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De Pero Enriquez.—Que al tiempo que el Almirante venia del viaje, un navio suyo, en el que venía Martin Alonso Pinzon por capitan, llegó á Bayona de Galicia, é este testigo vido alli los indios que traia de la isla de Guanahaní, é allí le dijeron que el Almirante habia descubierto las islas Conhayatin é las demas, e que este testigo ovo de presente cuatro pesos de oro que le dió el contramaestre> (1).

De Herran Esteban.-«Que vido cómo vinieron á Castilla despues de descubierto lo suso. dicho, é que este testigo viniendo de Flandes los encontraron é se hallaron en el puerto de Bayona del Miño, é que por esto sabe, y asi es público y notorio como se contiene en las dichas pregun tas» (2).

De Hernan Perez Mateos.-«que á oydo de zir á muchas personas, especialmente á los dichos Martin Alonso e sus hermanos, que dicho don crystoval colon avia hallado en esta ysla española las muestras de oro y resgates, e que con lo que avian podido aver se avian vuelto á españa á hacer relacion de lo que les havia subcedido á los Reyes Católicos que estén en gloria, e que al tiempo que dicho martin alonso llegó á vayona, este testigo lo topó y le habló como á debdo, y el dicho martin alonso le hizo Relacion de todo lo que avia pasado, y le dixo quel dicho don Cristobal colon y él avian

(1) Inf. de Palos, 15 de Febrero de 1515. Pieza 3.a Loc. cit. (2) Inf. de Palos, 1.o de Octubre de 1515. Pieza 23, Loc. cit.

salido destas partes, el dicho don Cristobal colon de do dicen agora Puerto Real y el dicho martyn alonso de puerto de gracia, e que se avian juntado en la mar, e con tormenta se avian apartado, y el dicho don crystobal colon avia ydo á lysbona y él avia llegado allí, que es el dicho puerto de vayona....» (1)

De Pero Arias Perez. -« «Que sabe su contenido porque vido partir de aquí al dicho Martin Alonso su padre.... e que este testigo no fué con ellos; pero despues vinieron á aportar á Galicia, y este testigo venia de Flandes, e se hallaron todos en un dia en el puerto de Bayona, e de allí de los del navio de su padre e de los otros navios.... este testigo oyó decir muchas veces aquello que se contiene en el dicho artículo» (2).

Esto mismo declara Juan de Aragón, grumete de un navío que habia ido á llevar judíos al Africa al tiempo que los expedicionarios salían de Saltes, y que ahora, al regresar, encontró á la Pinta en la mar. Dice así: «Digo que podrá haber tiempo de cincuenta e cinco años, antes más que menos, que estando este testigo en la villa de Moguer, que fué al tiempo que desta tierra se fueron los judíos, este testigo se fué por grumete de un navio, y yendo por la mar, á la salida del rio de saltes, vido quel

(1) Inf. de Santo Domingo, 26 de Enero 1536. Pieza 14, folio 28. Loc. cit.

(2) Inf. de Palos, 1.° de Octubre de 1515. Pieza 23, f. 71. Loc. cit.

dicho don Cristobal Colon estaba puesto con tres nabios.... y despues bolbiendo este primero viaje despues de aver dejado á los judios en las partes de allende, en otro año, vinyendo por la mar, encontraron con un nabio de un martin alonso pinzon, el cual dixo á este testigo y á los demás quel dicho don Cristobal Colon y Juan Niño y sus hermanos y parientes abian descubierto yndias....,, (1).

Ahora bien: si esto decía á todo el mundo, ¿era posible que dijese otra cosa en la carta á los Reyes?

Es igualmente inexacto que los Reyes le diesen repulsa. Pedro Arias, Alonso Beles y otros testigos declaran que, «estando Martin Alonso para ir á hacer relacion á SS. AA., murió del mal que traia,» Pero es más. No sólo no hubo repulsa, sino que fué invitado por los Reyes á presentarse en la corte. Lo declara Diego Rodriguez Colmenero. «Que vido, dice este testigo, que la reina D.a Isabel mandó un mensajero que fuese Martin Alonso Pinzon ante ella, para informar é gratificar e remunerar sus servicios, y cuando el mensajero vino era fallecido, e no fué, e la Reina rescibió por su fallecimiento mucho enojo» (2).

(1) Información de los servicios de la familia de los Niños, f. 167; Moguer 29 de Enero de 1552. (Colec. del Patr.o Est. 1.o, caja 1., leg. 6/26, Loc. cit.)

(2) Inf. de Sevilla, 22 de Diciembre de 1535. Pieza 5.a Loc. cit.

III

Desde Bayona, Pinzón singló directamente á Palos, y lo propio hizo Colón desde Lisboa, entrando los dos en la ría del Tinto el mismo día, el

15 de Marzo, el Almirante por la mañana, Martín Alonso por la tarde. Aquí es donde llegan los historiadores, bajo el prejuicio de que Pinzón era cri· minal, al colmo del extravío. Colón, nos dicen, fué recibido con transportes de júbilo por los vecinos de Palos: echáronse al vuelo las campanas; cerráronse las tiendas; suspendióse el tráfico, y los vítores y las aclamaciones ensordecieron los aires. En cambio Pinzón, roído por el remordimiento de sus rebeldías y traiciones, se conturbó al ver anclada en el puerto á la Niña, que creía sepultada en las aguas, y temiendo ser arrestado por Colón, desembarcó cautelosamente y se fué, sin entrar en el pueblo, á una casa de campo, en donde enfermó (1).

Es imposible en menos palabras decir más inexactitudes.

Primero. ¿Qué parientes, deudos ó amigos tenía Colón en Palos, para que le hiciesen tan entusiasta recibimiento? Estaban las familias de los tripulantes, se dirá, que romperían en gritos

(1) Washington Irving, Vida y viajes de Cristóbal Colón,

cap. V.

de júbilo al volver á abrazar las mujeres á sus maridos y los hijos á sus padres. Cierto. Pero al lado de estas familias estaban las de los tripulantes de la Pita, que romperían en amarguísimo llanto considerando perdidos para siempre, al no verlos venir en compañía de los otros, á sus maridos y á sus padres; y como en un pueblo pequeño todos los sentimientos se comunican, la alegría de las familias afortunadas no pudo menos de ser reprimida por el dolor de las familias huérfanas, y en vez de vítores y aclamaciones, lo que debió reinar en Palos fué el silencio y la tristeza. Y nada digamos de campanas echadas al vuelo, de tiendas cerradas y de tráfico suspendido, fraseología ridícula tratándose de un villorrio como Palos.

Segundo. Que Pinzón se conturbó al ver anclada delante de Palos á la Niña, que creía sepultada debajo de las aguas» ¿Pues no iba en la Niña su hermano Vicente Yáñez? ¿No eran parientes, amigos y deudos suyos los demás tripulantes? ¿Y era posible que Pinzón se entristeciese de que su hermano y sus parientes y sus amigos no hubiesen sido sepultados por las aguas? ¡Qué cosas tan estupendas se escriben cuando la reflexión deja de guiar por un instante la pluma!

Tercero. Que la llegada de la Pinta no fué motivo de regocijo para los habitantes de Palos.» Es decir, que las familias de los tripulantes vieron con indiferencia la llegada de sus maridos y de sus padres, á quienes, un instante antes, lloraban por muertos. Es decir, que la numerosa familia de los

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