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ron mas las rivalidades sobre la extension de sus dominios de ultramar, y sobre sus respectivos intereses comerciales. Los castellanos, que con permiso del gobierno se habian aprestado para continuar los descubrimientos hechos por el primer almirante y habian suspendido accidentalmente sus expediciones, animados con tan favorables noticias y protegidos del obispo D. Juan Rodriguez de Fonseca, salieron de España despues del descubrimiento de Pária, y no solo reconocieron y confirmaron cuanto habia visto y noticiado el almirante, sino tambien explorando al sur y al norte las costas del nuevo continente, le suministraron nuevas ideas ó apoyaron las que ya habia concebido para comprobarlas en su cuarto viage que emprendió el año 1502. En efecto, Alonso de Hojeda habia reconocido con suma prolijidad en 1499 desde las costas de Suriñan para el norte las de la Guayana holandesa, las de Pária, de Coro y Venezuela hasta el cabo de la Vela 1. Al mismo tiempo Cristobal Guerra y Per Alonso Niño examinaron las costas de Cumaná, y adquirieron noticias del comercio que hacian sus naturales en la provincia de Cauchieto, distante como cuarenta leguas al occidente 2. Vicente Yañez Pinzon, en su viage hecho en aquel año, descubrió desde el hemisferio del sur hácia la costa de Pária mas de 600 leguas, asegurándose de ser toda tierra firme ó parte de un gran continente. Reconocióle tambien Rodrigo de Bastidas al año inmediato con gran esmero y cuidado desde las inmediaciones de la isla Guadalupe hasta el puerto del Retrete y cabo del Nombre de Dios *; y finalmente, Diego de Lepe, el comendador Velez de Mendoza, y los mismos Guerra y Hojeda en sus segundos viages, hechos en 1501 y 1502, adelantaron los

I Colec. de viag. tomo III, págs. 4 á 11. 2 Colec. de viag. tomo III, págs. 11 á 18. 3 Colec. de viag. tomo III, págs. 18 á 22.

4 Id. pág. 26. Oviedo, Hist. gen. de Ind., lib. 3, cap. 9.o

conocimientos hidrográficos de aquellas costas antes que Colon las reconociese por última vez 1.

4 Tantas relaciones y noticias combinadas con lo que habia observado en su viage á Pária bicieron creer al almirante que la Tierra-firme se extendia muy al occidente, formando la costa meridional de Cuba parte del continente asiático, y que las corrientes que se notaban en la mar de los Caribes provenian de alguna angostura que debia haber entre estas tierras. De aqui inferia la existencia de un estrecho que comunicase con el mar de la India, y facilitase el comercio de los españoles por otra via que la descubierta recientemente por los portugueses: y en estas ilusiones de su imaginacion veia el glorioso término de sus primitivcs planes y proyectos, y la recompensa de sus continuados afanes y trabajos. Asi lo propuso á los reyes antes de emprender su cuarto y último viage en 1502, creyendo hallar el estrecho hácia el puerto del Řetrete, junto al cabo de Nombre de Dios. Para esto siguió costeando desde los puertos de Trujillo y Nicarágua hasta Verágua, reconociendo prolijamente todas las ensenadas, entradas y salidas de las tierras, lo cual le proporcionó el descubrimiento de la bahía del Almirante, la boca del Toro y otros surgideros, hasta donde llegaron en sus viages Hojeda y Bastidas, de cuyas relaciones estaba muy enterado, y convencido por ellas de no existir el paso que buscaba en toda la costa de Tierra-firme reconocida hasta entonces 3. Pero como siempre se mantuvo en la firme creencia de que era aquel el continente de la India oriental, deducia de las ideas é indicios que los indios le daban del pais de Ciguare, y de haber en lo interior pueblos mas civilizados, que de

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Colec. de viag., tomo I. págs. 23, 24 y 28.

Herrera, Décad. 1, lib. 5, cap. 1.o, pág. 124. Hern. Colon, hist. del Almir. cap. 88, pág. 101. Oviedo, hist. gen. de Ind., lib. 111, cap. 9.o-Gomara, hist. de Ind. caps, 24 y 55.

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3 Colec. de viag., tomo 1, pág. 285 y tomo 111, pág. 593.

bia ser alguna provincia del Gran Kan, casi toda circundada del mar en forma de península, distante diez jornadas del rio Ganges, y cuya situacion, con respecto á Verágua era como Tortosa con Fuenterrabía en España, o Pisa con Venecia en Italia '.

