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Aparta't de mí, condesa,-apartat por vida mía». Posa los hijos á taula,—todos tant com ne tenía.

De tant que lloraba el comte, -toda la mesa corría.

—«¿De qué lloras tu, bon comte, — de qué lloras y suspiras?» «Ya yo ť ho diré, condesa,-quant serem á la cambrilla». El comte dice que té,-hont la comtessa dormía:

la traidora de l' infanta-d' amores l' en requería.

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«Yo te tengo de matar-antes que no vinga el día». [rían» «Tórname á casa mis padres, que muy bien m' aplega→«No puede ser, no, condesa, que descubierto sería». -« -«Pórtam' en amb un convento,-que faré molt santa vida».

-

No puede ser, no, condesa,-que dos mujeres tendría». -> Portam' en amb un bosquito-qu' els perros me comerían». -«No puede ser, no, condesa, que esto también se sabría. ¿Qué t' estimas mes, condesa,—la tu mort ó la mía?» -La mía m' estimo, comte -per los amors que 'ns tenían; pasam un mocadó al coll-que 'm mate de garrotillo>. De tant que llora 'l bo comte,- —mes'estrenye no podía.

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[tirne».

Estrenya, estrenya, 'l bon comte - que no 'm fassi tan paEstant en aquest instant— -un criat del rey arriva: <<Detente, detente, el comte,-detente por vida mía, que l'infanta ya está muerta―y el rey también se moría». -Yo no perdono al rey—ni menos la seva filla,

y al comte si que 'l perdono-per que mal no hi mereixía» (1).

7.

El Preso.

(Núm. 239 de Milà.)

Mes de Mayo, mes de Mayo,-n' es tiempo de grans calocuando la cebada grana-los trigos n' están en flores.

[res,

(1) Cita Milá otras siete variantes del Conde Alarcos (Conde Florispán, Conde de Floris...), todas con mezcla de palabras castellanas.

Los condes y caballeros-van á ver á sus amores, y yo, pobret de mí-m' en estich en duras prisiones, sin saber quant es de día―ni tampoch quant es de noche, sino por dos pajaritos-que volan sobre la torre;

lo uno n' hi marca lo día,-l' otro n'hi marca la noche. Los cabellos de mi cabeza—m' en reḍondean els talones, los pelos de mia barba—m' en redondean els genollos, las uñas de mias manos-parecen uns tajadores (1).

8.

La Muerte.

(Núm. 240 de Milà.)

Aquesta nit he somiat-somiava y no dormía, somiava l'amor meu—qu' als meus brassos la tenía. Veig entrar una senyora—molt blanca y descolorida.

-«¿Pr' hont n' ets entrat, l' amor meu,—pr'on n'ets entrat. Las puertas están cerradas-ventanas y xelosias. [amor mía?>> -«No soy l'amor, caballero:-la Muerte que Dios t' envía». -«Ay muerte tan rigorosa-dame un día más de vida, per confessá y combregá―y per veure mi querida, que si no l' anava á veure-mi alma se condenaría». -«No puede ser, caballero,—no más que una hora de vida». En un momento 's calsava-en un momento 's vestía, y ya se va por la calle―donde habita su querida. Ya la llamaba á la puerta :-«Baja á abrir, querida mía; la Muerte me está buscando,—puede que no me hallaría». -«No puede ser, caballero,-gran pena fuera la mía;

(1) Es variante del núm. 114 de la Primavera, El Prisionero, del cual se lee ya un fragmento en el Cancionero general de Hernando del Castillo (1511) y el texto íntegro en el Cancionero de Romances de Amberes, sin año, anterior á 1550.

mi padre va por palacio,· -no duerme la madre mía; yo te enviaré un cordón—que sea de seda fina›.

-«Si la seda fuera delgada-el cordón se rompería».

— «Mentre están en estas paraulas—la Muerte també hi arriva». -«Vamos, vamos, caballero,—que la hora ya está cumplida». S'agafan mano per mano-y se van per un camino. Pasan per una montaña—que hi había una hermita, hi había un hermitá-que feya una santa vida. -«Hermitá, bon hermitá―que haces de la santa vida, [dida?» los hombres que d' amores mueren—si tendrán su alma per-No ho sé per cert, caballero,-que Deu del cel ho sabría: el mal que usted tiene ahora-también lo tuve algún día, cortejando una gran dama,-dama noble de Sevilla. Ella se ha hecho monja,- yo hermitaño de esta hermita» (1).

9.

El Conde Preso.

(Núm. 241 de Milà.)

