Imágenes de páginas
PDF
EPUB

con aquella su altísima inteligencia y desarrollarlo con sus poderosas facultades, emulando al propio Creador en dar al mundo del Arte una raza de seres esencialmente varoniles y fuertes, gigantescos y atléticos; aquel artista, que sólo tiene compañero en la antigüedad clásica, en Fidias, dió, como éste, una nueva fórmula, un nuevo credo.

Comenzó ese trabajo el Buonarroti en Mayo de 1508, y el 31 de Octubre de 1512 se abría la Capilla al público, que admiró la incomparable pintura.

Sabido que el fresco es un procedimiento obligadamente rápido, y que más que otros pide por lo mismo concienzuda preparación. Hízola Miguel Angel, y prueba de ella son los dibujos, academias hechas del natural, donde son apreciables los tanteos, los perfiles seguros y definitivos, los estudios parciales de cada figura, de cada cabeza, de cada mano, de cada pie, de cada torso. El valor de estos dibujos es, por lo tanto, grandísimo, para apreciar, no solamente en su mayor pureza, ideas y rasgos, tal como de primera vez brotaron del cerebro y de la mano del artista, sino la génesis interesantísima de tal obra de arte.

Los dibujos de Miguel Angel, que se reputan auténticos, no pasan de 350. Se conservan éstos en el Museo Británico, en la Galería de la Universidad de Oxford, en la Biblioteca Albertina; en la casa Buonarrotti, en Florencia; en el Museo del Louvre; en el de Bonnat, de Bayona, y contadísimos en galerías particulares. En nuestra Biblioteca Nacional existe uno de las figuras del fresco que representa el Juicio final en la Capilla Sixtina '.

Tan sólo se conocen, hasta ahora, seis hojas con dibujos para la bóveda de dicha capilla; tres en el Museo Teyler, de Harlem, con dibujos en ambas caras, una en el de la Universidad de Oxford, otra en la Albertina de Viena y la hoja objeto de nuestro estudio, en poder del Sr. Beruete.

Están hechos estos dibujos, como todos los citados, para la bóveda de la Sixtina, en una hoja de papel de hilo de 288 milímetros por 213; papeł blanco, amarillento hoy. Dibujada por ambas caras, con lápiz negro en una y con rojo en la otra, según queda dicho. El dibujo en negro, que debió ser el primero ejecutado, tiene como motivo principal un estudio ligero, al trazo con indicaciones de sombras, del torso y piernas de la figura desnuda, hecho por un modelo femenino (lám. IV). Aparece ya en este

1 Véase el excelente Catálogo de Dibujos, de nuestro inteligente compañer。 D. Angel Barcia, pág. 488, núm., 7.251.

dibujo la singular posición de las piernas de la Sibila, con el pie izquierdo vigorosamente apoyado de punta, por estar la figura vuelta hacia la derecha, como si hubiese girado sobre su asiento. La línea derecha del torso indica que la figura, en el primer pensamiento del artista, no había de volver la espalda al espectador tanto como en el estado definitivo.

Del movimiento de la rodilla derecha doblada hay en el propio lado del papel un nuevo estudio más acentuado y completo, con la parte que en el primer dibujo oculta la pierna izquierda por estar delante.

Al mismo lado, y encima, se ve el croquis ligero de una figura distinta, y que, á nuestro juicio, parece ser un primer pensamiento de la que en el fresco se ve á la izquierda de la Sibila, con el brazo de igual lado extendido y con idéntica masa de ropa cubriendo las piernas.

Por la otra cara del papel los dibujos, ejecutados todos con lápiz rojo, son estudios parciales y más detallados de la Sibila (lám. V). El primero es un croquis de la musculatura del torso, con el hombro, brazo y mano izquierdos, más un trozo de cuello y cara. No le satisface al gran artista, y ejecuta un dibujo más importante de la figura completa hasta el arranque de las piernas. Se advierte en lo acentuado de la musculatura que justamente por estudiarla está hecho, como el anterior croquis, por un modelo masculino, y que es producto de una observación muy atenta del natural y de una ejecución cuidadosa en grado sumo para encajar y acentuar cada músculo y cada detalle por medio de trazos firmes y de un modelado vigoroso. El artista concentró su interés en el torso, brazos y cara, y dejó apuntado no más el cráneo y la mano derecha. La línea superior del muslo derecho está también muy ligeramente apuntada, invadiendo el croquis anterior. Más elevado que en éste aparece en el dibujo cuidadoso el brazo izquierdo. En el derecho y mano correspondiente se advierten dos arrepentimientos. Y también es de notar en esta parte un ligero croquis anterior de los mismos brazo y mano. Dos líneas, puestas como registros, se elevan de las claviculas.

Después hace debajo un estudio parcial de la mano izquierda en la actitud de sostener un libro pesado, y la dibuja con trazos firmísimos y apretados, acusando el movimiento con admirable precisión. Es el trozo dibujado con más espíritu.

Valiéndose siempre del modelo masculino hace análogo estudio del pie izquierdo doblado y apoyado de punta. Primero le dibuja en totalidad, llegando hasta el borde inferior del papel; marca el movimiento y acen

[merged small][merged small][graphic][subsumed][merged small][merged small][merged small]
« AnteriorContinuar »