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apostaré, que si quisiera ser albañil, que supiera fabricar una casa como una jaula. Yo te prometo y Sobrina, respondió Don Quixote, que si estos pensamientos caballerescos no me llevasen tras sí todos los sentidos y que no habría cosa que yo no hiciese y ni curiosidad que no saliese de mis manos 5 especialmente jaulas y palillos de dientes. A este tiempo llamáron á la puerta, y preguntando quien llamaba 3 respondió Sancho Panza que él eray y apénas le hubo conocido el Ama , quando corrió á esconderse , por no verle : tanto le aborrecía. Abrióle la Sobrina , salió á recibirle con los brazos abiertos su señor Don Quixote y y encerráronse los dos en su aposento y donde tuvieron otro coloquio y que no le hace ventaja el pasado,

CAPÍTULO VIL

De lo que paso Don Quixote con su escudero ¿ con otros sucesos famosísim os.

A-pénas vio el Ama que Sancho Panza se encerraba con su señory quando dió en la cuenta de. sus tratos, y Imaginando que de aquella consulta habla de salir la resolución de su tercera salida , y tomando su manto y toda llena de congoja y pesadumbre , se fué á buscar al Bachiller Sansón Carrasco y parecléndole que por ser bien hablado , y amigo fresco de su señor y le podría persuadir á que dexase tan desvariado propósito. Hallóle paseándose por el patio de su casay y viéndole , se dexó caer ante sus pies y trasudando y congojosa. Quando la vió Carrasco con muestras tan doloridas v sobresaltadas 5 le dixo ;que es esto , señora Ama r ;que le ha

TOM. III, G lj

acontecido, que parece que se le quiere arrancar el alma? No es nada , señor Sansón mió, sino que mi amo se sale, sálese sin duda. <Y por donde se sale, señora? preguntó Sansón. ¿Rásele roto alguna parte de su cuerpo? No se sale , respondió ella, sino por la puerta de su locura: quiero decir , señor Bachiller de mi ánima, que quiere salir otra vez, que con esta será la tercera, á buscar por ese mundo lo que él llama venturas, que yo no puedo entender como les da este nombre. La vez primera nos le volvieron atravesado sobre un jumento, molido á palos: la segunda vino en un carro de bueyes metido y encerrado en una jaula, adonde él se daba á entender que estaba encantado, y venia tal el triste, que no le conociera la madre que le parió 3 flaco, amarillo, los ojos hundidos en los últimos camaranchones del celebro 5 que para haberle de volver algún tanto en sí, gasté mas de seiscientos huevos , como lo sabe Dios, y todo el mundo , y mis gallinas , que no me dexarán mentir. Eso creo yo muy bien, respondió el Bachiller , que ellas son tan buenas, tan gordas y tan bien criadas, que no dirán una cosa por otra, si reventasen. En efecto, señora Ama ¿no hay otra cosa , ni ha sucedido otro desmán alguno , sino el que se teme que quiere hacer el señor Don Quixote? No señor , respondió ella. Pues no tenga pena3 respondió el Bachiller , sino váyase en hora buena á su casa, y téngame aderezado de almorzar alguna cosa caliente, y de camino vaya rezando la oración de Santa Apolonia, si es que la sabe, que yo iré luego allá, y verá maravillas. ]Cuitada de mí! replicó el Ama ;la oración de Santa Apolonia dice vuesa merced que rece? eso fuera si mi amo lo hubiera de las muelas; pero no lo ha sino de los cascos. Yo sé lo que digo , señora Ama, vayase, y no se ponga á disputar conmigo, pues sabe que soy Bachiller por Salamanca , que no hay mas que bachillear, respondió Carrasco : y con esto se fué el Ama , y el Bachiller fué luego á buscar al Cura á comunicar con él lo que se dirá á su tiempo.