5. Sin embargo de lo infructuoso de estas primeras tentativas, jamas se perdió de vista el hallaz go del estrecho, cuyo empeño crecia en proporcion del aumento y extension que hácia el sur y el norte presentaban las costas no interrumpidas del nuevo continente. En la exploracion que para proseguir los descubrimientos del primer almirante hicieron en 1506 Juan Diaz de Solis y Vicente Yañez Pinzon, reconocieron el golfo de Honduras, y siguiendo al Golfo-Dulce, cuya entrada avistaron al parecer con el objeto de hallar algun estrecho, llegaron á las islas de Caria y descubrieron parte de la provincia de Yucatan. Dos años despues los mismos navegantes volvieron á continuar sus descubrimientos con instrucciones del rey católico, en las que les prevenia que respecto de hallarse ya descubierta tanta parte de la costa de Tierra-firme desde Pária á poniente, deseaba se procurase poblar en ella y descubrir al sur hácia el Brasil, con la idea siempre de encontrar algun paso que facilitase el comercio de la especería. Aunque en este viage reconocieron la Costa hasta los 40° de latitud meridional, y debieron ver por alli el desagüe en la mar del Rio-Colorado, nada se adelantó en la pesquisa que tanto se anhelaba3. En el año 1512 trató el gobierno solo con Solis de continuar estas investigaciones; pero como el asiento con él y las instrucciones se retardaron hasta 24 de Noviembre de 1514, cuando ya desde el Darien habia descubierto la mar del sur Vasco Nuñez de Balboa, se le previno á Solis fuese con tres navíos

1 Colec. de viag., tomo 1, pág. 299.

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Colec. de viag., tomo 111, pág. 46.

3 Colec. de viag., tomo III, pág. 47.

por las espaldas de Castilla del Oro y de alli adelante, trasluciéndose en las prevenciones que se le hacian la idea de buscar un estrecho para el mar del sur por donde comunicarse con Pedrarias Dávila que habia ido á poblar el Darien. Encargábasele tambien á Solis formase un diseño de la tierra que descubriese, y que si Castilla del Oro fuese isla y se hallase el paso para el otro mar, enviase sus cartas con estos avisos á la isla de Cuba. Entonces fue cuando descubrió el rio de la Plata, donde fue bárbaramente muerto por los indios, regresando de resultas á España dos de los tres buques que llevó, por haber naufragado el otro en la mar con toda su tripulacion. Sin este incidente desgraciado hubiera Solis continuado el reconocimiento de las costas meridionales, y descubierto tal vez el estrecho que la fortuna habia reservado á Fernando de Magallanes para perpetuar su nombre en los anales de la historia y de la geografía.

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60 Aunque la relacion de este viage, y de los que le sucedieron al Maluco, forman una parte principal de los tomos que ahora publicamos, no podemos omique el descubrimiento del estrecho de Magallanes no satisfizo enteramente las ideas del gobierno español, porque hallándose avanzado en el hemisferio meridional, situado en alta latitud, y en clima muy destemplado y borrascoso, era difícil, dilatada y peligrosa la navegacion, que se abreviaria si se hallase paso mas próximo á la equinoccial ó hácia la parte del hemisferio setentrional. De aqui nació el cuidado con que el gobierno encargaba esta investigacion á todos los navegantes, y la vigilancia y esmero con que estos hacian sus reconocimientos en las costas del nuevo continente por ambos mares. Cada rio caudaloso, cada entrada o bahía anchurosa, cada archipiélago o grupo de islas, se les figuraba un estrecho; y de ahí tantas opiniones y tantas propuestas con que fatigaron al gobierno durante aquel siglo y el siguiente. Despues de los reconocimientos hechos por Colon, Cor

tés, Gil Gonzalez Dávila, Francisco Hernandez de Córdoba, Alonso Alvarez de Pineda y otros, ya se tenia conocimiento seguro en el año 1525 de que desde el golfo de Uraba hasta la Florida no habia tal estrecho. Intentóse entonces buscarle en mayor altura hácia la costa de Terranova ó tierra de los Bacallaos, y salió de la Coruña con este objeto mandando una carabela el piloto Esteban Gomez; pero regresó á los diez meses con nuevos desengaños, despues de haber reconocido tierras no vistas por los navegantes anteriores ".

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7° En el año 1524 vino á España Andres de Cereceda, tesorero de la armada que al mando del capitan Gil Gonzalez Dávila se ocupó en los descubrimientos de la mar del sur, de los cuales traia planos y cartas para presentarlos en la corte. Referia que caminando por aquel pais hácia poniente, separados tres leguas de la costa, hallaron un mar dulce en altura de 13o, que crecia y menguaba alternativamente, y se creia comunicaba con la mar del norte; siendo de tierra llana para andar con carretas dos de aquellas leguas, y la otra capaz de habilitarse ó disponerse para transitar del mismo modo que por aquella parte habia en la mar del sur dos buenos puertos, y que si se verificase haber salida á la del norte se lograria facilitar y abreviar el viage desde España á la especería 2. Con esta intencion se hicieron posteriormente muchos reconocimientos del terreno que media desde el puerto de Caballos, en la mar del norte, hasta la bahía de Fonseca en la del sur; siendo notable el que muchos años despues hizo el ingeniero Bautista Antoneli por orden de Felipe II, de cuyas resultas se abandonó este plan por los mu

I Gomara, hist. de las Indias, cap. 40.- Herrera, Décad. de Indias, Déc. 111, lib. 8, cap. 8.- Colec. de viag., tomo 11, pág. 64. 2 Arch. de Ind. en Sevilla, leg. 5 de Patronato Real, y copia en nuestra colec. de manuscritos. Herrera, Déc. 1v, lib. 11, cap. 2.

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