Revista de archivos, bibliotecas y museos, Volumen13;Volumen20

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Montepio del Cuerpo Facultativo del Ramo, 1909

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Pasajes populares

Página 436 - ... cualquier Escribano público, que para esto fuere llamado, que dé ende al que se la mostrare testimonio, signado con su signo, porque Nos sepamos como se cumple nuestro mandado. Dada en la...
Página 7 - Era de muy buena estatura, y en su mocedad hermosa; y aun después de vieja parecía harto bien; el cuerpo abultado y muy blanco; el rostro redondo y lleno, de muy buen tamaño y proporción, la color blanca y encarnada; y cuando estaba en oración se le encendía, y se ponía hermosísima, todo él limpio y apacible; el cabello negro y crespo...
Página 22 - Yo, desventurada reina — más que cuantas son nascidas,. casáronme con el rey — por la desventura mía. De la noche de la boda — nunca más visto lo había y su hermano el maestre — me ha tenido compañía. Si esto ha pasado — toda la culpa era mía, „ si el rey Don Pedro lo sabe — de ambos se vengaría, mucho más de mí la reina — por la mala suerte mía.
Página 118 - Y así acaban no pocas glorias en el mundo; y menos mal cuando las entierra el responso florecido en los labios puros de una santa virgen. Una vez más la vanidad de la gloria, esa vanidad que estamos proclamando...
Página 7 - ... y un poco papujados (que así los llaman), y no sé cómo mejor declararme: no grandes, pero muy bien puestos, vivos y graciosos, que en riéndose se reían todos y mostraban alegría, y por otra parte muy graves, cuando ella quería mostrar en el rostro gravedad...
Página 118 - ... los labios, habló largamente sobre el divino y verdadero amor, con palabras dictadas, sin duda, por el cielo. Fijó entonces sus pupilas, con profunda atención en el descarnado rostro...
Página 21 - ¡Para ser de sangre real, — hecho ha gran villanía! Ha deshonrado mi casa, — y dícese por Sevilla que una de mis doncellas — del Maestre está parida. — El Maestre, mi señora, — tiene cercada á Coimbra, y si vuestra Alteza manda, — yo luego lo llamaría; y sepa vuestra Alteza — que el Maestre no se escondía: lo que vuestra Alteza dice, — debe ser muy gran mentira.
Página 20 - No se sabe por de cierto, — mas el vulgo lo decía: ellos piensan que es secreto, — ya esto no se escondía. La reina con su... — por Alonso Pérez envía, mandóle que viniese — de noche y no de día: secretario es del Maestre, — en quien fiarse podía. Cuando lo tuvo delante, — de esta manera decía: — ¿Adonde está el Maestre?

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