En el que estuviéron encerrados Don Quixote y Sancho , pasaron las razones que con mucha puntualidad y verdadera relación cuenta la historia. Dixo Sancho á su amo : señor , ya yo tengo relucida á mi muger á que me dexe ir con vuesa merced adonde quisiere llevarme. Reducida has de decir , Sancho , dixo Don Quixote , que no relucida. Una., ó dos veces, respondió Sancho, si mal no me acuerdo , he suplicado á vuesa merced , que no me enmiende los vocablos y si es que entiende lo que quiero decir en ellos y que quando no los entienda, diga: Sancho , ó diablo, no te entiendo , y si yo no me declarare , entonces podrá enmendarme , que yo soy tan fócil. No te entiendo, Sancho, dixo luego Don Quixote, pues no sé que quiere decir , soy tan fócil. Tan fócil quiere decir , respondió Sancho , soy tan así. Ménos te entiendo agora, replicó Don Quixote. Pues si no me puede entender , respondió Sancho , no sé como lo diga, no sé mas , y Dios sea conmigo. Ya, ya caigo , respondió Don Quixote, en ello : tií quieres decir, que eres tan dócil, blando y mañero , que tomarás lo que yo te dixere , y pasarás por lo que te enseñare. Apostaré yo, dixo Sancho , que desde el emprincipio me caló, y me entendió, sino que quiso turbarme por oirme decir otras docientas patochadas. Podrá ser , replicó Don Quixote: y en efecto ¿que dice Teresa? Teresa dice, dixo Sancho , que ate bien mi dedo con vuesa merced , y que hablen cartas y callen barbas, porque quien destaja, no baraja, pues mas vale un toma, que dos te daré : y yo digo que el consejo de la muger es poco, y el que no le toma es loco. Y yo lo digo también, respondió Don Quixote. Decid, Sancho amigo , pasa adelante que habláis hoy de perlas. Es ei caso , replicó Sancho , que como vuesa merced mejor sabe , todos estámos sujetos á la muerte, y que hoy somos y mañana no, y que tan presto se va ei cordero , como el carnero , y que nadie puede prometerse en este mundo mas horas de vida de las que Dios quisiere darle, porque la muerte es sorda, y quando llega á llamar á las puertas de nuestra vida, siempre va de priesa, y no la harán detener ni ruegos , ni fuerzas, ni cetros, ni mitras, según es pública voz y fama , y según nos lo dicen por esos pulpitos. Todo eso es verdad, dixo Don Quixote; pero no sé donde vas á parar. Voy á parar, dixo Sancho, en que vuesa merced me señale salario conocido de lo que me ha de dar cada mes el tiempo que le sirviere , y que el tal salario se me pague de su hacienda , que no quiero estar á mercedes , que llegan tarde , ó mal , ó nunca : con lo mió me ayude Dios. En fin, yo quiero saber lo que gano poco, ó mucho que sea, que sobre un huevo pone la gallina, y muchos pocos hacen un mucho, y mientras se gana algo, no se pierde nada. Verdad sea que si sucediese (lo qual, ni lo creo, ni lo espero) que vuesa merced me diese la Insula que me tiene prometida, no soy tan ingrato, ni llevo las cosas tan por los cabos, que no querré que se aprecie lo que montare la renta de la tal ínsula , y se descuente de mi salario gata por cantidad. Sancho amigo y respondió Don Quixote , i las veces tan buena suele ser una gata 9 como una rata, Ya entiendo , dixo Sancho : jo apostaré que había de decir rata, y no gata, pero no importa nada y pues vuesa merced me ha entendido. Y tan entendido, respondió Don Quixote, que he penetrado lo ultimo de tus pensamientos 9 y sé al blanco que tiras con las innumerables saetas de tus refranes. Mira , Sancho 3 yo bien te señalaría salario , si hubiera hallado en alguna de las historias de los caballeros andantes exemplo que me descubriese y mostrase por algún pequeño resquicio , que es lo que solían ganar cada mes, ó cada año; pero yo he leído todas , ó las mas de sus historias , y no me acuerdo haber leído , que ningún caballero andante haya señalado conocido salario á su escudero , solo sé que todos servían á merced , y que quando menos se lo pensaban , si á sus señores les había corrido bien la suerte , se hallaban premiados con una ínsula 5 ó con otra cosa equivalente , y por lo menos quedaban con Título y Señoría : si con estas esperanzas y aditamentos vos, Sancho , gustáis de volver i servirme , sea en buena hora, que pensar que yo he de sacar de sus términos y quicios la antigua usanza de la caballería andante , es pensar en lo excusado: así que, Sancho mío , volveos á vuestra casa, y declarad á vuestra Teresa mi intención , y si ella gustare , y vos gustaredes de estar á merced conmigo , bené quidem, y si no, tan amigos como de antes, que si al palomar no le falta cebo , no le faltarán palomas : y advertid , hijo , que vale mas buena esperanza, que ruin posesión , y buena queja , que mala paga. Hablo desta manera, Sancho, por daros á entender que también como vos sé yo ar

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