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resultó el total abandono de aquella navegacion por mas de veinte años, llegando á olvidarse los anteriores viages al estrecho, hasta dudar de su existencia, ⚫cundiendo la opinion de haberse cerrado por algun terremoto ú otro accidente del mar y de las tempestades. El P. Acosta decia antes del año 1589 : » El », estrecho, pues, que en la mar del sur halló Maga»llanes, creyeron algunos, ó que no lo habia, o se ,, habia ya cerrado, como D. Alonso de Arcila escribe », en su Araucana; y hoy dia hay quien diga que no ,hay tal estrecho, sino que son islas entre la mar, "porque lo que es tierra firme se acaba alli, y el res"to es todo islas, y al cabo de ellas se junta el un "mar con el otro amplísimamente, ó por mejor de,,cirse es todo un mismo mar. Pero de cierto consta » haber el estrecho y tierra larguísima á la una ban" da y á la otra, aunque la que está de la otra parte » del estrecho al sur no se sabe hasta dónde llegue." La autoridad de Ercilla que cita el P. Acosta, es la mas respetable y fidedigna que se podia presentar, porque despues de haberse hallado en siete batallas campales en la guerra de Chile, acompañó á su general D. García Hurtado de Mendoza á la conquista de la última tierra que por el estrecho de Magallanes estaba descubierta hasta Chiloe; y aun pasó adelante seguido de otros diez soldados, venciendo grandes dificultades, y atravesando dos veces en piráguas el peligroso desaguadero del archipiélago de Ancudbox, entró la tierra adentro, y en la corteza del árbol mas robusto que vió alli grabó con un cuchillo aquella inscripcion que conservó en su Araucana para perpetua memoria de su intrepidez y atrevimiento.

I Hist. natural y moral de las Ind., lib. 3, cap. 10, págs. 148 y 149. 2 Tal vez es errata en la obra impresa en lugar de escribir Ercilla.

Aqui llegó donde otro no ha llegado
Don Alonso de Ercilla, que el primero
En un pequeño barco deslastrado,
Con solos diez, pasó el desaguadero
El año de cincuenta y ocho entrado
Sobre mil y quinientos, por hebrero,
A las dos de la tarde el postrer dia,
Volviendo á la dejada compañía 1.

Es, pues, muy singular que ejecutándose en el mismo año 1558 y por orden del mismo general la expedicion de Ladrillero, que aunque con muchos trabajos y pérdidas logró reconocer todo el estrecho de ida y vuelta hasta regresar al puerto de su salida, participase Ercilla de la opinion general de haberse cerrado aquel paso, como lo expresa al principio de la Araucana en estas octavas 2.

I

Y estos dos anchos mares que pretenden
Pasando de sus términos juntarse,
Baten las rocas y sus olas tienden;
Mas ésles impedido el allegarse:
Por esta parte al fin la tierra hienden
Y pueden por aqui comunicarse.
Magallanes, señor, fue el primer hombre
Que abriendo este camino le dió nombre.

Por falta de pilotos, ó encubierta
Causa quizá importante, y no sabida
Esta secreta senda descubierta,
Quedó para nosotros escondida,
Ora sea yerro de la altura cierta,
Ora que alguna isleta removida

Araucana, canto XXXVI, Oct. 29. Suarez de Figueroa, Hechos del marques de Cañete, lib. 1, pág. 93-Vida de Ercilla al principio del tomo i de la edic. de la Araucana, por Sancha, de 1776.— Molina, comp. de la hist. civil de Chile, lib. 1, cap. 7, pág. 189.

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Araucana, canto 1.o, octavas 8 y 9.

Del tempestuoso mar y viento airado
Encallando en la boca la ha cerrado.

13. Pronto se desvanecieron estas dudas sobre la existencia del estrecho ó posibilidad de pasarle, porque varios extrangeros se dirigieron por él al mar del sur á robar nuestras naves y saquear las poblaciones de nuestras inermes costas, siendo el primero Francisco Drak en el año 1578, al que siguieron Candish, Jacobo Mahu, Olivero Noort, Spilberg y otros muchos ingleses y holandeses, causando tantos daños y vejaciones, que fue menester ocurrir á su remedio con las expediciones de Sarmiento, de los Nodales y de D. Antonio Vea, sin embargo de lo cual aseguraba D. Francisco de Seijas, á fines del siglo XVII, que publicaba su Descripcion geográfica y derrotero de la region austral Magallanica, porque en España se creia imposible la tal navegacion, teniendo muchos por sueño las anteriores. Uno de los aprobantes de esta obra se lamentaba de que la navegacion del estrecho, esté tan olvidada de los españoles, que ni en ,, la práctica y escritos de estos tiempos se toque ó ,, examine, cuando las demas naciones, instruidas al

principio de la nuestra, hallan tan fácil esta nave,,gacion, ó ya que pasen á las Malucas, Japon y Chi,,na, que no es tan pernicioso si al pasar las costas ,, de nuestras Indias no hacen hostilidades, ó ya con ,, el fin de piratear ó de hacer contrabandos, no pasen » de la costa que tan dilatadamente se extiende des,, de Chile á Acapulco, y que se haya reducido todo „nuestro tráfico á Puerto-Belo, Veracruz y Rio de ,, la Plata; de forma que aun para opugnar los pi» ratas se han de conducir los materiales de las naves,

I En el prólogo de esta obra impresa en Madrid el año 1690. — Véase la parte i de la relacion del viage hecho al Magallanes en 1785, ya citada, pág. 272.