Al palau del Rey-hi falta un caballo.
El Rey dice al comte-si l' había hurtado;
Comte no lo ha hecho,-ni menos pensado.
Ya l'en puso preso-y encarcelado,

que no vea el sol,—ni la luna clara,

si no un carpintero-cómo carpintaba.

—«Carpintero noble,—¿per qui son las forcas? ›

(1) Milá dice haber regularizado la versificación de este romance, catalanizando alpunas palabras. Cita algunos versos de otras tres versiones. Tiene analogía este fantástico romance con las curiosímas Coplas de la Muerte cómo llama á un poderoso caballero, composición impresa en un pliego suelto gótico sin lugar ni año. (Vid. núm. 195 del Catálogo de la Biblioteca de Salvá, y tomo 6.o de esta Antología, p. 383.)

-«Per vos son, el comte-per vostra persona». -«Feu que sean altas,-altas y espayosas, no coman los perros-de mis carnes dolsas. T'en daré un diamante-costa cien doblones; el Rey me lo ha dado-día de mis bodas. ¿Qué dirán los hijos?—me han visto en prisiones. ¿Qué dirán los grandes?-me han visto en grillones.. El Rey y la Reina-de sus miradores, y los caballeros-de sus altas torres, cridan al verdugo,-que despinje al comte.

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« Afluixa, verdugo,-afluixa la soga».

Respon el verdugo-que ya no n' es hora,
qu' el comte ya es muerto,—que Dios lo perdone» (1).

10.

Las dos hermanas.

(Núm. 242 de Milà.)

Moro, si vas á la España,—portarás una cautiva; no sea blanca ni fea,-ni gente de villanía, no sea mujer del Rey,-sino del Princep de Castilla. Ved venir el comte Floris-que viene de romería, viene de pregar á Dios,—que le diese un hijo ó hija. -Comte Floris, comte Floris,-tu mujer será cautiva». -«No será cautiva, no,-aunque me cueste la vida». Mataron al comte Floris,-queda su mujer cautiva. —«Aquí traigo, Reina mora,—una cristiana muy linda, que no es blanca ni fea,-ni gente de villanía,

(1) Hay otras cinco variantes. Tiene alguna remota analogía con los ro mances asturianos de Bernardo del Carpio (núm. 10-11-12) y con los portugueses que citamos en la nota correspondiente.

ni es la mujer del Rey,-es del princep de Castilla». -Doscientas esclavas tengo,-tú serás la más querida, ¿Quina tomará las llaves-para hacer la mi cocina?> -Yo las tomaré, Señora,—pues tan gran dicha es la mía. La Reina estaba preñada,—la cautiva estaba en cinta, volgué Dios y la fortuna,-las dos parieron un día. La Reina parió en el trono,—la esclava en tierra paría; un hijo parió la esclava,-la Reina una hija paría; les llevadores (1) son falses—les criatures cambien, donen el hijo á la Reina-y á l' esclava dan la hija›. Un día quant la volcave (2)—estas palabras decía: —«No llores, hija, no llores,—hija mía y no parida, que si fuese á la mi tierra,-muy bien te batejaría. Yo te pondría por nombre,-María, flor de Castilla, que yo tenía una hermana-que este nombre se decía; que yo tenía una hermana,—de moros era cautiva; que 'ls moros la cautivaron-una mañanita fría, cogiendo rosas y flores-en un jardín que tenía›. La Reina se ho escoltave-del quarto q' ella dormíe, ya l' enviaba á buscá-per un negro que teníe:

- «¿Qué dices, la linda esclava?-¿qué dices, linda cautiva?> -«Lo que decia la Reina,-yo también te lo diría. No llores, hija, no llores,-hija mía y no parida».

-Si aixó fos veritat-las dos germanas seriem».

-Aixó es veritat, señora,-como el día en que nacía». -«Ya s' abrasṣaven las dos-con un gran llanto qu' hi havie›. Lo rey moro lo sentie-del quarto-qu'ell escrivie,

ya l' enviaba á buscá—per un negro que tenie.

-«¿Qué lloras, la meva prenda?-¿qué lloras, regalo mío?› -«¿Si 't donen pena los moros,-los moros de la marina?» -«No 'm donen pena los moros,-los moros de la marina». ¿Si t' dome pena la esclava, -que yo la castigaría?»

-No m' done pena la esclava-qu' es una germana mía». -»Gracias li dono, Señora,-con lo mejor de Turquía». (1) Las comadres ó parteras.

(2) La mecía ó acunaba.

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