non podia apartar del Rey, nin de la su corte á Don Alvaro, usó otra via para se remediar, é 15 fizo entender á la Reyna que Don Alvaro estaba enamorado de Doña Costanza Barba, é ella dél, é que los debia facer casar en uno antes que otra cosa dello resultase. E la Reyna un dia llamó á su cámara á parte á Don Alvaro, é dixole que la esperase alli; é la Reyna entró á un retrete de su cámara á 20 donde tenia á Doña Costanza Barba, é á su madre, á fin de los desposar luego alli. E comenzó de fablar la Reyna con ella de como dexaba yá en la cámara á Don Alvaro de Luna, é comenzó á descir la Reyna á la doncella é á su madre, de las virtudes de Don Alvaro. E como Don Alvaro quedaba en 25 la cámara, é sintiese la fabla, é aún oyese parte della, é entendiese que se fablaba de su casamiento, fué tanto turbado é fuera de sí, que sin otro detenimiento se partió de la cámara donde la Reyna le avia mandado estar, é fabló con algunos grandes de la corte quexandose de aquel fecho, é di30 ciendo ,, que se tenia por muy desdichado por la Reyna aver querido tener aquella maña con él, siendo él un caballero pobre, é tanto mozo, é quererlo ella trabar con una doncella pobre tan prestamente." E non quedó la Reyna menos quexosa é enojada de Don Alvaro, por averse partido assi de la 35 cámara donde le avia mandado esperar. E bien entendió la Reyna que Don Alvaro avia sentido la fabla, é non le avia placido della. E estovo Don Alvaro por aquella razon algunos dias que non fue á palacio, mas non duró mucho, ca

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el Rey afincadamente demandaba por Don Alvaro, tanto que ovo de venir. E la Reyna vista la voluntad de Don Alvaro, non le fabló mas de aquel fecho. Durante estas cosas estovo el Rey contino en Valladolid, é aquesto fué en el año del Nascimiento del Señor de mil quatrocientos é diez é siete años. E de aquel tiempo non fallamos cosa que de contar sea en esta historia, salvo que aquel año declararon en Constancia por Padre Sancto á Martin Quinto. E el año de antes morió el Rey Don Fernando de Aragon, é alzaron por Rey en Aragon á su fijo el Rey Don Alfonso.

TITULO VIII.

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COMO IBA CRESCIENDO DON ALVARO de Luna en estado é virtudes, é como fué ferido en Madrid en la justa el dia que entregaron el Regno al Rey.

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Ndando el año del Nascimiento del Señor de mil quatrocientos diez é ocho años, é el reynado de Don Juan Rey de Castilla é de Leon en doce años, estando Don Alvaro de Luna con el Rey en Valladolid, jueves dos dias de Junio morió la Reyna Doña Catalina madre del Rey, é el 15 Rey partió de Valladolid, é Don Alvaro de Luna con él, é los otros grandes que con él estaban, é fuese á Oterdesillas, é dende á Medina del Campo, é alli desposaron al Rey con la Infanta Doña Maria su prima, fija del Rey Don Fernando de Aragon, é ficieronse grandes fiestas de justas é torneos 20 é danzas, é otros placeres. En las quales fiestas Don Alvaro de Luna se aventajaba entre todos, assi por el grand favor que el Rey le daba, como por la su mucha gentileza é destreza que mostraba en todo lo que descia é facia. Ca si el Rey salia á danzar non queria que otro caballero ninguno, 25 nin grande nin Rico ome danzase con él, salvo Don Alvaro de Luna, nin queria con otro cantar, nin facer cosa, salvo con Don Alvaro, nin se apartaba con otro á aver sus consejos é fablas secretas tanto como con él. De la otra parte que todas las dueñas é doncellas lo favorescian mucho. Don Al

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varo era mas mirado é preciado entre todos aquellos que en las fiestas se ayuntaron. E despues quando el Rey se retraía á su cámara á burlar ó aver placer, Don Alvaro burlaba tan cortés é graciosamente, que el Rey é todos los otros que con 5 él eran avian muy grand placer. E si fablaban en fechos de caballeria, aunque Don Alvaro era mozo, él fablaba en ellos, assi bien é atentamente que todos se maravillaban. E aquel fué desde niño su mayor estudio, entender en los fechos de armas é de caballeria, é darse á ellos, é saber en ellos mas fa10 cer que decir. E si otras veces razonaban algunos alabando á sus amigas, é contando sus casos de amores, Don Alvaro los sabía assi graciosamente descir, que todos avian muy grand voluntad de le oir fablar, é el Rey sobre todos. E Don Alvaro se ovo tan discretamente en sus amores, guardando en 15 ellos lealtad é secreto tanto, que por aquello era mucho mas amado é preciado de todas las dueñas é doncellas é muy grandes señoras, non solamente de los que le veían, mas de otras muchas que sin lo ver se pagaban é enamoraban dél, é lo querian é lo deseaban, oyendo sus virtudes, é sabien20 do su grand gentileza. E yo non niego que algunas grandes señoras se pudiesen aqui nombrar en esta historia, las quales verdaderamente fueron presas del su amor, é se ofrescieron á mayores peligros, que los flacos corazones de las mugeres deben ser obligados por causa dél; mas non sería ho25 nesta cosa que aquel Don Alvaro de Luna, que por fechos de armas, é composicion de singulares libros por él mismo sábiamente ordenados: é por discretas é muy ordenadas canciones ensalzó la virtud de las mugeres, la fama é vida de algunas de aquellas, el su historiador recontando sus fechos en algu30 na manera mancillase. En esta guisa iban cresciendo de cada dia las virtudes é bondades, é el claro nombre de Don Alvaro de Luna, é todos lo iban presciando mas. E partió de Medina del Campo Don Alvaro de Luna con el Rey de Castilla, é fué dende á la villa de Madrid, é estovo ende todo aquel año. E á seis dias de Marzo del año siguiente entregaron al Rey el Regno de Castilla, é ficieron grandes fiestas, é torneos é justas, las quales ovieran sido mas alegres é mayores, é du ráran mas, salvo por aver seído ferido en la justa Don Alva

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