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El Dr. D. Andres de Gamez, protomédico del reino de Nápo médico de cámara de Cárlos II.

»de

que se carece en el Perú, por tan prolijo rodeo »y sujetarse al dilatado tiempo de su fábrica, cuando "haciendo partir de España estas mismas naos, cuya "construccion será con gran diferencia de menos cos»ta, se harán temer de los piratas y contrabandistas, "aun antes de los mares de Cabo-Verde y Guinea, » por todo el rumbo de su viage hasta los estrechos, », en ellos mismos, y despues barriendo las costas que » desde estos se terminan en Acapulco; pues será cosa »mas fácil ejecutar su ruina insistiendo en sus pisadas ny midiendo los trámites de su ida y vuelta."

14. No era, pues, extraño que el gobierno español en estas diferentes épocas, escarmentado con tantas pérdidas y malogramientos en sus expediciones al Magallanes, ó contemporizando con las opiniones que tal vez sugeria el temor, el escarmiento, el desengaño ó la ignorancia, promoviese los medios de facilitar por otras partes las comunicaciones con el Océano Pacífico, como lo hizo en los mares occidentales de Nueva-España y al norte de la California, de cuyas empresas dimos amplia noticia muchos años ha en la Introduccion á la relacion del viage hecho por las goletas Sutil y Mejicana en el año 1792 para reconocer el estrecho de Fuca 1. Por tantos motivos se miró á los principios el hallazgo del estrecho de Magallanes como el complemento de los proyectos ó planes de Colon, pues facilitaba por mar la comunicacion con los paises de la India oriental, de que dieron tan solemne testimonio los pocos que lograron concluir el viage al mando y bajo la direccion de Juan Sebastian de Elcano en la nao Victoria, dando la primera vuelta al mundo y presentando al emperador en Valladolid no solo algunos naturales de aquellas remotas islas, sino los presentes ó regalos de sus ré

Noticia histórica de las expediciones hechas por los españoles en busca del paso del noroeste de la América.—Madrid en la imprenta Real, año 1802, en 4.°- Se imprimieron algunos ejemplares sueltos.

TOMO IV

gulos, caciques ó señores, y sobre todo las preciosas especerías, cuya posesion y comercio habia sido el origen de las rivalidades con Portugal, y el objeto de tantas y tan costosas expediciones de los unos por las costas de Africa en el siglo xv, y de los otros por los mares occidentales á principios del siguiente . 15. Estas consideraciones nos decidieron á continuar la Coleccion de Viages con las relaciones de los que se hicieron al Maluco por la parte occidental, y que dieron tanto ensanche á los conocimientos geográficos y á las especulaciones mercantiles. La importancia, la sorpresa, la admiracion que causó el de Magallanes, terminado gloriosamente por Juan Sebastian de Elcano, lo pinta Juan Bautista Ramusio, escritor coetáneo, y el mas apreciado colector de los viages de su tiempo, diciendo:,, El viage hecho por

I

Gomara, hist. de las Indias, cap. 98. Oviedo, hist. general de las Indias, part. 2.2, cap. 3. Relac. del viage al Magallanes en 1785, part. 2.a, pág. 196.

2 Ramusio en el discurso que precede á la epístola ó relacion de Maximiliano Transilvano, que traducida al italiano publicó en el tomo I de su coleccion de viages, desde la pág. 347 hasta la 352 v. de la 4.a edicion hecha en Venecia el año 1588 en fol. Este escritor, ya por los viages que él mismo habia hecho, ya por sus grandes conocimientos en la historia, en la geografía y en las lenguas, ya por las muchas correspondencias con las personas que podian serle de gran utilidad para su empresa, tenia todas las proporciones necesarias para formar una excelente coleccion. La suya (dice Camus) es preciosa, muy estimada de los sábios, y tenida aún hoy dia por los geógrafos como una de las colecciones mas importantes. Los Juntas, célebres impresores, publicaron el tomo I el año 1550, que se reimprimió en 1554 aun antes que hubiesen salido á luz el 11 en 1559 y el II en 1556. Todos estos volúmenes se han reimpreso varias veces. Ramusio murió el 10 de julio de 1557, y dejó los materiales para un Iv tomo; pero su manuscrito pereció en el incendio de la imprenta de los Juntas, acaecido en el mes de noviembre del mismo año 1557. Segun algunos escritores merecen la preferencia entre las diferentes ediciones de esta obra el tomo 1 de la que se hizo en 1588, el 11 de la de 1583, y el 11 de la de 1565, añadiéndole un suplemento que debe separarse de la edicion de 1606, segun dice Camus en su Memoria sobre la Coleccion de los grandes y pequeños viages, impresa por orden y á expensas del Instituto de Francia el año 1802, pág. 7.

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